lunes, 28 de marzo de 2016

SEÑORA SEGUÍ: ¿DEJARÁ CONDUCIR SIN SABER APARCAR?

La señora doña María Seguí Gómez es la actual Directora General de Tráfico y ha propuesto hace poco que cualquier aspirante al permiso de conducir pueda hacer el examen práctico en un coche dotado de un sistema automático que permite hacer la maniobra de estacionamiento sin intervención alguna del conductor, incluso en algunos casos estando este fuera del vehículo. Pueden ver aquí la noticia y aquí un vídeo muy corto donde esta misma señora hace una demostración.

La señora María Seguí en plena demostración.
Yo no me pondría detrás y menos mirando a cámara.
Fuente. www.bmwfaq.com
INFO CURSOS Y LIBROS: AQUÍ AQUÍ.

Si esta sorprendente y peregrina idea se lleva a cabo, la persona que opte por ella tendrá restringido el uso de su carnet a la conducción de automóviles que puedan aparcar solos a cambio de reducir en unas pocas clases su aprendizaje en la autoescuela y evitar hacer esta maniobra en el examen práctico. 

Llamativas ventajas cuya luz se apaga ante la oscura sombra de una realidad indeseable: no sabrá mover su coche a la mínima velocidad posible ni calcular ni ejecutar maniobras que muchas veces surgen como imperiosamente necesarias, diferentes a las que se precisan para estacionar y que ese flamante automóvil que aparca solo tampoco podrá resolver.

En las vías urbanas es mucho más frecuente de lo que parece vernos obligados a realizar atípicas maniobras por las extrañas y egoístas decisiones que toman otros conductores a la hora de detenerse, parar o estacionar su vehículo. Y, cómo no, también por errores propios, no anticiparnos lo suficiente a lo que harán los demás y dejarnos sorprender por ellos. 

Todo esto hace que nos veamos en ocasiones ante situaciones de bloqueo de las que sólo podremos salir analizando muy bien el espacio disponible (bajándonos del coche a veces), buscando una salida y haciendo múltiples movimientos con nuestro coche a la mínima velocidad posible, justo que se mueva. Bien, pues sin saber aparcar es imposible hacer esto, y llegado el caso, la única solución pasa porque otro conductor -que de verdad lo sea- se apiade de nosotros, le dejemos tomar los mandos de nuestro coche y nos solucione el problema, cosa que sin duda también le interesará. 

Lo dicho sería la consecuencia más destacada de ignorar las maniobras, pero la más importante y peligrosa es otra que afecta en cualquier tipo de vía, también es la más sutil y difícil de detectar incluso después de producirse un accidente. Me refiero a la actitud con la que conduce una persona que ha decidido aprovechar la supuesta y falsa ventaja que la DGT le ofrece, pues al aceptarla está reconociendo implícitamente que quiere conducir con una mínima inversión de esfuerzo en una tarea que, paradójicamente y para la mayoría de las personas, es la que más peligro entraña de todas a las que se enfrentan en su vida. 

He visto a niños con pequeños coches de pedales hacer maniobras más
complejas que esta  perfectamente sin que nadie les diese una sola explicación.
Una cosa es la ayuda, otra la sustitución.
Fuente: www.actualidadmotor.com
¿A usted le gustaría que el chófer del autobús que lleva a sus hijos al colegio sólo pudiese conducir aquellos que aparquen solos porque él ni se ha tomado la molestia de aprender algo tan elemental? ¿Verdad que no? A mí tampoco. 

Por la misma razón, aun tratándose de un turismo, seguro que ni usted ni yo queremos ser conducidos por un amigo que conscientemente desea ignorar aparcar. Se puede conducir mal aun sabiendo y entrenando las maniobras de estacionamiento, pero es imposible conducir bien sin saber aparcar

Habrá personas que piensen que esto es algo similar a poder aprender a conducir con un coche que tenga cambio de marchas automático y que no debería escandalizarme por lo que recientemente dijo la señora Seguí sobre conducir sin saber estacionar. Es más, también me parece posible que alguien piense que me contradigo cuando sostengo como buena la idea de conducir un coche automático desde la autoescuela. Pero no, no es lo mismo, porque se puede conducir muy bien sin haber manejado nunca un cambio de marchas manual, mas como dije antes, repito y mantengo, es imposible conducir bien sin saber hacer maniobras de estacionamiento. El cambio automático no influye en la ejecución de ninguna maniobra ni, menos aún, potencia una actitud de mínimo esfuerzo a la hora de conducir. Es más, en mi opinión, debería ser considerado un elemento de seguridad activa. 

