martes, 24 de noviembre de 2015

YA TENGO EL CARNET. ¿QUÉ COCHE COMPRO? (2)

CONCESIONARIOS Y VENDEDORES DE COCHES

Me pondré a modo de vacuna una cita de Churchill que creo que conviene tener presente siempre que generalizamos, se trata de la respuesta que en una ocasión dio a un periodista cuando este le preguntó qué opinaba de los franceses, “no sé, no los conozco a todos”. Naturalmente, yo tampoco conozco a todos los vendedores de coches de España pero he tratado a lo largo de mi vida con unos cuantos y en distintas poblaciones. Hablaré, pues, de lo que he vivido. Seguro que también muchos de ustedes tienen experiencia con este asunto, aunque espero que sea de alguna utilidad -sobre todo- para quienes empiezan su vida como conductores y deciden pasar por algún concesionario en busca de un coche nuevo o usado. 

Nunca olvidemos que un coche es para mucho tiempo, vamos dentro
y se vive y siente desde su interior.
Fuente: www.abc.es
Haré un inciso. Un coche usado se puede comprar también a un particular, se suele pensar que de esta forma y entre coches más o menos comparables, este costará menos que en una tienda. Sin embargo es muy habitual que quien venda un coche usado por su cuenta lo sobrevalore, le parezca muy baja -si no insultante- la tasación del concesionario donde piensa comprar el nuevo y suba el precio más que aquel sin ofrecer ninguna garantía. Una tienda de coches -nuevos o no- debe ofrecer al menos un año de garantía, por ley, y la cumplen. Luego, en general, sólo a quien tenga una experiencia considerable con coches y como conductor le puede resultar interesante comprar a un particular, a no ser que quien lo venda sea una persona cercana de plena confianza, y aún así, conviene conocer más o menos la vida de ese coche, pues no es raro que la persona que lo vende -por más honesta que sea- ignore cosas importantes sobre su propio automóvil. 

Hasta ahora yo nunca he comprado coches nuevos para uso personal. Para trabajar sí, pues para destinarlo a escuela de conductores y someterlo a una labor intensa y dura creo que es imprescindible que sea nuevo, así que en esto tengo una cierta experiencia, ampliada haciendo de acompañante con alumnos y amigos y a la que debo sumar el tiempo que trabajé haciendo y supervisando encuestas -dos o tres años- y, entre otros estudios de mercado, hice trabajo de campo en concesionarios de distintas provincias y poblaciones del norte; simulando en algunos de ellos, y yendo en pareja para la ocasión, ser un matrimonio joven que compraba su primer coche nuevo. 

Antes de todo esto, también visité concesionarios con el único fin de mirar y ver coches que de otro modo difícilmente podría conocer, en este caso siempre informo de mi intención, no quiero que nadie se engañe, y nunca me han puesto ninguna pega, claro que tampoco pruebo los coches. Así legué a visitar un concesionario de Ferrari en una pequeña ciudad de Inglaterra e incluso me dejaron hacer fotos, por cierto, en él he visto el taller más limpio que hasta ahora conocí en mi vida, ni una gota de aceite en el suelo.

Por uno u otro motivo, desde Gijón hasta Irún entré en casi todas las tiendas de coches nuevos  de las respectivas capitales de provincia y de todas sus poblaciones importantes, más Pamplona, Tudela, Tafalla, Logroño, Vitoria, Burgos... Madrid y algún otro sitio que seguramente me estaré dejando ahora en el tintero.

Puede ser muy tentador y cómodo, pero cuidado.
Incluso para quien tenga una buena experiencia con coches y su manejo
siempre es una apuesta, que no tiene mayor problema, siempre que se asuma el riesgo.
Fuente: www.elcorreo.com
Bien, pues sintiéndolo mucho a lo largo de todos estos años sólo me he encontrado con dos personas que verdaderamente entendiesen de automóviles y, como creo que lo bueno debe decirse, aunque no recuerdo nombres y les he perdido la pista si diré los lugares por orden cronológico. Un hombre de Vitoria y una mujer de Bilbao. En Vitoria fue en un concesionario de Citroën que me parece que aún existe, estaba o está en la salida de esta ciudad hacia Pamplona, compré un coche usado del que me enamoré a primera vista y que me dejó un inmejorable recuerdo, un GSA Club Break azul (mi color preferido) por fuera y por dentro; sólo tenía 7 meses y 17.000 km, estaba como nuevo y le estoy muy agradecido a las personas que me atendieron allí, fue allá por 1981, más o menos. Este concesionario, tenía por entonces algo muy destacable que nunca he visto en ningún otro: un pequeño circuito, tipo a los clásicos de Estados Unidos pero a una escala muy inferior y con las dos curvas de los extremos mucho menos peraltadas, pero con una característica muy interesante: distintos tipos de pavimento, incluido un tramo con adoquines. Por supuesto, lo probé en él y en carretera. 

