sábado, 24 de octubre de 2015

HUELGA DE EXAMINADORES (1)

He querido escribir antes sobre la huelga que los funcionarios examinadores, dependientes de la Dirección General de Tráfico (DGT), mantienen en toda España actualmente. Por causas de fuerza mayor no he podido hacerlo antes ni tampoco mantenerme bien informado ni al día de los acontecimientos que se van sucediendo, y que en mi opinión, nunca deberían haberse producido pues la DGT (enmarcada en el Ministerio del Interior) sabe de sus problemas y legítimas inquietudes desde hace años.

Todo el mundo me dice que no.
Seguramente tendrán razón, pero... yo creo que hay que mojarse.
Disfruten las fotos de Víctor Suárez, son muy buenas. Les gustarán.
Naturalmente, respeto el derecho a la huelga de cualquier trabajador independientemente de que sus motivos me gusten poco, mucho o nada. Incluso aunque me perjudiquen, por supuesto, pues conviene tener muy presente que nuestra cada vez más deteriorada calidad de vida social tiene, al menos, una buena parte de su origen en conocidas huelgas del pasado. Y hay que ser agradecidos.

Aprovecho para decir que, en mi opinión, el ataque y asedio que sufre lo que se denomina como “estado del bienestar” no sólo tiene como enemigos un capitalismo agresivo o un sistema de gobierno basado en una socialdemocracia que en realidad es una tiranía que, ella sí, se mantiene muy por encima de sus posibilidades endeudando constante y progresivamente las naciones hasta la asfixia económica y la dependencia total del capitalismo al que supuestamente se enfrenta; entre otros, cuenta con un aliado que crece sin cesar en importancia y fuerza: nosotros mismos. Que abrazamos con entusiasmo recibir bienes y servicios “gratis” -hasta el punto de creernos con un ineludible derecho a ello- y la tendencia low cost, cuando hay que pagar por algo. Hay muchos ejemplos, sólo citaré uno que me ha llamado poderosamente la atención desde sus inicios hará unas dos décadas: los pasajes de avión baratos. Caló primero en los jóvenes y luego en todos los demás sin pensar nunca cómo demonios puede costar menos hacer un viaje en avión a casi cualquier lugar de Europa que recorrer 500 km en coche, sin importar el grave perjuicio creado en condiciones de trabajo, sueldos y formación de las tripulaciones, personal de tierra y seguridad aérea en general. Ojalá me equivoque por completo, pero los conceptos que encierran las palabras “gratis” y “bajo precio” nos traerán a corto plazo una sociedad esclavista y esclavizada en el que aquel famoso grito de “vivan las cadenas” será sustituido por “mira qué poco me ha costado esto”. 

Tras el paréntesis del párrafo anterior vuelvo al objeto de esta entrada pero haciendo primero otro más directamente relacionado con ella. En esta España nuestra que siempre ha sido más madrastra que madre con sus hijos (como tan acertadamente dijo Blas de Otero), los trabajadores por cuenta ajena se dividen en dos grandes grupos: funcionarios de cualquier administración pública y empleados de cualquier empresa privada, hay un tercer grupo a caballo de los dos anteriores que son los trabajadores de empresas públicas y semipúblicas, pero creo que ahora no vienen al caso porque no hacen oposiciones.



Canción e imágenes para nunca olvidar de dónde venimos.
Muchos que ahora son abuelos y bisabuelos eran niños entonces. Imaginen.
Cuánto se parece a la realidad actual, ¿verdad?
Dejo también enlace aquí.

Los funcionarios, en general, tienen mala fama, son objeto de burla e infinidad de chistes maliciosos, y de envidia. Se dice de ellos que son vagos, prepotentes, que se creen libres de cualquier consecuencia negativa que pueda sobrevenir por sus errores o falta de interés en la tarea que tienen asignada, que no les pueden despedir, que si ganan mucho para lo que hacen, que si sólo cuentan con el mérito de haber pasado un examen medianamente bien en su día después de estudiar un poco y un largo etcétera de tabúes y tópicos que, en lo que yo he podido conocer en muchos años, generalmente, son falsos.  Ellos, a su vez, se supone que creen que en la empresa privada se gana mucho más dinero y que también envidian a ese grupo por ello. La conocida máxima romana de “divide y vencerás” en España se simplifica mucho: nos dividimos nosotros solos, en todos los aspectos. Nos encanta, y enfrentarnos y pelearnos. No hace ni un siglo dos pueblos vecinos asturianos se declararon la guerra mutuamente, de forma espontánea, hasta hicieron cañones y tuvo que venir el Ejército a imponer paz. Hace poco leí que en el mundo hay veintipico puertas del infierno, dos en España, inmediatamente pensé: ¿sólo? 