Otra cosa es que una persona sepa conducir, tenga una experiencia suficiente y pueda realizar cualquier tipo de maniobra sin más problema que aplicar más o menos tiempo y esfuerzo, y, sin embargo, decida comprar un coche con sistema de estacionamiento automático. Esto es otra cuestión, ante la que nada tengo que objetar, y que yo mismo agradecería en ocasiones sin dudarlo. Estoy harto de aparcar, la verdad sea dicha, y también de pisar, templar y soltar el embrague. Dicho de otro modo: pagaría, llegado el caso, un extra por un buen cambio automático, pero no porque el coche aparque solo; otra cosa es que esto último viniera de serie, en ese caso lo aprovecharía en algunas ocasiones desde luego, pero nada más.

El "bordillo" o "ele", imagínenla sin el remolque y con el carril más estrecho.
Una maniobra clásica, sencilla, difícil, vigente durante décadas y muy útil.
Ahora sólo se hace para el permiso B+E (turismo con remolque grande).
Fuente: dgtexamenesweb.com
Durante varias décadas para conducir un coche había que superar dos pruebas prácticas: una de maniobras en pista o circuito cerrado y otra de circulación en vía pública con tráfico. En la primera mitad de la década de los noventa, la DGT decidió eliminar las maniobras en pista y mantener sólo las de estacionamiento (línea o batería, derecha o izquierda indistintamente) a realizar en cualquier momento durante el desarrollo de la prueba de circulación. La señora Seguí nada tuvo que ver con esta decisión, pero fue el comienzo del declive de la DGT en cuanto a la formación de conductores al eliminar una etapa básica de la misma

Entre todos los compañeros de oficio que conozco y examinadores que trabajaron en ambas etapas (antes y después de las maniobras), la opinión es unánime: fue un grave error de la DGT. Y se empezó a notar sistemáticamente en cuanto hubo ocasión, a los alumnos les costaba más aprender a manejarse en circulación abierta, les faltaba dominio del vehículo y la velocidad de paso, media y mínima era notablemente más alta, con lo que aumentaba el número de errores y el riesgo, con lo cual necesitaban más clases prácticas, generalmente, más de las que se daban en la etapa anterior aun sumando las clases de maniobras. Y también aumentaron los suspensos en circulación. Esto son hechos. 

Zigzag hacia adelante y hacia atrás, otras dos maniobras muy útiles también desaparecidas.
Fuente: centralcars.com.ar
¿Por qué se tomó aquella nefasta decisión? No lo sé a ciencia cierta, de forma oficial y pública nunca se explicó; pero pondría la mano en el fuego a que se hizo por razones claramente innobles. Lamenté mucho entonces -y siempre- que estemos tan desunidos en nuestro gremio y no hagamos valer lo que aprendemos en él. Personalmente, intenté durante meses convencer a los alumnos de la importancia de realizar maniobras a pesar de que no fuesen materia de examen; les invité a practicarlas después de tener el carnet, si lo preferían así; les ofrecí prestados mis palos y mis conos para que ellos mismos lo aprendiesen por su cuenta después de explicarles en qué consistían y cómo hacerlas sin tener que pagar nada. Nadie se interesó por ninguna de estas posibilidades. “Si no lo piden en el examen, si las han quitado... por algo será. ¿Esteban, no serás tú el que está equivocado?” Ojalá, pero en esto no, lo que dije en el párrafo anterior son hechos, y a ellos me remito. 

¿Por qué la señora Seguí amenazó (y digo amenazó porque esto es un peligro) con permitir conducir sin saber aparcar? Me consta y sé que en la DGT hay personas que saben mucho sobre formación de conductores y comportamiento de los mismos, sobre seguridad vial, carretera, automóviles... Basta con preguntarles, doña María, son “de la casa”, de fiar... no la engañarán. También puede preguntarnos a nosotros, la mayoría le contestaremos con mucho gusto, pero a nosotros, no a quienes dicen que nos representan, entre otras cosas porque estos hace tiempo que no saben lo que es ir sentados a la derecha en un coche de escuela, si es que alguna vez lo han sabido. 

