martes, 17 de marzo de 2015

DÍAS DE RADIO, ENERO 2015 (2)

Hasta hace muy poco, siempre he publicado los días de radio dentro del mes en el que se hacían las emisiones, o iniciado el siguiente por uno o dos días. De poco tiempo acá, y por motivos ajenos a mi voluntad, no me es posible hacerlo de ese modo, sin embargo creo que esto no resulta un inconveniente para nadie, pues las noticias comentadas en la radio, muy brevemente y en estricto directo, en realidad, las utilizo como arranque de reflexiones y pareceres que casi siempre llevan a puntos comunes y de permanente actualidad, intentando extraer de ellas algo útil que ayude a modificar actitudes al volante, que sean un punto de apoyo al esfuerzo que todos debemos hacer al conducir por nuestra propia seguridad y la de todos.

Recuerdo haber leído la biografía de Lincoln, y la recomiendo vivamente.
Fuente: akifrases.com
También creo que conviene dividir más estos días de radio y, por primera vez, estoy publicando entradas por días sueltos, seguramente no lo haré siempre así, pero muchas veces pienso que será mejor porque me puedo extender más sobre lo que me parece más importante o mejor conozco, cosa que de todos modos ya venía haciendo, pero quizá de un modo... muy denso, y probablemente poco aprovechable. Por supuesto, tendré muy en cuenta y agradeceré cualquier sugerencia que tengan a bien decirme al respecto. Muchas gracias.


CHARLAS CON JOSÉ ÁNGEL EN OYE RADIO BASAURI

CHARLA DEL DÍA 14-1-2015.
  • Enhorabuena y felicidades para la Autoescuela Irrintzi. 
  • Un joven publica un vídeo conduciendo a 240 km/h. 
  • Demagógico, y peligroso, artículo de Carme Chaparro en “Notas a pie de cámara”. 
  • Pons Seguridad Vial recomienda bajar el actual límite de 100 km/h que aún mantienen algunas carreteras convencionales. 
  • Una conductora es multada con 80 € por recibir un beso de su novio. Volkswagen presenta un sistema de carga de inducción para coches eléctricos. España es el país con más ruido de tráfico de la Unión Europea. 
  • El WhatsApp de los coches. Otra aplicación que creará más problemas que soluciones, me temo.
  • Un oyente pregunta cuál es la manera correcta de entrar en una rotonda como la de Erletxes.

Demagógico, y peligroso, artículo de Carme Chaparro 

En referencia al vídeo del hombre que se graba a sí mismo circulando a 240 km/h y es denunciado por ello, la señora Chaparro publica un artículo en su blog que considero escandalosamente peligroso, es más, yo diría que indirectamente hasta hace apología de la violencia, del “ojo por ojo” y de tomarse la justicia por su mano. Cuando menos, no sería tan raro que pudiese alimentar estos instintos en alguna persona que sufra una pérdida irreparable por esta razón u otra similar, después de todo, cuando nos explota el dolor de la pérdida de un ser querido de un modo tan súbito y brutal, es fácil que afloren sentimientos de revancha, ¿quién puede estar libre de ellos? Somos humanos. Tampoco creo que esté mal que surjan esos sentimientos siempre que no vayan más allá de ser una válvula momentánea de descarga de la fuerte presión que ejerce el dolor, pero artículos como este equivalen a tirar una antorcha al azar sobre un terreno lleno de charcos de gasolina, de ahí que me parezca tan sumamente irresponsable.

Por si fuera poco, los argumentos empleados en el artículo son falsos. ¿Quién va a conducir superando los límites de velocidad con la idea de matar a alguien? Es una idea descabellada. Además, en principio, quien más tiempo estará expuesto al riesgo es la persona que así conduzca y sus pasajeros, si los lleva. ¿Y qué le hace pensar a esta señora que una determinada cifra de velocidad es “asesina”? Accidentalmente o por imprudencias carentes de intención, se producen muertes a velocidades perfectamente legales, e incluso muy bajas, en términos absolutos. Hay mil cosas que se pueden hacer con un automóvil y que pueden provocar la muerte de alguien sin exceder ningún límite de velocidad, pondré un par de ejemplos muy sencillos que todos podemos ver todos los días en cualquier parte a poco que observemos cuando vamos andando por la calle:
  1. Salir de un garaje en plena aceleración cruzando una acera sin saber realmente si hay o no peatones en ella.
  2. Mover el coche marcha atrás sin mirar cuando hacemos maniobras para entrar o salir de un hueco de estacionamiento.
La señora Chaparro llega a comparar la velocidad a la que iba el conductor objeto de la noticia con disparar un arma de fuego al azar en plena vía pública, lo que nos lleva al absurdo de, por esa razón, dotar a los helicópteros de tráfico de armamento y disparar un misil al vehículo que detecten circulando de ese modo; eso es lo que, muy probablemente, tendría que hacer un francotirador de la policía para eliminar la amenaza de quien dispara sin ton ni son, ¿no?