A la mujer de Bilbao la conocí en un concesionario de Opel que hace años que no existe y que estaba en la Gran Vía, muy cerca del Sagrado Corazón y de la Jefatura Provincial de Tráfico. Esta señora es la persona más entendida en coches que he visto jamás en una tienda, era un gusto hablar con ella, estuve a punto de comprarle mi primer coche nuevo para la autoescuela, un Corsa (único modelo de esta marca en España por entonces, 1985). Pero habían comenzado a salir coches de ese tipo con motores diésel más pequeños, suaves y con mejor rendimiento que los anteriormente conocidos en turismos, y siempre mucho más económicos de uso para grandes kilometrajes, tenía bastantes dudas sobre su fiabilidad, pero al final me decanté por uno de ellos (Citroën Visa) y no me arrepentí.

El resto de los vendedores que he conocido sabían y saben muy poco de coches, incluidos los de la marca que venden. Podrán ser más o menos simpáticos y amables pero no deja de sorprenderme esa ignorancia, es algo que no entiendo a pesar de que alguno de ellos se cuenta entre mis amigos, si bien es cierto que ya ninguno se dedica a esa labor. Recuerdo que uno de estos que siempre se dedicó a ser comercial en diversas empresas, me decía que yo soy muy ingenuo y, entre otras, tenía una máxima inquietante: “La gente está deseando que la engañen, Esteban, no te quepa duda”. Puedo observar que en muchos casos es cierto, pero aún así...

Un alto porcentaje de los vendedores de coches que he conocido y conozco hacen gala de una actitud bastante prepotente rayando en la chulería, parecen mirar a su posible cliente por encima del hombro y le hablan como si lo hicieran ex cátedra -cosa que ya no hace ni el Papa, por cierto-, y no se inmutan ni a sabiendas de que están tratando con personas a las que se les supone un buen conocimiento sobre automóviles, como pueden ser taxistas, repartidores, comerciales, profesores de autoescuela, etcétera. Les da lo mismo. Este trato empeora -aunque creo que no mucho- con mujeres, jóvenes y noveles, de modo que cuando se dan las tres condiciones hay que ponerse muy en guardia. Por lo que me han dicho algunos amigos y conocidos extranjeros (sobre todo ingleses) en sus países ocurre exactamente lo mismo, por lo que deduzco que vender coches imprime misteriosamente un negativo carácter universalmente extendido. 

Los fabricantes se empeñan en comunicar las máquinas unas con otras
y nosotros en lo contrario. Con los buenos ratos que he vivido yo con mis queridos
pasajeros cruzando paisajes, luces, nubes, olores...
Fuente: esweb.me
Son muchos los vendedores que orientan sus consejos en base a estereotipos y prejuicios totalmente discordantes con la realidad, por ejemplo: cuando todavía el aire acondicionado no estaba disponible para muchos coches o era una opción injustificadamente cara y me interesaba por ella, siempre me decían que en Sevilla bueno, ¿pero en Bilbao? Pues había y hay bastantes días en los veranos de Bilbao en los que la temperatura supera los 30º C e incluso los 40, lo que supone unos 20º más en el interior del vehículo a pleno sol, ¡claro, que hubiese venido muy bien! Sobre todo cuando se pasan un montón de horas dentro en la época de más trabajo. 

También suelen afirmar categóricamente, que las ruedas ya no se pinchan cuando se pregunta si lleva una de repuesto normal; por supuesto que se pinchan; y hace tan sólo unos meses, cuando pregunté a un vendedor qué tipo de cambio automático llevaba un cierto coche con motor de gasolina, me contestó muy entero que ninguno, que por eso se le llama “automático” (omitiendo la palabra “cambio”), no me lo podía creer, es muy elemental para cualquier persona mínimamente relacionada con el automóvil que excepto los que sólo llevan motor eléctrico, todos necesitan cambio de marchas, aún me sorprendió más tratándose de un fabricante que lidera las ventas de coches híbridos y llevando estos siempre cambio automático. Otra triste anécdota: desaconsejar inequívocamente el ABS (cuando era opcional) a conductores noveles, precisamente los que más lo necesitan.

Volviendo al aire acondicionado, nunca suelen advertir que este elemento conectado en motores de baja potencia dejan a este con una capacidad peligrosamente mermada de respuesta, tengo un amigo que me lo explicó muy bien cuando hablando de su coche salió a relucir este problema, yo comenté que tendría que notar mucha pérdida de prestaciones, y él me respondió de inmediato de un modo muy gráfico “es como si le echas un ancla, lo tengo que quitar, salvo llaneando a velocidad sostenida y con poco peso.” 