Frenada de emergencia.
Sin duda, algo que todos tenemos que hacer a veces y, sin embargo,
nunca ha sido maniobra de examen. ¡Increíble!
Fuente: www.auto10.com
Tal vez la señora Seguí, en base a que muy probablemente le queden sólo unos meses al frente de la DGT, quiera hacer méritos con la industria del automóvil y convertirse en la vendedora de coches número uno de España en busca de un futuro laboral en esa industria. O quizá esté deslumbrada por el brillo del supuesto oro de la tecnología. O nos prepara para el próximo paso: expedir carnés de conducir como los documentos de identidad o los pasaportes, ¡sin examen! ¿Buscará que haya muchos conductores sin formación para poner muchas más multas? Esto son sólo especulaciones mías, ustedes perdonen; formuladas con ironía y ácido humor, pero, de algún modo hay que tomarse ciertas propuestas que sólo por hacerlas públicas deberían conllevar una dimisión.
Esteban

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P. D.: Contrariamente a lo que se suele pensar aparcar es muy fácil, la prueba: siguiendo las indicaciones se hace bien desde la primera vez. En Conducir sin miedo detallo paso a paso, con fotos y razones cómo estacionar, pueden comprobarlo; les será útil y práctico con toda seguridad.





miércoles, 23 de marzo de 2016

BRUSELAS, 22 DE MARZO DE 2016


DEJEMOS DE AÑADIR LAZOS NEGROS A LAS BANDERAS 

O TODOS ACABAREMOS DESTRUIDOS

¡NADIE GANARÁ ESTA GUERRA!


Esteban

Entradas relacionadas: MADRID, 11 DE MARZO DE 2004.

Etiquetas: Bruselas, Bélgica, atentado.


jueves, 17 de marzo de 2016

CICLISTAS, ALGO QUE TODOS DEBEN SABER

Circular en grupo es bastante más peligroso que hacerlo en fila india y separados.

Circular así en bici está prohibido y creo que es perfectamente lógico.
Ojo si tenemos que esperar como hace el coche de la foto,
es necesario mantener una distancia de seguridad claramente mayor de la
que sería buena con respecto a un turismo: ¡se pueden caer!
Lo mismo debemos hacer con ciclomotores y motos.
Fuente: www.ideal.es
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Muchas personas consideran que si los ciclistas circulan agrupados (tipo pelotón) son mucho más fáciles de ver y que por tanto van más seguros. Pero se olvidan dos hechos: 

  1. Los camiones también son muy voluminosos y bien visibles, sin embargo con relativa frecuencia algunos conductores de turismos se meten debajo de ellos; y eso que la diferencia de velocidad entre camión y coche es mucho menor que la de este con las bicicletas.
  2. Pedalear en bici codo con codo con otros ciclistas hace que sea muy tentador ir charlando, de conversación y distraídos sobre vehículos que por definición tienen un equilibrio inestable y provocando que entre ellos mismos se den tropiezos, incidentes y caídas dando lugar a un efecto dominó con bastante facilidad. También hace que el espacio que ocupa el grupo a lo ancho resulte aleatoriamente variable, lo que convierte muchas veces el adelantamiento en una maniobra harto difícil. 
Si circulan en fila de a uno y ampliamente separados entre sí alejándose tanto como sea posible del centro de la calzada, se logran dos ventajas inmediatas: 

  1. Se concentrarán con mucha más facilidad y atención en su propio rodar.
  2. Siempre serán mucho más fáciles de adelantar incluso en los tramos de carretera más retorcidos. 
Esta última forma de andar en bici es la que vengo observando desde 1980 acá a los peregrinos extranjeros que van rumbo a Santiago de Compostela por el Camino del Norte (N-634), de forma sistemática, nunca he visto excepciones, ni situaciones de peligro, ni críticas, ni mucho menos accidentes. Ni siquiera cuando entre Bilbao y Gijón no había autopista y el tráfico de camiones y turismos era muy intenso.

La otra forma, circular en grupo, la conozco desde mucho antes, y es rara la vez que cuando tengo a la vista a un grupo de ciclistas no observe situaciones difíciles, críticas y peligrosas, de las de ¡ay, ay, que...! Y accidentes. En varias ocasiones, la última hará poco más de un año, entre ellos mismos, sin intervención de ningún otro vehículo; se fueron varios al suelo y uno se dio un fuerte golpe en la cabeza contra el asfalto, a pesar del casco; afortunadamente estaba vivo y más o menos consciente, vino una ambulancia, lo atendió y lo llevó al hospital. Del accidente no se hizo eco ningún medio local así que supongo que se recuperaría bien y sin secuelas, tal como espero. 

Así, pero en carretera y bien arrimados a la derecha es como he visto a ciclistas
extranjeros peregrinando a Santiago por el Camino del Norte desde 1980,
y nunca fui testigo de nada peligroso. Nunca.
Fuente: www.alwaysspainincoming.com
He andado mucho en bici, pero en grupo muy pocas veces, creo que me sobrarían los dedos de una mano para contarlas, y las pocas veces que lo hice siempre me acababa prometiendo que sería la última. No me gusta, no me siento seguro. La mayoría de las veces he ido solo, y cuando lo hice con algún amigo establecíamos puntos de reunión o metas donde nos esperaríamos indistintamente uno a otro, igual que hacen los extranjeros de los que les hablé antes.

