jueves, 21 de junio de 2012

DÍAS DE RADIO (JUNIO 2012)


CHARLAS CON JOSÉ ÁNGEL EN OYE RADIO BASAURI

32ª CHARLA (6-6-2012). Sistema antirrobo que para el coche con un SMS. Airbag exterior. España, donde más ciclistas mueren de Europa. Sueño* al volante.
(*) Como EFF dejé un comentario, el nº 7.
33ª CHARLA (13-6-2012). La combustión del gasóleo o gasoil en los motores Diesel también genera un potente agente cancerígeno. El peligro de discutir al volante. El fiscal podrá retirar la tutela a los padres que no lleven o no utilicen los sistemas de retención para menores y acusarles de homicidio en caso de muerte.
      
34ª CHARLA (20-6-2012). Velocidad variable*. El límite de velocidad genérico de las carreteras convencionales que estaba en 100 bajará a 90**. Un oyente me pregunta si me gusta el Renault Twizy. El Seat Mii se venderá por Internet.
(*) Como EFF dejé tres comentarios: 14, 34 y 78.
(**) Como EFF dejé un comentario, el nº 28.
35ª CHARLA (27-6-2012). ¡¿Vacaciones?! Datos de la DGT sobre denuncias realizadas por exceso de velocidad*. Datos sobre el uso del teléfono móvil al mismo tiempo que se conduce. Permiso por puntos, 6º aniversario. Accidente de Galdakao**. ¿Es más difícil el examen de conducir en julio?  
(*) Leído en el editorial del semanario AUTOPISTA del 26 de junio: "La velocidad inadecuada para las condiciones existentes en el momento del incidente -dentro de los límites legales- estuvo presente en 8.200 accidentes con víctimas en carretera en 2010."
(**) Sobre este accidente (otro enlace sobre el mismo), afortunadamente sin víctimas, olvidé decir por la radio que también pudo ser causado por algún fallo en el funcionamiento del vehículo. Muy improbable pero no imposible, claro.
 
AVISO SOBRE "LAS VACACIONES"

Aunque en la radio José Ángel y yo hemos hablado en esos términos, no es esa la razón por la que estaré ausente de la emisora durante unas seis semanas. La causa es el cambio de programación y horarios que motivan estos meses estivales. En principio, y si Dios quiere, volveré al ingrávido y gentil mundo de las ondas de OYE RADIO BASAURI (95.1 de FM) el 12 de septiembre, también miércoles. Si hubiese alguna novedad entre tanto, la comunicaré en este blog en cuanto la sepa.

En realidad, del todo del todo no me voy, al menos los miércoles participaré algo en el Facebook de la emisora.

Una vez más debo dar las gracias y van... Lo que me alegra mucho porque, sin duda, es sinónimo de buena suerte. Esta primera e inesperada etapa en esta emisora ha sido para mí un regalo tan mágico como lo es que las ondas puedan llevar la voz por el aire. Así pues: ¡Muchísimas gracias a cuantos oídos me han prestado atención y a cuantos hacen posible que OYE RADIO BASAURI esté ahí! Eskerrik asko! 

Esteban

25 comentarios:

  1. Hola Esteban:

    Cuando leí lo de la custodia y las sillitas no entendí si se trataba de una broma de mal gusto o es que hemos perdido completamente el norte y nos hemos olvidado de lo que significa para un niño separarse de sus padres (en definitiva, su único referente afectivo).
    No entiendo que se tenga que amenazar a los padres con semejante horror para que apliquen medidas de seguridad. Más bien cabría preguntarse porqué, cómo y cuándo no se usan las sillitas, y cómo remediar esta situación.
    Quizás se va en el coche de otra familia, que no tiene sillita para esa edad, por ejemplo. Y cómo no, quizás no estamos suficientemente concienciados.
    Quizás diseñar asientos traseros 'adaptables' y hacer programas televisivos divulgativos sobre circulación sería una muy mejor opción.