La velocidad en sí misma no es el problema; o lo es siempre, si partimos
de la simplista idea de que con V=0 no habrá accidentes,
pero con esta premisa hasta 0'1 km/h es una velocidad peligrosa.
Fuente: www.fayerwayer.com
De unos años a esta parte, la idea que subyace en el artículo mencionado está siendo transmitida con cada vez mayor intensidad y frecuencia por muchos medios de comunicación, podría seguir dando argumentos en contra -seguramente a usted se le estén ocurriendo algunos-, pero sólo daré uno más: ¿Esta señora, y quienes expresan lo mismo, nunca cometen ni han cometido un error cuando conducen? ¿Nunca han hecho nada mal adrede? ¿Nunca se han pasado un límite de 40 por razón de obras en autopista a por lo menos 80 km/h, como siempre he visto hacer hasta ahora? ¿O es que sus errores nunca pueden causar lesiones ni muerte? ¿De verdad, seguro?

En el coche de la autoescuela, siempre surgen momentos en los que cuando se le hace ver a un alumno las consecuencias tan graves que pueden conllevar pequeños errores, este argumenta, y con razón:

-No lo hice mal adrede, no pensé que... 

-Te creo, pero intenta hacerlo siempre bien adrede. Crea ese hábito, y automáticamente reducirás los errores a su mínima expresión. 

Pons Seguridad Vial recomienda bajar el actual límite de 100 km/h 

Tengo respeto por el grupo Pons, han sido pioneros en España elaborando material didáctico para las autoescuelas, sé y me consta que cuentan con verdaderos expertos que conocen la realidad del tráfico y de las carreteras en este país, sin embargo las declaraciones de este portavoz me resultan muy sorprendentes, salvo prueba en contrario, me niego a creer que bajar la velocidad un 10% disminuye los accidentes un 20% ¿Cómo se llega a esta conclusión? Esto es lo que nunca explican quienes dictan estas sentencias de forma tan categórica como simplista. 

En plena era de la información cada vez nos piden más actos de fe. Curiosa paradoja que se está convirtiendo en signo de nuestro tiempo.

Además, aflora una pregunta obvia: ¿Si realmente es cierto -hace años que se afirman estas cosas- a qué esperan para bajarlo no un 10% sino mucho más?

Un oyente pregunta sobre la rotonda de Erletxes.

Contesté al oyente -a quien agradezco su confianza- por la radio; no obstante, y por si alguien tiene dudas respecto a este controvertido tema dejo aquí un enlace que puede ser útil a más personas.

Esteban

16 comentarios:

  1. Hola Esteban: Gracias por tratar el tema de la demagogia, muy en vigor, y de notar cómo nos creemos como verdades absolutas muchas cosas, sin contrastarlas siquiera... o sea las antípodas de la actitud científica.
    Hoy de todos modos estoy sólo parcialmente de acuerdo... Sabes que rechazo lo de apedrear los errores de los demás... pero ir a 240... no es un error, es un desprecio a las normas. Y quizás soy muy cuadrada, pero es que en todas las democracias que envidiamos he visto siempre un profundo respeto a las normas generales de convivencia, normas que son iguales para todos, que quizás no son perfectas, pero que de alguna manera 'unen' a todos. Con cierta flexibilidad, pero también con respeto, porque estas normas nos hacen predecibles y nos permiten funcionar en consonancia con los demás.
    Me parece fantástico si esa persona va a esa velocidad a una vía legalizada para ello (los demás ya están prevenidos), pero no aquí. ¡Saludos!

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    1. Pues estoy de acuerdo con lo que dices, Elisa, discrepancia incluida. Y desde luego, ir a 240 no es ningún error, eso se hace adrede. ¿Pero por qué tantos se rasgan las vestiduras sólo ante determinado tipo de infracciones? Creo que, básicamente, es por pura envidia, pienso que muchos asocian esas velocidades a cierto tipo de coches nada asequibles para la mayoría y a un estatus que para sí ven inalcanzable; pero, curiosamente, nada ven de malo en saltarse una docena de “stops” cada vez que cogen el coche, y sólo es un ejemplo entre muchos que se pueden ver a diario.
      También vivimos en un país en el que la mayor parte de sus habitantes se jactan y presumen de burlar las normas (de todo tipo) siempre que pueden, y los pocos que no lo hacen es porque, o no se les presenta la ocasión o no se atreven porque tienen miedo; quiero pensar que habrá un pequeño grupo de personas que las cumplen (salvo error) por puro convencimiento.
      Por otro lado, los distintos gobiernos que sufrimos, hipertrofian las leyes, cambian mil detalles cada cuatro años y poco o nada les importa que obedezcan a criterios realmente lógicos y verdaderamente necesarios. La maraña legislativa española ofrece muy poca credibilidad a casi todos, así que muchos actúan según su propia opinión o conveniencia.
      En mi opinión, los límites genéricos de velocidad, me recuerdan mucho la famosa “ley seca” que estuvo en vigor un tiempo en Estados Unidos; con la ventaja, para los primeros, de que, curiosamente, su infracción es la más fácil y rentable de controlar.
      ¡Saludos!