La circulación de ciclistas en grupo exige muy buena coordinación entre ellos, lo que no es fácil, pues la tendencia a distraerse es fuerte. También surgen con facilidad pensamientos del tipo “nos ven a la legua, que adelanten si pueden o si no que esperen... si fuésemos un camión harían lo mismo y todo el mundo se aguanta...”. Pero la diferencia de velocidad entre un turismo y ese grupo puede ser muy alta y el tiempo que media entre decidir frenar -y bastante- o adelantar muy corto. Demasiado corto para conductores con poca experiencia, independientemente de su edad. 

También conviene tener muy en cuenta las emociones y sentimientos que brotan con facilidad entre los conductores de turismos en el sentido de considerar un estorbo gratuito al grupo de ciclistas. Y sí, a veces conducimos los coches sin un importante motivo que lo justifique, pero nunca por hacer deporte con él en vía pública; los ciclistas sí. Y sentados tranquilamente en casa o en la terraza de un bar tomando una cerveza todos somos muy majos, tolerantes y comprensivos; pero cuando una persona está metida en faena, conduce por imperativas razones de trabajo, está sometida a un horario muy exigente y cobra un sueldo de miseria, si se encuentra con un grupo de personas en bici hablando entre ellas, gesticulando, sujetando el manillar con una mano o ninguna y adelantarles supone calcular la maniobra un puñado de minutos, entonces, es fácil que se cabree, que le vengan a la cabeza cosas del tipo “¿pero es que estos no tienen otro sitio mejor por donde ir? ¿No podrían dar pedales en un gimnasio en una bici estática?...” En esos casos, nos guste o no, es muy fácil que la bestia que todos llevamos dentro se retuerza entre las cadenas con que la sujetamos y brame airada. 

Mostrarse violento ni es patrimonio de hombres ni conoce edad. ¡Ojo!
Fuente: www.caradvice.com.au
Por supuesto, lo dicho no justifica reacciones violentas, ni acciones peligrosas, ni asumir riesgos como haciéndose el tonto y “oye... que se asusten un poco qué demonios”. No, no debemos dejar que nos pase esto, y cuidado, nos puede hacer daño o causarlo horas después de este encuentro por lo que nos distrae el ir rumiándolo si nos lo permitimos

Es muy importante que desde la autoescuela templemos el carácter y la ira, que capeemos bien el toro de nuestras emociones, que no seamos nosotros quienes entremos al trapo. 

Es muy importante que el profesor ayude con un ejemplo impecable, manteniéndose aséptico como un cirujano, centrado sólo en las posibles soluciones y transmitirlo así a sus alumnos, y si le añade un par de ricas especias como alegría y humor, mucho mejor. La ira contenida también se percibe y puede sumar o multiplicar con la del alumno. 

Es necesario entrenar la actitud adecuada, tranquila, paciente, tolerante; pero viva, despierta y ágil a un tiempo, profundamente sentida y vivida, de verdad, que domine nuestro instinto animal de forma natural. Una actitud que permita centrarse en la solución del problema, no en su enunciado ni en su génesis, huyendo de los juicios de valor como de la peste. Sin duda, la raíz de muchos accidentes está en la falta de control de nuestras emociones. Somos uno con el vehículo, nunca lo olviden.

En un primer momento me ha movido a escribir esta entrada el accidente del pasado sábado en Galicia donde el conductor de un turismo grande atropelló a un grupo de ciclistas, lo que causó la muerte de uno de ellos y heridas a siete -cuatro muy graves-, aquí la noticia. 

 


Por si acaso también dejo aquí enlace para el vídeo. 
Y otro vídeo aquí sobre un detalle importante y vital para
con los ciclistas cuando cruzamos un arcén.

Se da la circunstancia de que el conductor del coche tiene 87 años, y de inmediato se comenzó a especular sobre su capacidad para conducir y por extensión la de las personas mayores en general. También se repite mucho que si los centros de reconocimiento médico-psicotécnico donde nos hacen las pruebas para obtener y renovar los permisos de conducir cumplen o no con su labor y si esta sirve para algo. 

Se habla mucho menos de dos datos importantes: había un carril bici que los ciclistas no estaban utilizando e iban en grupo. Si hay carril bici se debe de ir por él y en grupo está prohibido circular, salvo que se haga en fila de a dos, nada recomendable -como ya expliqué antes- pero legal. 

Hoy sólo quiero mencionar estas circunstancias, pero sobre la edad del conductor sí quiero decir que, por sí misma, no invalida a nadie para manejar un automóvil. 

