jueves, 22 de marzo de 2012

¡I M P R E S I O N A N T E!

Ocurrió el último martes del pasado mes a las 15:50 h en la autopista A-8 a la altura de Colindres, sentido Bilbao.
Ese 28 de febrero había salido de Gijón muy temprano, aún era completamente de noche, con rumbo a Bilbao, pero esta vez, con escala en Santander donde debía de estar toda la mañana. Llegué a esa ciudad a eso de las 8 y estuve hasta pasadas las dos de la tarde. El día era espléndido, con un cielo y una luz más propia del sur de España que de estas latitudes y disfruté del paisaje que ofrecía la bahía de Santander paseando al lado del mar desde casi Puerto Chico hasta el centro contemplando el abrazo que se dan aquí las montañas -nevadas las de más al sur- y el mar. Apetecía quedarse a vivir. 

Ferrari 166 MM    24H Le Mans 1949
Creo que salí hacia Bilbao pasadas las dos y media de la tarde, el día seguía perfecto, con muy buena visibilidad porque un viento suave y frío del norte mantenía la atmósfera limpia y nítida. Circulo por la A-8 con tráfico muy fluido a poco de alejarme de Santander. Paro en un área de servicio donde tomo una Coca Cola y un bocadillo, continúo la tercera etapa del viaje como hice en la segunda, circulando muy tranquilo a la velocidad máxima permitida (120 km/h) y muy excepcionalmente un poco por encima, adelanto a un camión poco antes de comenzar la suave bajada que lleva al viaducto de Colindres y salva la Ría del Asón, saliendo del puente hay una suave curva a derecha que lleva a una recta que acaba en otra amplia curva a izquierda. 

El viejo y nuevo puente de la Ría del Asón, Cantabria.
Foto tomada del sitio: commons.wikimedia.org
En el último cuarto de la recta me parece ver un reflejo del sol en algún objeto que imagino en la mediana (estoy en el carril derecho de los dos que hay), uno o dos segundos después, me doy cuenta de que no es un reflejo si no una luz, me extraña poder ver en un día tan luminoso la luz de algún vehículo en la otra calzada, ¡claro, cómo no me va a extrañar! La luz está en el carril izquierdo de mi calzada, es de una moto circulando en sentido contrario en plena autopista. Me cuesta creer lo que veo, no va muy rápido, sobre 100, aproximadamente, y yo por ahí o algo menos, levanté el pie en cuanto vi que se trataba de una moto. Le doy destellos de luz larga y toco la bocina intermitentemente, veo que el camión que circula detrás de mí y tengo a vista en el espejo aunque a buena distancia, hace lo mismo. Pierdo de vista en el retrovisor a la moto, recupero velocidad, sigo, y sigo -casi un mes después- enormemente sorprendido de lo que he visto. ¡Me parece increíble! ¿Cómo se puede cometer un error tan grave conduciendo una moto?

Donde está el cursor, aproximadamente, me crucé con la moto.
Foto tomada de Google Maps.
“Nunca vi cosa igual” es una frase muy empleada en Asturias cuando uno quiere expresar su asombro, y también se usa mucho esta otra, más... autóctona: “Más gorda nun va al prau”. Pues eso. Nunca había tenido conocimiento de un suceso semejante, hasta el otro día, ni leído ni oído. Ha habido tres ocasiones (a parte de esta) a lo largo de mi vida en las que me he cruzado con otro vehículo que circulaba en sentido contrario en autopista; los tres eran turismos y los tres en los alrededores de Bilbao, de día, entre semana, yo iba dando clase de coche, sólo el conductor a bordo, en dos de los casos un hombre y en el otro una mujer, y en los tres -salvo por el nada despreciable detalle de que circulaban “a la inglesa” fuera del Reino Unido- parecía que conducían e iban bien. Ah, y ninguno de los tres era joven ni viejo, que conste; y los coches que conducían perfectamente normales, nada de tuning ni deportivos, pasaban totalmente desapercibidos.

Puente Nuevo de Colindres, Cantabria.
Foto tomada del sitio: commons.wikimedia.org
Volviendo a la moto, en la que por cierto no sé si era conducida por una mujer o un hombre (lo más probable) pues la persona que lo hacía llevaba puesto un casco integral, tan integral como el vacío de su cerebro, supongo. Bueno, a lo que iba, siendo muy grave el hecho de circular por sentido contrario en una autopista, creo que lo es bastante más si se hace en moto, y también, bastante más fácil rectificar el rumbo pues basta con arrimarse todo lo posible a la mediana para poder quedar completamente fuera de la calzada, esperar a no tener ningún vehículo a la vista, dar la vuelta y ya estaría circulando correctamente sin correr tan elevado riesgo de perder su vida y/o hacérsela perder a inocentes.

Puente de Treto, diseñado por Eiffel. El mismo de la famosísima torre de París, sí.
Da... más cosa, el cruce con un camión aquí que con la moto en el puente nuevo,
pero es más seguro, por ser mucho menos sorprendente.
Foto tomada del sitio:www.panoramio.com/photo/54057756
Autor: Jabrus
A veces, viajo con el teléfono móvil colocado en un soporte y éste sujeto con una ventosa al parabrisas para ir grabando en vídeo. Esta vez no iba así, en realidad lo hago pocas veces, pero me dio mucha rabia no haberlo hecho ese día; es más, el teléfono lo llevaba en un bolsillo de la chamarra y esta en el maletero. De haberlo llevado a mano lo hubiese puesto en “manos libres” y hubiese llamado a los servicios de emergencia (112) y, por supuesto, no con el ánimo de denunciar, sino de evitar, primero, la altísima probabilidad de que algún inocente resultase gravemente herido o muerto; segundo, de evitar lo mismo para el conductor de la moto. Pude parar en el arcén (muy peligroso) o tomar una salida (mejor opción), detenerme y llamar, mas no lo hice, y eso que siempre que veo alguna incidencia importante (animales sueltos, algo que cae de un camión...) en la carretera llamo al 112, pero, me pareció que pasaría demasiado tiempo, que el motorista corregiría rápido su error, que quizá el conductor del camión que me seguía hubiese llamado... en todo caso, al menos por él y por mí estaba bien avisado desde luego.

Salvo auténtica emergencia está prohibido detenerse en el arcén porque es muy peligroso.
Foto tomada del sitio: sapiens.ya.com
El fin de este relato es ampliar el campo de nuestra atención, estar más en guardia ante sucesos insólitos pero posibles, sin miedo y sin obsesionarse, recreándonos en ellos algunas veces con nuestra imaginación para tener preparada la respuesta correcta si nos toca vivirlos y reducir al máximo la posibilidad de accidente en ese caso.

Ferrari 166 MM    24H Le Mans 1949
He pensado bastante en este suceso en estos días y seguiré haciéndolo, intentando -en vano hasta ahora- saber algo sobre qué demonios le pasa a una persona por la cabeza para que circule en moto por una autopista en sentido contrario. Sin embargo, estoy convencido de que este tipo de cosas son cada vez más probables porque en lo que veo del mundo, en esta parte donde nací y vivo hasta ahora llamada España, la crisis no solo ha hecho estragos económicos en un alto porcentaje de la población, también los hace en mentes, almas y conductas. “Cuidado”, en lengua vasca tiene su equivalente en una palabra que me gusta más para las situaciones de alto riesgo y que suena bastante más contundente: KONTUZ!
Esteban

jueves, 15 de marzo de 2012

DÍAS DE RADIO (MARZO 2012)

CHARLAS CON JOSÉ ÁNGEL EN OYE RADIO BASAURI


20ª CHARLA (7-3-2012). Alcoholímetros en Francia y campaña de la DGT con sentido del humor.



21ª CHARLA (14-3-2012). Airbag para peatones. Andar por la carretera. Muere por actualizar Facebook mientras conducía. Gobierno Vasco informa de carreteras por Twitter. Una oyente pregunta sobre sillas para niños.



22ª CHARLA (21-3-2012). Más impuestos para los coches que más contaminen. Autoparking, sistema de Audi. Restricciones para conducir a enfermos de cáncer durante su tratamiento. Una oyente comenta sobre persona multada por pararse a dormir.




