La señora doña María Seguí Gómez es la actual Directora General de Tráfico y ha propuesto hace poco que cualquier aspirante al permiso de conducir pueda hacer el examen práctico en un coche dotado de un sistema automático que permite hacer la maniobra de estacionamiento sin intervención alguna del conductor, incluso en algunos casos estando este fuera del vehículo. Pueden ver aquí la noticia y aquí un vídeo muy corto donde esta misma señora hace una demostración.
La señora María Seguí en plena demostración. Yo no me pondría detrás y menos mirando a cámara. Fuente. www.bmwfaq.com |
Si esta sorprendente y peregrina idea se lleva a cabo, la persona que opte por ella tendrá restringido el uso de su carnet a la conducción de automóviles que puedan aparcar solos a cambio de reducir en unas pocas clases su aprendizaje en la autoescuela y evitar hacer esta maniobra en el examen práctico.
Llamativas ventajas cuya luz se apaga ante la oscura sombra de una realidad indeseable: no sabrá mover su coche a la mínima velocidad posible ni calcular ni ejecutar maniobras que muchas veces surgen como imperiosamente necesarias, diferentes a las que se precisan para estacionar y que ese flamante automóvil que aparca solo tampoco podrá resolver.
En las vías urbanas es mucho más frecuente de lo que parece vernos obligados a realizar atípicas maniobras por las extrañas y egoístas decisiones que toman otros conductores a la hora de detenerse, parar o estacionar su vehículo. Y, cómo no, también por errores propios, no anticiparnos lo suficiente a lo que harán los demás y dejarnos sorprender por ellos.
Todo esto hace que nos veamos en ocasiones ante situaciones de bloqueo de las que sólo podremos salir analizando muy bien el espacio disponible (bajándonos del coche a veces), buscando una salida y haciendo múltiples movimientos con nuestro coche a la mínima velocidad posible, justo que se mueva. Bien, pues sin saber aparcar es imposible hacer esto, y llegado el caso, la única solución pasa porque otro conductor -que de verdad lo sea- se apiade de nosotros, le dejemos tomar los mandos de nuestro coche y nos solucione el problema, cosa que sin duda también le interesará.
Lo dicho sería la consecuencia más destacada de ignorar las maniobras, pero la más importante y peligrosa es otra que afecta en cualquier tipo de vía, también es la más sutil y difícil de detectar incluso después de producirse un accidente. Me refiero a la actitud con la que conduce una persona que ha decidido aprovechar la supuesta y falsa ventaja que la DGT le ofrece, pues al aceptarla está reconociendo implícitamente que quiere conducir con una mínima inversión de esfuerzo en una tarea que, paradójicamente y para la mayoría de las personas, es la que más peligro entraña de todas a las que se enfrentan en su vida.
¿A usted le gustaría que el chófer del autobús que lleva a sus hijos al colegio sólo pudiese conducir aquellos que aparquen solos porque él ni se ha tomado la molestia de aprender algo tan elemental? ¿Verdad que no? A mí tampoco.
Por la misma razón, aun tratándose de un turismo, seguro que ni usted ni yo queremos ser conducidos por un amigo que conscientemente desea ignorar aparcar. Se puede conducir mal aun sabiendo y entrenando las maniobras de estacionamiento, pero es imposible conducir bien sin saber aparcar.
Habrá personas que piensen que esto es algo similar a poder aprender a conducir con un coche que tenga cambio de marchas automático y que no debería escandalizarme por lo que recientemente dijo la señora Seguí sobre conducir sin saber estacionar. Es más, también me parece posible que alguien piense que me contradigo cuando sostengo como buena la idea de conducir un coche automático desde la autoescuela. Pero no, no es lo mismo, porque se puede conducir muy bien sin haber manejado nunca un cambio de marchas manual, mas como dije antes, repito y mantengo, es imposible conducir bien sin saber hacer maniobras de estacionamiento. El cambio automático no influye en la ejecución de ninguna maniobra ni, menos aún, potencia una actitud de mínimo esfuerzo a la hora de conducir. Es más, en mi opinión, debería ser considerado un elemento de seguridad activa.
Otra cosa es que una persona sepa conducir, tenga una experiencia suficiente y pueda realizar cualquier tipo de maniobra sin más problema que aplicar más o menos tiempo y esfuerzo, y, sin embargo, decida comprar un coche con sistema de estacionamiento automático. Esto es otra cuestión, ante la que nada tengo que objetar, y que yo mismo agradecería en ocasiones sin dudarlo. Estoy harto de aparcar, la verdad sea dicha, y también de pisar, templar y soltar el embrague. Dicho de otro modo: pagaría, llegado el caso, un extra por un buen cambio automático, pero no porque el coche aparque solo; otra cosa es que esto último viniera de serie, en ese caso lo aprovecharía en algunas ocasiones desde luego, pero nada más.
