domingo, 19 de enero de 2014

¿LÍMITES DE VELOCIDAD PARA UNA BUENA CONVIVENCIA?

“Lo del control de velocidad combinado con una interpretación 'literal' de la ley es un terreno resbaladizo y espinoso. Fijar 120 para los 100-200 Km siguientes suponiendo que, dado que es el límite legal, no te pillará ningún radar, ni molestarás al adelantar (nadie puede legalmente ir más rápido), ni te afectará un 'recomendado a 100' (la física no va con tu coche).... Sabes que yo soy partidaria de los límites de velocidad como medida general de convivencia, pero con un poco de flexibilidad, desde luego.” Elisa Alòs.

El pasado día 7 publiqué el comentario del que extraigo esta cita y al que contesté prometiendo una entrada al respecto, al mismo tiempo que expresaba sorpresa por  la aplicación del concepto “medida general de convivencia”, que yo entendí en un sentido muy amplio y así, más o menos, se lo transmití a Elisa al contestarle, pero cuando me respondió me puso un ejemplo perfecto: “me parece difícil la convivencia de un Porsche a 200 Km/h con una autocaravana en la misma carretera...”

El título de la fuente, para esta foto, parece un insulto.
Fuente: www.cochesdejovenes.com
El citado texto forma parte de una breve conversación que pueden ver completa aquí. El asunto creo que encierra mucho contenido, como bien dice Elisa (gracias)nos lleva a un terreno muy resbaladizo y, en mi opinión, a que se fijen en la mente interpretaciones literales de las normas con el adhesivo de sentimientos muy poco nobles: envidia, egoísmo, exhibición de nuestras carencias, irresponsabilidad... Que demasiadas veces generan y consolidan actitudes que conducen a hechos que tarde o temprano terminan en accidentes. Esto es seguro, lo digo sin exagerar, que conste.

En la conversación mencionada hay tres frases claves, las que puse en negrita y cursiva. Voy con ellas.

A 120 km/h no puedo molestar a nadie porque nadie puede ir más rápido.

Sé que Elisa ni piensa ni actúa así -espero que todos ustedes tampoco-; que un joven estando en la autoescuela diga esto... bueno, se puede entender, pero con 18 años o más y el permiso de conducir, ya no cabe la inocencia. La afirmación es hipócrita o cínica, o ambas cosas además de falsa.

Falsa, porque ¡vaya, que si se puede! Aunque legalmente sólo vehículos prioritarios (básicamente policía) y, al menos, con la señal luminosa de ir en servicio urgente. Aquí tienen un ejemplo, y sin luces azules ni sirena.

Hipócrita, porque nadie respeta siempre todos los límites de velocidad. Conozco alguna persona a la que sí creo cuando afirma que nunca pasa de 120, pero no me creo que respete siempre el 50 de poblado, menos los 20 y 30, ni muchos límites específicos de carreteras convencionales (mucho más importantes, por cierto); ni los anteriores a una intersección o travesía pero en tramos en los que aún no pintan nada, ni los clásicos 40 o 20 en zonas de obras... Eso no me lo creo. Luego, ¿con qué derecho se erigen en juez y parte cuando en una autopista salen a adelantar a 120 a quien le precede a 110? Eso no es hacer un adelantamiento lento por un error, es poner una barricada rezumando mala fe y estupidez por todos los poros, con el agravante de hacerlo, muchas veces, acompañados de sus cónyuges y “queridísimos” hijos. ¿Cómo se atreven?

120 en estas condiciones es un somnífero.
¿Y quieren hacerme creer que es por mi bien? ¡Por favor!
Fuente: www.eldiario.es
La posibilidad de un accidente por alcance, en ese caso, es mucho más alta de lo que parece, y la gravedad del mismo también. A parte de que pueden ocurrir muchas cosas: que a un camión o autobús le surja un problema en los frenos, por ejemplo. Pero no importa, porque en la mente de estos conductores también suele estar muy arraigado otro tópico sin sentido: “El que da por detrás paga”. Debe ser un consuelo muy reconfortante después de que a uno le rompan el cuello.

Me enoja mucho esta actitud, como pueden ver, ese “a tapar la calle que no pase nadie”... Es una manifestación de la tiranía del mediocre en que vivimos, la peor de todas. ¿Acaso cuando alguien va andando tranquilamente por una acera intercepta el paso de quien va corriendo por hacer deporte? Cuando vamos en bici, de paseo, ¿nos ponemos en la trayectoria de quien, en otra bicicleta, nos dobla la velocidad?