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    1. Hola Elisa:

      Comparto totalmente tu opinión, la noticia me pareció increíblemente estúpida y cruel pero tu le das un enfoque más humano en el que yo no hice hincapié, gracias.

      A mí me ocurrió en alguna ocasión lo que tu mencionas, me ofrecí para llevar a alguna amiga y a su hija en coche hasta su casa -en un recorrido corto y dentro de poblado- y al no tener sillita, mi amiga decidió ir en autobús. Bueno, quizá no quiso comprometerme por el riesgo a que me denunciasen -que yo asumía-, pero desde luego, ante un frenazo fuerte, en el autobús la niña se haría algún daño y en mi coche muy difícilmente.

      Por supuesto, me parece bien la normativa que hay para que los niños viajen más seguros, pero debería aplicarse con cierta flexibilidad y mucho sentido común. Es difícil y seguramente contraproducente redactar normas con un montón de excepciones, pero pienso que sería suficiente con informar y ordenar a todas las policías que, en según qué casos, no denuncien.

      Información, creo que hay suficiente, pero mejor que sobre a que falte; ¿concienciación? Sí y no. A ver si me explico, observo que ocurre un fenómeno muy curioso: la gente, en general, está dispuesta a pagar a cambio de seguridad y con mucho más entusiasmo aún si se trata de proteger a sus hijos -por si ocurre un accidente, nunca se sabe lo que puede pasar...- pero falta mucha concienciación en el sentido de asumir el hecho de que, la inmensa mayoría de las veces y salvo raras excepciones, que se produzca o no un accidente depende de uno, de modo que muy pocas personas se esfuerzan en mejorar su nivel de conducción, son una auténtica minoría a la que tú perteneces y por lo que te felicito y me alegro. Entre todas las personas que conozco -sin excepción- que tienen niños en edad de utilizar los sistemas de retención infantil, todos los utilizan y correctamente.

      La idea de diseñar asientos traseros adaptables es muy buena, si es de tu cosecha: ¡Felicidades! En serio. Pero no la patentes, ya lo hizo Volvo hace bastantes años y luego algún otro fabricante, no sirven durante todo el crecimiento del niño pero sí para un periodo del mismo, y es muy práctico y bueno, se hace durante la fabricación del modelo y forma parte del diseño del mismo desde el principio. Seguro que todavía fabrican coches así, pero claro, instalarlo en todos encarecerá el producto, ofrecerlo como opción supondrá esperar por el coche 3 ó 4 meses o más y, curiosamente, la mayoría de la gente, una vez toma la decisión de comprar un coche suelen ejecutarla de forma muy rápida y precipitada, lo que, muchas veces, da lugar a no pocas lamentaciones después.

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    2. Volviendo a lo del fiscal, su amenaza de retirar la tutela es muy grave, pero lo de acusar de homicidio a unos padres que han perdido a un hijo... Ya sufren el mayor dolor que existe. Si a mí me ocurriese (Dios no lo quiera), me daría igual que me metiesen en una celda y tirasen la llave, me pegasen un tiro... si es que no me lo pego yo. En fin, horroriza hasta pensarlo. Pero, a lo que iba, quería acabar resaltando que estas declaraciones (espero que sólo se queden en eso, y ya es bastante) siendo ya en sí mismas muy graves, irresponsables, absolutamente inaceptables en un responsable político; estos cambios en las normas (lo que hoy está bien mañana no y viceversa), estas contradicciones (mucha exigencia para llevar a tu hijo en coche pero puedes llevarlo en moto -equilibrio inestable por definición, para empezar- y así hasta un larguísimo etcétera. Crean inseguridad jurídica e injusticia desde los pilares del estado (poder legislativo y judicial)... ¡Minan! Dinamitan, corroen, pudren totalmente la relación entre administradores y administrados. Esto hace mucho daño, consciente y/o inconscientemente; así que muchos conductores -demasiados- cuando van en su coche de “A a B”, su objetivo número uno es que no les multen ni les quiten un punto, el resto, lo más importante, pasa a un segundo plano, cuando no queda totalmente fuera de foco.

