Antes de nada, y aunque sea brevemente, comentaré dos asuntos de la entrada anterior que había dejado para esta con el fin de centrarme en el aspecto que me parecía más importante: el miedo a conducir o amaxofobia. Son los siguientes:
Coches baratos.
No es la primera vez que hablamos sobre esto en la radio, y sigo pensando lo mismo, puesto que no he descubierto nada que haga cambiar mi opinión, en general, bastante desfavorable hacia estos coches nuevos que se venden a precios notablemente más bajos que sus modelos equivalentes de otras marcas, u otros modelos de la misma marca.
La diferencia en el precio, necesariamente, ha de obedecer a alguna razón y, generalmente, en su mayor parte se debe a que cuesta menos construirlos, muy probablemente, porque no gocen de la misma calidad y criterios con los que se fabrican sus “primos” homólogos. Considero muy significativos los estudios que realiza Euro NCAP, y creo que es muy recomendable consultarlos cuando pensamos seriamente en comprar un coche pues parece que el mayor ahorro se logra en materia de seguridad pasiva, en cosas que no se ven pero que tanto tienen que ver con la disipación de energía que puede lograr un modelo u otro ante la posibilidad de un accidente. Cuanta más energía se libere en trabajo de deformación del vehículo, menos llega a los ocupantes, disminuyendo así, en principio, el número y gravedad de sus lesiones.
En mi opinión, y generalizando, porque siempre está presente la posibilidad de que ignore algún modelo, los coches “low cost” me parecen caros, pues es posible comprar modelos superiores usados y en buen estado a menor precio; personalmente, prefiero esta última opción.
¿Controlarán la velocidad de los peatones?
No, rotundamente. España es muy surrealista, pero tanto... Este es uno más de los muchos ejemplos que, desafortunadamente, nos ofrecen los medios de comunicación sobre sacar unas normas de contexto (y bastante lógicas, por cierto, si se piensan bien) y hacer llamativos titulares con ellas.
CHARLAS CON JOSÉ ÁNGEL EN OYE RADIO BASAURI
CHARLA DEL DÍA 28-1-2015.
- Visito con GetxoBlog la Colección Miguel de la Vía.
- Relato del señor Mejías sobre un suceso violento en el tráfico.
- Un jubilado sufre heridas leves al chocar con varios coches en Getxo.
- Un oyente pregunta por el teléfono de la Jefatura Provincial de Tráfico de Vizcaya. Por cierto, es este: 944 421 300.
- Una oyente comenta que en una ocasión se le “enredó” el pie entre la alfombrilla y el pedal del embrague.
- La Ertzantza analizará las pruebas de drogas.
- Juego interactivo presentado por Tráfico del Gobierno Vasco.
- Los coches que compran los vascos.
- Un coche se sube a la rotonda de Pío X en Deusto, Bilbao.
- Otro oyente dice que se ven muchos Audi y Mercedes.
Violencia en la carretera.
Acabaré escribiendo sobre esto más extensamente en otro momento, hoy quiero resaltar un ejemplo que me parece perfecto para que todos tomemos nota y, llegado el caso, actuemos de igual modo que su protagonista: el señor Mejías, asiduo oyente de esta emisora y a quien considero un amigo, por ello, y por lo que le conozco, no tengo ninguna duda de que la historia que dejaré aquí a continuación es cierta, a pesar de no haber sido testigo de la misma.
Me la escribió él en mi página de Facebook. Antes, sólo recordar lo que tantas veces he dicho y digo a mis alumnos: “En una pelea siempre perdemos; si nos va bien, porque seguramente acabaremos en una comisaría, juzgado, o hasta en la cárcel; si nos va mal, en un hospital o en un cementerio.” Luego mejor mantenemos a la particular bestia que todos llevamos dentro encerrada bajo siete llaves. Quiero insistir en el “todos”, pues también la tiene esa persona que nos parece mucho más pequeña y débil que nosotros. Esta es la historia:
A ver, lo que te quería comentar de los nuevos conductores es lo siguiente: El otro día iba una chica con su coche y su “L” y pecaba de ir un poco lenta, pero joder, ya te lo esta avisando con su “L” que es novata, como hemos sido todos.
