martes, 25 de agosto de 2015

¿CLASES PRÁCTICAS DE CONDUCIR "ONLINE"?

Sí, es posible. Siempre que la persona que las recibe o solicita tenga permiso de conducir en vigor, de lo contrario en España sería delito y en prácticamente cualquier país del mundo, al menos, una infracción administrativa. 

¡Me encanta esta imagen!
Siempre me resultó asombroso y envidiable la fiereza y el valor
con que un animal se enfrenta a otro mucho más grande que le amenaza.
Fuente: www.slidesharecdn.com
INFO CURSOS Y LIBROS: AQUÍ AQUÍ.

Desde hace unos tres años acá, primero de forma muy esporádica que se fue haciendo poco a poco más intensa, siempre de un modo espontáneo y gratuito, varias personas de distintos lugares del mundo se pusieron en contacto conmigo para preguntarme sobre diversas cuestiones más o menos concretas relativas a la conducción de un automóvil.

La respuesta a estas inquietudes daba lugar a nuevas preguntas y problemas y a buscar por mi parte soluciones a las mismas teniendo muy en cuenta las particularidades de cada conductor y de cada lugar, concretando cada vez más tanto las cuestiones planteadas como la respuesta a las mismas. 

Al final yo proponía un plan de acción con diversas etapas que acordaba con mi alumno en la distancia (sólo físicamente) manteniéndome este puntualmente al corriente de sus progresos o de los nuevos problemas que aparecían y aparecen a veces y poniéndonos ambos a la faena, una vez más, en la forma de resolverlos. 

Este proceso se repite cuantas veces sea necesario hasta que el alumno comprueba por sí mismo y satisfactoriamente que ha solucionado sus dificultades y que ya tiene y sabe utilizar las claves y herramientas necesarias para darles respuesta, sin mi ayuda, a las que aparezcan posteriormente. 

Ahora algo nuevo: también "online".
Para entonces -si no antes-, sin tan siquiera pretenderlo, sin intención previa alguna, automáticamente y de un modo natural, la persona en cuestión comenzará a disfrutar conduciendo. Esta satisfacción hará las veces de un segundo y poderoso motor de su motivación logrando avances significativamente importantes y rápidos. Esta satisfacción es un magnífico propulsor cuyo combustible no se acaba nunca y se abastece de nuevo con cada logro por pequeño que parezca. 


Resumiendo y brevemente
  • Entre alumno y profesor debe establecerse una comunicación fluida, sincera y franca. Si queremos aprender a conducir o ampliar limitaciones del tipo y por la razón que sean, lo primero es construir un puente entre las mentes de alumno y profesor que asegure un doble sentido de circulación.
  • El alumno expone sus problemas, inquietudes y deseos; con su permiso, el profesor indaga en ellos para buscar juntos sus raíces. Una vez localizadas, ambos concretan el método para extraer las raíces de los primeros y plantar en su lugar las de las soluciones.
  • Alumno y profesor trazan un plan. Partiendo del que sería ideal, se ajusta a las circunstancias concretas del alumno y este se pone a trabajar con él tal como se había acordado.
  • El alumno comunica al profesor avances y dificultades y este reajusta el plan cuanto sea necesario. Continúan así sucesivamente hasta lograr los fines perseguidos, aplicando siempre método y ejercicios de común acuerdo. 
¿Para qué se puede aplicar todo esto? 

Se puede aplicar en cualquier aspecto de la conducción sobre el que una persona tenga necesidad o deseo de mejorar. Se tenga miedo o no, hayan sufrido accidentes y sustos o no. Partiendo siempre de la base de que sin verdadero deseo ninguna necesidad se podrá satisfacer.


Porque simplemente se quieran detectar costumbres potencialmente peligrosas, malos hábitos, vicios... como quieran llamarlo. Detrás de muchos accidentes está como detonador un gesto simple mil veces repetido que durante mucho tiempo sólo provocó algún susto o las protestas de otros conductores y de algunos pasajeros.

También puede ser de aplicación cuando se está en la autoescuela porque es bastante habitual que surjan dificultadas que pueden enquistarse fácilmente dando lugar a que el alumno acabe dando más clases de las que serían necesarias, suspendiendo exámenes reiteradamente, renovando expedientes y creando un trauma en su aprendizaje que puede dar por fruto el miedo a conducir o amaxofobia, o por lo menos, a conducir después con disgusto y procurando hacerlo lo menos posible, tornando lo que debería ser un camino de expresión de libertad en una especie de condena a trabajos forzados. Sin entrar ahora en detalles sobre este punto, puedo asegurar que la solución a este importante problema pasa porque el alumno pare y encuentre a alguien que le escuche y proponga soluciones. Un servidor puede hacer eso, escuchando también al profesor (si lo desea) y trabajar los tres juntos un tiempo, puede ser muy útil. Evitar traumas en la autoescuela y lograr un buen aprendizaje en la misma es fundamental para el futuro del alumno. Puede ser vital. 

