lunes, 30 de abril de 2012

JEREZ, MOTOS Y GUARDIA CIVIL DE TRÁFICO

Francamente, las dos entradas que tenía en mente publicar antes de finalizar el mes de abril y sin llegar al último día, me ha sido imposible redactarlas por razones bastante imperativas. Sin embargo, en la mañana de ayer y sin pensarlo, tomó el primer plano de mi memoria una carta al director que escribí en marzo de 2008 y que fue publicada (muchas gracias) por el diario DEIA de Bilbao el 2 de abril del mismo año; quizá en algún otro periódico, pero ni estoy seguro (del citado, sí) ni puedo comprobarlo ahora.

Por fin, mi admirado Quino, de quien aprendí tantas cosas de un modo tan divertido.
Viñeta tomada del sitio: nsclenguacastellana.blogspot.com.es
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La mencionada carta la transcribo íntegra a continuación y aunque hace referencia a un suceso del que fui testigo en 2007, desafortunadamente, su esencia sigue estando vigente, pues resulta tan fácil como desalentador comprobar actualmente cómo algunos miembros -demasiados- de cualquiera de los distintos tipos de policía que hay en España infringen la Ley de Tráfico. Puesto que suelo hacer caso a lo que me dice la almohada -la consulte o no-, aquí dejo la carta.
Visto el ejemplo de la Guardia Civil de Tráfico
Era la tarde del 26 de marzo del pasado año, lunes. El GP de Jerez se había celebrado el día anterior; conducía un turismo por tierras manchegas en la A-4 con rumbo norte, no muy lejos de Madrid. Desde que había entrado en esta carretera procedente de Málaga y con destino a Bilbao, me había encontrado reiteradamente con numerosos grupos de motoristas y, a ninguno, le vi hacer ninguna maniobra ilegal o extraña.

Envidiable herramienta de trabajo.
Foto tomada del sitio: elcuentarrevoluciones.wordpress.com
Preparaba el adelantamiento a un camión cuando en el carril izquierdo, a lo lejos, veo que se acerca un coche con las luces cortas encendidas; observo su velocidad, viene rápido, espero y efectivamente en unos instantes está en paralelo conmigo, es un Renault Laguna... de la Guardia Civil de Tráfico. ¡Qué contraste! Detrás de él, con una muy generosa distancia de seguridad, vienen más, unos cuantos turismos y muchas motos, todos, de la Guardia Civil de Tráfico y ninguno con señal de emergencia alguna. En total, no sé... 20-50. Estimo que su velocidad más probable rondaría los 180 km/h, desde luego, de 160 no bajaban.

Motoristas con rumbo a Jerez de la Frontera (Cádiz).
Foto tomada del sitio: ecodiario.eleconomista.es
A la altura de Ocaña y a poco de comenzar la R-4, varios de los coches y motos citados están parados y/o estacionados en el arcén (maniobras prohibidas) y ocupando buena parte del carril derecho para efectuar el relevo en la conducción de las motos, poniendo en serio riesgo sus vidas y la de otros de un modo tan ilegal e irresponsable como innecesario, ya que unos pocos kilómetros más adelante hay un área de servicio. En estos días, oigo la campaña de la DGT para la carrera de motos y hacen en mí el efecto de un foco que nítidamente ilumina y pone en el primer plano de mis pensamientos los hechos relatados. Ni un ápice disminuirá mi interés por conducir bien aunque sólo sea por la cuenta que me trae; pero siento tristeza y decepción compartiendo escenario con el recuerdo de una ley, la del embudo.
Esteban

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lunes, 23 de abril de 2012

SANT JORDI


Me gusta mucho esta fiesta que se celebra en Cataluña y que aúna la leyenda de San Jorge y el dragón con la celebración del día del libro. Además la viví una vez allí, en Figueres, en 1988, por pura casualidad. Creo que esta celebración debería extenderse al resto de España y del mundo. Una rosa y un libro, dándose ambos regalos unos a otros. Hermosa, alegre y pacífica costumbre. Una misma moneda con dos caras distintas y buenas: en una lo bello, la fuerza puesta en la razón en la otra. Y no como tantas veces, como casi siempre, la cruz y la espada: fe ciega y fuerza bruta para quien se atreva a pensar. No solo es posible cambiar esto último, ¡es imprescindible!


