lunes, 11 de marzo de 2013

MADRID, 11 DE MARZO DE 2004

Fuente: www.iesfuentenueva.net

Es inevitable. El trágico y masivo crimen de Madrid del 11 de marzo de 2004 lo tengo muy fresco en corazón y memoria, mejor dicho, no precisa de memoria ni recuerdo. Es una constante en el tiempo, un presente que abarca todo el futuro. Hierve la sangre, y el pulso camina a lomos de ira y dolor. Desde entonces, cada año, y mientras exista este sitio y mi atomizado universo me propongo sembrar unos granos de arena de recuerdo y  esperanza.
Desde un lugar del norte, orilla al Mar Cantábrico,
algunos (me consta que quien aquí estampa su firma no es el único), cada 11 de marzo, somos de Madrid.
Todos tenemos atómicos universos, por tan minúsculos, pero en ellos encontramos electrones y con ellos podemos comunicarnos, conectarnos, crear, transmitir y hacer inmensa una energía positiva que vaya alejando el mal de nosotros y del mundo.


Podemos romper el círculo de violencia y hacer que se abra un próximo horizonte de paz en la Tierra.

Amén.

Esteban

11 comentarios:

  1. Tristemente se justifica la violencia en muchas ocasiones. ¿Cómo debes pensar para hacer un acto así? ¿Cómo se llega a que la gente piense así? ¿En qué entorno han crecido?
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas preguntas, Elisa. Me parece evidente que no esperas que te responda, claro; pero sólo el hecho de formularlas y pensar en ellas intentando contestarlas me parece que es un paso, mínimo, pero un paso que nos aleja del horror.

      No obstante, sobre la tercera cuestión sí puedo decir algo: Me da igual, porque no me vale. 1, Porque todos tenemos cerebro, no puede dejar de funcionar, vamos creciendo, nos hacemos preguntas, cuestionamos cuanto nos han dicho, sabemos que "el otro" es igual a nosotros, por más que hable una lengua muy extraña, tenga otro color o todos los colores, ¡sabemos que es igual que nosotros! Todas las culturas que en el mundo han sido saben que la sangre no se lava con sangre. 2, He tratado con un buen puñado de personas que pasaron por situaciones objetivamente terribles y jamás reflejaron el horror que sufrieron, pudiendo hacerlo.

      La eterna lucha del bien y del mal no se dirime en libros sagrados, tiene como campo de batalla el corazón y el alma de cada uno de nosotros, en ellos habita infierno y paraíso, ángeles y demonios. Podemos tener a la bestia atada y escondida en lo más profundo de una mazmorra y cerrada con siete llaves, nosotros decidimos si la soltamos o no. Nosotros decidimos. ¿No crees?

      Bona nit i saludos!

      Eliminar
    2. Desde luego, es nuestro deber hacernos esas preguntas. Pero para deshacerse de un lavado de cerebro realizado desde pequeños y desde la propia familia, país o cultura, hace falta mucha conciencia y mucho valor. Hace falta ser excepcional. Y que en algún lugar quede un resquicio de empatía por los inocentes, por encima de ideas y justificaciones que se han metido a través de la educación. No creo que sea tan fácil, sinceramente. De hecho creo que rechazar los valores de donde se ha nacido y crecido es una de las decisiones más difíciles de tomar.
      Recuerdo el personaje de Carmen, en '5 horas con Mario'. La señora, encerrada en una mentalidad estrecha y absurda... que era la que había heredado. Y ella no se plantea nada, cuando es evidente que su manera de enfocar la vida hace aguas por todas partes...
      Saludos!

      Eliminar
    3. No he visto ni leído la obra que citas del gran Delibes, ahí no puedo opinar.
      Creo en el famoso dicho atribuido a los andaluces de que "todo er mundo e güeno" y en la famosa frase de Rousseau: "El hombre es bueno por naturaleza". Aunque parece estar demostrado que algunas enfermedades mentales inhiben por completo la empatía, pero afortunadamente son casos muy excepcionales, y no me parece tal cosa que la inmensa mayoría nos cuestionemos lo que nos enseñan e imponen, otra cuestión es actuar en consecuencia con nuestra propia fe, en según qué circunstancias nos puede costar la vida.

