jueves, 27 de febrero de 2014

DÍAS DE RADIO, FEBRERO 2014 (y 2)

CHARLAS CON JOSÉ ÁNGEL EN OYE RADIO BASAURI

CHARLA DEL DÍA 19-2-2014.
Premios 20 Blogs. Pregunta de oyente. Algunos datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat) referentes a fallecimientos. Un ciclista es atropellado en Munguía y el conductor del turismo se da a la fuga. Respecto al mencionado accidente, un oyente deja un mensaje afirmando que el conductor del turismo se entregó al día siguiente a la policía. Detenida una conductora kamikaze en Murcia. Consejos para ahorrar en el uso del coche.


Darse a la fuga.
De este día de radio, y enlazando con la entrada anterior, destacaré sólo esto.
No sé cuántos casos se dan en España, ni en términos absolutos ni relativos, pero la impresión que tengo es que el porcentaje de estas decisiones es, cuando menos, bien significativo; quizá no se oiga hablar ni de uno por semana, pero poco le faltará. Demasiados casos. Y eso, que todos no trascienden; pues no es nada extraño que un conductor, de forma más o menos directa, provoque un accidente en el que no se ve involucrado y prosiga su marcha como si nada. Este tipo de accidentes lo sufren con cierta frecuencia conductores de camiones y autobuses, en calidad de víctimas, claro, sumándose a ellas, en los segundos, sus inocentes pasajeros.


Steve McQueen.
Por cierto, me gustó mucho la película 24 Horas de Le Mans protagonizada por él.
Fuente: www.cochesmas.com
No quiero entrar ahora en aspectos legales que, por lo menos, aproximadamente son conocidos por todos ustedes. Darse a la fuga supone denegar el auxilio y, en el fondo, qué más da que lo recojan y cómo las leyes penales. Todos sabemos que es una mala acción, y todos la reprobamos cuando oímos de algún caso en el que se da. Solemos criticarla con dureza, energía y sin piedad dedicándole al autor de la misma los peores insultos que se nos ocurran. Sin darnos cuenta, de que es muy probable que en circunstancias parecidas, nosotros la imitemos. 

Permítanme que lo repita: Sin darnos cuenta, de que es muy probable que en circunstancias parecidas, nosotros la imitemos. Sobre todo en carretera abierta, también de día, pero especialmente de noche, porque uno se tropieza de súbito con una realidad que no identifica como tal. O muy difusamente.  Y si el coche sigue funcionando... nos lleva... en poquísimos segundos hemos recorrido decenas de metros... Se diría que tuvimos un espejismo, un micro sueño con pesadilla incluida. El presente se convirtió en pasado en unos instantes, los tres factores en que fraccionamos el tiempo se confunden, se solapan, se eclipsan.

Esas cosas es muy fácil que nos ocurran incluso cuando simplemente tenemos una avería. Cuántas veces se generan averías gravísimas perfectamente evitables con una detención a tiempo que negamos a la máquina aunque veamos testigos y alarmas encendidas, el coche vibre, se sacuda, se retuerzan y rompan hierros. Lo digo en serio, no exagero; cualquier mecánico de confianza se lo puede confirmar. Y seguimos andando porque nos da miedo parar.

Lo mismo ocurre si, por lo que sea, arrollamos a un ciclista o a un peatón. Es muy fácil pensar que en realidad sería un cono que había por ahí suelto, una rama de un árbol, algo que se cayó de un camión, un perro que ya estaba muerto... Es muy fácil justificarnos. Hasta los crímenes y genocidios más abyectos se han justificado, incluso publicando libros y libros con ese fin. Cuando no lo vencemos o superamos o aprendemos a actuar a pesar de, el miedo nos exige cualquier recurso y todos, como tributo a su dominio sobre nuestra voluntad.

Pienso que será un rasgo atávico, uno se siente protegido dentro del coche, seguro de que hará el trayecto de “A” a “B”, sin más novedad que un cierto retraso, a lo sumo. Detenerse, a causa de un suceso repentino, hace que aflore el miedo con fuerza porque nos sentimos completamente desamparados y absolutamente vulnerables. Para empezar, no estamos en “A” ni en “B”, no sabemos dónde estamos. Nos sentimos falsamente náufragos; digo falsamente, porque si pensamos un poco, más o menos, podemos saber en qué lugar nos encontramos, y esto sin GPS ni mapa. 

