domingo, 15 de febrero de 2015

ALGUNOS SANTOS DEL CUENTO EN TORRE DE LOIZAGA (y 2)

Vengo observando desde hace unos cuantos años una tendencia que parece en imparable aumento entre nuestros jóvenes, y es su falta de interés en el manejo de automóviles. La mayoría acuden a las autoescuelas porque es “algo que hay que hacer”, un imperativo en casi cualquier currículum, independientemente de que sea necesario o no conducir para el puesto de trabajo ofertado, pero las perspectivas de trabajar son como una fuente con un menguado caudal sin visos de que este aumente, de modo que esta motivación se reduce mucho.


La Colección Miguel de la Vía de estos soberbios automóviles es
absolutamente impresionante. Parece irreal.
En la mayoría de las ciudades el transporte público funciona bien y el uso del vehículo privado es poco o nada aconsejable en la mayoría de los casos, también parece haber cambiado sustancialmente la mentalidad a la hora de enfrentar viajes de media y larga distancia, muchos jóvenes optan por el avión incluso a la hora de pensar en viajes de unos 500 km, cosa que a mí me resulta impensable salvo por razones de justificada urgencia. Por otra parte, los medios de comunicación son como el rayo que no cesa mostrándonos trágicas imágenes de accidentes prácticamente a diario, además, hacer un viaje de unos pocos cientos de kilómetros es fácil que conlleve un gasto extra de unos 200 euros en multas por algún exceso de velocidad (normalmente muy inocente y exento de riesgo), y evitarlo lleva consigo conducir con bastante atención y estar muy por la faena.

No sé qué función tiene la luz que se ve en el centro del techo.
Resulta muy singular la colocación de los espejos exteriores
y su amplia regulación en altura.
Las administraciones públicas, en tiempos de crisis como el que sufrimos, ven en las sanciones de tráfico un nada despreciable modo de incrementar o mantener sus ingresos, y sus políticas de seguridad vial suelen reducirse a labores puramente represivas. Por si fuera poco, de un tiempo acá están incidiendo también en el supuesto riesgo que se asume si se conducen automóviles con edades próximas o superiores a los 10 años. En buena lógica, cualquier joven puede concluir que conducir un coche asequible y viejo es algo así como jugar a la ruleta rusa y uno nuevo está fuera de su alcance.

El faro central se encendía en color rojo
cuando el coche albergaba al personaje que lo poseía.
Las razones expuestas son sólo un apunte pero las considero bastante objetivas, no obstante creo que hay otra de más peso aunque de difícil valoración, y es la falta de anhelo que percibo en muchos de mis alumnos desde finales de los años noventa hasta hoy en dos sentimientos que me parecen básicos y universales: libertad e independencia. Y pueden observarse en otros muchos aspectos, no sólo en los relativos a conducir. El automóvil es un símbolo de independencia y de libertad. Por supuesto que se puede y se debe sentir y anhelar libertad sin la intervención de ninguna máquina ni objeto alguno, incluso confinado en la celda de una prisión. Pero si esos sentimientos se tienen arraigados, ¿cómo se puede evitar “amar” los automóviles?

Espíritu del éxtasis en gesto de reverencia.
El museo que se puede apreciar en este puñado de fotografías mantiene vivo ese espíritu de libertad e independencia; las máquinas que en él se pueden admirar reflejan que miles de personas en muy diferentes lugares del mundo y asumiendo muy diversos papeles han actuado, trabajado y buscado la perfección en la realización y manejo de estas preciosas máquinas impulsadas por el soplo de ese espíritu directamente en la vela del alma. 


Años sesenta. La banda blanca del neumático fue un signo de distinción
de ciertos automóviles durante bastantes años.
Me parece un lugar imprescindible para que sea conocido por grupos de estudiantes de todas las edades con el fin de encontrar en él la inspiración para el trabajo bien hecho, el conocimiento, el estudio, la paciencia, el esfuerzo, el cariño por la labor que uno hace; el respeto en la utilización de unas máquinas que no sólo sirven para ir a un determinado lugar, sino para disfrutar durante el viaje y de su manejo buscando hacer la tarea lo mejor posible. Respeto que se extenderá de forma automática hacia los demás ayudándonos a ser tolerantes con sus errores y solidarios con sus necesidades. Esto es formación y educación vial, ¿no creen? Y es útil para todo.


Década de los setenta y quizá alguno de los ochenta.


Para mi gusto, el color blanco de los coches ingleses es el más bonito que se
ha hecho nunca. Destaca hasta en un Rover, "el Rolls de los pobres", como dicen en UK.

Salón de la Música en la Torre de Loizaga.
No todo van a ser coches.

Vista de la entrada principal a la torre y su foso desde el mencionado salón.

El órgano que preside el mismo salón.
Don Miguel también amaba y practicaba este arte.

Tapiz con el escudo del municipio que alberga la colección: Galdames.

Detalle de un dormitorio.

Un acogedor y cálido comedor.
Fin de la visita con una espléndida muestra de manjares de Las Encartaciones.
Me gustó mucho el queso.
...el pan. Hacía mucho tiempo que no probaba este modesto alimento tan rico.