      Me niego a creer que nos merezcamos esta clase política que sufrimos. ¡Ah! Y esto no va por vos, claro, también a llevar a niños en moto, por muy legal que sea. Es muy peligroso.

      Siento extenderme tanto pero uno tiene sangre en las venas y...

      Muchas gracias, ¡Saludos!

      PS: Vaya, hasta hay límite de caracteres. Lo acabo de descubrir, por eso va en dos partes.

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    3. Gracias Esteban por tu respuesta. Desde luego que lo de las sillas acopladas en el coche no es invento mío, me lo comentó un pariente que había tenido un Volvo. Es que creo que el no uso de la sillita tiene que ver mucho con el 'venga, que os llevo, que es sólo un momento', y en estas situaciones el invento sería muy útil.
      Desde luego que no merecemos una clase política que deje cuestiones técnicas (tráfico, educación, etc.) en función de criterios políticos. Ahora esto, ahora volvemos a aquello y mañana otra cosa será. Pero creo que como ciudadanos podemos hacer mucho más de lo que creemos para cambiar las cosas, como mínimo no conformarnos con pensar lo que nos dicten, aunque esto ya sería tema de otro blog (yo también tengo muchas ganas de tener un blog!)
      Pero sólo como apunte de esto último: tú mismo has dicho cómo nadie va a ahorrar en gastar en seguridad (o en educación) para sus hijos (¡¡¡¡qué mal padre!!!), mientras cosas más importantes se descuidan completamente (¿mejoras tu conducción? ¿pasas tiempo con tus hijos?).
      Bueno, no me enrollo!
      Saludos!

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    4. De nada, Elisa, y perdón por el retraso.
      Bueno, tampoco importa que no puedas patentar la idea de Volvo, en sí mismo, ya es muy significativo que la conozcas y mucho más aún que la aprecies, pocas personas lo hacen; desde luego, a mí también me pareció desde el primer momento ingeniosa, sencilla y muy útil.
      También comparto totalmente contigo la idea -más bien el hecho- de la capacidad que tenemos para cambiar las cosas. Hay dos máximas antagónicas que nunca conviene olvidar: “Divide y vencerás” y “La unión hace la fuerza”. Además, siempre son muchísimo más numerosas las cosas que dos seres humanos tienen en común que las que los diferencian. Por lejanos que sean entre sí los lugares que habitan y distintas las circunstancias que les afectan.
      Será un placer seguirte en un blog y seguro que aprenderé cosas importantes, la perspectiva tan humana desde la que contemplas la noticia objeto del comentario y tu última pregunta, son muy buenos y recientes ejemplos.
      ¡Saludos! Bona nit!

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    5. Gracias por tus ánimos! Pues sí, Internet tiene esta gran capacidad de poder compartir ideas y discusiones con gente con la que de otra manera no hubieras contactado!
      Saludos!

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  2. Hola Esteban,

    Me alegra tu visita a mi blog y que te guste lo que escribo.

    Un beso!

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    1. Yo también me alegré de haberlo visitado y te agradezco poder disfrutarlo. Pasaré por tu sitio con más frecuencia.

      Un beso.

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  3. Hola Esteban:

    Un apunte desde Cataluña, porque aquí tenemos la velocidad variable. A mí no me gusta. Me compré un automático para no tener que estar pendiente más que del tráfico y no del embrague, y ahora, eso de que te toque estar pendiente de otras cosas, pues no me gusta. Además, para mí siempre va a ser prioritario vigilar la moto que tengo cerca, por ejemplo, que vigilar el velocímetro al detalle, con lo cual acabas pensando siempre que igual te llega una multa y soñando con ello.
    Lo que sugeriría como medida alternativa es la repartición de folletos (elaborados por profesionales) sobre recomendaciones de velocidad según circunstancias variables (tráfico, tipo de vía, lluvia, viento, cambio de rasante, tipo de vehículo...). Porque muchas veces (demasiadas) coexiste quien tapona el carril central a su 'ritmo tranquilo' con el que va haciendo slalom a derecha y a izquierda por más que llueva o sea de noche. Y alguno de los dos (o los dos) se equivoca, desde luego, aunque estoy segura que el primero actúa convencido de su prudencia y el segundo de su capacidad.