Dicen los medios de comunicación que la fiscalía examinará y comprobará si el centro médico-psicotécnico donde el conductor del turismo pasó su último reconocimiento hizo bien su trabajo. Esta diligencia me parece mal, porque no busca justicia ni saber la verdad, es una caza de brujas, es buscar como sea y cuanto antes a un culpable para exponerlo ante la opinión pública y que le dilapide ejecutando la condena a la que le sentencian antes siquiera de empezar el juicio, se prejuzga literalmente, y esta perversión de la justicia nace en su propio seno. 

Circular así en bici es legal, pero más peligroso y nada aconsejable.
Fuente: www.forocompeticion.com
Nos escandaliza mucho lo que nos cuentan que hace el llamado Estado Islámico (entidad que surge como por arte de magia, por cierto) pero en el denominado occidente o primer mundo en el que dicen que vivimos, tan democrático, avanzado, tecnológico, solidario, tolerante, etcétera (todo mentira en gran parte), y soberbio; en este nuestro mundo, tan encantado de haberse conocido, se hace lo mismo, con similar actitud y distintas formas, eso sí -gracias a Dios-, pero, repito: la misma actitud en juzgar de antemano. 

¿Por qué no se investigan las causas de los accidentes antes de señalar a nadie con el dedo índice? Y no me refiero, desde luego, a determinar la responsabilidad civil o penal de los implicados sino a buscar pruebas empíricas que expliquen los hechos, y si aquellas conducen a un centro médico, o donde sea, pues se va. 

Obsérvese, que sin investigar las causas de los accidentes, nuestros representantes políticos se permiten la temeraria osadía de legislar sobre tráfico. Así van, dando palos de ciego, alimentado desconfianza en las normas y haciendo que si se cumplen sólo sea por miedo y nunca por convencimiento de las ventajas que nos aportan. Luego dicen que debemos “concienciarnos”... ¿Nosotros? Sus señorías primero, por favor.

Los centros de reconocimiento médico-psicotécnico, no sólo hacen pruebas para conductores, también para permisos de armas y para estar al cargo de perros considerados de razas peligrosas, entre otras tareas. Sobre estos centros me molesta mucho que siempre se les critique y se afirme alegremente que ni hacen ni sirven para nada. Pues que conste que sí hacen y sí sirven. Sin ninguna duda

Es obvio que de todo hay en todas partes y que en ocasiones cometerán errores, como todos. Bien, cuando se detecten, que se responsabilicen de sus actos o errores y en paz, como todo y como todos. Lo que me molesta, y mucho (me dan hasta náuseas), es la hipocresía y cinismo que hay hacia ellos. Y pienso que, básicamente, es porque a una gran mayoría de personas les parece inaceptable que se cuestione su capacidad para conducir. Pero hombre, que esto lo piense un niño me parece lógico; un adulto no. 

A modo de ejemplo: una prueba mucho más significativa de lo que parece
en un centro de reconocimiento médico-psicotécnico.
Fuente: www.elpais.com
Por otra parte, cuando tantos dicen que las pruebas son insuficientes y que deberían ser más numerosas y exhaustivas... ¿de verdad estarían dispuestos a pagar su precio en dinero y tiempo? ¿Asumirían los resultados? No y no. Seguro que las respuestas son negativas. Seguro que aquí entra de lleno “la ley del embudo”, la que mejor funciona en España gobierne quien gobierne: lo ancho para mí, lo estrecho para ti. 

También se suele olvidar un hecho: se puede hacer un reconocimiento médico bastante completo en un centro de salud con electrocardiograma incluido y atenta auscultación con un resultado perfecto y al día siguiente la persona en cuestión sufrir un infarto súbito y morir. He conocido un caso muy de cerca así. 

Si esto nos puede pasar con el corazón que, por más cualidades que le atribuyamos, no deja de ser una bomba hidráulica impelente-aspirante, con un funcionamiento semejante a las fuentes que se ven en las películas del oeste para extraer el agua de un pozo... qué no nos podrá pasar con el cerebro (la torre de mando del cuerpo, como decía mi padre) o con el sistema neurológico, o el endocrino, por poner sólo tres ejemplos de anatomía fisiológica mucho más complejos en su funcionamiento. 