Durante varias décadas para conducir un coche había que superar dos pruebas prácticas: una de maniobras en pista o circuito cerrado y otra de circulación en vía pública con tráfico. En la primera mitad de la década de los noventa, la DGT decidió eliminar las maniobras en pista y mantener sólo las de estacionamiento (línea o batería, derecha o izquierda indistintamente) a realizar en cualquier momento durante el desarrollo de la prueba de circulación. La señora Seguí nada tuvo que ver con esta decisión, pero fue el comienzo del declive de la DGT en cuanto a la formación de conductores al eliminar una etapa básica de la misma.
Entre todos los compañeros de oficio que conozco y examinadores que trabajaron en ambas etapas (antes y después de las maniobras), la opinión es unánime: fue un grave error de la DGT. Y se empezó a notar sistemáticamente en cuanto hubo ocasión, a los alumnos les costaba más aprender a manejarse en circulación abierta, les faltaba dominio del vehículo y la velocidad de paso, media y mínima era notablemente más alta, con lo que aumentaba el número de errores y el riesgo, con lo cual necesitaban más clases prácticas, generalmente, más de las que se daban en la etapa anterior aun sumando las clases de maniobras. Y también aumentaron los suspensos en circulación. Esto son hechos.
Zigzag hacia adelante y hacia atrás, otras dos maniobras muy útiles también desaparecidas. Fuente: centralcars.com.ar |
¿Por qué se tomó aquella nefasta decisión? No lo sé a ciencia cierta, de forma oficial y pública nunca se explicó; pero pondría la mano en el fuego a que se hizo por razones claramente innobles. Lamenté mucho entonces -y siempre- que estemos tan desunidos en nuestro gremio y no hagamos valer lo que aprendemos en él. Personalmente, intenté durante meses convencer a los alumnos de la importancia de realizar maniobras a pesar de que no fuesen materia de examen; les invité a practicarlas después de tener el carnet, si lo preferían así; les ofrecí prestados mis palos y mis conos para que ellos mismos lo aprendiesen por su cuenta después de explicarles en qué consistían y cómo hacerlas sin tener que pagar nada. Nadie se interesó por ninguna de estas posibilidades. “Si no lo piden en el examen, si las han quitado... por algo será. ¿Esteban, no serás tú el que está equivocado?” Ojalá, pero en esto no, lo que dije en el párrafo anterior son hechos, y a ellos me remito.
¿Por qué la señora Seguí amenazó (y digo amenazó porque esto es un peligro) con permitir conducir sin saber aparcar? Me consta y sé que en la DGT hay personas que saben mucho sobre formación de conductores y comportamiento de los mismos, sobre seguridad vial, carretera, automóviles... Basta con preguntarles, doña María, son “de la casa”, de fiar... no la engañarán. También puede preguntarnos a nosotros, la mayoría le contestaremos con mucho gusto, pero a nosotros, no a quienes dicen que nos representan, entre otras cosas porque estos hace tiempo que no saben lo que es ir sentados a la derecha en un coche de escuela, si es que alguna vez lo han sabido.
Frenada de emergencia. Sin duda, algo que todos tenemos que hacer a veces y, sin embargo, nunca ha sido maniobra de examen. ¡Increíble! Fuente: www.auto10.com |
Tal vez la señora Seguí, en base a que muy probablemente le queden sólo unos meses al frente de la DGT, quiera hacer méritos con la industria del automóvil y convertirse en la vendedora de coches número uno de España en busca de un futuro laboral en esa industria. O quizá esté deslumbrada por el brillo del supuesto oro de la tecnología. O nos prepara para el próximo paso: expedir carnés de conducir como los documentos de identidad o los pasaportes, ¡sin examen! ¿Buscará que haya muchos conductores sin formación para poner muchas más multas? Esto son sólo especulaciones mías, ustedes perdonen; formuladas con ironía y ácido humor, pero, de algún modo hay que tomarse ciertas propuestas que sólo por hacerlas públicas deberían conllevar una dimisión.
P. D.: Contrariamente a lo que se suele pensar aparcar es muy fácil, la prueba: siguiendo las indicaciones se hace bien desde la primera vez. En Conducir sin miedo detallo paso a paso, con fotos y razones cómo estacionar, pueden comprobarlo; les será útil y práctico con toda seguridad.
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