miércoles, 4 de abril de 2012

SEMANA SANTA 2012 ➋

A pesar de lo expuesto, contamos con una ayuda muy importante: las autopistas y las autovías. En España, afortunadamente, casi cualquier viaje que supere los 200 km se puede hacer en su mayor parte por autovía o autopista. En estas carreteras conducir con seguridad y lograr tiempos razonables de viaje es muy fácil, por ello, aunque algún tramo, o toda, sea de peaje merece la pena pagar, sin ninguna duda. Para conducir con seguridad en ellas, basta con lo siguiente:
  • Utilizar los carriles de aceleración y de deceleración, tal como su propio nombre indica. Es decir, aumentando la velocidad dentro del primero y disminuyéndola dentro del segundo. 
Carril de aceleración.
Foto tomada del sitio: halembeck.blogspot.com.es
  • Si el tráfico es muy intenso seguramente habrá que detenerse, hágalo en el carril de aceleración, muy próximo a la derecha y reservando una parte del mismo para poder acelerar en cuanto se pueda. Muy importante: sea paciente, en muy pocos segundos alguien le facilitará la entrada, ¡seguro! 
Carril de deceleración.
Foto tomada del sitio: www.documentales.pe
  • Una vez en la autopista o autovía, circule por el carril de más a la derecha, déjelo sólo si tiene una buena razón para ello y, además, asegúrese completamente de que no se pone delante de nadie que circule más rápido que usted. ¿Que tiene duda? Ni se mueva. ¿Que viene muy rápido? Qué más le da, evite convertir la supuesta infracción de otro en su problema, aunque sólo sea porque tiene mucho más que perder si ocurre un accidente. Además, la envidia siempre es un pecado detestable, estamos en Semana Santa y al volante suele conllevar una penitencia terrible muy rápidamente, sin tiempo para arrepentirnos.
  • Incluso en autovía y autopista, si decide adelantar, asegúrese también de hacerlo a una velocidad claramente superior a la del vehículo adelantado. Un adelantamiento, o se hace rápido, o no se hace.
  • En cuanto a velocidad, el límite genérico está en 120 km/h, ojo con los específicos, pueden estar justificados. Lo dicho no significa que nadie tenga que ir a 120, si no quiere “correr”, mantenerse alrededor de 100 suele ser bastante seguro, pero vigile atrás con más frecuencia.
  • Ah, y respete amplias distancias de seguridad siempre que pueda, por supuesto. Sea lo más independiente posible. Asegúrese al máximo de que, lo malo que pueda ocurrir dependa sólo de usted. 
Foto tomada del sitio: www.diariomotor.com
En el lugar donde habite durante sus días de vacaciones, probablemente se mueva por carreteras convencionales con un solo carril por sentido. Mantenga su atención al máximo, esto debe ser así tanto en recorridos de 20 como de 1.000 km. Mucho ojo con las intersecciones, aquí son al mismo nivel, respete la preferencia de paso escrupulosamente. Y si apenas tiene práctica en realizar adelantamientos con doble sentido, absténgase y deje hueco para que otros puedan hacerlo colocándose delante de usted. Es una obligación recogida en la Ley de Tráfico y de puro sentido común.

En algunas carreteras los extraños son los coches.
Autor de la foto: Carlos Cummnins
Podría extenderme mucho más, pero lo dicho hasta ahora son los errores y vicios que con mayor frecuencia veo en la carretera que más riesgo de accidente grave conllevan y de los que poco o nada nos dicen en las famosas recomendaciones que al principio comentaba. En éstas, siempre inciden mucho en el cuidado y revisión del vehículo y, me consta, que muchas personas, justifican y asocian lo seguras que son conduciendo, en proporción a la factura que pagan por la revisión en el taller oficial de la marca de su coche. Mas, aún así, se deben comprobar los niveles de líquido refrigerante, de frenos, de limpiaparabrisas, de aceite, revisar luces (todas) y, muy importante, presión y estado de neumáticos, incluida la rueda de repuesto. Ruedas, aceite y refrigerante en frío. 