Otra aplicación de mi trabajo es tratar la amaxofobia o el miedo a conducir, lo que inexorablemente pasa por una exposición a las situaciones que generan el temor de forma progresiva y segura conduciendo en su coche y sola por vía pública la persona que la padece. Pero antes debe ir acompañada por alguien que conozca bien mi oficio, he comprobado que en más casos de los que parece ese acompañamiento, clases o sesiones, como cada cual guste en llamarlo, puede ser virtual. O trabajando a tres bandas -si me permiten la expresión- como comenté en el punto anterior.

Fuente: Linkedin
Naturalmente, el método a emplear -afinando al máximo el ajuste a las circunstancias de cada persona- y yo mismo, claro, tenemos nuestras limitaciones. Estoy muy atento a detectarlas -igual que cuando conduzco- y en cuanto aparecen en el horizonte, advierto sobre ellas y busco otras soluciones. Por ejemplo: una persona puede tener carnet y disponer de un coche con toda libertad, pero pierde la trayectoria, le resulta muy difícil graduar la velocidad, comete serios y frecuentes errores al utilizar el cambio de marchas, se ve obligada a mirar la palanca de los intermitentes para actuar sobre ellos y un largo posible etcétera. En ese caso, desde luego y por razones de seguridad evidentes, debe ir antes a una autoescuela para dar clases en un coche con doble mando antes de conducir el suyo; por supuesto, según dónde viva y si tengo conocimiento, puedo recomendarle una o varias autoescuelas o profesores concretos donde poder hacerlo con plenas garantías. 

Recuerden que la eficacia en el aprendizaje es sinónimo de economía, mucho más que una baja cifra en el precio, sin ninguna duda. Y la seguridad presente y futura el factor número uno a tener siempre en cuenta.

Herramientas

El libro que tengo publicado (Conducir sin miedo) y, si Dios quiere, otro que próximamente verá la luz, es un buen pilar donde apoyarse antes, durante y después de obtener cualquier permiso de conducir; se tenga miedo o no.

Este blog, en el que usted me honra poniendo su atención, es otro pilar importante y complementario del anterior. En la columna de la derecha (pasar a versión web si utilizan móviles o celulares) tienen un buscador en una ventana en la que pueden escribir las palabras que quieran y encontrar cuanto dije al respecto de forma directa y rápida. Por supuesto, siempre que quieran dirigirse a mí por el medio que sea agradeceré el tuteo. En las entradas utilizo el tratamiento de usted porque me consta que este blog se lee bastante fuera de España e ignoro el tratamiento que impera en muchos países. 

Internet, actualmente casi todo el mundo dispone de acceso a este maravilloso medio que tiene un amplio abanico de uso para comunicarnos de inmediato de muchas formas y de un modo prácticamente gratuito. Hasta ahora, he empleado con diferentes personas Skype, fotos, vídeos, correo electrónico, webcams de tráfico, Google Maps... y cualquier otra cosa que me sugieran o se me ocurra que pueda ser útil y asequible. 

Antes de este título obtuve otro con el mismo fin en 1977,
en Oviedo, expedido por la DGT y denominado:
Profesor de Escuelas Particulares de Conductores
Algunas personas, y con razón, me han preguntado por él.
Por eso lo pongo aquí
Experiencia, como conductor y como profesor. En este oficio ambas facetas son muy importantes, y en mi opinión, si me apuran, la primera es condición imprescindible para la segunda. La experiencia no va necesariamente unida a la edad, aunque en condiciones similares un veterano tiene clara ventaja. Me explico: conozco el caso de un compañero que supera los sesenta años y sólo ha hecho dos viajes largos en su vida: uno a Barcelona y otro a Madrid, por supuesto de día; el resto de su vida apenas ha conducido y tiene un coche en buen estado (faltaría más) que dejó de fabricarse en los años ochenta, ¿ustedes enviarían a su hijo a aprender a conducir con él? Yo tampoco, ni “a sacar el carnet” tan siquiera. Es raro, la verdad, pero hay casos semejantes. 

Por el contrario hay profesores y profesoras jóvenes que tiene amplia y buena experiencia como conductores. Sin embargo, como dije antes, en condiciones comparables, los veteranos contamos con ventaja por la forma tan diferente de acceder a la profesión, en teoría mejor y más completa actualmente, pero también mucho más dogmática y afín a las consignas dictadas por las autoridades de tráfico, demasiadas veces contradictorias, falsas e inculcando el miedo. 