Siempre disfruté con la poesía y la primera que vino a mi mente cuando tuve la idea de hacer esta entrada fue una de Miguel Hernández, poeta y hombre al que también admiro profundamente por cómo me emocionó de súbito en cuanto leí unos pocos de sus versos. Ojalá pudiéramos convertir este poema en el más largo del mundo, sólo habría que ir añadiendo gentilicios y, al tiempo, ir dándonos cuenta de que las diferencias -en realidad tan pocas- son eslabones que unen sólidamente tanto como todos tenemos en común. Con ustedes: Vientos del pueblo me llevan.

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy de un pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.
¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.
Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra:
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.



Miguel Hernández

jueves, 19 de abril de 2012

DÍAS DE RADIO (ABRIL 2012)


CHARLAS CON JOSÉ ÁNGEL EN OYE RADIO BASAURI

24ª CHARLA (4-4-2012). Comentario sobre coche volador. Mantenimiento de carreteras, en su peor estado desde hace 25 años. A punto de comenzar la Semana Santa.


25ª CHARLA (11-4-2012). Breve comentario sobre carnet por puntos y multas exprés. Consideraciones sobre los accidentes ocurridos durante la Semana Santa.



26ª CHARLA (18-4-2012). Errores muy comunes en los adelantamientos. Comentamos noticia sobre campaña del Gobierno Vasco para la prevención de atropellos.

27ª CHARLA (25-4-2012). Aumenta el límite de 80 a 100 en la Supersur de Bilbao. Sentencia por la agresión sufrida por un funcionario examinador de la Jefatura Provincial de Tráfico de Vizcaya
.

sábado, 14 de abril de 2012

PASADA LA SEMANA SANTA (2)

A pesar de todo, estoy convencido de que lo más importante es que nos demos cuenta de que el Gobierno, ningún gobierno, nos va a solucionar el problema de la seguridad en el tráfico. ¡Nosotros conducimos! Y lo haremos con más seguridad cuanto mejor realicemos esa tarea. Esto no tiene vuelta de hoja. 

14 de abril
Aniversario de la II República Española
Foto tomada del sitio: pedrodehoyos.blogspot.com.es
El Gobierno, y no sólo el de España, claro, también los autonómicos y locales, pueden y deben conservar las vías en buen estado, señalizarlas correctamente -es lo que menos cuesta con diferencia y deja mucho que desear-; eliminar puntos negros; guardarraíles asesinos -no solo dañan a motoristas (❋)-; cuidar, en la medida de lo posible o al menos en los lugares más escandalosamente peligrosos de la seguridad pasiva de la vía, como se dice ahora. ¡Educar, enseñar! Asegurarse de que quienes conducimos sepamos lo que hacemos y establecer una vigilancia eficaz por parte de la policía que corresponda sin tener como primer y casi único objetivo un ánimo de lucro económico y electoral. Esto es lo que pueden y deben hacer los gobiernos, fundamentalmente, y para ello no es necesario inventar más normas, basta con que apliquen y se apliquen las que hay. Sobre éstas, si por mi fuera las simplificaría y reduciría, pero me da tanto miedo que toquen una sola coma...

Foto tomada del sitio: autofacil.es
Es en las vías de poblado y en las interurbanas muy próximas a ellas, donde la mayoría de los conductores pasan gran parte de su tiempo al volante. Vienen a ser al tráfico lo que Sodoma y Gomorra a la virtud. Son las vías en las que se vician y pervierten la mayoría de los conductores. En ellas se llevan acabo infinidad de maniobras prohibidas -y no estoy pensando en las infracciones relativas a las prohibiciones de paradas y estacionamientos-, no. Me refiero a maniobras intrínsecamente peligrosas como cambios de dirección y de sentido prohibidos y perfectamente evitables con dar una vuelta a la manzana o recorrer 300 m más para llegar a una glorieta, rotonda, redonda o como quieran llamarla; circular marcha atrás a discreción y ¡sin mirar! Abrir puertas del mismo modo; realizar frecuentes cambios de carril sin ningún motivo, haciendo slalom, vamos; entender las preferencias de paso como un sálvese quien pueda y que se aparten que voy; iniciar la marcha sin mirar; parar o estacionar de igual forma y sin avisar a quien nos sigue; circular por sentido contrario, sobre todo en calles cortas y en las últimas horas del día, pero observen que en los parkings de los centros comerciales se hace mucho y con una naturalidad pasmosa...