Está bien, claro, que queramos saber lo más posible sobre nosotros mismos y prevenirnos al máximo, pero todo lo humano tiene su medida y sus limitaciones. Siempre. Salud y vida penden de un fino hilo, las de todos, lo que hace que cada segundo que pase sin que se rompa sea un auténtico milagro

A imagen y semejanza de esta máquina funcionan nuestros corazones.
Eficaz, sencillo, fiable... y sin embargo se nos puede parar en cualquier momento
sin previo aviso. Es más, sabemos que se va a parar un día.
Dios quiera que esté muy, muy lejano para todos.
Fuente: www.klaropmepy.freeweb.pk
Llega la Semana Santa y algunos de ustedes comenzarán a disfrutarla mañana o pasado, la mayoría el próximo miércoles o jueves. Como haga buen tiempo no sentiremos aires de primavera, oleremos el verano, y dan ganas de desempolvar la bici y disfrutar de la sencillez de ese magnífico vehículo. Bien, háganlo si les apetece y pueden, pero por favor, cuídense, sean plenamente conscientes de lo vulnerables que somos y de que los peatones lo son aún mucho más respecto a nosotros. Piensen que en muchos lugares es mejor meter la bici en el coche hasta llegar a un sitio más seguro donde utilizarla. Dense cuenta de que andando en bici es fácil ir... como drogados por el efecto que las endorfinas  pueden hacer en nuestro cuerpo, percepción y ánimo. Además, y por si les sirve de algo, les confieso que personalmente hay lugares por los que nunca iría en bici por lo peligrosos que los veo. Que tengamos derecho a hacer algo no implica obligación de hacerlo. Lo dicho: disfruten sin dejar de cuidarse.

viernes, 11 de marzo de 2016

MADRID, 11 DE MARZO DE 2004

Nunca es fácil, pero hoy es el día en el que más me cuesta escribir y en el que más quiero hacerlo.

Fuente: delreycarlos PHOTOGRAPHY 
@delreycarlos
Me gustaría ser como una gota de agua oceánica unida a millones de otras gotas que formen una nube grande, muy grande y gris oscura, para cubrir Madrid entero a baja cota, descendiendo suavemente como tantas veces lo hace por estas tierras del Cantábrico.

Quiero que deposite su agua como esas caricias frescas, que tan bien conozco, sobre heridas y dolores.

Quiero que luego ascienda absorbiendo horrores, a los confines del universo. Al mismo infierno. 

Quiero que la sal de una lágrima, unida a muchas más, la misma sal marina que corre por mi sangre y la de todos, haga estéril la tierra para el mal.

12 AÑOS EN EL RECUERDO
Recordatorio de Oye Radio Ibaizabal Nervión en Facebook
Hoy, quiero que se haga en Madrid; inmediatamente después, quiero que el proceso se repita en todos los lugares del planeta donde la guerra, declarada o no, se ha hecho soberana y los corazones de los hombres están invadidos por el odio.

Quiero que luego llegue una torrencial lluvia de cálidos rayos de luz y noches con tantas estrellas que ya nunca perdamos el camino de la paz.

¡Quiero que así sea! 

martes, 8 de marzo de 2016

8 DE MARZO

No me pregunten por qué, no sabría qué decir, pero siempre me gustó el número ocho. Es como si el infinito se pusiera en pie saliendo del letargo invernal en este tercer mes del año -¿medio infinito, tal vez?- e iniciase un camino sin retorno ni meta siguiendo el camino que la cálida luz hace notar cuando llena el claro del bosque de nubes que el viento, aún frío, trae y lleva. 

Fuente: tn.com.ar
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Hoy se me antoja que las nubes son persianas de prejuicios y los rayos del sol pensamientos puros, asépticos, libres de toda contaminación de culturas, costumbres y miedos. Miedo al extraño, al raro, al diferente, al extranjero... a la mujer. ¿Será ese miedo el que lleve a querer dominarla porque tema que si no sea ella quien domine? ¿Será el miedo, en realidad, la raíz o una de las raíces del mal?

Leí una vez: “¿Qué harías si no tuvieras miedo?” Seguramente amar, desprendido y sin reservas, amar la vida y cuanto me rodea, aun reconociéndome absolutamente vulnerable. Y, sí, claro, de ese modo puedo sufrir daño, dolor y muerte; pero, si no lo hago, ¿no seré yo mismo quien me esté matando? Creo que sí, que es de ese modo en el me convierto en un imán de enfermedades y accidentes. 

En clase de Religión, en la catequesis, en el colegio y en la iglesia nos decían una y otra vez que tenemos un alma inmortal y que es infinita. Puede que suceda que al intentar comprender e imaginar esto sin lograrlo nos pongamos barreras, límites, fronteras y en estos espacios que acotamos crezcan los temores como las malas hierbas. Puede que por eso nos hagamos tanto daño, porque vivimos enfrentados a nuestra propia naturaleza. Puede que por eso sea necesaria la fe. 