Otra ventaja del profesor veterano es que ha conducido automóviles mucho más difíciles de manejar que los actuales por carreteras mucho peores y en circunstancias más complicadas, dadas las dos condiciones mencionadas. 

Una buena experiencia como conductor y profesor, es un factor clave que ningún título puede acreditar, pero bastante fácil de detectar si escuchamos con atención. Un profesor joven sólo puede compensarlo con entusiasmo y gusto por la tarea, con amor al automóvil, su mundo y todo lo bueno que representa y con muchas ganas de aprender; cosas que un veterano debe mantener vivas así pasen mil años, desde luego, de lo contrario de poco le servirá el tiempo dedicado a tan hermoso oficio. 

"Estar conectados" tiene sus ventajas: aunque no me vea estoy ahí.
El coche de la foto es un precioso Jaguar E-Type de la
Colección Miguel de la Vía
Ganas de enseñar y de aprender. El profesor debe tener ambas, al alumno le basta con la segunda, pues sin querer, con ella enseñará. ¿Dije ganas? No, es más que eso: ¡hay que tener hambre! Sentir necesidad y deseo de saciarla, llenando este de ilusión y paciencia. Paciencia por parte de ambos actores, al profesor se la supone, pero el alumno la necesita para con sus propios errores y para que estos nunca le lleven al desánimo. Del error se aprende y de eso se trata. 

Entusiasmo, imaginación y deseo no conocen edad, alumno y profesor deben mirar en la misma dirección (Saint-Exupéry), invertir esfuerzo y trabajo generosamente en un mismo objetivo mirando a los ojos a la dificultad y al miedo, remangarse la camisa y apretar los dientes con la sonrisa bien marcada en los labios conjugando el verbo poder en presente y futuro, en singular y en plural. Sin rendirse nunca. 

Me ha parecido conveniente explicarles hoy esta nueva faceta de mi trabajo que afloró sin intento (como diría Rubén Darío) superando la fase de prototipo, rodaje y pruebas satisfactoriamente. Si a alguno de ustedes o a alguna persona que conozcan les puedo ser útil, aquí me tienen. Puedo ayudar y lo haré con mucho gusto. ¡Gracias por su atención y paciencia!

Esteban

INFO CURSOS Y LIBROS: AQUÍ AQUÍ.

P. D.: Lamento mucho la muerte del piloto, el dolor de su esposa y sus heridas. Al mismo tiempo me quito el sombrero ante la hazaña de esa mujer, vaya mi profundo respeto y admiración para ella junto al deseo de que se recupere sin secuelas. Pueden ver aquí porqué digo esto. 


10 comentarios:

  1. Estimado Esteban:
    Hay una regla en enseñanza que muchas veces se olvida o no se le presta la debida atención: para enseñar, lo principal es saber, y mucho. Sólo así se pueden transmitir conocimientos de calidad. Y como la verdad es que dominas el tema desde todos sus ángulos, pues de tí se aprende muchísimo, sea online o no.
    Espero que tengas mucho éxito en tu trabajo no sólo por tí sino porque va a redundar en beneficio de tus alumnos y de los que compartimos la carretera. Tanto si los llevas en el coche (qué suerte), como si los guías online.
    Yo por aquí voy a aprovechar los últimos días de vacaciones a la parte de mi planning que tengo más descuidada: aparcar en línea. Tengo la suerte de saber de un aparcamiento que está muy vacío este mes ¡Ya verás que bien que aparco a finales de semana!
    Saludos!
    Elisa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué comentario más guapo me has dedicado, Elisa. Gràcies!
      Pues sí, tienes razón, lo primero de todo es saber, y aquí, en muchos aspectos y por paradójico que resulte, se tapa mucha ignorancia con títulos, es increíble el ingente número de ellos que hay y lo innecesarios que perecen resultar muchos.
      Me parece muy bien que aproveches a perfeccionar el aparcamiento en línea, este mes es muy bueno para practicar porque, a pesar de que en muchos lugares estén saturados de gente, casi todos tenemos bastante próximos otros que están muy despejados. Estoy seguro de que antes de que acabe la semana dominarás con soltura la técnica.
      Moltes gràcies por tus buenos deseos, y por los argumentos en los que los basas; sobre todo por esos motivos: ¡qué así sea!
      ¡Saludos!

      Eliminar
  2. Buenas herramientas:
    - El libro, el blog, Internet, experiencia...
    y por supuesto esa actitud positiva ante cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje (Ganas de enseñar y de aprender, haciendo el reciclaje cuando sea necesario).
    Me gustó esta entrada.
    ¡Enhorabuena!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Manuel. Me alegro que te guste, valoro tu opinión, sabes bien de lo que hablas.