Foto tomada de Internet, perdí la dirección del sitio.
Muy importante, si en algún punto de su ruta equivocan el rumbo y se pierden (cosa bastante probable dadas las señales de “orientación” que sufrimos en este país), no les importe. En serio, a mí me ha pasado muchas veces; antaño, me daba mucha rabia y me agobiaba bastante, pero desde hace muchos años, me sucede como en un famoso chiste, cuando alguien me pregunta: “¿Ya no te pierdes?” Contesto, “sí, pero no me importa”. La angustia que a veces supone pasarse una salida, tomar la dirección errónea en un cruce, o ser directamente engañados por una deficiente señalización, es una fuente de problemas (muchas veces amplificados por nuestros pasajeros) que muchas veces son la raíz de un accidente. Cuando les sucedía a mis alumnos y les veía tan preocupados por ello, siempre les invitaba a mantener la calma y les decía “no te preocupes, no estamos en el Sahara, aquí perderse no significa la muerte, salvo que le des demasiada importancia. Tan solo implica un poco más de esfuerzo y seguramente un retraso en la llegada, sólo eso”. Por cierto, si nos espera alguien, allá donde vamos, es muy importante avisarle de un retaso, especialmente, si es nuestra madre.
Que disfruten de sus vacaciones sin dejar de cuidarse y del viaje desde el primer minuto. ¡Bon voyage!
Esteban

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13 comentarios:

  1. Estimado Esteban:
    Debo darle las gracias por los consejos y reflexiones realmente útiles de
    este blog, que acostumbro a leer habitualmente aunque nunca he escrito. Hoy
    no obstante tengo una pregunta. Dice, respecto al carril de aceleración:
    'Si el tráfico es muy intenso seguramente habrá que detenerse, hágalo en el
    carril de aceleración, muy próximo a la derecha'. Bien, la pregunta es que
    a mí me enseñaron a hacerlo...próximo al borde izquierdo (del carril de
    aceleración), para poder ver claramente el tráfico de la autovía y no
    confundirme con los que venían detrás dentro del mismo carril de
    aceleración... ¿Lo hago bien?
    Gracias de nuevo,

    Elisa.

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    1. ¡Bienvenida, Elisa! Me alegra mucho “verla” por aquí y le agradezco enormemente su interés y sus palabras.

      Vamos a la faena. Es cierto, que cuanto más a la izquierda se sitúe dentro del carril de aceleración, verá mucho más fácilmente a los vehículos que están en la autopista, siendo prácticamente imposible que pueda confundirlos con los que la siguen, sí. Sin embargo yo hago lo contrario, es más, normalmente hasta piso la línea que delimita el carril por la derecha. Lo hago así, porque es muy, muy probable que el que viene detrás no se haya dado cuenta de la necesidad de detenerse, me vea a mí haciéndolo o ya detenido, se asuste mucho y motivado por la sorpresa que le causo sólo vea mi coche como un obstáculo inminente en su camino, entonces, acelera y gira a la izquierda. Pero no girará mucho, por eso, cuanto más a la derecha me coloque más difícil será que me alcance. Además, en el peor de los casos, si me da el golpe, quedo a resguardo de los vehículos que están circulando por la autopista con toda seguridad.