Los adelantamientos han de hacerse rápidos, con una diferencia de velocidad notable con respecto al vehículo adelantado, incluso cuando hay más de un carril por sentido. Tan es así, que la norma permite aumentar en 20 km/h más la velocidad sobre la genérica, en carreteras convencionales (limitadas a 100 o 90) por parte de turismos y motos siempre que vayan a adelantar a otro vehículo que no circule a la velocidad máxima permitida: esos 100 o 90.

La física no va con tu coche. 

Me encanta el tono irónico de la frase, pero es muy lamentable y triste que para tantos conductores sea rigurosamente cierta. O eso parece, dado el caso omiso que hacen muchos a unos básicos principios de física que se supone que todos aprendimos en la enseñanza secundaria y cuya ignorancia puede resultar hasta suicida.

Son las señales que más me gustan, ni prohíben ni obligan.
Indica velocidad máxima aconsejable. Y conviene seguir el consejo.
Doy fe de haberlas visto con 100
Fuente: Wikipedia
Elisa se refiere claramente a omitir el aviso de las señales de velocidad máxima aconsejable por haber tarado el regulador de velocidad de forma que se mantenga constante a 120, y claro, si nos dicen: Aconsejamos como máximo a 100, y no lo tenemos en cuenta, por sí solo nos puede costar una salida de la vía. Ni siempre ni necesariamente, desde luego; pero, curiosamente, el aviso que nos dan esas señales suele estar bien justificado. Y no es lo mismo eludir el consejo a conciencia, perfectamente conocedores de lo que estamos haciendo, que hacerlo porque “bah, aquí no me pueden multar”. Hay cosas mucho peores que las multas y que nos quiten puntos: que nos los den... de sutura.

¿Es posible la convivencia de un Porsche a 200 Km/h 
con una autocaravana en la misma carretera?

Carretera es cualquier vía interurbana, pero en este caso pienso exclusivamente en una autopista. Lo planteo como una pregunta y mi respuesta es sí, sin duda. Basta con que ambos conductores sepan lo que tienen que hacer y lo hagan, obviando el límite de 120 km/h, claro. Lo lógico y de elemental sentido común es que el conductor de la autocaravana no se salga del carril de la derecha salvo muy excepcionalmente y asegurándose por completo de que no intercepta la trayectoria de nadie que circule más rápido que él en el carril izquierdo.

Envueltos en la nube, qué sensación de aislamiento y desconexión.
Señores fabricantes de coches y similares:
NO queremos estar siempre conectados.
Fuente: ruteandoproac.blogspot.com
Conducir un Porsche en una autopista en buen estado, con buen trazado, seco, de día, con tráfico fluido... por una persona que también sepa lo que hace, a mí también me parece perfectamente lógico; no estoy hablando de una velocidad sostenida ni de velocidad media, estoy pensando en que lleve un crucero de entre 160-180 o 150-170 e incluso 140-160 y en algún que otro tramo muy favorable algunos segundos a 200, o algo más. No tendría por qué haber ningún riesgo para nadie. Naturalmente, partimos de la base de que el conductor del Porsche mantiene toda su atención en lo que hace, que se anticipa muchísimo a lo que ocurre o puede ocurrir, y que sabe frenar. Porque esto último parece que lo olvidan sistemáticamente los defensores de límites estrictos y bajos: se puede frenar en muy poco tiempo y en muy poco espacio (desde luego mucho menos del que anuncia la DGT) se puede lograr una distancia más que suficiente para evitar coincidir con otro objeto, pues ahí está la clave para evitar los accidentes: no ocupar un espacio ya ocupado (o al que va a llegar otro antes que uno) y no salirse de la vía. No tiene más misterio.

Si fuese yo el conductor del Porsche que, eventualmente, circula a 200 km/h y tengo una autocaravana a la vista en el carril derecho, unos cuantos metros antes de ponerme en paralelo con ese vehículo bajaría la velocidad unos 40 km/h, por lo menos, con dos objetivos: 

  1. Que la masa de aire que desplace mi coche no pueda desestabilizar a la autocaravana ni asustar a su conductor. 
  2. Disponer de más tiempo y espacio para observar algún indicio de que vaya a hacer algo raro y poder evitar el accidente caso de que se desplazase hacia la izquierda.
Me gustan estas casas con ruedas, hoy tengo excusa y aprovecho.
Fuente: rastreadordenoticias.com
Siempre que circulo rápido y voy a adelantar a otro vehículo con una diferencia de velocidad grande, unas decenas de metros antes de darle alcance (a un camión, por ejemplo) mi pie derecho está encima del pedal del freno (por lo dicho en el punto 2). Según lo vea, incluso freno un poco, y en cuanto pongo el morro en paralelo acelero con mucha decisión para estar lo menos posible a la par con él.