Parque Infantil de Tráfico de Gijón (Asturias), agosto 2012
Aquí comencé a aprender a conducir en serio, entre mis 12 y 14 años. Aún no acabé.
Puedo seguir, pero solo añadiré dos cosas más por lo especialmente peligrosas que resulta hacerlas fuera de poblado y lo mucho que se repiten en él: velocidad inadecuada por exceso aunque no se rebase (que también) los 50 ó 30 km/h y... a ver cómo lo digo, si se fijan podrán ver casi cada vez que salgan a la calle cómo bastantes conductores intentan rebasar a un vehículo detenido por circunstancias del tráfico o de la señalización sin percatarse de ello y dirigiendo el morro de su coche al hueco con un giro de volante inmediato, sin disminuir velocidad o muy poco y sin ver que la maniobra que pretenden es imposible. Espero haberme explicado porque estoy convencido de que esta actitud es la causa de no pocos accidentes en carretera por colisión frontal.
Con estos incívicos actos que todos podemos ver cada día donde vivimos, viajan muchas personas por carretera cuando alguna que otra vez hacen un viaje medianamente largo. Su irresponsable actitud hace que sean una espacie de bomba cargada de explosivo y con el detonador puesto. En autopistas y autovías es fácil evitarlos, en carreteras convencionales no tanto.

Todo parece ideal y perfecto. Lástima de esa ventanilla abierta, es una fuente de problemas.
Foto tomada del sitio: www.cmhseguros.com
Bueno, que no cunda el pánico, sigo siendo el mismo que escribí Conducir sin miedo, lo cual en absoluto significa que no aprendamos a identificar el peligro. Uno de ellos, muy recurrente y claramente al alza, es el que se da en los adelantamientos. Cada vez son más las personas que adelantan peor. En calzadas de un solo sentido y dos o más carriles muchos conductores de turismos se eternizan circulando en paralelo con el vehículo adelantado por la ridícula diferencia de velocidad con que ejecutan la maniobra. Que no tengan tráfico en sentido contrario no significa ausencia de riesgo, corren un serio peligro de alcance por parte de cualquier otro conductor que circule más rápido que ellos que esté ocupando el carril al cual se han desplazado a cámara lenta y que se ve sorprendido por la ausencia total de sentido y lógica con la que están actuando. Pueden resultar literalmente desnucados en el primer toque, ¿qué pretenden? No son pocos los que argumentan, “bueno, pero la culpa no es mía”. Pues hombre, independientemente de lo muy discutible de tal afirmación, semejante argumento ¿le paliará algún dolor cuando esté en el hospital, si es que llega? Lo peor, sin embargo, es que en calzadas con tan solo dos carriles y doble sentido hacen lo mismo. ¿Cómo no va haber un buen número de choques frontales?

Muchos conductores ponen intermitente y giran simultáneamente aún cuando tienen un coche
como en el retrovisor de la foto que circula más rápido que ellos. ¡Es increíble!
Foto tomada del sitio: todosloscomo.com
Las autoridades de tráfico, conocedoras de estos hechos, han tomado una simplista decisión que consiste en prohibir los adelantamientos (no siempre pero sí muchas veces) donde antes estaban permitidos. Resultado: en caso de accidente las responsabilidades civil y penal son mucho más fáciles de determinar. Fin de las ventajas, el resto son todo inconvenientes porque quienes adelantan como describí en el párrafo anterior seguirán haciéndolo por mucha línea continua que les pinten y quienes respetamos las prohibiciones de adelantamiento nos vemos fuertemente tentados a incumplirlas cuando delante de nosotros nos encontramos a otro vehículo que circula claramente lento de forma aislada; con lo que al grupo anterior hay que sumar a algunos conductores de este otro que acaban cayendo en la tentación y, normalmente, en el peor momento.

Siempre se aprende algo.
Foto tomada del sitio: motor.terra.es
Tuve un excepcional profesor durante cuatro o cinco días en un puente de mayo en Málaga, hace pocos años, Robert McKee, que nos decía en todas sus clases: “No importa qué te pase, por muy malo que sea, sólo importan las decisiones que tú tomes con respecto a ello”. ¡Nosotros conducimos! ¡Nosotros decidimos! Propongo como una buena decisión evitar distraernos con lo mal y lo malo que hacen otros, y analizar seriamente cómo conducimos en los recorridos más habituales para ir mejorando cada día, cada vez que cojamos el coche; hacer... el papel de justos en Sodoma -igual hasta logramos que quien tiene el dedo en el botón rojo se lo piense-, además, algunos conductores seguro que imitarían algo de lo que nos vean hacer bien. Para ello, no estaría de más que desempolvásemos lo aprendido en la autoescuela. Pero, ¿no era para pasar un examen? No, eran (y son) las reglas del juego para que no sufras ni causes daño y dolor. Es cierto que algunas veces hay que elegir ente nuestra salud y ellas. Pero sólo algunas veces.
Tengan mucho cuidado ahí fuera, pero no dejen de disfrutar. ¡La vida es bella!
Esteban
(❋) He sido testigo en dos ocasiones del tipo de accidente que se puede ver en este enlace. El primero era casi idéntico al de la foto, ocurrió en la A-8 entre Basauri y Bilbao, el conductor y único ocupante resultó ileso. El segundo, en el mismo tramo, fue peor; el coche estaba literalmente sin techo, sus dos ocupantes perdieron la vida. En ambos casos en la mediana.

viernes, 13 de abril de 2012

PASADA LA SEMANA SANTA (1)

Vuelven como todos los años los balances, estadísticas, alarmas, opiniones... Me cansan. Llevo muchos años leyendo, escuchando, viendo y atendiendo casi todo cuanto se dice sobre los accidentes de tráfico y ya me resulta agotador ver cómo se repiten los mismos esquemas una y otra vez; aún así, sigo vigilando, haciendo más esfuerzo pero sin perder la esperanza de encontrar algún dato nuevo, alguna opinión diferente. Por ello, normalmente, no me gusta... entrar al trapo, como suele decirse, y hacer una supuesta valoración en base a estadísticas que, dicho sea de paso, no son santo de mi devoción porque tengo fundadas razones para dudar de cómo se hacen las mismas. He visto unos cuantos atestados en los que explican un accidente de tráfico con menos renglones de los que ocupa este párrafo que ya acabo.

Foto tomada del sitio: turismosalud.wordpress.com
He leído la nota de prensa que la Dirección General de Tráfico (DGT) publica en su Web y en la que expone el balance provisional de accidentes durante esta recién pasada Semana Santa. Antes de continuar, deseo aclarar -por muy obvio que resulte- que desde un punto de vista puramente humano considero que una sola víctima mortal -por la razón, o sin razón, que sea- siempre es protagonista de una desgraciada tragedia que genera una onda de profundo dolor en cuantos la amaban y estimaban. Normalmente, en menor medida, sucede lo mismo con respecto a los heridos, especialmente, cuando sufren lesiones graves que les provocan secuelas irreversibles de por vida. Dije que es obvio y aún así me explico, porque creo que no todo el mundo ni siempre es consciente de esto: todos, en algún momento de nuestra vida conoceremos dolor y muerte, próxima y propia. Así pues, sentirnos solidarios con quienes sufren debería ser algo perfectamente natural.

Foto tomada del sitio: elpacienteytu.blogspot.com.es
Como no podía ser de otro modo, la DGT presenta sus datos y el breve y provisional análisis de los mismos desde una perspectiva política. Vistos desde esta faceta se puede afirmar que no están mal, ya que comparando con el año pasado el incremento en términos absolutos de las víctimas es pequeño y en términos relativos mayor, pero creo que no puede considerarse significativo porque es muy probable que quede diluido en un cómputo de varios meses o anual. También es cierto que los fenómenos meteorológicos adversos influyen negativamente en el tráfico y esta Semana Santa hizo mal tiempo en prácticamente toda España todos los días llegando a cubrir la nieve buena parte del territorio.

Subiendo a Artxanda desde Galdakao (Vizcaya), febrero 2012
De la citada nota de prensa, los datos que más me han llamado la atención son los siguientes:

  • Salidas de la vía, 49 % de los fallecidos.
  • Colisiones frontales, 22 % de los fallecidos.
  • El 78 % de los fallecidos en carretera convencional.
  • En autopista y autovía 4 % y 16 % de los fallecidos respectivamente.
  • Al menos, un 10 % de los fallecidos no utilizaba el cinturón de seguridad.
  • Fallecidos por grupos de edad, de 65 y más años 20 %; de 45 a 54 años, 18 %; de 15 a 24 años, 16 % y hasta 14 años, 4%
Creo que hace más de una década que las salidas de la vía se producen en un porcentaje muy elevado de accidentes, es casi una constante. Algunas colisiones frontales, probablemente, sean salidas en las que se invade carril contrario y se choca con alguien que lo estaba utilizando, pero la mayoría de las mismas seguramente se producirán por adelantamientos indebidos. En cuanto el camino deja de ser muy fácil y aumenta notablemente el número de vehículos se disparan los accidentes, ¡78 % de las víctimas mortales en carreteras convencionales! Parece evidente que, en general, se conduce muy mal. Cinturón de seguridad, ¿pero cómo es posible que todavía haya alguien (y no son pocos) que se resista a utilizarlo? El último dato no me sorprende, hace tiempo que vengo leyendo en repetidas ocasiones -además salta bastante a la vista- que la población española es una de las más envejecidas del mundo; también observo, que muy pocos jóvenes hacen viajes largos en automóvil. 

Este tipo de señalización abunda en España desde hace muchos años,
y produce accidentes. Sólo a 80 km/h se recorren 22'2 m/s
Es imposible que no se pueda indicar de forma más sencilla, eficaz y segura.
Cerca de Zaragoza. Foto tomada del sitio: www.skyscrapercity.com
El dato que más me sorprende, sin embargo, es el de la notable diferencia porcentual entre los fallecidos en autopista (4%) y autovía (16%), siendo en realidad dos tipos de carreteras muy semejantes sólo diferenciadas por sutiles matices más teóricos que prácticos. Pensando un poco, se me ocurre que, al menos que yo sepa, en España aún no hay autovías de peaje (ay, no quiero dar ideas), pero sí bastantes autopistas con él; quizá por ello son menos utilizadas. Además, generalmente, las autopistas de peaje son las carreteras que en mejor estado se encuentran en este país luego, si en ellas hay menos accidentes y están mejor conservadas, ya tenemos dos buenas razones para no dudar en utilizarlas cuando hagamos un viaje largo, especialmente, si lo hacemos pocas veces. Conste que no tengo comisión con ninguna concesionaria de autopistas. También tengo oído que muchos kilómetros de autovías están en un estado de conservación lamentable, hace pocos años (en este siglo) yo mismo lo he sufrido en la A-1 (Burgos - Madrid) y en la A - 4, desde Ocaña hasta Despeñaperros era escandaloso, sé que este último lugar ahora está muy mejorado (lo de antes era para escribir un libro) y con trazado nuevo pero aún no he pasado por él.

Foto tomada del sitio: www.teinteresa.es
Durante estos días festivos los medios de comunicación han ido dando cuenta de los accidentes que se iban produciendo. Inculcando el miedo cual rayo que no cesa (como decía Miguel Hernández), especialmente la televisión, uno está comiendo o cenando tranquilamente en tanto dan las noticias y ahí está: “El trágico accidente que ven en sus pantallas se ha saldado...” Pienso que las noticias se dan con ánimo de intimidar, sólo cuentan lo malo para tenernos inertes sumidos en el pánico, para que tengamos miedo, no sólo a conducir, sino a todo: a la prima de riesgo, a la Unión Europea, a salir a la calle, a Alemania, a Francia, al “dios mercado”, a los extranjeros, al frío, al calor... ¡A vivir! ¡Ay mísero de mí!
Vivo sin televisión desde mediados de los ochenta, no obstante la veo algo en casa de mi madre, pero cada vez que lo hago, más me reafirmo en lo bien que se está sin ella. Lo recomiendo vivamente porque creo que la televisión está siendo utilizada por la clase dirigente como el medio más eficaz, hasta ahora, para diluir la capacidad de análisis y de crítica, de pensar, de la mayor parte de la población.

Albert Einstein
¿Qué puedo decir? Si hasta escribir su nombre huelga.
 Le admiro y me impresiona profundamente este hombre.
Foto tomada del sitio: www.todohumor.com
Pero lo peor viene después de mostrar las terribles imágenes, cuando de un modo más o menos encubierto, se pide al Gobierno que tome o cambie alguna medida. Esta parte es la que más miedo me da, porque generalmente, en lo que llevamos de siglo (antes no tanto), cada vez que el Gobierno modifica la ley de Tráfico o alguno de sus Reglamentos, en el mejor de los casos y dicho muy suavemente, sólo sirve para añadir confusión. Este país es el paraíso del: “lo que no está prohibido es obligatorio”. También sucede que estas peticiones para que el legislador actúe, incluyen un subliminal y perverso mensaje, una llamada al fatalismo, a la pasividad, al “no es mi culpa”, “es que deberían...” Siempre pensando en los demás, claro; la culpa siempre es de los otros. En estos días, pude ver en la televisión cómo hay quien afirma que el año pasado el límite estaba en 110 km/h y eso hizo disminuir mucho los accidentes, cuando es evidente que un aumento o disminución del límite de velocidad en 10 km/h, per se, es imposible que pueda influir en que se produzca o disminuya en uno solo el número de accidentes. También es imposible lograr una tasa de accidentes igual a cero; quienes son profesionalmente responsables del manejo de barcos, aviones, trenes, autobuses... algunas veces también sufren accidentes. Albert Einstein dijo: “Sólo dos cosas son infinitas, el universo y la estupidez humana... y no estoy seguro de lo primero.”
Esteban