      Esta colocación me plantea un problema de visibilidad, efectivamente, pero tiene fácil solución moviendo un poco tronco, cuello y cabeza para asegurarme en ver el tráfico de la autopista por el espejo exterior izquierdo. Cuando tengo que detenerme por completo, combino el uso del espejo forzando un poco la postura con la observación directa girando bien la cabeza. Por esto, al comenzar la contestación a su pregunta, escribí la palabra “fácilmente”. Seguramente usted, haciendo lo que le han enseñado, apenas o nada tenga que cambiar su posición normal de conducción. Desde luego, le sugiero que, al menos, pruebe esta otra manera de hacerlo, con unas pocas veces que lo repita se sentirá mucho más segura. ¿No ha tenido problemas a cuenta de como lo ha hecho hasta ahora? Bocinazos, luces, comportamientos extraños... Tal como yo lo hago, también se gana en seguridad en otro aspecto no menos importante, pues aunque nadie nos siga, no es nada raro que perdamos un poco de trayectoria en un carril de aceleración; se sale de una curva, hay que acelerar, observar cómo vienen, huecos, distancias, velocidades... decidir en qué momento y cuánto debo acelerar, o frenar, asegurarme de que no se me acabe el carril... Es fácil perder algo de trayectoria cuando estamos en esa tarea, y si estoy muy próximo a la izquierda cuando esto suceda, puedo tener un accidente grave de inmediato con algún vehículo de los que vienen por la autopista, puede ser un camión; o que sean ellos los que la pierden... En el peor de los casos, si ajusto a la derecha, podré tragarme el guardarraíl, dañar bastante el coche, pero muy difícilmente hacerme daño alguno ni causarlo a nadie.

      Creo que he contestado su pregunta, mas continúo. Cuando quien nos sigue actúa como dije, mentalmente (y seguramente también de palabra aunque no lo podamos oír) suele decir cosas como: “Pero, estará atontao. ¿Qué hace?”, “una tía, seguro que es una tía; meca...” O se piensa que tenemos 100 años, que sacamos ayer el carnet, que somos unos domingueros, etcétera. Todo, antes de dedicar una mínima fracción de segundo a pensar por qué nos detenemos. Estoy convencido de que estos... monólogos están en la raíz de muchos accidentes.

      Son muchos los conductores que cuando se están moviendo por un carril de aceleración no se plantean en ningún momento que quizá no puedan entrar directamente a la autopista y dan por supuesto que, en el peor de los casos, les van a dejar hueco o se van a cambiar de carril: ”¿hay más de uno, no?” Y, aunque son menos, tampoco es difícil ver a los que clara y literalmente entran por las bravas: “que se aparten que voy”.

      Afortunadamente, con no mucha práctica, muy buena y reiterada observación y con mucha decisión, se puede entrar y salir de autopistas y autovías con mucha seguridad. ¡Ánimo, Elisa! Muchísimas gracias por su confianza, feliz sueño y un saludo muy cordial.

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  2. Pues muchas gracias por su rápida respuesta. Y sí, tiene razón en lo de la
    trayectoria. Porque a veces me doy cuenta de que, acelerando y mirando el
    retrovisor, pues estoy pisando la raya muy pronto. Pues voy a probar,
    separándome cada dia un poco más, por incorporaciones fáciles.
    Y otra cosa que voy a probar porque creo que tiene razón es en el tema de
    los retrovisores, que comentaba en el libro. El izquierdo lo llevo como
    usted dice, pero el derecho, con eso de que hay más ángulo muerto, pues lo
    llevo más abierto, pero sí es verdad que es mucho más difícil calcular las
    distancias sin la referencia del coche, así que el próximo día lo cerraré
    un poco.

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    1. De nada, Elisa. Añadiré algo a lo de anoche aunque sea un poco rápidamente, que por cierto, después de volver a leerlo puedo asegurar que, lo dicho, tiene una dificultad mucho más aparente que real, afortunadamente. Para guiarse con respecto a la trayectoria, es mucho más seguro hacerlo con referencia a la línea de borde derecho del carril. Siempre.

      Pocas veces es realmente necesario detenerse por completo en un carril de aceleración, pero cuando me veo en esa obligación nunca lo hago al comienzo del mismo como dice la norma (el riesgo de alcance es altísimo) sino al final del segundo tercio del mismo, aproximadamente, e incluso algo más allá. Prefiero, si es necesario y claramente más seguro, prolongar por mi cuenta un poco el carril de aceleración por el arcén que arriesgarme a que choque conmigo quien me siga.

      ¡Saludos cordiales!