Un dato importante: Hasta ahora, en autopista nunca me he visto en peligro cuando alguna vez me adelanta alguien verdaderamente rápido, y ocurre muy pocas veces. Sin embargo, en vías urbanas y en carreteras convencionales, con velocidades muy inferiores en términos absolutos, sí que lo he visto y sufrido en muchas ocasiones. 

Hablando de autocaravanas, desde hace algo más de una década, en épocas de vacaciones es fácil ver a estos vehículos cometer errores bastante graves y muy peligrosos. En cuanto les tengo a la vista yo subo más la guardia. Creo que se debe a que muchas veces estos vehículos son alquilados por personas con nula experiencia en la conducción de los mismos y tampoco mucha en conducir sus coches. La experiencia es muy novedosa también para los pasajeros y en esa casa rodante es fácil que mantengan una actitud demasiado lúdica y de disfrute provocando muchas interferencias en la tarea de quien conduce. Ojo.

Imposible resistirme.
Y cómo me recuerda la fachada de un cine de Sama de Langreo, Asturias.
Fuente: hastalosjuegos.es
A poco que hagan bien las cosas, el supuesto que plantea Elisa con el Porsche y la autocaravana no debería generar ningún problema; muy mal tiene que hacer las cosas alguno de los conductores (o ambos) para que el accidente sea posible. Así pues, como dije al principio no veo difícil la convivencia entre ellos.

Sí la veo, en cambio, cuando en la A-8 a su paso por Bilbao tenemos que ir todos en pelotón con una velocidad máxima permitida de 80 km/h. De forma que vamos todos a 80, y no me puedo separar de los camiones ni de los autobuses; de los primeros, la mayoría miden entre 14 y 16 m, si van cargados pesan en total 40.000 kg. Ir con ellos detrás, al lado... siempre muy próximos, supone que un pequeño error de alguno, tendría el mismo e irreversible resultado que sufrir un accidente con un coche que circule a 200 km/h. Y esta evidencia se niegan a verla todas nuestras autoridades, tal vez porque ellos circulan con patente de corso en sus coches oficiales dejando siempre atrás al resto del tráfico. Que yo sepa, eso siempre ha tenido un nombre, por cierto, nada democrático: La ley del embudo.

Esteban
P. D.:
Elisa Alòs, muchas gracias por tus acertadas aportaciones, tu constante atención y tu paciencia. ¡Saludos muy cordiales!

22 comentarios:

  1. Muy buen post. Voy por partes:
    a) Lo del Porsche y la autocaravana: sigo pensando que la cosa se puede liar, no van solos, puede haber otros coches, pueden aparecer factores.... y seguramente ni el del Porsche ni el de la autocaravana son profesionales de la conducción. Tu lo ves desde tu punto de vista de profesional, pero sinceramente creo que la mayoría de conductores no tenemos tanto nivel como para esto.
    b) Lo de adelantar lento es una barbaridad. ¿Qué alternativa tienen los que van detrás? ¿Quedarse detrás del camión? Encajonarse entre mediana, camión y el que adelanta lento? Estos adelantamientos son, pura y simplemente, ganas de liarla sin necesidad.
    c) Las señales de velocidad recomendada (por aquí hay muchas de 100) no están, obviamente, para recaudar, así que es evidente que algo hay que hace recomendable, como mínimo, levantar el pie antes de comprobar que todo está 'en orden'. Es un acto de fe enorme pensar que 'los coches de hoy en día' están por encima de las leyes de la física, señal inequívoca de que llevamos máquinas que no entendemos y de que hay que reforzar la enseñanza académica.
    d) No puedo aguantar decirlo: en la autopista de la imagen, con buen tiempo, es posible que 120 dé la sensación de ir parado. Pero... ponle unas buenas rachas de viento lateral... Lo digo porque circulo por una autopista así. Cuando hace buen tiempo, a 120 parece que mi coche esté parado. Con viento fuerte-y es la misma autopista- la cosa cambia mucho, 120 pasan a resultar 'excesivos', al menos para mi coche, alto y estrecho. Por cierto: ¿crees que el efecto de las rachas de aire puede suavizarse regulando la presión de los neumáticos?
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Elisa.
      Bien, pues sigo tu orden, pero antes contesto tu pregunta: Sí; y perdona que no te lo haya dicho antes -no caí en la cuenta, lo siento- porque ya me has hablado de este problema en otras ocasiones, tampoco sé hasta qué punto puede ser significativamente apreciable, aunque tú seguramente notarás algo de mejoría bajando las presiones al mínimo recomendado. Así tendrás un poco más de deriva con la rueda orientada un poco contra el viento y ofrece algo más de resistencia a este.