Aprovechen, hay estrellas para todos, ¡pidan un deseo!
Fuente: Internet

Si quitamos las barreras, si dejamos de ponerlas; si miramos todos juntos, mujeres y hombres, en una noche cálida y serena la incomprensible magnitud del universo; si la reconocemos en nosotros mismos, seguramente dejemos de hacernos daño y seguramente todos nuestros miedos se vuelvan al infierno del que vinieron como si de un agujero negro se tratase y un día, tal que hoy, pasará a ser una anécdota en la historia. Podemos mirar todos juntos, sin trabas, al universo. 

domingo, 6 de marzo de 2016

ERRORES EN EL EXAMEN PRÁCTICO, EN ARAGÓN RADIO

El pasado jueves me llamaron de Aragón Radio desde Zaragoza invitándome a responder algunas preguntas sobre los errores más frecuentes en el examen práctico del carnet de conducir, al día siguiente, en su programa matinal Despierta Aragón.

Fuente: www.europapress.es
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Esta emisora aragonesa, también tuvo la deferencia de llamarme en noviembre de 2014 para hacerme una entrevista sobre mi primer libro, Conducir sin miedo, y para hablar también sobre la amaxofobia. Siempre les estaré muy agradecido por haber reparado en mi trabajo, ya en dos ocasiones, nada menos. ¡Gracias, señoras y señores de Aragón Radio! 

El 2 de marzo, ABC publicó un reportaje sobre los errores más habituales que se dan en el examen práctico de circulación. Creo que es un asunto de indudable interés que nunca traté directamente aquí, así pues, resulta oportuno hacerlo ahora. La mayoría de las entradas que voy publicando, de forma más o menos directa o indirecta, pienso que son útiles para superar el mencionado examen y para prepararse para conducir bien en cualquier momento: antes, durante y después del paso por la autoescuela. 

Dejo AQUÍ el enlace de la emisión.
Comienza en el minuto 21:37 con un compañero de Murcia, sigue otro
compañero de Zaragoza y yo aparezco en el minuto 32:00 hasta el final, 39:28.
Me esfuerzo en procurar que quien lea este blog se anime a construir una sólida, buena y adecuada actitud tras el volante, antes de sentarse ante él y durante todo el tiempo que esté frente al mismo. La actitud previa nos llevará a decidir las acciones correctas, a ser vigilantes de las mismas para corregir los errores de ejecución o atención que cometemos, a ser más conscientes, responsables, libres, y, en mucho menos tiempo del que en un primer momento nos parece, desarrollar buenos hábitos que ya no se abandonarán nunca

En el mencionado reportaje del diario ABC (pueden verlo aquí), se ordenan como principales errores en el examen práctico los siguientes:
  1. Mala e insuficiente observación del entorno.
  2. Paso de glorietas o rotondas.
  3. Velocidad inadecuada (normalmente por defecto) en incorporaciones a otras vías. 
  4. Paradas y estacionamientos. 
Si entre un grupo de compañeros nos pusiéramos a debatir sobre esta cuestión concreta, estoy seguro de que podríamos pasar horas discutiendo y cada uno acabaríamos haciendo una lista diferente. Claro, que también podríamos recurrir a los expedientes de examen y tomar nota de los errores que más se repiten de mayor a menor frecuencia, lo que sería mucho más objetivo. Sin embargo, en mi opinión, la lista y el orden de fallos importan muy poco, lo fundamental es descubrir la raíz de los mismos. 

Una de las causas principales las cita el periódico y la aporta el señor Daniel Hernández, director de marketing en DonCar (imagino que también profesor) cuando, hablando de la fase teórica advierte: “normalmente la consideramos menos importante, cuando en realidad esa teórica nos va a servir para enfrentarnos mejor a la parte práctica.” Sin duda, esta afirmación es absolutamente cierta; claro que para ello es necesario dar clases teóricas de verdad sin limitarse a realizar test en grupo. Y que el alumno acuda a dichas clases, cosa que en la mayoría de los casos es harto difícil.

Comprobación de niveles o identificación de "periféricos" del motor
durante un examen práctico de circulación.
Fuente: www.lagacetadesalamanca.es
Ahí ya queda a la vista una de las principales raíces del problema: la actitud. Que el alumno quiera aprender. La mayoría ven la autoescuela como un engorroso e innecesario imperativo legal, también es cierto que la mayor parte de este numeroso grupo se acaban dando cuenta del error de concepto inicial (al que tanto ayudan los padres, cosa que me llega al alma), pero, prácticamente demasiado tarde, pues ya se han gastado un dinero, se han presentado a algún examen y no ven más salida que la huida hacia adelante. Casi todos logran obtener su permiso pero tras un proceso traumático y penoso, y aquí encontramos otra raíz importante que enlaza con la anterior: se acude al examen sin la preparación y el entrenamiento suficientes