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    2. Gracias de nuevo. Realmente tener que pararse es muy poco habitual, y el
      problema 'con el de atrás' que sí he tenido en diferentes ocasiones es
      otro: que te adelanten mientras estás acelerando para incorporarte (o sea,
      que se incorporen ellos antes). ¿Qué hacer entonces?

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  3. Nada. Si la maniobra está bien ejecutada, se hace con diferencia de velocidad notable, sin peligro para nadie... no debe crear ningún problema aunque pueda sorprender un poco, es un adelantamiento, no hay nada que lo prohíba. De todos modos yo no suelo hacerlo, es muy, muy raro; también que me adelanten a mí en ese momento, aunque sí me ocurría a veces cuando iba dando clase, pero tampoco mucho. Si la maniobra la hacen mal, bastará con levantar un poco el pie o frenar un instante suavemente para que acaben antes, tampoco estaría mal aproximarse un poco más a la derecha, por si acaso.

    Las gracias se agradecen, Elisa (valga la redundancia), pero no se merecen, faltaría más. ¡Saludos!

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    1. Gracias de nuevo! (desde luego que se merecen, las gracias!)

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    2. De nada, Elisa. De nada. Que sea tan agradecida habla mucho y bien de usted.

      Pues hablando del rey de Roma... ayer me adelantaron dos coches en un carril de aceleración. Hacía un viaje muy corto, entre Gijón y Avilés y muy tranquilo, pues llevaba a mi madre y a una buena amiga suya (y mía) también anciana y que ha viajado muy poco en coche. En el primer carril de aceleración para tomar la autopista, un A 4 que tenía detrás me adelantó en cuanto apareció la línea discontinua ancha y corta, rápido y bien; le seguía un BMW serie 3 bastante cerca y al mismo ritmo que pensé que haría lo mismo pero empezó a dudar y casi acabo el carril de aceleración sin que aún hubiese acabado él la maniobra de modo que tuve que frenar un poco al final para que la ultimase ya de una vez, pero no hubo ningún peligro.

      Este día lo tuve en mente y al final olvidé comentarle que la observación por los espejos debe anticiparse al máximo y repetirla muchas veces pero durante un tiempo muy breve cada vez (parecido a como funcionan los intermitentes), así, prácticamente no perdemos de vista la carretera por delante y es mucho más difícil que perdamos trayectoria (o ésta será insignificante) y nos llevemos un susto.

      ¡Un saludo muy cordial!

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  4. He de confesar que en mis trayectos habituales me he buscado los 'mejores
    puntos de incorporación': incorporaciones largas, con visibilidad y con
    poco tránsito, de manera que todo resulta bastante fácil y tranquilo. Por
    otra parte, dicha maniobra me sorprendió mucho la primera vez que la vi (o
    sufrí, mejor dicho) porque no entiendo que sea legal según el código, que
    dice, respecto a adelantamientos: 'También deberá cerciorarse de que el
    conductor del vehículo que le precede en el mismo carril no ha indicado su
    propósito de desplazamiento hacia el mismo lado; en tal caso, deberá
    respetar la preferencia que le asiste. No obstante, si después de un tiempo
    prudencial el conductor del citado vehículo no ejerciera su derecho
    prioritario, se podrá iniciar la maniobra de adelantamiento'...
    Y en fin, también he de confesar que estos días no he pisado la autovía
    (mañana volveré a ella): los he dedicado a las curvas, para las cuales sus
    consejos me han sido realmente útiles. Y por cierto, que lo de la posición
    del retrovisor, también.
    Por cierto: intenté hacerme seguidora de este blog, donde realmente se
    aprende mucho y de manera muy profunda, pero no me aclaré. ¿Hay que tener
    e-mail de Google?

    Gracias y saludos!

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    1. Buenas noches, Elisa. Disculpe el retraso, por favor, esta mañana he tenido un pequeño problema con el ordenador que no pude resolver antes.