      a) Bueno, si hay más vehículos, otras circunstancias... Desde luego quien lleve el Porsche debe frenar en cuanto las vea y acomodar su velocidad a la nueva situación; no es difícil, en poquísimo tiempo te pones a una velocidad similar a la de los que te encuentres. Lo de la profesionalidad, no es condición necesaria, en serio, conozco personas más jóvenes que yo, con muchos menos kilómetros y con mucha más experiencia conduciendo a velocidades elevadas con los que he ido e iría muy tranquilo de pasajero y que conducen igual o mejor que yo. Por otra parte, mi punto de vista también está muy condicionado por mi vida en el asiento de la derecha, creo que soy muy consciente de que muchas personas conducen igual o peor que en la autoescuela porque muchas veces no hay evolución ninguna, más bien lo contrario. También creo que cuanto más rápido se vaya más responsabilidad hay que asumir con los riesgos, es como quien corre entre gente andando, él o ella es quien más cuida de no tropezar con nadie, ¿verdad? Ah, y tanto al conductor de la autocaravana como al del deportivo (ya está bien de publicidad), en principio, se les supone un nivel por encima de la media, aunque no conviene darlo por supuesto.

      b) Totalmente de acuerdo. Si puedo, yo me quedo en el carril derecho, con distancia con el camión hasta que se despeje el asunto porque si no, se es muy dependiente, demasiadas posibilidades de error y sin espacios.

      c) De acuerdo. También con lo de mejorar la enseñanza, pero eso tu lo sabes mucho mejor que yo. En las autoescuelas también es claramente mejorable, pero las clases teóricas resultan muy difíciles de “vender”, y lo pongo entre comillas porque es un decir, no van ni gratis, es un fenómeno bastante reciente y muy preocupante.

      d) Haces muy bien. Vale, pero en ese caso, aunque hubiese que ir a 60 uno no se duerme porque tiene faena. Y eso es la salsa de la conducción, ¿no? Ir encontrándonos con nuevas circunstancias, identificarlas lo antes posible, actuar en consecuencia... Por cierto, esa zona que dices tendrá mangas de viento, aunque suelen tardar en reponerlas cuando se rompen. El viento lateral fuerte es un serio inconveniente, más siendo racheado. Suele costarnos mucho el darnos cuenta de que vivimos inmersos en un fluido invisible y en fondo del recipiente. Esos 120 km/h serán excesivos para casi todos, seguro que ya lo haces, pero lo diré igualmente: Procura mantenerte mucho más distanciada de lo habitual de los grandes, y de las motos, coches con remolques, con equipaje en el techo, monovolúmenes...
      ¡Saludos!

      Eliminar
    2. ¡Gracias por lo de las presiones! Sí, por allá hay mangas, y señales de aviso.
      Te envío un vídeo que hace tiempo que está en la red y que quizás te gustará ver:
      http://www.antena3.com/noticias/sociedad/fuerte-viento-costa-dorada-causa-estragos-camiones_2011022500110.html
      Sobre la enseñanza, pues creo que efectivamente se ha de mejorar. Es muy triste este desinterés actual por la ciencia y la cultura. Una pena.
      Saludos!!

      Eliminar
    3. No se merecen, Elisa. Y no es sólo cuestión de cortesía, debí decírtelo antes y me da rabia no haberme dado cuenta.