23ª CHARLA (28-3-2012). Denuncias por el uso del teléfono móvil tras la reciente campaña que hizo la DGT por este motivo. El Gobierno estudia un posible aumento del límite de velocidad genérico en autopista y autovía. El Gobierno anuncia próximos controles de drogas. Comentamos algo sobre cómo afrontar la carretera en Semana Santa. Moto por sentido contrario en la A-8. Detención, parada y estacionamiento.

domingo, 11 de marzo de 2012

MADRID, 11 DE MARZO DE 2004

Como si fuese una carta, porque hoy mi corazón habita esa ciudad y ese día. En una vía muerta -vaya, nunca mejor dicho- dentro de un vagón destrozado, encogido, en tiniebla; sin sentir su latir porque el horror anula los sentidos cuando mata y cuando no, como la muerte rompió los raíles de la vida, ese día. En Madrid.

Monumento a las víctimas del 11-M en Atocha, Madrid.
Foto tomada del sitio: www.europaenfotos.com/madrid
Sirvan estas palabras a modo de un puñado de minutos de silencio, un minúsculo beau geste, que vivo cada año desde hace ocho en este día y otros muchos. Nunca lo olvido. Pero mantengo intacta mi esperanza (cual David contra un Caín gigante) de que habrá de llegar un tiempo en el que ningún hombre provoque horror en otro, en ningún lugar.

Foto tomada de Internet, no recuerdo el sitio, pero es relativo al 11-M
He hablado demasiado, pero no pude evitarlo a pesar del abismal contraste entre mis palabras y las que componen los hermosísimos versos que aquí dejo.
Esteban
¡Madrid, Madrid! ¡Qué bien tu nombre suena,
rompeolas de todas las Españas!
La tierra se desgarra, el cielo truena,
tú sonríes con plomo en las entrañas. 
                                                  Antonio Machado
* * * * * * * *
Me sobra el corazón

Hoy estoy sin saber yo no sé cómo,
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato. 
                            Miguel Hernández
* * * * * * * * 
Elegía a Ramón Sijé
                                                                      (En Orihuela, su pueblo y el mío, se me
                                                                          ha muerto como el rayo, Ramón Sijé,
                                                                                                         con quien tanto quería.)

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas,
y órganos mi dolor sin instrumentos,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler, me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo voy
de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano está rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes,
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero mirar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera,
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas
y tu sangre se irá a cada lado,
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas,
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
                                              Miguel Hernández
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Esta va también por un 11 de diciembre. ¡Esta va por ti, Carmen! 




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jueves, 8 de marzo de 2012

8 DE MARZO

He conocido en Asturias, en la generación anterior a la mía, a algunas mujeres que tenían por nombre Libertad. Sólo años después me encontré con una niña que llevaba ese nombre, un personaje de MAFALDA, de mi admirado Quino. 

INFO CURSOS Y LIBROS: AQUÍ AQUÍ.

Libertad (Mafalda) de Quino.
Dibujo tomado del sitio:cautivodetiltil.wordpress.com
Hoy brindo por la libertad, por ellas, por todas las mujeres. ¡Son la sal de la vida!


Apuro el sagrado néctar que me ofrece la madre Tierra y rompo mi copa tirándola hacia atrás, sin mirar, si quitar la vista al infinito futuro.
Hay una canción de John Lennon, poco conocida, que dejo aquí, hoy, a modo de presente y felicitación para todas las mujeres.
He copiado la letra del sitio: sedelu.ohlog.com Si pinchan aquí, también podrán ver un vídeo en el que su autor, atiende una entrevista y canta la canción. ¡Que la disfruten!

Esteban

INFO CURSOS Y LIBROS: AQUÍ AQUÍ.