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    1. ¡Vaya, lo encontré! Y me alegro, porque tus apuntes son muy interesantes. Ahora ando liado con una foto y una breve entrada que quiero publicar antes de acabar el día por lo que, lo más probable, es que te conteste mañana. ¡Gracias, saludos!

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    2. Hola Elisa:

      Lo primero, disculparme por el retraso (siempre me pilla el toro, estoy como para ir a San Fermín...); lo segundo, muchas gracias por hacernos partícipes de tu experiencia con la velocidad variable. Había leído algo sobre la opinión que les merece a diversos usuarios del mencionado sistema en Cataluña en distintos foros, en La Vanguardia, en radio y en la televisión (en casa de mi madre, yo no la tengo) y, en general, era mayoritariamente negativa, tal como tu confirmas porque, efectivamente, yo también comparto contigo el arriesgarme a una multa antes que descuidar la observación de lo que puede pasar con la moto de al lado (muy buen ejemplo), y allí tenéis muchas, creo que más que en ninguna otra parte de España.

      También quiero aprovechar para felicitarte públicamente por tu decisión de comprar un coche con cambio automático, es la mejor opción sin ninguna duda. Yo haré lo mismo en cuanto pueda.

      Tu idea sobre los folletos me parece buena, en principio, pero no lo veo nada claro. No obstante profundizaré en ella, lo primero que me vino a la cabeza al leerla fue hacer uno yo mismo poniendo fotos y/o dibujos de situaciones y lugares concretos muy habituales con la señal de velocidad máxima aconsejable al lado. Esa señal cuadrada de fondo azul con números blancos que tan poquísimas veces se ve y, que sin embargo, resultaría de gran utilidad en muchísimos casos, pero claro, como no prohibe ni obliga impide poner un radar más allá. Un clarísimo ejemplo más (y hay muchos) de que a los distintos y numerosos gobiernos que tenemos les importa muy poco (¡nada, en realidad!) mostrar, informar, enseñar... ¡Educar! En una palabra. Por otra parte, hay un abanico amplísimo de niveles de conducción entre las personas que hacemos esa tarea y, aunque no tan grande, también es muy significativa la variedad de vehículos. Por poner un ejemplo claro: Hay una sustancial diferencia de velocidad entre la que puede llevar sobre mojado un conductor experto entrenado en carreteras a orillas del Cantábrico que maneje un turismo con tracción a las cuatro ruedas a las que vigila su mantenimiento y cuidado que otro conductor que sólo de vez en cuando se mueve por tierras de Sevilla conduciendo un coche viejo con eje motriz delantero y que piense en cambiar ruedas cuando están lisas, o con dibujo, pero agrietadas y sin elasticidad por pasar mucho tiempo expuestas a una fuerte radiación solar, cosa, que muy pocas personas son conscientes de lo que degradan los neumáticos. Casi olvido una observación que tengo comprobada, sistemáticamente y sin ninguna excepción en todas las personas que he tenido por alumnas, todas, en alguna (generalmente, varias) ocasiones empiezan a circular a una velocidad más alta de la que deben llevar (límites a parte), ¡y se dan cuenta! Todas perciben cuando rebasan “sus” límites; otra cosa, es que llevadas por el pánico y debido a que están aprendiendo no hagan nada (esperando una intervención divina, o del simple mortal que va sentado a la derecha), o lleven a cabo una acción totalmente errónea (lo más habitual) y que, curiosamente, suele consistir en pisar más el acelerador. Puesto que todo el mundo se da cuenta de esto, bastaría con que la DGT diseñe una prueba en circuito cerrado y en vía pública (hay doble mando) para garantizar que nadie obtiene su permiso de conducir sin saber cómo volver a una velocidad segura una vez rebasado el umbral de la misma.