Luego es muy fácil y tentador dejarse arrastrar por todos los tópicos y poner nuestra fe en los nervios, la mala suerte y la maldad de los examinadores. Esta trilogía clásica para justificar los suspensos a veces no es suficiente, entonces aún quedan el profesor y la autoescuela como chivos expiatorios (cuando no son también raíces del problema, que de todo hay). Como ven hay un buen repertorio, bien aceptado socialmente, donde diluir la propia responsabilidad; amigos, compañeros, parientes, padres (otra vez) confirmarán y reforzarán el reparto de culpas hasta casi o sin casi sentirse uno libre de ellas. Pero cuidado, porque en el fondo, la persona en cuestión sabe muy bien que quienes corean sus excusas nunca le pagarán una clase, ni le harán recuperar el tiempo y el esfuerzo perdidos, ni las ilusiones rotas, ni mucho menos se harán cargo de lo que pueda pasar después de tener el carnet. 

Decida aprender, busque un buen profesor (cerca o lejos de su casa), dése cuenta de que lo más barato no es el precio de la clase ni una tentadora oferta sino una buena enseñanza por alguien que de verdad conozca su oficio, sea honesto y lo ame, como dijeron en Aragón Radio los dos compañeros que me precedieron el pasado viernes (el primero de Murcia y el segundo de Zaragoza), y les creo, sería muy raro que mintiesen expresándose de ese modo. 

Después, olvídese del examen y déjese llevar; comprobará que aprobar será una consecuencia lógica de su buen aprendizaje, y los dichosos nervios unos buenos aliados que le mantendrán despierto, vivo, ágil y con buena capacidad de respuesta. Tampoco olvide disfrutar del proceso, de su propio esfuerzo, de sus logros (por pequeños que parezcan) ni del frescor que da el sudor de su espalda cuando acaba la tarea. 


Durante el examen práctico es muy habitual cometer muchos errores porque simplemente estamos pensando en otra cosa: en qué pensará el examinador de nosotros. También es muy frecuente querer hacerlo mejor que nunca en lugar de limitarse a hacer uno lo que sabe, lo que se ha aprendido. Evite sacar nota, sólo se califica “apto” o “no apto”, tampoco le darán un carnet superior por muy bien que lo haga. 

En la maniobra de estacionamiento evite dejarse impresionar por la presencia de quien le examine, es cuando más intensamente se percibe, pero recuerde que la maniobra se hace a la mínima velocidad posible, es muy difícil equivocarse; ah, y esa persona no le va a engañar, ni es malvada ni perversa, es una mujer o un hombre semejante a cualquier otra u otro, igual que usted, sólo hace su trabajo; pero escuche bien sus indicaciones, y pregunte lo que sea necesario, y explíquese si procede cuando tenga oportunidad, un argumento razonado y lógico (a veces) puede cambiar una calificación. En fin, lea la carretera y actúe en consecuencia.

El cambio de marchas manual y la coordinación necesaria de pedales y palanca es una fuente recurrente de problemas, algo que lleva su tiempo manejar suficientemente bien. Es muy raro ver algún expediente de examen sin alguna anotación en referencia a esto, aunque sea como falta leve. Por eso, creo que es importante tener en cuenta y pensar seriamente en la posibilidad de utilizar un coche con cambio automático cuando se está en la autoescuela. Sin duda, se ahorran un número de clases más que significativas; y, sí, luego sólo se pueden conducir coches con este tipo de cambio, pero, ¿cuántas veces vamos a conducir un coche que no sea el nuestro? Además, se puede eliminar la restricción más adelante si se quiere, hay que pasar otro examen, pero para él, se supone que sólo tenemos que aprender el manejo del cambio manual porque todo lo demás ya lo sabemos y lo tenemos muy entrenado. También se da la circunstancia de que cada vez será más interesante valorar bien la compra de un coche híbrido e incluso eléctrico; los primeros siempre llevan cambio automático y los segundos ni eso, simplemente no precisan cambio de marchas de ningún tipo.

En el aire, toreando un sueño... y en pocos minutos... "¡Velero libre!
Es una sensación indescriptible.
Si pienso en Aragón, inevitable e inmediatamente me vienen imágenes
relacionadas con esto. Y una canción: Canto a la libertad, de Labordeta;
yo no lo veré, quizá alguno de ustedes, nuestros hijos, algún día...
Porque habrá un día, ¡porque ha de ser!
Fuente: www.aeroclubnimbus.aero
 
En mi opinión, el cambio automático debería ser considerado un importante y eficaz elemento de seguridad activa; no hay más que ver el alto porcentaje de conductores que utilizan mal el cambio manual y los problemas que les causan. Además, ya en la segunda década del siglo XXI, eso de soltar un pedal, pisar otro, mover palanca... ¿no creen que ya es algo un tanto obsoleto?