miércoles, 4 de abril de 2012

SEMANA SANTA 2012 ➋

A pesar de lo expuesto, contamos con una ayuda muy importante: las autopistas y las autovías. En España, afortunadamente, casi cualquier viaje que supere los 200 km se puede hacer en su mayor parte por autovía o autopista. En estas carreteras conducir con seguridad y lograr tiempos razonables de viaje es muy fácil, por ello, aunque algún tramo, o toda, sea de peaje merece la pena pagar, sin ninguna duda. Para conducir con seguridad en ellas, basta con lo siguiente:
  • Utilizar los carriles de aceleración y de deceleración, tal como su propio nombre indica. Es decir, aumentando la velocidad dentro del primero y disminuyéndola dentro del segundo. 
Carril de aceleración.
Foto tomada del sitio: halembeck.blogspot.com.es
  • Si el tráfico es muy intenso seguramente habrá que detenerse, hágalo en el carril de aceleración, muy próximo a la derecha y reservando una parte del mismo para poder acelerar en cuanto se pueda. Muy importante: sea paciente, en muy pocos segundos alguien le facilitará la entrada, ¡seguro! 
Carril de deceleración.
Foto tomada del sitio: www.documentales.pe
  • Una vez en la autopista o autovía, circule por el carril de más a la derecha, déjelo sólo si tiene una buena razón para ello y, además, asegúrese completamente de que no se pone delante de nadie que circule más rápido que usted. ¿Que tiene duda? Ni se mueva. ¿Que viene muy rápido? Qué más le da, evite convertir la supuesta infracción de otro en su problema, aunque sólo sea porque tiene mucho más que perder si ocurre un accidente. Además, la envidia siempre es un pecado detestable, estamos en Semana Santa y al volante suele conllevar una penitencia terrible muy rápidamente, sin tiempo para arrepentirnos.
  • Incluso en autovía y autopista, si decide adelantar, asegúrese también de hacerlo a una velocidad claramente superior a la del vehículo adelantado. Un adelantamiento, o se hace rápido, o no se hace.
  • En cuanto a velocidad, el límite genérico está en 120 km/h, ojo con los específicos, pueden estar justificados. Lo dicho no significa que nadie tenga que ir a 120, si no quiere “correr”, mantenerse alrededor de 100 suele ser bastante seguro, pero vigile atrás con más frecuencia.
  • Ah, y respete amplias distancias de seguridad siempre que pueda, por supuesto. Sea lo más independiente posible. Asegúrese al máximo de que, lo malo que pueda ocurrir dependa sólo de usted. 
Foto tomada del sitio: www.diariomotor.com
En el lugar donde habite durante sus días de vacaciones, probablemente se mueva por carreteras convencionales con un solo carril por sentido. Mantenga su atención al máximo, esto debe ser así tanto en recorridos de 20 como de 1.000 km. Mucho ojo con las intersecciones, aquí son al mismo nivel, respete la preferencia de paso escrupulosamente. Y si apenas tiene práctica en realizar adelantamientos con doble sentido, absténgase y deje hueco para que otros puedan hacerlo colocándose delante de usted. Es una obligación recogida en la Ley de Tráfico y de puro sentido común.