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    2. Sí, es como la ley seca. Y claro que hay envidia, pero también ha calado la idea de la velocidad como la causa principal de todos los males del tráfico, y es muy difícil dar marcha atrás en este tema.
      Siempre me ha sorprendido que veamos con tan malos ojos la velocidad pero que a la vez se exija que las ambulancias, policía, etc. lleguen rápido a todas partes. ¿Y cómo van a llegar, sin correr?
      ¡Saludos!

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    3. Me alegra que veas ese paralelismo entre la represión de la velocidad y la ley seca, me he encontrado con muy pocas personas que tengan esa opinión. Ciertamente, dar marcha atrás es muy difícil, pero creo que algo se podría hacer mejorando claramente la formación, dejando de aumentar la presión sobre la velocidad, disminuyéndola suave y progresivamente a lo largo del tiempo... Pero con las estructuras políticas que tenemos parece una quimera.
      Lo que dices sobre los vehículos de emergencia, bien sabes que tienen una perfecta razón, pero hay casos... Por ejemplo, ver pasar a coches oficiales como tiros y sin justificación legal alguna; también me han contado algunos compañeros que han conducido autobuses que, muchas veces, llevando jubilados a lugares de vacaciones estos protestan porque “el año pasado a estas horas ya estábamos en Benidorm, chófer, vete más rápido”, y dicho a gritos y con verdadero cabreo. En fin, está claro que la “ley del embudo” es la que mejor se entiende en España, lamentablemente.
      ¡Saludos!

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    4. ¡Claro que hay un paralelismo claro! Y tienes toda la razón en lo de la ley del embudo: por la calle que yo camino nadie puede ir a más de 20Km/h pero si quiero llegar a un sitio tengo derecho a salir tarde de casa y que quien me tenga que llevar llegue a tiempo (¿y eso se consigue sin correr???). En fin, ¡saludos!

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    5. Perdona mi torpeza, Elisa, pero no acabo de entender bien este comentario. ¿Me lo explicas cuando puedas, por favor? Grácies i saludos!

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    6. ... Me refiero a que los mismos que decimos que hay poner límites muy bajos de velocidad...nos quejamos cuando no nos llevan rápido a los sitios. Saludos!

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    7. Ahora lo entiendo. Y así es, desde luego.
      Moltes gràcies! Un saludo.

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  2. Yo no creo que sea muy cierto, cuando hace unos años pusieron esas señales de 110 y de nuevo están a 120. Buena entrada Esteban, y me despido de ti ya por Semana Santa. Un abrazo amigo.

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    1. Yo tampoco, Pepe; y si es así, no entiendo porqué no lo demuestran.
      Muchas gracias por tu visita y comentario, amigo. Sé que vives intensamente la Semana Santa -en realidad, lo haces durante todo el año-, pero ya estamos en vísperas de su punto culminante, te deseo que la vivas sin que nada perturbe el amor y la fe que le profesas.
      Un fuerte abrazo.

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  3. ¡Hola Estaban!!! Feliz Domingo.

    Nos dejas toda un lección de un maestro genial. He escuchado la conversación en la radio y luego lo explicas magistralmente con tus letras; y sobre la opinión de esa señora... me parece horrible su modo de pensar, siempre la violencia engendra violencia, creo que dialogando es como se solucionan todas las cosas. Bien, esto es lo que a mi me parece, pues no tengo sabiduría en estos temas, ni siquiera en otros muchos.... ¡Que frase tan acertada la de Abraham Lincoln!!! ), eh.

    Ha sido un placer pasar a leerte. Te dejo mi gratitud por tu buen hacer -que creo hace mucho bien a la humanidad.
    Un abrazo y toda mi estima. Chauuuuuuuuuuuuu

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    1. ¡Hola Marina, feliz semana!
      Estoy totalmente de acuerdo con tu parecer.
      Agradezco mucho tus palabras, aunque me queden tan grandes que me pierda en ellas, pero son un magnífico incentivo para perseverar en el esfuerzo intentando que cada entrada sea un granito de arena algo mayor y mejor que el otro.
      Muchas gracias, amiga. Un abrazo.


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  4. te Leo y te admiro no puedo opinar mucho de algo que no entiendo

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    1. Estimada amiga, disculpa que discrepe, pero creo que entiendes mucho más de lo que te permites reconocer. Agradezco mucho que me leas y tu motivadora opinión. ¡Gracias, Mucha!
      Un abrazo.

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  5. ¡Hola Esteban!!!

    Paso a saludarte y desearte todo lo bueno del mundo. Hoy mi corazón se entristece por el dramático accidente de aviación. Que triste destino para gente tan joven! Y que ingrata es la vida para tantas personas.

    Un abrazo grande y que todo esté bien en tu vida.

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    1. ¡Gracias, Marina!
      El accidente del avión nos pone contra las cuerdas a todos mostrándonos, una vez más, la sutil frontera que nos separa de ser ángeles o demonios. Es muy triste, ciertamente.
      Mis mejores deseos también para ti.
      Un fuerte abrazo.

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