      Empezaré por el final. Agradezco enormemente la opinión que le merece este blog y me alegra sobremanera que le resulte de utilidad, anunciar además su intención de seguirlo públicamente me hace sentir muy honrado, ¡bienvenida! Tuve que trasladar su pregunta a Andrea, y me dijo: “HOLA ESTEBAN, PARA SER SEGUIDOR DEL BLOG HAY QUE TENER UNA CUENTA DE GOOGLE O TWITTER O YAHOO. Lo tienes en el pantallazo. Un saludo.” El “pantallazo” no puedo ponerlo aquí, pero le sale pinchando en “Participar en este sitio” que aparece justo debajo de “Seguidores” en la columna de la derecha.

      Respecto a la norma que cita (efectivamente es así), entiendo que está redactada pensando en una maniobra de adelantamiento en toda regla para una carretera con dos carriles y doble sentido, obligando a pensar muy seriamente su utilización, desde luego. Es muy delicado, yo lo he hecho muy pocas veces. Pero en el caso del que estábamos hablando, el vehículo que va en cabeza ni adelanta ni tiene intención de hacerlo. Es cierto que cambia de carril, pero también es un cambio atípico porque el carril de aceleración es limitado y se acaba, aún así, y en carriles de aceleración largos, pueden darse casos ocasionalmente en los que coincida un vehículo en el comienzo del carril a velocidad moderada (mi caso el pasado domingo) y detrás aparezca otro notablemente más rápido que vea la incorporación muy clara y pase sin ningún problema (caso del Audi que comenté). Sin embargo, entiendo perfectamente la palabra que emplea: “sufrí”, porque cuando se ven maniobras muy cerca de nosotros, con importantes diferencias de velocidad, ejecutadas con mucha agilidad, poco frecuentes... cosas en las que no habíamos pensado nunca, es inevitable que, al menos, la primera vez nos asuste y nos produzca mucho desasosiego. Nunca sabemos con qué ni con quién nos vamos a encontrar, cuando ocurrían este tipo de cosas dando clase siempre aprovechaba para hacer hincapié con mis alumnos en la vital importancia que tiene mantener trayectoria y velocidad contra viento y marea, aunque sintamos pánico en un instante dado, si estamos bien mentalizados y entrenados en mantener posición y velocidad a toda costa, pasaremos miedo un instante y la situación que lo provoca en el mismo periodo de tiempo pero seguiremos en la carretera sanos y salvos. En la mayor parte de las situaciones de peligro evitamos el accidente sólo con lo dicho. También advertía siempre a mis alumnos sobre una situación, relativamente frecuente en ciudades grandes, que se tiene muy poco en cuenta, y es encontrarnos próximos a un coche de policía en servicio urgente pero camuflado; se oye la sirena pero cuesta localizarlo porque es un coche normal que sólo se distingue por el dispositivo que ponen el techo, y normalmente aun lado, emitiendo destellos azules.

      Me parece muy bien que busque “los mejores sitios de incorporación”, cuando yo empecé a conducir hacía lo mismo y siempre recomendé a los alumnos que se lo pusieran fácil y no se complicaran la vida, poco a poco, y casi siempre antes de lo que parece iremos ampliando nuestras limitaciones. Es absurdo, por ejemplo, que si empezamos a ir a la montaña, por muy bien que nos equipemos, nos federemos, etcétera, pretendamos ir en cuatro días al Naranjo de Bulnes y hacer cumbre por su cara oeste.

      Muchas gracias de nuevo. ¡Un saludo muy cordial!

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    2. ¡Pues muchas gracias de nuevo por los útiles consejos! Le haría muchas
      preguntas pero dejo de hacerlo, porque ¡espero poder seguir leyendo
      entradas nuevas en breve!, y no le voy a dejar tiempo!
      Saludos!

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    3. De nada, Elisa. Pregunte cuanto quiera, yo le contestaré en cuanto me sea posible. Además, seguramente que muchas de sus preguntas, sino todas, también se las hacen muchas otras personas. Recuerdo que un profesor que tuve nos repetía con frecuencia: "Preguntar es facultad del que sabe".

      Gracias, ¡saludos!

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