Estos sentimientos, si llevamos pasajeros, seguramente también los padecerán y, normalmente, alimentan nuestro temor. Cuidado con esto, porque si se da el caso, tendremos que enfrentarnos a ello con mucha determinación lo he vivido algunas veces -¿vas a parar arriesgando a que me pase algo por ayudar a un extraño que seguramente está durmiendo la mona?- SÍ, sin duda. NO lo voy a discutir... Ya estoy parado. Y antes de bajar añado: Cierra el coche, dejo las llaves, si te ves en peligro vete, por lo menos, yo les estorbaré bastante, te lo aseguro. Ah, y cuando te sepas a salvo, por favor, avisa para que venga alguien a ver si llegan a tiempo. 

Como les dije, eso lo he vivido en varias ocasiones, y también les puedo asegurar (toco madera) que nunca, nunca me ha pasado nada malo, ni a nadie que fuese conmigo. ¿Cómo se llega a actuar así? Pensando. Fácil y gratis. Planteándonos problemas, buscando las soluciones y archivándolas. Imaginando una y otra vez qué nos puede ocurrir y cómo se debe actuar hasta que quede grabado en el subconsciente. Es necesario “verse” en la situación, e imaginarla lo más concreta posible, con detalle, sin abstracciones. De ese modo, llegado el caso, automáticamente actuaremos bien.  De lo contrario, es muy fácil acabar siendo el conductor que se dio a la fuga. Este papel, lo decidimos nosotros. 

He viajado pocas veces en aviones comerciales, pero desde la primera vez, y en todas ellas, he prestado atención a las explicaciones que da la azafata para casos de emergencia; además, miro el impreso que facilitan al respecto a cada pasajero. Eso que me lo sé de memoria. También me sorprende, molesta y entristece que tan pocas personas presten atención a quien te está diciendo cómo puedes salvar tu vida en caso de accidente. Es impresionante. Y, por supuesto, actuar así, en absoluto me amarga el viaje; lo disfruto y me maravilla. No veo que una cosa tenga que excluir a la otra, todo lo contrario, se complementan.

Conduciendo, podemos disfrutar de las ventajas que nos ofrece el coche con las ventanillas subidas y la cabeza afuera. Hay que ser conscientes de que andamos alrededor de los 100 km/h (ninguna tontería), dentro de una masa de aire invisible y en movimiento, que pasamos, rectas, curvas, pendientes, pueblos, valles, montañas... que nunca estamos solos, que pueden pasar cosas. Que pasan. Todos los días. Y lo sabemos. Es más que infantil, pensar que nuestro coche es el centro del universo y nosotros su Dios.

Es fácil ponerse en fuga. Con preparación, es muy fácil evitarlo.

Les dejo aquí una entrada que escribí sobre este asunto. Les ayudará.


CHARLA DEL DÍA 26-2-2014.
El PP propone examen para la recuperación parcial de puntos. Estudio de IBM sobre el tiempo que se pasa circulando mientras se busca hueco para estacionar. Detenido un profesor de autoescuela por conducir ebrio. Seis de cada diez conductores profesionales superan la velocidad máxima permitida. La Ertzaintza sancionó el año pasado a 243.645 conductores. El pasado sábado se celebró en Barcelona una jornada europea sobre formación y evaluación de los conductores. Premios 20 Blogs, recta final. ¿Ha votado? ¡Gracias! Si no... ¡Aún puede hacerlo! ¡Gracias!


Hoy no comentaré más que lo ya dicho en la emisora sobre este último día de radio de este mes. Me parece mucho más importante que centren su atención en lo que escribí sobre darse a la fuga.


Bueno, una breve excepción, puesto que los Premios 20 Blogs que organiza el diario 20Minutos están en su recta final, quiero, en primer lugar, mostrar mi gratitud a cuantas personas han votado hasta ahora a este blog y adelantarla a cuantas lo voten en los próximos días. Por favor, si les gusta este blog, denle su voto. Aquí, pueden ver cómo hacerlo. ¡Muchas gracias!



Esteban

21 comentarios:

  1. Recuerdo el post de darse a la fuga. Desde luego negar la realidad y esperar que los problemas desaparezcan ellos solos no es la actitud mejor, pero es bastante habitual en todos nosotros, no lo vamos a negar, a no ser que conscientemente elijamos actuar 'como se debe', lo cual prueba el nivel moral y de autocontrol.
    Durante muchos años lo de 'no meterse en problemas' ha sido una consigna muy repetida en nuestro país: escurrir el bulto, vigilar no meterse en líos,... todo esto ha calado hondo, demasiado.
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El problema creo que tiene su raíz en identificar esa realidad como tal, especialmente cuando aparece de forma inesperada y súbita.