Bueno, pues un señor con su Mercedes achuchándola, pitándole... yo que sé. Llegamos a una rotonda, la conductora la HIZO BIEN, se fue a su carril derecho e iba bordeando la rotonda; pues el del Mercedes pasó de carril en carril pitándole y diciendo disparates, total, que la chica terminó subiéndose al bordillo. Yo en un momento dudé... me voy a por el del Mercedes, le cruzo la furgoneta y le rompo la cara o me ocupo de la chica que hasta se le caló el coche. Me dio por lo segundo, me acerqué al coche y le dije: “tranquila no es culpa tuya, tú ibas bien”; me dijo “se me ha parado y ahora no arranca”, con las lágrimas en los ojos. Le dije: “¿Gasolina o gasoil? Vale mejor, estos no se ahogan, quita el contacto totalmente, apaga el coche, ahora enciende sin dar al arranque, vale, ahora arranca”. A la primera. Le cambió la cara, nos dimos la mano y hasta otra.
A LO QUE VOY: Cuando veamos una “L”, por ahí hemos pasado todos, no seamos abusones y pónselo lo mas fácil posible, es de muy mal conductor avasallar, insultar... y poner de los nervios a un conductor que acaba de coger el coche por primera vez. No le incites a correr, pues aún tiene pocos kilómetros, déjalo en paz y cuando puedas lo adelantas, lo mismo con los coches de autoescuela, y cuidadín si ves a más de tres personas dentro pues se puede estar examinando, y que tú le pites o le distraigas, puede suponer suspender, entonces también respeta a los coches de autoescuela que lo que van dando es una clase para un nuevo conductor como fuiste tú en un tiempo. Gracias.
Accidentes de Pío X y Getxo.
Los mencioné en la entrada anterior, pueden verlos aquí y aquí. Son dos tipos de accidentes que parecen muy excepcionales en vía urbana, casi imposibles y muy aparatosos, pero en realidad, no son tan raros y cada vez menos. Basta con andar por la calle y observar un poco, para darse cuenta de que el nivel de conducción, en general, es demasiado bajo, si añadimos que en las vías urbanas todo el mundo da por hecho que, en el peor de los casos, sólo podemos tener un pequeño golpe de chapa porque se va “despacio”, las cada vez más numerosas distracciones a causa del mal uso del teléfono, el famoso “total, para ir de aquí ahí”, el exceso de confianza de conocer y repetir la misma ruta una y otra vez sin darse cuenta de que las circunstancias son siempre diferentes, y estas son las que mandan.
¿No tienen la impresión de que sucesos similares ocurren demasiadas veces y que van en aumento? Fuente: www.diariodeleon.es |
No es extraño que alguien se asuste mucho ante una situación concreta, sobreactúe, entre en pánico, pise el acelerador en lugar del freno, a fondo, en una marcha corta, y el coche logre una aceleración brutal con la que se puede sufrir y causar mucho daño al vencer resistencias que suelen parecer imposibles de salvar.
Por poca experiencia que tenga un profesor de autoescuela, ha visto muchas veces estas cosas en las clases prácticas; para los que llevamos más tiempo, curiosamente, es más novedoso, pues las hemos visto muy poco en el siglo anterior; también es mucho más de estos tiempos, comprobar que bastantes conductores manejan repitiendo los mismos errores que cometían estando en la autoescuela, pero ahora van solos y sin doble mando.
Hay un hábito que se debe arraigar desde la autoescuela: llevar el pie derecho al freno siempre que se suelte el pedal del acelerador. Muchas veces será un gesto inútil, pero no tiene más inconveniente que volver a cambiarlo de sitio; a cambio, no pocas veces, ese gesto, por sí sólo, nos evitará accidentes. Es más, haremos lo correcto, por más miedo que tengamos: clavar el freno.
Esteban
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