ACOMPAÑANTES PARA CONDUCIR
Que alguna persona de entre nuestros parientes o amigos nos acompañe en nuestras primeras horas al volante cuando tenemos recién estrenado nuestro carnet de conducir es, salvo muy raras excepciones (alguna conocí, pero muy pocas), una fuente de problemas. Hasta el punto, que no en pocos casos tendrá como resultado plantar la semilla de la amaxofobia y dejar de conducir temporal, e incluso definitivamente. Sin olvidar que a esa semilla le hace hueco uno mismo.
Bien, pero sí armado de conocimiento y consciencia de las limitaciones. |
Quien estrena su permiso para manejar un automóvil se supone que tiene un conocimiento de las normas que regulan su uso y del modo en que funciona y debe utilizarse, muy fresco. Lo que permite evaluar fácilmente el nivel de nuestros conductores cercanos como tales, de ahí ya se pueden extraer conclusiones muy fiables sobre si conviene o no dejarse acompañar por ellos. Repito: salvo muy raras excepciones será una fuente de problemas. Evítenla.
Conducir exige una seria responsabilidad, consecuencia lógica de la expresión de libertad que supone. Obviarla por engañarse uno mismo creando la ilusión de que que el acompañante “experto” la compartirá o asumirá totalmente es entrar de cabeza en un espejismo.
Como ya escribí sobre este aspecto en otras ocasiones, les invito a que lo lean aquí, sólo añadiré el lema de un escuadrón de caza que se me antoja muy apropiado para este aspecto: “Solo, desarmado y sin miedo”. Lo vi este verano con motivo de la exhibición aérea de Gijón. Para el caso que nos ocupa me permitiría completarlo así: Armado con el conocimiento de lo aprendido y consciente de mi limitación, lo que me llevará a planificar un entrenamiento con el fin de ser un conductor seguro y responsable.
ACOMPAÑANTES PARA VISITAR TIENDAS DE COCHES
Quizás para esto resulta todavía más tentador dejarnos acompañar por parientes y amigos, pero lamento decirles que -generalmente- también serán más un estorbo que una verdadera ayuda. E igual que propuse antes, también podemos hacerles un examen sin que se enteren, por no herir su orgullo, ¿cuántas veces les hemos oído hablar de coches con criterio y conocimiento de causa? ¿Cuántos coches han comprado y por qué? Ellos, tan expertos, que llevan toda una vida conduciendo (aunque no pasen de 10.000 km al año y siempre por los mismos caminos), ¿qué saben realmente del coche que tienen actualmente? Si se piensa un poco y se recuerdan conversaciones pasadas es fácil responder estas preguntas, y en base a ello actuar.
Es necesario sopesar bien adquirir un coche. pero eso ni impide emplear ilusión, entusiasmo, decisión y alegría. Fuente: www.tunap.es |
Una vez más apelo a la responsabilidad personal, individual e intransferible de cada cual: “ellos”, no van a pagar nuestro coche, ni sus averías, ni su seguro. Ni, lo que es peor, sufrir los inconvenientes de una mala decisión cada vez que nos ponemos al volante, y que seguramente no podremos enmendar hasta pasado un buen número de años.
Terminaba la entrada anterior haciendo referencia a las mentiras, ¿se han fijado en que la mayoría de la gente habla maravillas de su coche hasta que deja de tenerlo? En cuanto lo sustituyen, su discurso es totalmente contrario y su ya antiguo coche ha pasado a convertirse en un pozo sin fondo de problemas y averías. Lo mismo pasa con muchos que han hecho la mili “no hice ni una guardia”; “ya, claro, las hacía el coronel por ti. Vamos, hombre”; lo mismo tengo oído a mujeres que habían dado a luz “no me dolió nada”, ¡ya! Y lo mismo pasa con casi todo, es curiosísimo. En la autoescuela: “15 clases y a la primera”; así que cuando vamos por la décima y a duras penas nos damos cuenta de haber aprendido algo, nos sentimos como idiotas o vemos al profesor como un mago del engaño. Con el coche: “me descontaron 3.000 € gracias a un amigo de un amigo de...” “Es que me dijo un fulano que conozco que este Corsa no es de los que hacen en Zaragoza, está hecho en Alemania, por eso gasta tan poco y anda tan bien”. Y así todo. Y hay quien se lo cree y hasta se ofende si haces un gesto de incredulidad.
Fuente: akifrases.com |
No sé por qué en este país existe un anhelo tan fuerte y extendido de hacerse pasar por un ser especialmente afortunado a la primera oportunidad que se presenta y ante cualquiera. A veces todas estas falacias no hacen daño a nadie, pero otras muchas sí, y demasiado, he visto a muchos alumnos con su autoestima por los suelos debido a tantos comentarios falsos que escuchaban una y otra vez de las personas que supone que más les aman. ¡Cuidado! Fíjense en los hechos, presten atención a los actos, olviden las palabras, tengan presente el viejo dicho: “obras son amores y no buenas razones.