      Elegir actuar conscientemente haciendo lo correcto, como muy bien dices, exige que, conscientemente, grabemos la acción correcta en el subconsciente para que, en esos instantes en los que no hay tiempo para pensar, actuemos bien automáticamente. ¡Y funciona!
      ¡Saludos!

      Eliminar
    2. Tienes razón, Esteban: pero en el día a día, la situación más común en que me encuentro con un ¿qué hago? es el de ver un coche dando tumbos, a la deriva: ahora se mete en el arcén, ahora invade la mitad del otro carril... piensas que va dormido, aunque la verdad es que va 'conectado'. Pero... ¿cómo lo haces si ves que realmente va dormido?
      Gracias y saludos!

      Eliminar
    3. Si no puedes adelantar, o es muy arriesgado (aquí la diferencia de velocidad notable es fundamental, pero NO podemos equivocarnos, de lo contrario el accidente sería seguro) mantén distancia y pon las luces de emergencia para advertir a quienes te siguen (normalmente, el de los bandazos irá lento); si mantenerte así dura demasiado o se vuelve claramente peligroso, toma una salida y sigue por otro camino aunque tengas que dar un rodeo.

      Si puedes aprovechar unos instantes para adelantar con TODA seguridad, cuando ya casi estés acabando de rebasarle, hazle un favor, que redundará en beneficio de todos: BOCINAZO.

      No estoy seguro, pero me da que es peor ir "conectado" que dormido. Dormido sólo se puede ir muy poco tiempo, si no, tendría un accidente; y, si esto no ocurre (a Dios gracias), es porque se ha dado cuenta y ese conductor intentará corregir su error (aguantar o salir para parar) pero percibe que se la está jugando y pondrá de su parte para evitarlo. El que va "conectado", es más probable que persista en el error en tanto no acabe la faena; aunque se haya asustado. ¡Ay, las ciudades grandes! Todo se multiplica por mucho, hasta lo malo. En Bilbao y alrededores, es muy raro ver lo que dices, y más entre semana.
      De nada. Por cierto, buena pregunta, eh.
      Bona nit!

      Eliminar
    4. Por aquí no es inusual, para mucha gente conducir es una rutina diaria, para unos es un momento a disfrutar pero para muchos es simple 'tiempo perdido' y se tiende a aprovechar para ir haciendo las gestiones telefónicas. Es un peligro. Los consejos que das son perfectos, yo lo hago así, es de las pocas veces que uso la bocina. Muchas gracias y buen fin de semana!
      Elisa.

      Eliminar
    5. Por aquí también se dan las mismas actitudes que comentas y seguramente en una proporción muy similar, pero es raro ver a alguien haciendo eses a cuenta del teléfono.
      A mí también me gusta utilizar la bocina lo menos posible, pero en estos casos es cuestión de supervivencia, me alegra saber que lo haces porque hay personas a las que les cuesta mucho.
      ¡Gracias a ti, saludos!

      Eliminar
    6. ...¿No te encuentras con coches que van 'extrañamente lentos', que ahora pisan medio arcén, que ahora meten la rueda en el otro carril? A mi me dan mucho 'yuyu': nunca sabes qué van a hacer. Saludos!

      Eliminar
    7. Sí, pero es poco habitual, y no suele ser algo que haga más o menos de continuo el mismo conductor, sino esporádicamente y corrigiendo después. Hay diferencias muy curiosas, supongo que habrá muchos factores que influyan: superficie de la ciudad, habitantes, densidad de población (la vuestra es mucho más variada), "ritmo" de vida de la ciudad... En Barcelona será mucho más frenético. Y da "yuyu", sí; la decisión de cómo actuar es más laboriosa y lenta, por lo menos para mí, pero... Lo peor es que esto tiende a aumentar de forma imparable, y la situación que padecemos lo potencia más. En fin.
      Saludos i bona nit!

      Eliminar
    8. Bueno, tampoco te pienses que por aquí es una exageración, pero si antes las fuentes de distracción eran mirar un momento los botones de la radio, buscar las gafas de sol,.. ahora se tienen muchas más maneras de distraerse y más rato. Qué le haremos. Saludos!

      Eliminar
    9. Bueno, me alegro, esto ya me tranquiliza más, Elisa, porque me estaba alarmando.
      No pierdo la esperanza de que la ley del péndulo (o algo parecido) también haga su aparición en esta dependencia que tantas personas sufren con los múltiples frutos de las "nuevas tecnologías". A ver si hay suerte, porque esto todavía va a peor.
      ¡Saludos!