Y, cómo no, el vino más autóctono de Euskadi: el txakoli. De allí mismo, última cosecha y, en mi modesta opinión, muy buena. Se lo recomiendo vivamente, tiene un sabor tan peculiar como agradable. Quienes me van conociendo un poco, sin duda se darán cuenta de que me complace la aparente contradicción de esta foto en este blog. Naturalmente, no es más que un guiño a eso que ahora se da en llamar "políticamente incorrecto". Una cosa no quita la otra, lo importante es evitar mezclarlas. Y no lo hago, así pues: ¡va por ustedes!


Estos son algunos de los enlaces que nos aproximan al lugar del que les hablo y a sus alrededores: 
Torre LoizagaGaldames (municipio donde se ubica el museo), Las Encartaciones (comarca vizcaína muy poco conocida y a la que pertenece Galdames), GetxoBlogBMW i8. Más información y datos
Esteban

14 comentarios:

  1. Bonita entrada; entretenida, histórica, cultural, gastronómica... sin olvidar la educación vial. ¡Genial!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias, Manuel!
      Me alegra mucho que te haya gustado a pesar de tanto como dejé en el tintero.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Ay, Esteba!!!

    Que deleite de (ARTE) con mayúsculas como se merece: Es un verdadero placer leer hoy ésta entrega sensacional y, de especial categoría.
    Empezando por tus letras, tu genial forma de explicarlo y la fantástica exposición de esas joyas de la carretera. No tengo palabras, amigo. Chapó todo.
    Un aplauso prolongado, mi felicitación, mi gratitud y mi estima siempre.
    Un abrazo y feliz semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias, Marina!
      Tú sí que eres una joya como motor de motivación.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Hola Esteban: Magníficas fotos en un post que me ha hecho pensar mucho en la independencia y la libertad. Por aquí somos tierra de vino y cava, y por tanto entiendo muy bien la foto final.
    Ir en avión por 500Km es totalmente irritante, estoy de acuerdo. Las esperas de los aeropuertos y el hecho de que siempre te dejan fuera de la ciudad convierte cualquier viaje en avión mínimamente largo por definición, además de terriblemente incómodo. Ese trayecto sólo lo haría en coche o tren. De hecho, si es por trabajo se ha de reconocer que el tren es muy eficiente: ningún otro medio de transporte te permite levantarte en Barcelona y llegar a trabajar al centro de Madrid, y mucho menos preparándote el trabajo durante el viaje. ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gràcies, Elisa!
      Pues sí, creo que hemos perdido mucho terreno en independencia y libertad, especialmente los jóvenes. Me parece un asunto muy preocupante y la razón de muchos males. También creo que afecta a todos los aspectos de la vida, y en la faceta de conductores, es raro encontrar una persona que verdaderamente conduzca bien y que no tenga esos sentimientos bien arraigados.
      Totalmente de acuerdo con las ventajas del tren, a mí me encanta, y aquellos expresos (no sé si siguen existiendo) que viajaban de noche y podías dormir en una litera por un precio más o menos asequible eran una gozada, además de dejarte normalmente en el centro de las ciudades y ser un medio de transporte muy seguro. Le tengo mucho cariño al tren, un día he de dedicarle una entrada.
      ¡Saludos!

      Eliminar
    2. El tren es un gran medio de transporte para todas aquellas medias-largas distancias (como las peninsulares) en las que el coche es demasiado lento y el avión incómodo e innecesario. Además la opción de viajar de noche es muy útil, aunque dormir bien suele ser bastente caro.
      Estoy completamente de acuerdo en que con según que sentimientos y actitudes no se puede conducir bien. Hoy mismo pensaba esto mientras miraba un coche (mas bien mastodonte) 'de alta gama' (no diré marcas) que tenía las ruedas hechas una pena y lo conducía una persona bien ataviada con su abrigo. ¿Crees que debía conducir bien? Yo tengo el convencimiento de que para conducir bien te tiene que gustar conducir, y si te gusta no lo haces enfundado en un abrigo ni mucho menos dejas los neumáticos así de descuidados. Saludos!

      Eliminar
    3. No, pienso que ese señor no puede ni sabe conducir bien, o al menos no está por la labor de hacerlo, que aún es más grave.
      He viajado algunas veces en tren de noche y en litera (me parecía un precio razonable), claro que no sabes a quién tienes al lado y, desgraciadamente, para una mujer sola no es aconsejable.
      ¡Saludos!

      Eliminar
    4. Los vagones con literas no son mixtos...pero dependes enormemente de quienes 'te caigan' en suerte... Sea como sea comparto tu idea de que el tren es un gran invento y una máquina muy interesante. Saludos!

      Eliminar
    5. ¡Ah! Pues o no lo sabía o no me acordaba; y en eso he tenido suerte, nunca me molestó nadie en ningún aspecto, claro que fueron pocas veces y siempre fui solo. Pienso lo mismo sobre el tren, y tengo ganas de probar el AVE, aunque me gustaría mucho más hacer un viaje muy largo en esos trenes de Estados Unidos y Canadá. Tal vez algún día, ¿quién sabe?
      ¡Saludos!

      Eliminar
    6. Prueba el AVE... ir a 300Km/h sobre tierra está muy bien!

      Eliminar
  4. Vaya entrada buena Esteban, desde los coches, que son auténticas obras de arte, hasta el lugar y el tapeíto. Me ha encantado cómo lo has expuesto amigo. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, amigo. Ya sabes, cuando andes por aquí cerca, quedamos y lo vemos juntos, será un placer.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar