Siempre se quedan cosas en el tintero, pero estas son demasiado importantes como para no mencionarlas, les ruego que me disculpen. Considero, y así lo he comprobado a lo largo de los años repetidamente, que la actitud es -con diferencia- el factor más determinante, y creo que ya hice hincapié en él en las dos anteriores entradas; sin embargo, en igualdad de buena predisposición hay tres aspectos que pueden influir de forma notable en hacer más asequible aprender a conducir y sacar el carnet. Son los siguientes:
- Carnet por libre o licencia de aprendizaje.
- Coche con cambio automático.
- Simuladores de conducción.
Aprender a conducir por libre es una posibilidad real difícil de utilizar en la práctica, que nunca debe tener en el dinero su principal objetivo, así saldrá mal. Fuente: www.autoscout24.es |
Carnet por libre o licencia de aprendizaje
Sin duda es la forma más económica de aprender y lograr el permiso de conducir, pero también la más difícil, dado el número de favorables circunstancias que han de darse para que sea posible. Y no, no me refiero a la colocación del doble mando, cosa perfectamente lógica para poder impartir clases prácticas en vías públicas abiertas al tráfico y en condiciones normales de circulación, sino a la necesaria concurrencia de dos factores que muy rara vez se dan:
- Conductor con una cierta y buena experiencia que cuente con muy buena disposición para enseñar, y que hará de profesor.
- Alumno con muy buena actitud para aprender.
Por supuesto, quienes trabajamos enseñando a conducir también nos vemos sorprendidos en no pocas ocasiones y obligados a improvisar, pero intentamos cada día y en cada instante ampliar el abanico de posibles problemas al máximo. La clave para la seguridad del alumno, la nuestra y la de todos es prever lo mejor posible lo que aquel hará, sin esta condición el doble mando sirve de muy poco.
En este tipo de aprendizaje profesor y alumno siempre tienen una relación previa muy estrecha de parentesco o de amistad, y es fácil que se haga cierto el viejo dicho de “donde hay confianza da asco”. Si esto no ocurre y todas las demás condiciones se dan de antemano, se profundiza en ellas y se trabajan, adelante. Ahorrarán mucho dinero, porque pueden dar muchas clases (cuantas más mejor), prácticamente, sólo por lo que cueste el combustible que quemen.
Fuente: Internet |
A título de curiosidad y por incidir en la seguridad una vez más, les diré que ni sé los miles de kilómetros que habré hecho con el pie derecho acariciando el freno, la mano izquierda sobre mi rodilla de ese mismo lado (lo más cerca posible del volante pero sin molestar al alumno) y el entrenamiento que hice yo solo para quitarme el cinturón de la clavícula con un gesto muy rápido del tronco y el hombro por si tenía que llegar al volante con ambas manos, cosa que llegué a tener que hacer algunas veces, aunque pocas.
Les dejo aquí la normativa sobre la licencia de aprendizaje y al final algunas entradas relacionadas.
Coche con cambio automático
La normativa actual permite obtener el permiso de conducir con un coche dotado de cambio automático, aunque luego limita la conducción a este tipo de automóviles, permitiendo ampliarla a todos pasando posteriormente un examen práctico con uno que tenga cambio manual.
No obstante es una buena opción para ahorrar clases en un primer momento y que puede ser muy interesante para muchas más personas de las que en principio parece. Es seguro que se ahorrarán un buen número de clases prácticas, y que aumenta la seguridad de forma notable en un buen número de miles de kilómetros cuando luego se empiece a conducir solo. El cambio automático, por sí solo, debería considerarse un importante sistema de seguridad activa porque elimina de raíz muchos de los errores que tan frecuentemente se cometen con el cambio manual, y por tanto sus correspondientes riesgos, bastante más considerables de lo que también suelen parecer.
Si les cuesta creerme, piensen en cuántas personas conocen que verdaderamente usen bien el cambio manual y sea imposible que cometan un error que agrave una situación crítica o les impida salir de la misma. Eso cuando no convierten una situación normal en peligrosa por un error en el manejo del cambio.
En contra de esta, generalmente muy recomendable opción, se suele argumentar que si se compra después un coche automático no se podrá utilizar ninguno sin este cambio. ¿Pero cuántas veces un conductor utiliza un coche que no es el suyo? Normalmente es muy raro, y si esa posibilidad se presenta, se podrá usar el transporte público o alquilar un coche si nos resulta muy imperativo, ¿verdad? Pero lo más probable, es que excepcionalmente se pueda dejar el coche por uno o unos pocos días sin ningún problema.