      He visto el vídeo, y es impresionante. Por aquí no suele haber vientos tan fuertes o muy pocas veces al año, siempre es sur, y que yo recuerde llega a 100 km/h o poco más. Cuando eso ocurre, quito el letrero de la autoescuela, dejo de trabajar y el coche va para el garaje, de lo contrario es muy probable que salga volando (les pasó a algunos colegas) y lo peor, claro, es el accidente que puede ocasionar. Y sin letrero es una temeridad trabajar con un coche de autoescuela. Siguiendo con el vídeo, me ha resultado escandaloso que con vientos transversales de 140 km/h y con lo fiables que son las predicciones metereológicas ahora (en gran parte gracias a la informática) no se corte al tráfico en ese tramo de la AP-7. ¿Qué es eso de recomendar? Yo la cortaría al tráfico, a camiones y a todos.

      Respecto a la enseñanza, además de compartir tu tristeza veo un problema muy grave. Muchos jóvenes son víctimas de una irresponsable actitud de los adultos, porque, quienes en los 40, 50, 60... Eran analfabetos, eran también muy conscientes de sus limitaciones; pero ahora no, todo lo contrario, la mayoría se creen más listos y dueños de conocimiento que nadie, como llevan Internet en el bolsillo... Y no es eso, qué te voy a decir a ti, la información sin base es un espejismo, una verdadera estafa, un tremendo engaño. No me gustan las tesis sobre conspiraciones, pero, desde luego, a la clase dirigente le ha salido redondo: Qué manera más sencilla de lograr una población fácil de engañar e imposible de convencer. No sigo, porque me excito y no duermo.

      Gràcies i bona nit!

      Eliminar
    4. Gracias por tu respuesta sobre los neumáticos. Ayer releí el capítulo sobre el viento del libro 'Cómo evitar un accidente de tránsito' escrito por Miquel Bort, mosso d'esquadra de las tierras del Ebro (de donde el vídeo) y me di cuenta de que me había olvidado que, entre otras muchas recomendaciones útiles, ponía la de pasar a 4a en lugar de ir en 5a, que aplicaré la próxima vez (los automáticos en general permiten reducir de marcha a voluntad, aunque la gente piense que 'tienen voluntad propia' o algo parecido)
      Has dado en el clavo al decir que la educación sin base es un espejismo. Es una pena. El placer de aprender y conocer parece algo exótico.
      Y ciertamente, un coche de autoescuela sin letrero debe ser una gran temeridad... y sinceramente no sé cómo conseguís hacer tantas horas al doble mando sin que pase nada.
      Saludos!
      Elisa.

      Eliminar
    5. De nada, y no es sólo por cortesía, pues debo pedirte disculpas una vez más por olvidar ese detalle: Sí, es cierto, mejor en 4ª que en 5ª, también es mejor la 4ª aunque se tengan 6 o 7 velocidades. Siete las tienen varios modelos de Volkswagen que montan el cambio DSG, por ejemplo, y algunos más. En cuarta el coche va “menos suelto” y el motor puede transmitir a las ruedas la fuerza que necesitemos de un modo mucho más inmediato y preciso, tanto en aceleración como en retención. Como bien dices, con todo tipo de cambios automáticos siempre se puede elegir una determinada marcha si uno quiere, aunque no haya cambio secuencial. Hablo de memoria, pero no recuerdo ninguno en el que no se pueda bloquear una marcha.

      Pues conseguimos evitar accidentes, o que sean pocos y sólo de chapa (muy rara vez se producen lesiones, a Dios gracias), básicamente, por ir muy atentos, anticiparnos mucho e intentar... no sé como decirlo, percibir, captar, calibrar, calar... la forma de ser del alumno-a con la mayor precisión posible procurando interpretar bien el lenguaje corporal leyendo de reojo. Esto es lo más difícil, especialmente los días de examen en los que hay que dejar el máximo margen de error posible salvo riesgo inminente de accidente. También creo que tenemos unos ángeles de la guarda excepcionalmente buenos, desde luego. No me resisto a comentar, poniendo un toque de humor, pues siempre me hizo mucha gracia, que seguramente la respuesta a tu pregunta tenga bastante que ver con lo que algunos ingenieros aeronáuticos contestan cuando se les pregunta por qué vuelan los aviones y dicen que sólo Dios lo sabe, y de los helicópteros, que ni siquiera Dios lo sabe.
      ¡Saludos!

      Eliminar
    6. Bueno, no sé si los híbridos, con sistema de variación continua, permitirían ir en 'una marcha más baja', o cómo se haría algo parecido en este caso... No sé si has tenido ocasión de conducir alguno.
      Hablas del DSG y la verdad es que éste sí lo he probado en un Polo. Es un coche que me gusta mucho.
      Sigo pensando que es un gran mérito no tener accidentes con un coche de autoescuela, y mucho más cuando, como dices, se apura el máximo para no interferir el día del examen. Y eso, no durante 5 minutos sino durante largas horas...
      Saludos!