Es cierto, que en la época de la dictadura, muchos funcionarios hacían gala de un intolerable despotismo en el trato con la gente y que a veces daban hasta miedo, supongo que sería un mecanismo de defensa ante sus superiores y ante un pueblo que consideraban (y en una significativa parte lo era) analfabeto y bruto. Pero también es verdad que en aquella época había un refrán de plena actualidad que siempre se nos recordaba a los jóvenes cuando con entusiasmo manifestábamos dedicarnos a ciertas labores a sabiendas de que estaban mal remuneradas, “vas a pasar más hambre que un maestro”. Cosa que era una tristísima realidad y que en muchas ocasiones remediaba en parte la gente del pueblo donde tuviese escuela el maestro en cuestión regalándole comestibles que cultivaban ellos mismos. 

Afortunadamente las cosas han cambiado mucho y a mejor, también en el aspecto económico, sobre todo para los funcionarios de comunidades autónomas, ayuntamientos y diputaciones; pero bastante menos para los del Estado, grupo en el que están los examinadores de tráfico y, que por lo general e injustamente, además soportan una antipatía mayoritaria, ya saben: “aprobé el examen”, “me suspendieron”... Así pues, las personas que han organizado y convocado esta huelga y sus seguidores tienen un mérito añadido en su esfuerzo por darla a conocer dada la creciente presencia que están logrado en los medios de comunicación. 

Soy consciente de que posiblemente esta huelga sea el detonante que obligue a cerrar algunas autoescuelas o a despedir a algunos profesores, y lo siento en el alma, pero será eso, una causa coyuntural cuyas raíces son otras, que estaban larvadas y que cobran vida ahora, pero que sólo era una cuestión de tiempo que lo hicieran. A todas las demás escuelas y a sus alumnos les causa un innegable perjuicio que ha dado lugar a que en las redes sociales se encuentren algunos airados y lamentables comentarios de algunos de mis colegas hacia los examinadores, contestados en el mismo tono por algunos de estos. Me niego a entrar en estas discusiones estériles y desagradables que, en el mejor de los casos, suponen una total pérdida de tiempo.



Una canción premonitoria. Dejo también enlace aquí.

El paro en cualquier sector laboral siempre supone perjuicios para otros, de lo contrario no tiene razón de ser. La huelga siempre es una medida de presión extraordinaria, un derecho incuestionable que debe ser ejercido con máxima responsabilidad y muy seriamente. Y los examinadores lo están haciendo así, este paro se veía venir antes de que lo anunciasen, cosa que hicieron con antelación más que suficiente, tampoco es una huelga salvaje, los paros, a excepción del pasado miércoles, han sido parciales (tres horas cada día), y, por supuesto, los examinadores en absoluto son responsables de la dura situación por la que están pasando desde hace unos cuantos años autoescuelas y profesores, ni de nuestra proverbial y muy desconsoladora falta de unión.

Muchos empresarios de escuelas de conductores están agrupados en asociaciones que sólo velan por los intereses económicos de los miembros de sus juntas directivas y, prácticamente, todo lo demás son acciones encaminadas a parecer que hacen algo por el sector con el fin de asegurarse su apoyo para seguir presentes y repartir algunas migajas. Me resulta increíble que la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) siga existiendo y detente tanto poder.

Por otra parte, las asociaciones de profesores de autoescuela están muy poco cohesionadas, carecen de fuerza, frecuentemente proponen cosas que en mi opinión están fuera de la realidad y en ocasiones se dejan manipular conscientemente por los empresarios (esto no es una opinión, lo vi con mis ojos y actué en contra, solo, sin ningún apoyo, es el día de hoy que hasta me cuesta creerlo, y fue en este siglo). Lo que fue en el anterior, y aprovecho para decirlo, es que fui socio fundador de la segunda asociación de autoescuelas que hubo en España, la pusimos en marcha siete compañeros y creíamos que éramos los primeros, pero no, la primera se había creado pocos meses atrás en Barcelona, nos pusimos en contacto con ellos y les pedimos permiso para copiar los estatutos, nos lo dieron (gracias), hicimos algunos pequeños cambios y creamos la segunda asociación de profesores de España, fue un tiempo intenso y feliz en el que aprendí cosas  importantes que no olvidaré nunca. Pero esto es otra historia.

¿Qué quieren los examinadores? Pues cuatro cosas, literalmente. Son las siguientes:
  1. Adecuación de complemento salarial.
  2. Evitar notificar el resultado de las pruebas prácticas en el momento de terminar las mismas.
  3. Seguir ejerciendo la función que tienen sin que esta se privatice.
  4. Reducir el número de pruebas por examinador y día con el fin de que estas sean de más calidad.
Captura de pantalla del blog de ASEXTRA
(Asociación de Examinadores de Tráfico)
Pueden ver aquí la entrada completa.
  • ¿Cuándo se convoca oficialmente la huelga? El 18 de julio de este año.
  • ¿Para cuándo se anunció su comienzo? Para el pasado 14 de septiembre, durante tres horas cada día y con carácter indefinido.
  • ¿Qué hizo la DGT durante esos casi dos meses para evitarlo? Nada.
  • ¿Qué hicieron autoescuelas y profesores para presionar a la DGT a que negociase con los examinadores de inmediato ante lo que se les venía encima? Nada, que yo sepa, pues no puedo afirmar esto de forma categórica; en todo caso, si algo hicieron, fue poco e insuficiente sin ninguna duda. ¿De qué nos quejamos, pues?