      "Darse cuenta", "deslavarse el cerebro", creo que surge de forma natural en todos. El problema está en qué decidimos hacer con nuestros descubrimientos: ¿Nos hacemos los tontos y hacemos como si nada?, ¿lo proclamamos a los cuatro vientos?... Por eso estoy plenamente de acuerdo con tu afirmación: "rechazar los valores de donde se ha nacido y crecido es una de las decisiones más difíciles de tomar".

      ¡Saludos!

      Eliminar
    4. Es muy difícil de tomar. Las palabras para tal acción son siempre despectivas: renegado, traidor, desertor, desagradecido... En 'Otelo' se dice algo así como 'si fue capaz de traicionar a su padre, podrá traicionarte a tí'. Por eso, hay que ser realmente excepcional para dar ese salto.
      Saludos!

      Eliminar
  2. Es muy difícil de tomar, quien actúa así es visto como un traidor, renegado, desagradecido, etc. para su grupo, y será siempre sospechoso fuera de dicho grupo.
    Hay películas que hablan muy bien de este contraste de valores personales y culturales, dentro de nuestro entorno. Me gustan mucho 'Gran Torino' y 'En el valle de Ehla', historias en el que el 'deber' como soldado americano y la propia conciencia quedan fuertemente enfrentadas.
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces es extremadamente difícil actuar conforme a lo que uno piensa, sí; pero el darse cuenta de lo que está bien o mal creo que es algo natural y fácil, para cualquier ser humano y en cualquier lugar y época. Muchas veces, basta con que alguien exprese su pensamiento disidente para que enseguida otros le apoyen, es... ese paso al frente, que nos pone ante el vértigo de la soledad más absoluta, pero que normalmente dura muy poco porque enseguida nos encontramos compañía.

      He visto la primera película que citas y es sumamente cruel la escena en que la chica vuelve de la brutal tortura (cerré los ojos, no te digo más), pero no me creo que quienes causaron el daño no supieran que hacían daño. Saben que su madre es mujer, alguno tendría hermanas, primas... probablemente todos. ¡Sabían lo que hacían! Francamente, no me parece tan difícil que alguno de aquellos monstruos se hubiese negado, algún otro le hubiese seguido y el crimen hubiese resultado imposible. Sí, vaya por delante que nunca se puede decir de este agua no beberé, pero prefiero morir en el intento de evitar un crimen así antes que vivir con él en mi conciencia. Hay cosas con las que me hierve la sangre, no lo puedo remediar.

      Bona nit!

      Eliminar
    2. Hola Esteban:

      No me refería a los chicos del barrio, sino al personaje interpretado por Clint Eastwood, que vive torturado por su pasado en la guerra de Corea, y que en un momento de la película dice 'lo peor es que te den una medalla por ello'. Me refería a este conflicto entre su 'deber' de soldado (que le hace matar a un chaval de 16 años) y su conciencia personal, que nunca lo olvida ni se lo perdona. Saludos!

      Eliminar
    3. Gracias por la aclaración, Elisa, claro, tienes razón. Pero no me acordaba en absoluto de ese detalle. Pensé que hacías referencia a la otra película (que no he visto). Imagino que cuando se inmola se perdonaría (es lo más difícil) y descansaría en paz.
      ¡Saludos!

      Eliminar
    4. Te recomiendo verla. 'En el valle de Ehla' es mi película antibélica preferida. Se ve todo diferente después de verla. Ni las películas más duras me impactaron tanto. Saludos!

      Eliminar
    5. Moltes gràcies, Elisa! La veré.
      Bona nit!

      Eliminar