En algunas carreteras los extraños son los coches.
Autor de la foto: Carlos Cummnins
Podría extenderme mucho más, pero lo dicho hasta ahora son los errores y vicios que con mayor frecuencia veo en la carretera que más riesgo de accidente grave conllevan y de los que poco o nada nos dicen en las famosas recomendaciones que al principio comentaba. En éstas, siempre inciden mucho en el cuidado y revisión del vehículo y, me consta, que muchas personas, justifican y asocian lo seguras que son conduciendo, en proporción a la factura que pagan por la revisión en el taller oficial de la marca de su coche. Mas, aún así, se deben comprobar los niveles de líquido refrigerante, de frenos, de limpiaparabrisas, de aceite, revisar luces (todas) y, muy importante, presión y estado de neumáticos, incluida la rueda de repuesto. Ruedas, aceite y refrigerante en frío. 

Foto tomada de Internet, perdí la dirección del sitio.
Muy importante, si en algún punto de su ruta equivocan el rumbo y se pierden (cosa bastante probable dadas las señales de “orientación” que sufrimos en este país), no les importe. En serio, a mí me ha pasado muchas veces; antaño, me daba mucha rabia y me agobiaba bastante, pero desde hace muchos años, me sucede como en un famoso chiste, cuando alguien me pregunta: “¿Ya no te pierdes?” Contesto, “sí, pero no me importa”. La angustia que a veces supone pasarse una salida, tomar la dirección errónea en un cruce, o ser directamente engañados por una deficiente señalización, es una fuente de problemas (muchas veces amplificados por nuestros pasajeros) que muchas veces son la raíz de un accidente. Cuando les sucedía a mis alumnos y les veía tan preocupados por ello, siempre les invitaba a mantener la calma y les decía “no te preocupes, no estamos en el Sahara, aquí perderse no significa la muerte, salvo que le des demasiada importancia. Tan solo implica un poco más de esfuerzo y seguramente un retraso en la llegada, sólo eso”. Por cierto, si nos espera alguien, allá donde vamos, es muy importante avisarle de un retaso, especialmente, si es nuestra madre.
Que disfruten de sus vacaciones sin dejar de cuidarse y del viaje desde el primer minuto. ¡Bon voyage!
Esteban

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martes, 3 de abril de 2012

SEMANA SANTA 2012 ➊

En las fechas previas a la semana en que estamos, vacaciones de verano y puentes importantes, siempre, y prácticamente todos los medios de comunicación, emiten consejos para conducir con el fin de que hagamos el viaje de ida y de vuelta al lugar que elegimos para pasar esos días de descanso sanos, salvos y sin novedad.

Antes de ayer, Domingo de Ramos. ¡Gracias, Lucía!
Hace muchos años que se viene repitiendo la mencionada rutina con una perseverancia tan digna de admiración como falta de fe en el resultado y que personalmente me cansa, me aburre y hasta me asusta; pues, si realmente es necesario dar esas recomendaciones tan obvias a una mayoría de conductores es evidente que son muchos los que no deberían conducir y mejor harían -si quieren hacerlo- en dedicar sus días de vacaciones a aprender, en fin. Lo que sin duda siempre resulta útil, es dar información precisa sobre incidencias concretas en determinados tramos de carreteras (porque se encuentren en obras, porque disponen de carril adicional o del sentido contrario al habitual...) y la meteorológica.

"Operación salida"
Foto tomada del sitio: www.elpais.com
En realidad, los problemas que se generan en el tráfico porque una gran parte de la población disponga de 4, 5, 15 ó 30 días de vacaciones son los mismos que se pueden dar en un fin de semana cualquiera pero notablemente multiplicados. En los días festivos nos encontramos en las carreteras, básicamente, con dos grandes grupos de conductores: Los que conducen todos los días por razones directa o indirectamente relacionadas con su trabajo -aquí estarían todos los conductores profesionales-; y quienes conducen esporádicamente, generalmente en días festivos -y no todos-, muy excepcionalmente en días laborables -es muy típico, que si llueve, usen el coche a modo de paraguas- y, aquí, sin que lo sean todos, sí que se encuentran todos los domingueros.

Cuando los días festivos son más de dos, el asunto no sólo se complica porque la heterogeneidad del grupo de conductores se multiplica de forma notable, sino también porque el porcentaje de viajes largos aumenta considerablemente. Es decir: somos más, más cada uno de una madre, estamos más tiempo en la carretera y con velocidades medias y máximas más altas de lo habitual para una buena parte de esos conductores; además, casi todos con varios ocupantes y su correspondiente equipaje (bastante más peso del acostumbrado). Vamos, que la emoción está garantizada, y todavía hay quien al llegar a destino hace puenting...
Aquí se han cumplido miles de sueños.
Provincia de Huesca, Aragón.