Regularmente, se ponen en contacto conmigo por teléfono o por correo electrónico alumnos de autoescuelas de diversas partes de España, ninguno de ellos había sido advertido por sus profesores sobre los paros previstos. Estoy seguro de que muchos de mis colegas informaron puntualmente a sus alumnos, pero también de que el porcentaje de quienes no lo hicieron es vergonzosamente significativo cuando menos.

Por su parte, la Directora General de Tráfico (señora María Seguí) y cuantos funcionarios fuesen precisos, deberían, llegado el caso, posponer sus vacaciones en agosto con el fin de buscar soluciones al conflicto que tenían planteado y buscar soluciones sin descanso desde su mismo inicio. Prestan un servicio al ciudadano que se cobra vía tasas, no lo olvidemos, luego incumplir su parte es una falta de responsabilidad y de respeto inadmisibles.

Naturalmente, tengo mi opinión sobre los cuatro puntos que plantean los examinadores, con algunos coincido totalmente y con otros no tanto, en la próxima entrada expresaré mis discrepancias. Pero por supuesto, y tal como dije desde el principio, respeto su derecho; y apoyo sus paros, que sin duda han de sentirlos como plenamente justificados ya que nunca han hecho nada igual. Diré más: me dan envidia. Si los profesores tuviésemos esa firme determinación en unificar criterios, definir objetivos, unirnos y encaminarnos hacia ellos, otro gallo nos cantara. 

Esteban

P. D.: Para quien quiera informarse sobre el desarrollo de la huelga, creo que lo mejor es consultar el blog de la asociación de examinadores (ASEXTRA) aquí. Lo más fiable siempre es acudir a las fuentes. 

Entradas relacionadas: "APRENDIENDO A CONDUCIR", APRENDER A CONDUCIR, APUNTES DE UN IDEAL (y 3), ASÍ APRENDÍA A CONDUCIR (y 10)


4 comentarios:

  1. Ciertamente estamos hablando de un problema muy grave de fondo (el funcionamiento del sistema de obtención del carnet) que algún día alguien tendría que afrontar de una vez.
    Estoy completament de acuerdo con el tema del Low cost. Nadie da duros a cuatro pesetas. Saludos!

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    1. Es verdad, Elisa, el sistema tiene un margen de mejora notable, pero me temo que no interesa a casi nadie. En este asunto creo que se ha tirado la toalla hace tiempo, al gobierno sólo le interesa que la cifra de muertos se mantenga más o menos como está (el número de accidentes les importa poco), mantener e incrementar una política represiva que les aporta sustanciosos ingresos, y listo. Como además, siempre actúan de forma reactiva y posponen al máximo la toma de decisiones, con la conducción autónoma en el horizonte pues se mantendrán a verlas venir; me imagino que dan por hecho que el movimiento de vehículos se mantendrá a la baja salvo excepciones muy concretas, y para cuando se den ya tienen toda una fuerza aérea disuasoria que se reforzará el próximo año a muy bajo precio con los drones. Un panorama desolador con un “gran hermano” cada vez más presente y poderoso en las carreteras. Pero no se quedará en ellas, invadirá progresivamente todos las facetas de nuestras vidas si no hacemos algo.
      ¡Ojalá me equivoque! ¡Saludos!

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  2. Espero que se solucionen los problemas de los examinadores.
    En cuanto a la fama de los funcionarios que aparece en este artículo, por lo que yo conozco la mayoría suelen cumplir con sus funciones, al menos en el sector que yo me muevo de la enseñanza en Primaria debiendo cumplir tu horario escrupulosamente estando con cien ojos para que los niños aprendan y no les suceda nada porque como a algún alumno le suceda algo... ¡Dios nos pille confesados! sin olvidarnos de la poca valoración social que tiene el profesorado en nuestros días.
    Me imagino que con todos los funcionarios existentes pues habrá de todo. Además quisiera destacar la labor de los interinos que trabajan como los demás y por no tener la suerte de aprobar tienen sus derechos laborales mermados, incluso sin cobrar el verano haciendo el mismo trabajo que el resto de compañeros. Lo malo de esto es que suelen pagan justos por pecadores, como se suele decir. ¡Feliz semana!

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    1. Qué te voy a contar a ti, Manuel, estarás harto de oír lo bien que vivís, las muchas vacaciones que tenéis, buen sueldo, trabajo fijo... Se ven muy bien los toros desde la barrera. Naturalmente, de todo hay en todas partes, pero en general, por lo que yo he visto a lo largo de los años los funcionarios se ganan el pan con el sudor de su frente.
      Me gustan las palabras que les dedicas a los interinos contando la injusta situación que viven. Y, como bien dices, la responsabilidad que tenéis con los alumnos es tremenda, da pánico cómo pueden reaccionar algunos padres ante cualquier posible accidente por pequeño que sea. No os envidio, la verdad, lo nuestro tiene su cosa (como todo), pero contamos con tres ventajas sustanciales: tratamos con los alumnos de uno en uno, son mayores de edad y no decidimos quién aprueba y quien no.
      Un abrazo.

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