La mujer es el negro del mundo, John Lennon
La mujer es el negro del mundo
sí, lo es
piensa en ello
la mujer es el negro del mundo
piensa en ello
haz algo por cambiar esa situación
La obligamos a pintarse la cara y bailar
si no quiere ser una esclava, decimos que no nos ama
si es verdadera, decimos que trata de ser hombre
mientras la rebajamos fingimos que está por encima de nosotros
La mujer es el negro del mundo
sí, lo es
si no me crees echa una mirada a la que está contigo
la mujer es el esclavo de los esclavos
y deberíamos gritar por eso, sí
La obligamos a tener y criar a nuestros hijos
y después la hacemos a un lado por ser una gallina vieja y gorda
le decimos que el hogar es el único sitio, donde debe estar
y después nos quejamos de que es poco mundana para ser nuestra amiga
La mujer es el negro del mundo
sí, lo es
si no me crees echa una mirada a la que está contigo
la mujer es el esclavo de todos los esclavos
sí, muy bien.
La insultamos todos los días en la televisión
y nos preguntamos por qué no tiene agallas ni confianza
cuando es joven, matamos su voluntad de ser libre
mientras le decimos que no sea tan lista
la rebajamos por ser tan tonta
La mujer es el negro del mundo
sí, lo es
si no me crees
echa una mirada a la que está contigo
la mujer es el esclavo de los esclavos
sí, lo es

miércoles, 7 de marzo de 2012

ELLAS O NOSOTROS, ¿QUIÉNES CONDUCEN MEJOR? ➍

D E S P U É S

Logrado el permiso de conducir, son muchas las mujeres que conducen muy poco o nada.  Sin embargo con los hombres ocurre justamente al revés. En esta fase, también hay un comportamiento diferente entre las mujeres en función del grupo de edad al que pertenezcan, siendo bastante más homogéneo en los hombres. La actual crisis económica que sufrimos también marca un antes y un después muy claro en este asunto, por la sencilla razón de que muchas personas no pueden comprar un coche y el que hay en la familia se utiliza justamente lo imprescindible, o poco más en el mejor de los casos, además de que se procura preservarlo al máximo de posibles averías y pequeños percances que, generalmente y muchas veces sin razón, se supone que le ocasionará el conductor novel.

A pesar de todo, para mí sigue representando la libertad.
Foto tomada del sitio: la-isla-desconocida.blogspot.com
Desde la segunda mitad de los noventa y hasta el 2008 -claro inicio de la crisis cuyos síntomas, en realidad, en España comenzaron a darse en el segundo semestre de 2006- muchas mujeres de entre los 18 y más o menos 30 años, si empezaban a trabajar, una vez tenían el carné, compraban un coche y comenzaban a conducir. Del mismo modo, prácticamente, hacían los hombres de este grupo de edad. Las mujeres de entorno a los cuarenta años o más que hacían lo mismo eran muchas menos, salvo que les resultara necesario para trabajar, en su familia hubiese una economía bien saneada, o se hubiesen trasladado a vivir a un adosado en las afueras, por ejemplo. Muchas de las mujeres del primer grupo, cuando forman pareja empiezan a conducir menos (y menos aún, si tienen hijos) hasta el punto, de que si ambos componentes de la misma disponían de un coche cada uno, se venden los dos y compran uno mejor y más grande que utilizará casi siempre el hombre.
Las circunstancias descritas, que prácticamente todo el mundo conoce y de las que casi todos tenemos algún ejemplo muy próximo hacen que una buena parte de las mujeres que tienen permiso de conducir, pasado más o menos tiempo después de salir de la autoescuela, apenas conduzcan. Luego si conducen poco, entrenan poco... necesariamente han de conducir peor que los hombres que, en su mayoría, hacen justamente lo contrario.

Fotograma de la película Thelma & Louise
Tomado del sitio: atodogas.creatuforo.com
Dije en la segunda parte de esta entrada que antes de la autoescuela la mayoría de las mujeres ni se piensan ni se sienten conductoras, lo cual no les impide a las más jóvenes ser mejores alumnas que los hombres cuando están en ella. Eso que antes y durante no parece darles ninguna ventaja a ellos, se la da después. En esa tercera etapa y sin darse cuenta, los hombres comienzan a cobrar el rédito del capital de atención que han invertido desde su infancia en automóviles, carretera y tráfico. Puede parecer una tontería, pero la mente masculina ha interiorizado muchísima información sobre esos tres elementos que le será muy útil en el después, cuando hay que conducir solos.
Las estadísticas que publican reiteradamente las compañías de seguros y la Dirección General de Tráfico (DGT) y que dan a conocer los medios de comunicación, sostienen (desde hace bastantes años) que las mujeres conducen mejor porque están implicadas en menor número de accidentes y se les tramitan menos denuncias respectivamente. Pero nunca he leído en los citados medios el porcentaje de mujeres conductoras en activo y no que solo tienen carné; tampoco he visto nunca que se indique el kilometraje medio anual que realizan. Sólo porque den menos partes y tengan menos multas no se puede afirmar que conduzcan mejor, por esa senda llegaríamos al absurdo de afirmar que quien dejó de conducir el día que resultó declarado apto para ello es el mejor conductor porque, obviamente, tiene 0 accidentes y 0 multas. Y todos conocemos a más mujeres que hombres que no conducen.

