CHARLAS CON JOSÉ ÁNGEL EN OYE RADIO BASAURI
CHARLA DEL DÍA 19-2-2014.
Premios 20 Blogs. Pregunta de oyente. Algunos datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat) referentes a fallecimientos. Un ciclista es atropellado en Munguía y el conductor del turismo se da a la fuga. Respecto al mencionado accidente, un oyente deja un mensaje afirmando que el conductor del turismo se entregó al día siguiente a la policía. Detenida una conductora kamikaze en Murcia. Consejos para ahorrar en el uso del coche.Darse a la fuga.
De este día de radio, y enlazando con la entrada anterior, destacaré sólo esto.
No sé cuántos casos se dan en España, ni en términos absolutos ni relativos, pero la impresión que tengo es que el porcentaje de estas decisiones es, cuando menos, bien significativo; quizá no se oiga hablar ni de uno por semana, pero poco le faltará. Demasiados casos. Y eso, que todos no trascienden; pues no es nada extraño que un conductor, de forma más o menos directa, provoque un accidente en el que no se ve involucrado y prosiga su marcha como si nada. Este tipo de accidentes lo sufren con cierta frecuencia conductores de camiones y autobuses, en calidad de víctimas, claro, sumándose a ellas, en los segundos, sus inocentes pasajeros.
Steve McQueen. Por cierto, me gustó mucho la película 24 Horas de Le Mans protagonizada por él. Fuente: www.cochesmas.com |
Permítanme que lo repita: Sin darnos cuenta, de que es muy probable que en circunstancias parecidas, nosotros la imitemos. Sobre todo en carretera abierta, también de día, pero especialmente de noche, porque uno se tropieza de súbito con una realidad que no identifica como tal. O muy difusamente. Y si el coche sigue funcionando... nos lleva... en poquísimos segundos hemos recorrido decenas de metros... Se diría que tuvimos un espejismo, un micro sueño con pesadilla incluida. El presente se convirtió en pasado en unos instantes, los tres factores en que fraccionamos el tiempo se confunden, se solapan, se eclipsan.
Esas cosas es muy fácil que nos ocurran incluso cuando simplemente tenemos una avería. Cuántas veces se generan averías gravísimas perfectamente evitables con una detención a tiempo que negamos a la máquina aunque veamos testigos y alarmas encendidas, el coche vibre, se sacuda, se retuerzan y rompan hierros. Lo digo en serio, no exagero; cualquier mecánico de confianza se lo puede confirmar. Y seguimos andando porque nos da miedo parar.
Lo mismo ocurre si, por lo que sea, arrollamos a un ciclista o a un peatón. Es muy fácil pensar que en realidad sería un cono que había por ahí suelto, una rama de un árbol, algo que se cayó de un camión, un perro que ya estaba muerto... Es muy fácil justificarnos. Hasta los crímenes y genocidios más abyectos se han justificado, incluso publicando libros y libros con ese fin. Cuando no lo vencemos o superamos o aprendemos a actuar a pesar de, el miedo nos exige cualquier recurso y todos, como tributo a su dominio sobre nuestra voluntad.
Pienso que será un rasgo atávico, uno se siente protegido dentro del coche, seguro de que hará el trayecto de “A” a “B”, sin más novedad que un cierto retraso, a lo sumo. Detenerse, a causa de un suceso repentino, hace que aflore el miedo con fuerza porque nos sentimos completamente desamparados y absolutamente vulnerables. Para empezar, no estamos en “A” ni en “B”, no sabemos dónde estamos. Nos sentimos falsamente náufragos; digo falsamente, porque si pensamos un poco, más o menos, podemos saber en qué lugar nos encontramos, y esto sin GPS ni mapa.
Estos sentimientos, si llevamos pasajeros, seguramente también los padecerán y, normalmente, alimentan nuestro temor. Cuidado con esto, porque si se da el caso, tendremos que enfrentarnos a ello con mucha determinación lo he vivido algunas veces -¿vas a parar arriesgando a que me pase algo por ayudar a un extraño que seguramente está durmiendo la mona?- SÍ, sin duda. NO lo voy a discutir... Ya estoy parado. Y antes de bajar añado: Cierra el coche, dejo las llaves, si te ves en peligro vete, por lo menos, yo les estorbaré bastante, te lo aseguro. Ah, y cuando te sepas a salvo, por favor, avisa para que venga alguien a ver si llegan a tiempo.
Como les dije, eso lo he vivido en varias ocasiones, y también les puedo asegurar (toco madera) que nunca, nunca me ha pasado nada malo, ni a nadie que fuese conmigo. ¿Cómo se llega a actuar así? Pensando. Fácil y gratis. Planteándonos problemas, buscando las soluciones y archivándolas. Imaginando una y otra vez qué nos puede ocurrir y cómo se debe actuar hasta que quede grabado en el subconsciente. Es necesario “verse” en la situación, e imaginarla lo más concreta posible, con detalle, sin abstracciones. De ese modo, llegado el caso, automáticamente actuaremos bien. De lo contrario, es muy fácil acabar siendo el conductor que se dio a la fuga. Este papel, lo decidimos nosotros.
He viajado pocas veces en aviones comerciales, pero desde la primera vez, y en todas ellas, he prestado atención a las explicaciones que da la azafata para casos de emergencia; además, miro el impreso que facilitan al respecto a cada pasajero. Eso que me lo sé de memoria. También me sorprende, molesta y entristece que tan pocas personas presten atención a quien te está diciendo cómo puedes salvar tu vida en caso de accidente. Es impresionante. Y, por supuesto, actuar así, en absoluto me amarga el viaje; lo disfruto y me maravilla. No veo que una cosa tenga que excluir a la otra, todo lo contrario, se complementan.
Conduciendo, podemos disfrutar de las ventajas que nos ofrece el coche con las ventanillas subidas y la cabeza afuera. Hay que ser conscientes de que andamos alrededor de los 100 km/h (ninguna tontería), dentro de una masa de aire invisible y en movimiento, que pasamos, rectas, curvas, pendientes, pueblos, valles, montañas... que nunca estamos solos, que pueden pasar cosas. Que pasan. Todos los días. Y lo sabemos. Es más que infantil, pensar que nuestro coche es el centro del universo y nosotros su Dios.
Es fácil ponerse en fuga. Con preparación, es muy fácil evitarlo.
Les dejo aquí una entrada que escribí sobre este asunto. Les ayudará.
CHARLA DEL DÍA 26-2-2014.
El PP propone examen para la recuperación parcial de puntos. Estudio de IBM sobre el tiempo que se pasa circulando mientras se busca hueco para estacionar. Detenido un profesor de autoescuela por conducir ebrio. Seis de cada diez conductores profesionales superan la velocidad máxima permitida. La Ertzaintza sancionó el año pasado a 243.645 conductores. El pasado sábado se celebró en Barcelona una jornada europea sobre formación y evaluación de los conductores. Premios 20 Blogs, recta final. ¿Ha votado? ¡Gracias! Si no... ¡Aún puede hacerlo! ¡Gracias!
Hoy no comentaré más que lo ya dicho en la emisora sobre este último día de radio de este mes. Me parece mucho más importante que centren su atención en lo que escribí sobre darse a la fuga.
Bueno, una breve excepción, puesto que los Premios 20 Blogs que organiza el diario 20Minutos están en su recta final, quiero, en primer lugar, mostrar mi gratitud a cuantas personas han votado hasta ahora a este blog y adelantarla a cuantas lo voten en los próximos días. Por favor, si les gusta este blog, denle su voto. Aquí, pueden ver cómo hacerlo. ¡Muchas gracias!
Esteban