Bromas a parte, no es mi intención pintar un panorama sombrío para estos días de vacaciones, no. Pero es necesario ser conscientes de con qué nos vamos a encontrar y mentalizarse muy bien para ello. Es necesario e imprescindible armarse de paciencia (para con nosotros mismos, nuestros pasajeros y con los demás) y tolerancia. Educación, respeto y buen hacer; concentración, trabajo y esfuerzo. Estas son las claves.
En días festivos, los conductores habituales y profesionales que, generalmente, tienen un nivel de conducción superior a la media, ven disminuir este por la presencia de pasajeros. No es lo mismo viajar solo, que con tus hijos y cónyuge. Y para quien no tenga familia, lo mismo ocurre si va con amigos. No es lo mismo que el conductor tenga que preocuparse solo de sí mismo, a que también tenga que preocuparse de sus pasajeros, y lo que es peor, a que éstos puedan influir negativamente -aún sin mala intención, e incluso con buena- en la toma de decisiones inherente a su tarea. ¡Cuidado! Porque estamos ante la raíz de no pocos accidentes. Una simple llamada de atención de pasajero a conductor expresada de forma súbita y con un elevado tono de voz del tipo: “¡Mira, miraaaa...!” Porque hay una preciosa puesta de sol y para verla, quien conduce, debe girar 90º su cabeza a la derecha, puede ser suficiente para que nunca más vean nada los dos. Ejemplos hay muchos, todos hemos sido testigos de ellos. 
El pasajero puede facilitar la tarea de quien conduce siempre que sea necesario y ayudar en lo que pueda y para lo que le requiera la persona que conduce, siempre que ambos lo deseen, claro. Al menos, que no estorbe. Ponerse a leer un periódico cuando se ocupa el asiento delantero derecho, por ejemplo, puede impedir al conductor la utilización del espejo exterior de ese lado. También es conveniente que los pasajeros vayan correctamente sentados, más o menos de forma similar a como debe ir el conductor, al menos, la mayor parte del tiempo y siempre que las condiciones sean difíciles, así tendrán la máxima protección en caso de accidente. Tampoco debe el conductor provocar al pasaje y tener presente siempre que debe velar por su seguridad y comodidad, impidiendo siempre que éste le rebaje su nivel de atención lo más mínimo. Esto se consigue con abstracción y llegaremos a ella por una adecuada concentración en la tarea de conducir. Ya en la primera clase de coche, cuando un alumno me decía o le decía algo, sistemáticamente, giraba la cabeza para hablar mirándome a los ojos, y siempre les decía, sin dejar de mirar a la carretera y sin corresponderles en el gesto, que agradecía el suyo porque es sincero, franco, noble y valiente, pero que si estaban conduciendo no lo hiciesen nunca, que se acostumbrasen a evitarlo siempre y mantuviesen la vista en la carretera en todo momento.

¡Un Haiga!
Foto tomada del sitio: enlaplayadeneil.blogspot.com
En días festivos, el otro grupo de conductores, los que conducen esporádicamente y los domingueros, suelen conducir algo (por lo menos) y notablemente peor, respectivamente, pues a su nivel de conducción por debajo de la media se suma, lo dicho de los pasajeros, y la ansiedad que genera enfrentarse a una tarea para la que uno se sabe y se siente poco preparado, que además, generalmente, ni le gusta ni le atrae.

Circuito de Cheste, Valencia.
Tanto en un grupo como en otro sucede, no pocas veces, que el accidente empieza a tejerse antes de tan siquiera arrancar el motor debido a discusiones que surgen antes de iniciar el viaje entre las personas que comparten vehículo. Es necesario eliminar esos malos humores antes de girar la llave de contacto, ¡es imprescindible! Es un factor de seguridad básico y no tiene precio porque nada cuesta; bueno, sí, pero generalmente basta con una palabra, de este tipo: perdón, disculpa, gracias... Además, ¿Por qué esperar a llegar al destino para disfrutar de las vacaciones? Hágalo desde el primer minuto. Todos los paisajes tienen su belleza, y todas las luces. No sólo es hermoso el lugar donde nacimos o vivimos. Plantéese el recorrido como una carrera de coches, y no, no hablo de velocidad, sino de asegurarse una buena salida y de cumplir el objetivo Nº 1 de cualquier piloto: acabar la carrera. Sin tropezar con ningún otro participante, ni romper la máquina por causarle una avería o tener una salida.
Esteban