¿Solución? Infórmense antes muy bien y compren ustedes, eviten que les vendan y precipitar la decisión con tentadoras y “únicas” ofertas que “jamás se repetirán”, cosa que nunca me he creído. Prueben siempre el coche, infórmense con revistas y en Internet, pero cuidado con los foros de usuarios, pongan en cuarentena los comentarios de los vendedores y también los de conocidos, amigos y parientes. Responsabilícense de su compra, es mucho más probable que sea óptima cuando se elimina la posibilidad de echar la culpa a otra persona, lo que podrá ser un pobre consuelo en el mejor de los casos, pero nunca es una solución a los problemas que vivirán durante años

Perfilen bien el tipo de coche en el que se sentirán a gusto dentro de los que pueden comprar y comprueben que cubre sus necesidades presentes y las probables en un futuro a medio plazo; a medida que vayan descartando modelos y cuando se queden con dos o tres candidatos, incluso cuatro, si tienen dudas aún después de probarlos en el concesionario, puede ser muy buena inversión alquilar uno o más algún fin de semana para conocerlos con mucho más detalle y calma, en este caso, da igual la carrocería, número de puertas y equipamiento, lo importante es que coincidan los modelos elegidos con el tipo de motor y cambio que más les gustarían. Conviene tomar papel y lápiz y calcular aproximadamente cuántos kilómetros harán al año con él, así mismo yo pediría en el concesionario que me desglosen el precio, suele incluir la matriculación que, normalmente, pueden hacerla ustedes mismos en la Jefatura de Tráfico de su provincia ahorrándose un dinero (ver aquí).

Este sí que es un buen invento sencillo y asequible cuando nadie puede ir
al lado del niño, a condición de que vaya bien sujeto, tal como parece.
Fuente: chollazosdeldia.com
Tampoco se dejen engañar pensando que si un determinado modelo se fabrica en un lejano país de Asia, por ejemplo, los recambios tardarán mucho en llegar, desde hace bastantes años todos los fabricantes han reducido sus stocks al mínimo, por casi todas las piezas nos hacen esperar más o menos lo mismo aunque se viva al lado de la fábrica, a este problema se suma el hecho de que a todos los modelos se les hacen ligeros cambios con mucha frecuencia y su vida comercial es mucho menor que antes; también en muchas ocasiones mantienen el nombre siendo coches muy distintos y lo contrario. 

Creo que ya sólo me queda decirles que es muy recomendable tomar papel y lápiz para calcular aproximadamente cuántos kilómetros harán al año (echen por alto), más en estos tiempos de tanta inestabilidad laboral que obliga a cambiar de ciudad a bastantes personas varias veces en pocos años. Y las opciones, si se deciden por alguna, que sea por algo que venga ya instalado de fábrica; en ocasiones hay opciones que se ponen en el concesionario pero, normalmente, no ofrecen la misma fiabilidad. Yo no cambio ni el aparato de radio que traiga el coche de serie. Tampoco utilicé nunca adornos en el salpicadero ni colgantes en el espejo interior, los monitores de televisión que tantos padres llevan para entretener a sus niños tampoco me gustan, me parecen un peligro adicional en caso de accidente o un frenazo muy fuerte, aparte de que considero bastante penoso desperdiciar ese tiempo de convivencia con los hijos durante un viaje.

En la próxima entrada les hablaré sobre los acompañantes, tanto en su papel de entrenadores cuando se empieza a conducir (brevemente) como en el de asesores cuando queremos comprar vehículo. Les adelanto una cosa: tengan cuidado, mucho. Y acabo con una frase que nos repetía a menudo uno de tantos buenos profesores que tuve la suerte de conocer: “Nada es lo que parece y todo el mundo miente”.


6 comentarios:

  1. Esteban
    Pronto dejaré a mi coche por uno nuevo en los primeros dias de enero
    Comprar un auto usado personalmente no me conviene
    .
    El gasto del meáanico y la mano de obra es realmente caro
    Se cobra alrededor de 80 dolares por hora de arreglo.
    Despues de 4 años vienen los cambios de gomas frenos y un monton de cosas que no me gustan Aqui el auto se usa a diario
    Los medios de transportes son tremendo de malos.
    Aun no he decidido que auto haré el Lease.
    Los Honda Accord
    y Civic vienen con modelo nuevo
    Llenos de juguetes para el que lo maneja y aun los 2016 no han aparecido
    Gracoas por lo que has creado en recomenzar
    y gracias por lo mucho que aprendo con tus magnificos textos
    abrazossssssssssss