      Eliminar
    10. Fíjate, hoy en 'Circula Seguro' han puesto un vídeo de la serie 'La segunda oportunidad' donde se criticaba...¡conducir ojeando el periódico! Saludos!

      Eliminar
    11. Gracias, Elisa. Lo he visto. Qué recuerdos, aquellos coches de mi juventud, buena parte de los cuales tuve oportunidad de conducir. También vino a mi memoria el susto que llevé cuando en una ocasión y en carretera convencional con un carril por sentido pude ver que en el coche que se acercaba de frente, su conductor llevaba el periódico completamente extendido y tapando por completo su cabeza, hasta que me di cuenta de que era un coche inglés y la persona que leía quien iba de acompañante; el conductor, claro, estaba en la derecha e iba a lo suyo, menos mal. Pero pasé unos instantes muy angustiosos.
      La verdad es que tampoco hace falta ningún objeto para que uno conduzca distraído y ensimismado en sus pensamientos por más que aparente una postura y gestos de estar conduciendo con mucha atención.
      ¡Saludos!

      Eliminar
    12. Desde luego, es verdad! Saludos!

      Eliminar
  2. La verdad Esteban es que se realizan muchas barbaridades, supongo que verías en la tele ayer el chaval que conducía desde el lado del copiloto, es terrible. Bueno amigo, espero que tengas mucha suerte en la recta final. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo he visto Pepe, sí. Ciertamente es terrible, y estúpido. Creo que se está dando en los últimos años un fenómeno totalmente novedoso en la historia de la humanidad. Antes, y que yo sepa siempre, si alguien hacía algo a sabiendas de que estaba mal, se cuidaba muy mucho de decírselo a nadie; a lo sumo a sus íntimos, en voz baja y rogándoles que lo mantuviesen en secreto. Ahora no, se hace público y que todo el mundo sepa lo idiota que soy. Parece un claro síntoma de involución que padecen no pocos individuos. Líbrenos Dios de toparnos con ellos.
      Buen fin de semana, amigo. Un abrazo.

      Eliminar
  3. Hola, Esteban.

    Darse a la fuga es de... (no quiero decir una palabrota), pero me entiendes ¿verdad?
    Quiero comentarte que hace un mes un coche atropelló a un compañero de trabajo cuando iba en bici. Y te diré más, este compañero tuvo un tremendo accidente de moto que le ocasionó una discapacidad... (se fracturó la cadera).
    En fin, al chico le gusta la bici y ahora esto. Parecía más sencillo y, de hecho está bien, pero se llevó un golpe tremendo en la cadera y el conductor del coche se quería dar a la fuga.

    Creo que tenemos que ser más solidarios y no escurrir el bulto y tratar de enmendar el mal hecho.

    Mucha suerte en los premios, tienes desde siempre mi apoyo y espero que este año tengas también suerte. Yo no le he dedicado mucho tiempo a la promoción porque tampoco lo tengo, así que sea lo que tenga que ser...
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Towanda:

      Sí, entiendo. ¿Para qué ser más explícitos? Sin embargo, y aunque seguro que no es tu caso porque muestras una sensibilidad muy poco común, hay muchas personas a las que normalmente consideraríamos como buenas que, en determinadas circunstancias, se darían a la fuga. La mayoría de las veces sin malicia, empujados por la inercia, la ignorancia, el miedo y la falta de preparación mental.

      Lamento lo de tu compañero; desde luego, hay veces que la mala suerte se ceba y recrea con una persona.

      Yo tampoco he tenido tiempo de hacer “campaña electoral”, muy poca cosa, y me da rabia porque seguro que hay un montón de blogs que merece la pena conocer. Muchas gracias por tu apoyo y tus deseos, sabes que son recíprocos, así pues, salga el sol por Antequera y que Dios reparta suerte.
      Buena noche. Un abrazo.

      Eliminar
  4. primero mucha suerte
    La fuga es el escape de los que viven solo para ellos
    Tremendo tu texto
    besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias!
      "La fuga es el escape de los que viven solo para ellos". Lo aprenderé de memoria y te citaré, MuCha. Me parece perfecto.
      Gracias de nuevo. Un abrazo.

      Eliminar
  5. Listo amigo, ya te di mi voto, muchos éxitos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias, Boris! Lo mismo te deseo.
      Un fuerte abrazo, amigo.

      Eliminar