Todos los coches híbridos llevan cambio automático, y los eléctrico no lo necesitan. Fuente: www.patentati.it |
También se pueden plantear muchas personas aprender y lograr el carnet con un coche con cambio automático, practicar luego con él sobradamente y volver a la autoescuela para quitar la restricción preparándose para un segundo examen. Aún así les sale más barato, porque en esa segunda vuelta sólo tendrán que ocuparse de aprender el manejo del mecanismo del cambio manual, solamente, todo lo demás ya lo saben y lo han practicado mucho. Otra ventaja del cambio automático: se ahorran averías. Recientemente el RACE ha publicado un estudio (aquí) en el que afirma que el año pasado aumentó un 89 % el número de asistencias prestadas en carretera relativas a averías en el disco de embrague, lo que en su gran mayoría, sin duda, se corresponden con un mal uso de dicho mecanismo.
Simuladores de conducción
Sin duda, el mejor lo tenemos todos: nuestra imaginación. A nuestro simulador debemos sacarle el máximo partido, siempre; antes, durante y después del carnet de conducir. ¿Los otros? Pues ya que existen y están ahí vendrá bien utilizarlos. Yo he probado varios y no me han gustado, pero sí sé que un alumno le puede extraer beneficio, sobre todo antes y durante las primeras clases prácticas. Resumiendo mucho y en general, diría que si estamos ante dos autoescuelas que nos parecen semejantes, para deshacer el empate elegiría a la que tiene simulador. Pero jamás cambiaría a un buen profesor por una máquina.
Por ahora, los simuladores para autoescuelas en España aún tienen mucho margen de desarrollo. Y el precio es excesivamente elevado, una lástima. Fuente; www.abc.es |
Se están descubriendo y aprendiendo muchas cosas sobre el cerebro, y se aplicará cuanto se pueda de ellas al mejor funcionamiento de los robots, pero no me creo que lleguen a ser tan eficaces como el ser humano, ni aunque nos clonen; no en vano, nos dejamos la vida haciendo copias de nosotros mismos de forma natural.
Aprovecho para comentar algo a lo que creo que nunca hice referencia por aquí. El reconocimiento médico-psicotécnico que tenemos que hacer obligatoriamente para optar al permiso de conducir y renovarlo, ese que casi todo el mundo cree que no sirve para nada -pero que en realidad sí tiene bastante más utilidad de la que parece-, entre otras cosas, proporciona un dato muy significativo que tengo comprobado cuantas veces pude hacerlo.
Una de las pruebas del psicotécnico consiste en llevar dos pequeños segmentos horizontales por unos carriles en la pantalla de un ordenador manejando con una mano cada uno mientras dichos carriles se mueven haciendo rectas y curvas simétrica y asimétricamente. En cuanto cometemos un error y uno de los segmentos toca con el borde de uno de los carriles suena un pitido y nos lo contabiliza. El margen de error permitido es del 20 % (si no ha cambiado recientemente), bien, pues cuando un alumno tiene un error como de un 10 %, más o menos, siempre, sin excepción, coincide que esa persona tiene importantes problemas para mantener la trayectoria del coche en el carril. Se acaban corrigiendo, desde luego, pero naturalmente suponen unas cuantas clases más.
Esta es la prueba "de los carriles"; coordinación bimanual, si no me equivoco. Fuente: www.elpais.com |
No siempre disponía de estos datos que, por supuesto, me los daba el alumno si quería y lo sabía, no siempre lo dicen los psicólogos que hacen las pruebas, algunos lo hacen de forma sistemática, otros a veces, algunos sólo si se les pregunta... Hace años se me ocurrió preguntarle a un alumno y desde entonces lo suelo hacer; cuando no lo saben o no lo recuerdan, pregunto qué les ha parecido a ellos o cuántas veces, aproximadamente, han oído los pitidos; luego observo y compruebo en qué medida se corresponde con la realidad. Siempre hay una relación directa. La prueba resulta siempre muy significativa. En mi caso tuve que hacerla muchas veces a lo largo de los años -y espero que aún me queden unas cuantas-, siempre en centros diferentes y con un margen de error que oscila entre uno y cero. Dios nos dé larga vida y salud a todos.
Esteban
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Etiquetas: el carnet de conducir más barato, carnet por libre, licencia de aprendizaje, cambio automático, simuladores, ahorrar en la autoescuela, autoescuelas, reconocimiento médico, psicotécnico, centros de reconocimiento para conductores, centros médico-psicotécnicos para el carnet.
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