Vengo observado de un tiempo acá en unas cuantas personas, que una vez que tienen el carnet dejan pasar el tiempo sin decidirse a andar nada con un coche, y hablo de personas que podrían comprar un coche nuevo de los que menos cuestan, pero no se deciden. Me lo han comentado y no me extraña, en buena parte, porque si uno no se siente muy atraído por los automóviles y tampoco lo necesitan realmente, si, además dudan de su posible evolución como conductores o creen que esta les supondrá mucho esfuerzo (esto último creo que es el meollo de la cuestión), pues claro, pensar que luego a lo mejor no se quiere el coche, que venderlo supone perder una cantidad de dinero considerable y tenerlo sin usarlo carece de sentido... Podrían ir a uno usado, pero también temen que al menor precio inicial haya que sumar enseguida más dinero en posibles reparaciones.
En estos casos, como para probar, podría ser una buena solución disponer de un coche con “renting”. Últimamente, han aparecido empresas que ofrecen un coche nuevo con seguro a todo riesgo y posibilidad de cambiar de modelo, con mantenimiento incluido sin tener que pagar más que por lavarlo y el combustible a cambio de una cantidad fija al mes bastante razonable. Para los casos mencionados en el párrafo anterior, considero que podría ser una buena solución; se puede conducir y entrenar con un coche durante unos tres meses, por ejemplo, y luego valorar con mucho más conocimiento de causa si realmente nos interesa comprar uno nuevo, usado, seguir de ese modo más tiempo o volver a estar como antes. Lo que no sé es si esto también lo ofrecen a conductores noveles, intentaré informarme de este detalle a lo largo de esta semana, y dejaré aquí la respuesta que me den.
No, ya me he informado, a un conductor novel no se le permite utilizar un coche por "renting", ni "leasing", ni alquilarlo. Todas las empresas a las que he preguntado exigen 23 años cumplidos y 3 años de antigüedad en el permiso de conducir. Para imponer esta condición se basan en estadísticas de partes de accidentes de las compañías de seguros. Sin embargo, no es nada raro que una persona obtenga el carnet y se pase 3 años o más sin conducir, caso, en el que estaría -en principio- con una cierta desventaja respecto a cuando salió de la autoescuela, claro que también se puede eliminar ese problema volviendo a esta y dando unas clases de reciclaje, lo que en buena lógica sería una excelente y pequeña inversión que se hace mucho menos de lo que sería necesario, argumentando para ello que supone un precio elevado cuando en realidad y normalmente es bastante asequible (sólo evitar romper un espejo exterior, generalmente, lo compensa), en lo que yo he podido comprobar, la mayoría de las veces no se vuelve a la autoescuela aunque uno lo sienta necesario por aquello del "qué dirán". Luego se actúa de forma fatalista y se justifica uno mismo con su "mala suerte", para lo malo; y con su "pericia" para lo bueno. Así nos va.
No, ya me he informado, a un conductor novel no se le permite utilizar un coche por "renting", ni "leasing", ni alquilarlo. Todas las empresas a las que he preguntado exigen 23 años cumplidos y 3 años de antigüedad en el permiso de conducir. Para imponer esta condición se basan en estadísticas de partes de accidentes de las compañías de seguros. Sin embargo, no es nada raro que una persona obtenga el carnet y se pase 3 años o más sin conducir, caso, en el que estaría -en principio- con una cierta desventaja respecto a cuando salió de la autoescuela, claro que también se puede eliminar ese problema volviendo a esta y dando unas clases de reciclaje, lo que en buena lógica sería una excelente y pequeña inversión que se hace mucho menos de lo que sería necesario, argumentando para ello que supone un precio elevado cuando en realidad y normalmente es bastante asequible (sólo evitar romper un espejo exterior, generalmente, lo compensa), en lo que yo he podido comprobar, la mayoría de las veces no se vuelve a la autoescuela aunque uno lo sienta necesario por aquello del "qué dirán". Luego se actúa de forma fatalista y se justifica uno mismo con su "mala suerte", para lo malo; y con su "pericia" para lo bueno. Así nos va.
Conviene valorar seriamente estas opciones, en algunos casos, serán más convenientes y rentables que comprar. Fuente: www.emprendedores.es |
Una última cosa, hay quienes me dicen que un coche con cambio automático supone un sobreprecio que no están dispuestos a asumir o que no pueden. Bien, una solución intermedia puede ser volver a la autoescuela (la que ya conocen u otra) y dar unas clases para aprender a utilizar bien y con seguridad el cambio manual. Su mal uso lleva a muchas situaciones de peligro y genera accidentes, he conocido a muy pocas personas que no fuesen conductores profesionales de hecho o de derecho que realmente trabajen bien con el cambio manual. Es imprescindible manejarlo bien, es un factor de seguridad básico y el cambio automático -sin duda y aunque nunca se diga- un indudable e importante sistema de seguridad activa.
Esteban
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