      Eliminar
    7. No, no he tenido ocasión de conducir ningún híbrido, todavía. La verdad es que no estoy completamente seguro ahora de si todos los cambios de variador continuo llevan una especie de sistema secuencial “virtual”, en realidad, pero que permite elegir y mantener marcha. Juraría que sí, al menos la mayoría.

      El DSG, sí que lo he probado, en un Polo y en un Golf. Me gustó mucho en ambos, sorprendiéndome muy gratamente, es increíble la suavidad y rapidez con que hace los cambios... Y una cura de humildad para este veterano, que, aunque procura tener la mente abierta a todos los vientos, en el fondo, en el fondo siempre albergas ese “no será para tanto”, cuando te dispones a probarlo. Pero en esto gana la máquina, hay que reconocerlo. Bueno, hasta el punto, de que ha pasado a ser la referencia en mis cambios manuales.

      Sobre el “milagro” de los coches de autoescuela, siempre me asombra comprobar que tanto que dicen muchos sobre que nuestro trabajo es un mero “imperativo legal”, no se den cuenta de que apenas si tenemos accidentes (gracias a Dios). ¿Por qué demonios no nos imitan? Es muy triste, que ni mostrando ese sólido argumento, la mayoría ni lo intenten.

      ¡Saludos!


      Eliminar
    8. En general, la gente no asocia 'autoescuela' con 'conducción de verdad', eso es un hecho, fundamentado o no, pero un hecho. Que no tengáis accidentes se asocia a llevar un profesional al doble mando capaz de evitar que lo mal que lo hace el alumno acabe en accidente, lo cual es muy diferente que asociarlo a que se aprende realmente a conducir. Las razones de esta situación son muy complejas y muy difíciles de arreglar y sólo una aministración valiente sería capaz de revertir esta situación. Saludos!

      Eliminar
    9. ¡Ya! Ni que los "autoescueleros" viviésemos en una Arcadia feliz, es increíble. Y es verdad, es un hecho, como dices, pero también lo es que somos los que menos accidentes tenemos, y no vamos tan despacio. Ya me gustaría ver a muchos (algunos pilotos incluidos) en el asiento de la derecha en examen cuando un alumno te pasa una curva de 90º, de 20 y de 2ª en 4ª, por ejemplo. Vamos, que si yo lo intento no me sale, y encima le suspenden...
      La situación tiene muy difícil arreglo, desde luego, y lo que más rabia me da, es que no pocos colegas han sucumbido al generalizado prejuicio y lo han hecho suyo. Increíble.

      "Administración valiente", has dado en el clavo, pero yo las veo todas cobardes desde hace décadas y, por más años que Dios nos dé de vida, me temo que nos iremos sin ver ese ideal. No obstante, las autoescuelas podríamos hacer mucho si estuviésemos unidos y no hibernando cada uno en su cueva. Es una pena.
      Bona nit!

      Eliminar
    10. Bueno, poco a poco nos modernizaremos y con ello nuestras instituciones. Espero que la crisis al menos nos sirva para ver que tenemos que cambiar. Saludos!

      Eliminar
    11. Ojalá sea así. Lo terrible es el gran dolor que causa en tantas personas. Bona nit!

      Eliminar
  2. Hola Esteban! Yo no puedo aportar mucho porque soy una simple peatona (la RAE dice que existe el femenino de peatón, nunca me detuve a pensar esto), es decir, que no tengo licencia para conducir porque me da pánico. Supongo que este pánico obedece a vivir en una ciudad monstruosa como Buenos Aires, donde, en la maraña de automóviles, por desgracia pocos respetan las normas de tránsito, los accidentes son incontables todos los días.
    En cuanto a las velocidades, muchas veces ni se respeta la máxima al pasar por escuelas y hospitales, una verdadera vergüenza. Las leyes están, los que las infringen, también.
    Las explicaciones y conscientización en tus textos dan fe de tu maestría, Esteban.

    Un beso grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Liliana:

      Qué alegría, con esos aires calurosos del verano austral que me haces llegar; yo te remito un aire fresco del que nos llega de la América del Norte a través de ese Atlántico que nos une y separa a un tiempo.

