Hay tantos días mundiales en recuerdo de tantas cosas que es fácil que muchos se nos pasen desapercibidos y no dediquemos ni unos pocos minutos a pensar seriamente en el tema que cada uno de ellos propone, a pesar de que, casi siempre, nadie esté libre de que el asunto en cuestión nos pueda afectar directamente en un momento u otro de nuestra vida.
Hoy, y por decisión tomada el 26 de octubre de 2005 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, es uno de estos días.
Sede central de la DYA en Bilbao Fuente: Wikipedia. |
Ni que decir tiene, que llevo toda una vida (y sigo) poniendo mis modestos granos de arena para disminuir el número y gravedad de accidentes en carretera. Dado lo que veo en ella, cada día, y que cualquiera puede observar simplemente con mantener los ojos abiertos cuando sale a la calle, me resulta imposible dejar de preguntarme cuántos verdugos habrá mezclados entre las víctimas. También me pregunto cómo no se dan muchos más accidentes de los que realmente se producen. ¡Cuántos milagros ocurren a diario!
Me resulta incomprensible que no se investigan los accidentes hasta llegar a las raíces que los provocan; que tantos conductores manejen sin el más elemental cuidado; que tantos peatones crucen distraídamente las calzadas; que tantos ciclistas confíen ciegamente en que los demás les cuiden; que tantos padres dediquen un mínimo esfuerzo para que sus hijos aprendan a conducir, y que les den tan mal ejemplo y les perviertan.
Tampoco entiendo que tantas asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico como existen en España no incluyan en sus plantillas a profesores de formación vial con amplia experiencia contrastada en la doble vertiente de conductores y docentes para enseñar a sus asociados y al público en general cómo sobrevivir en la carretera incidiendo en actitudes y desarrollo de aptitudes en situaciones reales, prácticas, en vía pública y en circuito cerrado. Está muy bien aprender una receta de cocina a nivel puramente intelectual, pero si queremos comer, no basta, hay que cocinar ese plato y lograr, al menos, que sea comestible y no nos envenene.
Un accidente de tráfico, o siniestro vial, como tantos gustan en denominar ahora, sólo puede ocurrir por dos razones:
Una. Cuando un vehículo, por un lado, y otro vehículo, persona, animal o cosa por otro, intentan el imposible de ocupar un mismo lugar en el espacio.
Dos. Cuando un vehículo se sale de la calzada de la vía por la que circula.
Usted, y todos, se supone que llevamos los pies en los pedales y las manos en el volante, que miramos hacia adelante hasta donde nos alcanza la vista, que vigilamos frecuentemente atrás y a los lados a través de los espejos retrovisores. Si vamos permanentemente atentos, centrados en la tarea de conducir, vemos y prevenimos cuanto sucede o puede suceder y actuamos en consecuencia nada más percibirlo, ¿qué mal podemos causar o sufrir? ¿Será sumamente improbable que nos pase nada indeseable, no cree?
Esteban
Entradas relacionadas: ¿POR QUÉ SÓLO IMPORTAN LOS MUERTOS EN CARRETERA?, IN MEMORIAM, APRENDER A CONDUCIR, APUNTES DE UN IDEAL (1).
Dispongo de poquísimo tiempo últimamente por motivos puramente laborables (gracias a Dios). Aún tengo pendientes de respuesta los comentarios de la entrada anterior (perdón), pero los contestaré.
ResponderEliminarHoy he logrado arañar unos puñados de minutos para escribir este post, me hubiese gustado dedicar más tiempo, pero... Aprovecho, no obstante, a dar las gracias a cuantas personas siguen leyendo este blog y les aseguro que no lo dejaré.
¡Muchas gracias por su atención y saludos muy cordiales!
Me alegro de ver esta nueva entrada. Ya me quedo más tranquilo al comprobar que sigues escribiendo en el blog.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Muchas gracias, Manuel! Tenía muchas ganas de hacerlo y espero poder continuar poco a poco.
EliminarUn fuerte abrazo, amigo.
¡Qué bien volver a tener posts nuevos en tu blog! Espero que vaya todo muy bien. Un saludo!
ResponderEliminarElisa.
Moltes gràcies, Elisa!
EliminarSí, todo va bien (a Dios gracias), y espero y deseo que también para ti.
¡Saludos!
Cada día hay más "días" inventados por el comercio, por lo que uno de la magnitud del que mencionas, apreciado tocayo,resulta oportuno como recuerdo de sus víctimas y llamado a prevenir.
ResponderEliminarSaludo austral
Por cierto que no he podido dejar de sonreír al leer
ResponderEliminar"Cuando un vehículo, por un lado, y otro vehículo, persona, animal o cosa por otro, intentan el imposible de ocupar un mismo lugar en el espacio",
porque esto, en mi experiencia, es casi casi la definición de tráfico en una gran ciudad.
Saludos!
Ten la seguridad de que tus modestos granos de arena como tu lo llamas, ayudará a lguien a salvar su vida.
ResponderEliminarSigue ese camino es una forma de amar a los demas, ahora que llega la Navidad creo que hay que amar más, la muestra es Dios que se hace niño.
Un abrazo
Boa noite Esteban!
ResponderEliminarDesejo a você e à sua família um Natal de Luz e um próspero Ano Novo
Abençoado e repleto de alegrias.
Boas Festas!
Feliz Natal!
Feliz 2017!
Um abração!