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    1. ¡Gracias a vos, Mucha!
      Me alegro porque estrenes coche en enero, así hasta parece un estupendo regalo de Reyes, ¡qué ilusión!
      Ya por los años sesenta me dijeron que la mano de obra era muy cara en Estados Unidos, aquí no llega a tanto, pero ha subido muchísimo desde mediados de los noventa, más o menos. En los coches que no son de marcas de lujo anda entre unos 40 a 60 euros.
      El Leasing y el Renting, aún se utilizan muy poco entre particulares por estos pagos, pero poco a poco va siendo una opción muy a tener en cuenta. Uno sabe a qué atenerse, no hay sorpresas con averías inesperadamente caras, se evita el disgusto de que en pocos años el coche ha perdido muchísimo valor... Es muy interesante. Pero por aquí está todavía muy arraigada la idea de la propiedad, hace poco me lo decía un joven, a quien le hablé de estas opciones pero no le gustaban, dándome como único argumento “pero es que no es mío”, yo le dije que, qué más da, si total en pocos años le van a ofrecer una miseria por él... No obstante insistía en que se le hacía raro que “no fuese suyo”. Es cuestión de mentalidad, la tuya la considero perfectamente lógica y práctica, ¿a qué complicarse la vida?
      Lo de los “juguetes” en el coche ya no me hace tanta ilusión, prefiero el estilo de la vieja escuela, no me gustan ni los indicadores de velocidad digitales; claro que para gustos los colores, pero no permitas que te distraigan ni te deslumbre el “infoentretenimiento”, puede ser un peligro, ya sabes.
      Un abrazo.


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  2. Hola Esteban: Está claro que la compra de un coche es un algo muy delicado. Es una inversión muy fuerte, en una época en que poca gente está para tirar el dinero permitiéndose equivocarse en la compra. ¡Gracias por tu consejos!

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    1. ¡De nada, Elisa!
      Es verdad, e incluso disponiendo de recursos económicos suficientes creo que debe pensarse bien, sin embargo, te puedo asegurar que he conocido muchos casos de errores en la compra de un coche, algunos tan peregrinos como dejar que la balanza se incline por uno u otro en base a los “regalos” que pueda ofrecer el concesionario (nunca nada del otro mundo) o por 500 € de más o menos en la tasación del coche viejo. Las decisiones de compra parecen todo un misterio, como las filias y las fobias que tantos tienen por ciertas marcas o la imperiosa “necesidad” de cambiar un compacto por un monovolumen en cuanto se tiene un hijo, esto es algo que no deja de asombrarme porque es sistemático, no hay pareja de unos 30 años que no lo haga llegado el caso, salvo que le sea imposible, claro.
      ¡Saludos!


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  3. ¡Hola Esteban!!!

    Muy buenos hombre de Dios, nos dejas un completo texto muy importante como buen maestro que eres, con muchos y especiales consejos qué, todos los que manejan un coche, deben tener muy en cuenta, que de hecho lo tendrán sin duda. Gracias por tu buen hacer y tu cercanía, amigo.

    Un abrazo y toda mi estima siempre.
    Ten un feliz domingo.

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    1. ¡Hola Marina!
      ¡Muchas gracias! Pues ojalá que le puedan ser de utilidad a alguien las cosas que voy desgranando por aquí. Este es un mundo un poco raro, a veces una persona parece que se enamora de un coche y da igual lo que le digas. Me pasó un caso muy claro con un amigo hace años, me pidió que le acompañase a ver un coche de segunda mano, viejo y que hacia tiempo que ni se fabricaba, el dueño no nos engañó y nos habló sobre un accidente que tuvo con él y de la importante reparación que le hizo, eso que no se notaba nada. Hasta que lo probamos, fuimos mi amigo y yo solos (el hombre nos lo dejó con toda confianza). Bien, pues cuando yo lo conduje tenía la sensación de ir circulando sobre nieve, eso que ni había llovido, lo notaba falso y no me inspiraba ninguna confianza, mi amigo dijo que también lo sentía algo así, pero que le gustaba mucho y que lo compraba igual, yo le dije que ni se le ocurriese, ya encontraría otro igual que estuviese bien, pues no, ni por esas. Lo compró. Luego, después de tener 3 o 4 sustos serios con él (sin accidente, gracias a Dios), lo dejó en el concesionario donde se compró uno nuevo. Cuando nos vemos, siempre nos echamos unas risas a cuenta de aquel viejo “amor”. Tu eres buena poetisa, amiga, ¿te sirve de inspiración para dedicarle unos versos?
      Un abrazo.


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