      Es cierto, es correcto decir “peatona”; también yo lo comprobé una vez en el mismo diccionario en cuanto llegué a casa, después de haberlo dicho en clase de teórica y dejarme con duda la extrañeza que mostraron mis alumnos. Pero aun en tu condición de viandante (por no repetirme), estoy seguro de que sabes mucho más de lo que piensas, un tráfico de vehículos lo más eficaz y seguro posible es más que nada cuestión de sentido común, educación y respeto, y de eso estás colmada. De acuerdo, luego hay que conocer la máquina aprender a trabajar con ella y compartir espacio con los demás civilizadamente; pero en tu misma ciudad tienes a una excelente profesora: Vilma Azcurra (www.vilma-azcurra.com.ar) que fue la primera persona que me pidió un libro a través de Internet, no lo olvidaré nunca y siempre le estaré agradecido. Así que adiós miedo. Porque estoy seguro de que Vilma te ayudaría muy bien a sobrevivir en ese lamentable caos que me cuentas que es el tráfico de Buenos Aires.

      “Las leyes están, los que las infringen, también.” Llama la atención cómo lo dices; habría que transmitir a esos infractores que, casi siempre conviene cumplir con las normas y señales, por su salud, para empezar; transmitirlo de continuo a los niños y a través de todo el proceso educativo; y, por último, controlar el cumplimiento de la ley, pero haciendo que la parte represora y punitiva sea el factor con menos protagonismo de todos -con diferencia- sin perder eficacia. Supongo que en Argentina, ocurrirá algo muy parecido a lo de España, en cuanto a que los políticos, con tal de diferenciarse del otro y quitarle un puñado de votos (aunque no los ganen) son capaces de tomar las decisiones más escandalosas y esperpénticas que se les ocurran. Y en esto, como en otras cosas básicas para el país como la educación, la sanidad y coberturas sociales para quienes más y de verdad lo necesiten, todos los partidos tendrían que pactar una misma forma de actuar, una misma política, gobierne quien gobierne.

      Cuanto me honra el tratamiento de maestro que me otorgas, Liliana, te lo agradezco tanto como dudo en merecerlo. Y no es falsa modestia, es que la palabra “maestro”, para mí, significa algo muy importante, porque mi bisabuela materna lo era. Siempre oí hablar con admiración de ella, y cuando tomé consciencia de lo que tuvo que suponer ser una joven maestra a finales del XIX, en esta España que siempre nos acaba helando el corazón, como decía el gran Machado, me maravilla.

      Abre la ventana, va un fuerte abrazo con viento del norte. Felices sueños.

      Eliminar
  3. Yo creo Esteban que cada momento, cada situación es diferente, y ahí debe aparecer la reacción del conductor. Yo creo, en mi humilde opinión, que los límites de velocidad están para cumplirlos, y como bien dicen en un comentario más arriba, respetar sobre todo tramos como colegios, hospitales, etc. Gran entrada amigo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No estoy seguro de que cada situación sea diferente, Pepe. Aunque sí aparecen circunstancias nuevas frecuentemente, pero a la inmensa mayoría de ellas se puede responder adaptando idénticos principios, siempre a condición de que esas pautas las tengamos bien grabadas en en el subconsciente.

      Bendita sea la virtud de la humildad que nos permite aprender, y con la misma actitud expreso mi opinión: No estoy de acuerdo con los límites de velocidad genéricos (con los otros sí), sobre todo en autopista, aun reconociendo que eliminarlos es inviable políticamente, creo que tendría que llegar una generación de conductores bien formados antes. Comparto contigo el principio de que las normas están para cumplirlas, desde luego, pero, todos sabemos que hay leyes injustas y algunas hasta antinatura. En mi opinión, los límites de velocidad genéricos pertenecen al segundo grupo, como la famosa ley seca porque: ¿Es razonable que un conductor recién obtenido el carnet tenga el mismo límite de velocidad que nosotros, por ejemplo? ¿Que un trailer tenga tan poca diferencia de velocidad límite con respecto a un turismo Mercedes Clase E, cuando hay un abismo en cuanto a seguridad y comportamiento entre ambos? ¿Y que un ciclista pueda bajar un puerto a 100 km/h (o más) en una carretera en la que en coche no puedes pasar de 90? Por otra parte, si una persona, cuando conduce no sabe qué velocidad no debe sobrepasar por debajo de 120, ¿no debería aprender o dejar de conducir? Francamente, amigo, en condiciones normales, de aquí a Zaragoza -por ejemplo- si en algunos tramos no paso de 120 a unos 140, me duermo; y recuerdo una ocasión, en la que volviendo de esa ciudad me encontré con una fortísima tormenta de verano que me obligó a andar un tramo entre 40 y 50, pero no te duermes porque tienes trabajo, y mucho. Este tema, como bien sabes es amplísimo, si te parece lo dejo aquí por ahora.