      Siempre se me quedan cosas en el tintero, y cuando hablé de la experiencia olvidé decir que es de gran ayuda hasta para poder explicar y hacer entender la razón de muchas normas. Pero no se valora, ni la sociedad, ni los padres, ni los alumnos, ni muchos propietarios de autoescuelas, total, para aprender unos test y luego cuatro cosas que permitan desenvolverse un poco entre el tráfico... ¡qué más da! “Si se aprende después, sobre la marcha...”

      Sin embargo, la mayoría de los alumnos cuando te conocen y ven cómo trabajas, cuando se dan cuenta de que no hablas como un papagayo repitiendo las normas simplemente memorizadas, cuando comprueban que lo que dices son retazos de pura vida (como dicen en Costa Rica), que lo has vivido en tus carnes tras muchas horas al volante; cuando te ven dar mil referencias de lugares, situaciones y circunstancias que enlazas con toda naturalidad con lo que les transmites para que eviten hacerse daño y causarlo, entonces, sí que lo valoran, te respetan y, lo que es más importante, aprenden más y mejor, y más rápido, tomando interés en hacerlo suyo. Hasta los examinadores lo perciben.

      Buena noche, amigo. Un abrazo.

      Eliminar
  3. Olá Esteban,

    Tua postagem é rica em informação. A experiencia, informações e a educação no trânsito é muito importante. Quanto mais aprendizado menos acidentes fatais. Aqui no Brasil o trânsito é caótico ninguém respeita e por isso acontece muito acidentes nas estradas.As leis de trânsito sempre estão mudando, ficando mais rígido a formação para conseguir a carta para dirigir. Mesmo assim o povo não aprende, sempre errando na direção.
    Um abraço e bom dia!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Olá Smareis:

      Efectivamente, cuanto más se aprende sobre algo más fácil es hacerlo bien y más difícil cometer errores, lo que conduciendo siempre se convertirá en un menor riesgo de accidente. Lamento la situación del tráfico en tu país, y también que cambien tanto las leyes, eso no ayuda nada; aquí también se hacen frecuentes cambios desde hace unos cuantos años y, desde luego, en ningún lugar del mundo hay razón para ello, las normas de tráfico deberían ser estables, sencillas, universales y aprenderse bien desde la escuela.
      Un abrazo y feliz fin de semana.

      Eliminar
  4. yo todavia ni intente sacar el registro, me vendrían bien una clases previas
    buena info
    un beso grande

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Karu:
      Pues encantado de ayudarte en lo que pueda, te dejo mi correo para cuando quieras: esteban@conducirsinmiedo.es
      Siempre viene bien y tiene más importancia de la que parece, entrar en ambiente, por así decirlo, ir pensándose uno mismo conductor, imaginándose en el papel y disfrutando de él y de todas sus ventajas al tiempo que se van neutralizando sus inconvenientes tanto como sea posible y esté en nuestra mano. Para ello, entre otras cosas, te puede ser útil este blog. Cuando te animes, y si vives en Buenos Aires, te recomiendo sin ninguna duda a Vilma Azcurra, muy buena profesional en la enseñanza del manejo de automóviles, te dejo el enlace de su escuela: http://www.vilma-azcurra.com.ar/index.html
      Feliz fin de semana. Un abrazo.

      Eliminar
  5. A mi me parece un tema interesante, llevamos una autoescuela también y creo que ayuda al alumno a mentalizarse a la hora de empezar a coger el coche, todo lo que sea una ayuda es bien recibida, un saludo Esteban

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente, estoy convencido de que mentalizarse y meterse en ambiente es muy importante y facilita mucho las cosas. Las ventajas se notan claramente ya en la autoescuela: se dan menos clases, se aprovechan mucho mejor y es mucho más fácil aprobar a la primera o, al menos, sin renovar. Pero las ventajas más importantes vienen después, cuando los alumnos conducen solos, progresan más rápido, más seguros y aprenden de sus propios errores.

      Las clases de teórica son muy útiles para esto, mezclando normas y señales con la experiencia del profesor y otras vivencias que conozca. Pero, claro, es imprescindible que el alumno se dé tiempo, que vaya regularmente a la autoescuela y que no se deje llevar por ese ansia tan mala de querer hacer cumbre sin andar el camino. El problema es hacerle ver esa necesidad, ayudarle a que se dé cuenta de que es mucho más importante el proceso que el resultado, y que este no es más que una consecuencia lógica de aquel, a pesar de que hasta entonces la realidad que conoce le dice justamente lo contrario y hasta niega que tal necesidad exista. Ese es el problema, a mi modo de ver, y cada vez resulta más difícil resolverlo.

      Muchas gracias por vuestra atención y comentarios, compañeros.
      ¡Saludos cordiales!

      Eliminar