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    3. 2ª PARTE

      Es cierto que demasiadas veces coexisten los dos tipos de conductores que mencionas, pero no comparto tu admirable buena fe. Tanto el conductor “tranquilo” como el que practica slalom, ambos, saben que lo están haciendo mal; ambos, hacen gala de una conducta egoísta, insolidaria y peligrosa. ¡Los dos lo saben! No me creo que quien circula estorbando por un carril central no sepa que, como norma general, debe circular por la derecha ni que el “fiti” de turno no sepa que está prohibido adelantar por la derecha. Las normas básicas de tráfico son muy elementales y son casi como las leyes físicas, tienen carácter universal. Hace poco conocí a dos supuestos expertos conductores (los dos hombres, para más señas) que, cuando supieron a qué me dedicaba, en plan, majo, cordial, simpático, y también un tanto ufanos, afirmaron sin ningún rubor que si tuviesen que pasar un examen de conducir suspenderían escandalosamente; les miré fijamente y les dije muy serio: “sabéis mucho más de lo que decís, otra cosa es lo decidís hacer”, no contestaron y se cambió de tema. Por mucho tiempo que haya pasado desde que estuvieron en la autoescuela, hay normas que no se olvidan nunca, eso, si no se sabían de mucho antes.

      Disculpa y discúlpenme, por favor, por mi nula capacidad de síntesis. ¡Muchas gracias por la paciencia!

      ¡Saludos!

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    4. Bueno, tal y como explicas, más que folletos, quizás tengas que escribir un nuevo libro! Imagínate el título! 'La velocidad en la conducción'. Creo que nadie ha escrito nada parecido, y que sería muy muy instructivo...
      Efectivamente las señales azules de recomendación de velocidad son muy útiles y las sigo al dedillo, al igual que todas las restricciones 'locales' (si rebajaron a 100 en una curva de autovía creo que yo no la podré tomar a más, y lugares como éste son donde, aún respetando la velocidad indicada, más he notado que tenía que rebajar).
      Gracias por tu extensa respuesta!

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    5. ¡Gracias por la idea!

      A pesar de la extensión olvidé algo importante: la velocidad hay que sentirla (tú misma lo dices “he notado”). Siempre pedí a mis alumnos que prestasen atención a lo que les dice su cuerpo al respecto, muchas veces el problema es que no nos damos tiempo a sentir. El cuerpo humano no deja de ser un vehículo, percibe la velocidad aunque cerremos los ojos y tapemos los oídos, aún yendo de pasajeros y sin mirar el velocímetro. Todo lo que está vivo se mueve, la Tierra gira sobre sí misma a unos 1.600 km/h. En ocasiones, ponía un trapo sobre el cuadro de instrumentos del coche cuando algún alumno se obsesionaba mucho con mirarlo. También les decía siempre y desde el principio que debían exigirse un control total sobre la trayectoria del vehículo; y sobre la velocidad, al menos, hasta los 100 km/h deberían desenvolverse sin ningún problema. En cuanto a los errores, con aprender a corregirlos de un modo suave e inmediato nada más percibirlos, listo. Añadía, que esas tres cosas, era imprescindible aprenderlas antes de salir de la autoescuela. Después, no es imposible, desde luego, pero muchas veces a un precio muy alto, tan alto, en demasiadas ocasiones, que es imposible pagarlo.

      Creo que para tener un óptimo control de la velocidad, basta con sentir y “actualizar” nuestro sentido de supervivencia. Creo también, que con dicho instinto, poco a poco y desde unos cuantos años acá, ocurre algo similar como con el uso de la violencia: es algo innato, cuya utilización se delega en el estado de forma exclusiva, bien, salvo excepciones nada que objetar. Pero con el instinto de supervivencia, no, nos vuelve estúpidamente vulnerables. Y manipulables, manejables, dependientes... Nos convierte en seres que viven su libertad solamente como un espejismo caricaturesco y burlón.