      Las proximidades de colegios y hospitales son muy delicadas, efectivamente; los primeros por razones bastante obvias, y los segundos, más que nada, porque son lugares frecuentados por personas (tanto peatones como conductores) que, desgraciadamente, están sometidas a preocupaciones muy graves y por lo tanto pueden estar muy descuidadas de su propia seguridad y de la de los demás. Es importante tener en cuenta esta circunstancia cuando conducimos cerca de estos lugares, hay mucho dolor y sufrimiento en ellos.

      Muchas gracias por tu opinión y tus palabras. Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  4. Que bellezón de auto-caravana. Mi hermano ha sido un amante de este medio de viajar y yo en ocasiones he tenido la oportunidad de vivir también momentos bellos en ese medio de de conocer mundo. Él era un amante de los buenos coches; tenía un Buick y la caravana era marca Roller. Entre el Buick y la caravana median 16 mtros casi 17. Dentro era totalmente reconfortable y cómoda: ducha aire acondicionado, hila musical, etc.
    Gracias por hacerme recordar esos momentos.
    Un abraciño.
    Rosa Maria Milleiro

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me hubiese gustado conocer a tu hermano, Rosa María, seguro que compartiríamos muchas afinidades. Desde luego era valiente, andar con un conjunto de vehículos de casi 17 m no lo hace cualquiera.
      De cuando en cuando, un poco de vida nómada siempre me resultó muy atractivo, y hay medios para hacerlo de forma muy cómoda. Tuve la suerte de llegar a conocer a algunos buhoneros, los afiladores, aquellos hombres que venían con miel y queso vendiendo por las casas y una balanza romana cuyo funcionamiento no entendía... Estos últimos eran mis héroes porque me encanta la miel. Es curioso, cómo su sola presencia excitaba la imaginación y nos daba tanto que pensar. En fin.
      Me alegra mucho que esta entrada haya puesto, siquiera por unos momentos, recuerdos felices en primer plano de tu mente.
      Gracias a vos.
      Un abraciño.

      Eliminar
  5. Esteban tus entradas son auténticos artículos que son un lujo total. Deberían ser de obligada lectura. Es una gran labor sin duda, supongo que requiere dedicar mucho tiempo, y una paciencia especial, porque aparte de tu experiencia, acompañas imágenes y apoyas tus argumentos con documentación.
    Y si juzgo por mí, aunque me gusta escribir, me supone también dedicarle un tiempo que quito de otras tareas, o simplemente de mi descanso.
    En fin que te admiro, tu dedicación y tu buen hacer.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias, Asun! Sólo leer tu comentario me pone rojo como un tomate, ¡No sé qué decir! Bueno, sí... que exageras, y repetir “gracias” sin fin.
      Paciencia sí que tengo, desde luego; en ese aspecto, debo tener ganada una parcela en el cielo hace tiempo. Y en esto último y en dedicación, invierto mucho. Me encantaría tener un mecenas para invertir más, hacerlo mejor y hacer más cosas.
      De todos modos, creo que es mucho más difícil la ficción. Básicamente, yo no hago más que intentar destilar aquí la esencia de muchos años en el oficio de enseñar a conducir y de mi vida en la carretera.
      ¡Muchas gracias, Asun!
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Buenos días.
    Veo que te sigues currando las entradas.
    Espero que este año también tengas una estupenda actuación en el concurso bloguero.
    ¡Feliz finde!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas noches, Manuel:
      Lo que me cunda es otra historia, pero trabajar sí que trabajo; cosas del destino, nací un lunes...
      Muchas gracias por tu visita y tu comentario, me alegra mucho. Por cierto, juraría que lo había puesto y contestado esta tarde, pero acabo de comprobar que no estaban. No sé si es que algo va mal o yo me despisto mucho, a ver ahora.
      Yo también te deseo mucha suerte en el concurso, te lo mereces. He visitado tu blog en estos días pero un poco apurado y sin dejarte ningún comentario, volveré más tarde o mañana sin falta.
      Que tengas buen lunes y mejor semana.
      Un abrazo.

      Eliminar