      Me he encontrado con muchas personas que creen a buena fe que los límites genéricos de velocidad son un auténtico salvavidas, si tengo ocasión, siempre les advierto de que esa creencia es muy peligrosa porque hasta esos 50, 90, 100 y 120 actuales... ¿Cómo saben que van bien? Y, es curioso, porque te hacen ver, muchas veces que están completamente convencidas de que “hasta” los límites están fuera de peligro, y si lo hay e incluso ocurre un accidente es porque han tenido la malísima suerte de encontrarse con un loco que, por supuesto, es el culpable. Por estas y otras razones, los límites de velocidad genéricos son un auténtico “poner puertas al campo” que, naturalmente, origina muchísimas infracciones muy cómodas de detectar y sancionar. En fin, otra vez que me he pasado de frenada.

      Ah, te envío un enlace que quizá te interese, creo que se trata de una buena idea: http://www.portalarodar.com.ar/noticias-desplegada.php?id=422

      ¡Saludos!

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    6. Gracias por el enlace. Tengo ganas de probarlo por una razón muy concreta: las bicis se adelantan sin cambiar de carril, y cómo sorprende cuando desplazas tu trayectoria dentro de tu propio carril y una bici te iba a adelantar. Las bicis somos muy silenciosas y esto sorprende mucho. Estuve hace tiempo en Canadá y esto lo resolvían avisando: 'on your left', 'on your right', era lo que había que gritar al adelantar, dependiendo del lado por donde se adelantase, para avisar al de delante, pero aquí no sé qué pensaría la gente si fuera gritando así. La verdad es que era una costumbre muy práctica.
      Y tienes mucha razón en temas de velocidad. Y todo lo que sabes daría para un buen libro!
      Saludos!

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    7. De nada, Elisa. Yo también agradezco mucho tus palabras, son muy alentadoras.
      Aquí, imagino que te mirarían como a un bicho raro si vas gritando “te paso por la derecha” “te paso por la izquierda”, no sé inglés, pero creo que más-menos eso es lo que dicen en Canadá, corrígeme si me equivoco, por favor. Y, sí, sin duda ha de ser muy eficaz. Yo también envidio muchos aspectos de otras mentalidades. Lo que cuentas, no lo he visto hacer nunca aquí entre ciclistas, pero sí de ciclista a peatón porque es muy frecuente que éstos invadan el espacio de aquellos aunque ambos estén bien delimitados.
      Tengo en mente escribir algún libro más si Dios quiere, sí. ¡Muchas gracias por tu ánimo! Nunca está de más y siempre es bienvenido en tan solitaria tarea. Además, pienso que los hombres somos actores secundarios en el milagro de la vida y hacer cosas como componer música, pintar, escribir... Es la forma en la que más nos podemos aproximar, sólo aproximar, a sentir que gestamos a un hijo.
      Bona nit! ¡Saludos!

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    8. No, yo tampoco domino el inglés, por lástima en 'mi época' no se consideraba demasiado 'importante'. Pero bueno, la imagen de niños perfectamente ataviados con su casco y avisando educadamente 'on your left' es algo que queda muy grabado.
      Escribir es desde luego, participar de la vida, reflexionar, hacernos más humanos y dejar un mundo más humano a nuestros hijos. Me niego a dejarles un mundo donde lo único que pueden hacer es seguir los dictados de la tele y consumir sin pensar, para luego morir tras una vida insulsa (siento ser tan contundente), pensando que si hubiera hecho ésto o aquello. Por eso quiero hacer un blog! A ver si hay tiempo este verano!

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    9. Creo que no debes disculparte por “ser tan contundente”, yo diría que eso es ser radical, en su acepción primaria: ir a la raíz. Y me gusta y lo comparto. Es un afán muy noble el que te mueve al blog. Lo harás muy bien.
      En mis tiempos, con los idiomas no había elección sólo se daba francés, y aprendí muy poco. También había que aprender algo de latín y creo que eliminar esta asignatura de los planes de estudios ha sido, entre otros muchos, un grave error.
      ¡Saludos!

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  4. Estas cosas también pueden suceder cuando, por ejemplo, tienes a tu niño enfermo y tienes que salir a buscar un taxi para dirigirte al hospital... ¿Eso está ya pensado o solo se me va a ocurrir a mí?
    Me he visto en la situación de tener que salir con mis dos hijas cuando eran muy pequeñas al hospital y tener que coger un taxi. Un día en que confluyen un montón de circunstancias que no son habituales.

    En fin, Esteban, la vida es en ocasiones muy complicada.
    Besos.

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  5. Muchas gracias por tu visita y lo que planteas. Por favor, discúlpame, pero... te contesto mañana. Besos.

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  6. Hola Towanda:

    Muchas gracias por tu visita y perdón por el retraso, ayer, al final no pude contestarte.

    Tu pregunta y tu ejemplo son muy oportunos. Hasta hace muy poco, también los taxis estaban obligados a utilizar los sistemas de retención infantil en las mismas condiciones que un turismo particular, pero, generalmente, no lo hacían y seguramente había un pacto tácito entre ellos y la policía municipal. De poco tiempo acá, están exentos de esa obligación al menos en vías urbanas (en interurbanas creo que se mantiene, ahora hablo de memoria y...) pero si tú, o cualquier persona que lea esto, quiere saberlo con seguridad, lo comprobaré. Me parece razonable y lógico, si los taxis llevan sillitas apenas les queda sitio en el maletero, si no las llevan se arriesgan a multas, pérdida de puntos, perder clientes... Además, en un caso de emergencia como el que comentas, puede estar contraindicado perder tiempo en acomodar la silla, al niño en ella... Hace falta más sentido común.

    En cuanto a lo de si está pensado, sólo se te ocurre a ti... Desde luego, estoy completamente seguro, de que entre vos y los políticos que toman esas (y otras decisiones) tu criterio sería más lógico, ecuánime y razonable que el de cualquiera de ellos; vamos, sin ninguna duda. Hace ya bastantes años, veinte o más por lo menos, que los políticos que sufrimos parecen creer que con publicar en el BOE se resuelven los problemas como por arte de magia, con ello, dejan abonado el terreno a una paradójica inseguridad jurídica y a que se den muchas situaciones de clarísima injusticia. Es una auténtica cruz que cada vez veo más claro que no nos merecemos, ¡NO!

    Sí, la vida a veces es bastante complicada. Creo que todos pasamos nuestra travesía del desierto de vez en cuando, porque a veces se repiten, pero también nos encontramos hermosos oasis, ¿no crees? Mas no podemos permanecer en ellos indefinidamente, eso parece, hay que seguir adelante con ánimo, valor y fuerza.

    Buena noche y un abrazo.

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  7. Hola Towanda y Esteban:

    Lo de los taxis también lo he vivido. Si tu hijo se cae, por ejemplo, jugando en el parque, la reacción habitual va a ser 'cazar' el primer taxi que pasa por allí.
    saludos!

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    1. Vaya, olvidé contestar.
      Pues sí, es perfectamente natural. Aunque es muy importante no actuar precipitadamente y, en ocasiones, valorar hacer una llamada al 112 para pedir una ambulancia.
      ¡Saludos!

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    1. Querido Anónimo:

      Y digo “querido”, porque así lo siento si eres quien imagino.
      Este comentario lo he visto en la madrugada de hoy. Me llega con fecha 29 de junio y lo vi casualmente al ponerme a revisar currículum con el fin de asegurarme que no dejo ninguno sin contestar (me parece una falta de cortesía impresentable).

      Precisamente ese 29 de junio publiqué una pequeña entrada con el título de “AVISO” para notificar un temporal funcionamiento irregular en el correo de la Web, supongo, que a ello se debe el retraso en aparecer tu comentario y a que en él solo aparezca una palabra. Aún así lo pongo, no veo ninguna razón para no hacerlo. Creo que no es nada difícil llegar a contactar conmigo y estaré más que encantado de que lo hagas siempre que lo desees.

      ¡Ojalá estés bien! Un fuerte abrazo.

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