Cóndor
Foto tomada del sitio: www.catai.es
También sabemos todos que hay muchas menos mujeres que sean conductoras profesionales, aunque cada vez hay más taxistas, profesoras de autoescuela, manejando autobuses -generalmente urbanos-, pero muy pocas llevando camiones. También sabemos todos que muy pocas mujeres muestran interés por los coches en sí, menos aún por los deportivos, nunca he visto a una mujer conduciendo un Mitsubishi Evo o un Subaru Impreza, un Clio Sport o un Ibiza FR, por ejemplo. Aunque en este punto admito que puede deberse a un signo de madurez; ellas se hacen mujeres, nosotros nunca dejamos de ser niños y de querer juguetes.
La mayoría de mis alumnas, en mayor o menor grado, manifestaban lamentarse de su condición de mujer a la hora de conducir, “es que, claro, esto a vosotros se os da mejor”. Yo siempre les decía que no veía una sola razón para sustentar eso. Sí veo a dónde nos ha llevado la diferente educación, cultura, roles... lo que he dicho. Pero estoy plenamente convencido de que los inconvenientes que pueden suponer para que una mujer maneje un vehículo son perfectamente superables. También les decía que, puesto que todos tenemos una parte femenina y otra masculina, para conducir, que dejasen que su parte masculina tomara más protagonismo. 

Coche en prácticas.
Foto tomada del sitio: www.publico.es
Bastantes veces, oído lo dicho, mis alumnas me echaban unas miradas un tanto intranquilizadoras, yo me cubría y volvía a la carga. “A ver, mientras conduces, puedes actuar un poco, un poco solamente -no hace falta más- como un tío, en cuanto a mentalidad, actuar de una forma algo despreocupada, no tan seria, con menos agobio, poniendo un componente de juego, lúdico, de disfrute, de agilidad, una pizca de agresividad con respecto a ti misma, a tu manejo del coche, como... cuando se baila con remango y salero, con entusiasmo y gracia llevando tú el paso, marcando tú el ritmo, buscando tú espacio ahí fuera entre los demás, haciéndote respetar por como tú actúes sin buscar un despreocupado amparo en un supuesto estricto cumplimiento de las normas por parte de los otros, luchando. Desconecta de todo lo demás, sumérgete en el tráfico; yo voy comentando muchas cosas en voz alta, cópiame; actúa como si hubieses conducido toda tu vida, hay doble mando, aprovecha...”
También comentaba que, además, las mujeres cuentan con una cierta ventaja objetiva con respecto a los hombres. Son más capaces de hacer varias cosas a un tiempo, más observadoras y detallistas y tienen un campo visual periférico un poco mayor. Tener soltura en hacer varias tareas a la vez, conduciendo, puede ser un arma de dos filos. ¡Cuidado! Pero el aspecto negativo de esta cualidad se puede compensar muy bien añadiendo un poco de mentalidad masculina, tal como acabo de decir. Es el antídoto.
En resumen:
Antes; gana el hombre. Esta ventaja no aflora en “el durante”, principalmente, por exceso de confianza y sobrevaloración de su supuesta innata capacidad para conducir.
Durante, gana la mujer.
Después, gana el hombre. Pero, mientras no se demuestre lo contrario, tan solo porque conduce y entrena mucho más.
Termino con una observación que también decía a mis alumnas cuando salía aquello de que “claro, a vosotros esto se os da mejor”. Les preguntaba. “¿Sabes qué mujeres suelen conducir muy bien?” Les respondía: “Las ricas, no sólo las que tienen mucho dinero, no. Las ricas de verdad”.

Fotograma de la película Thelma & Louise
Tomado del sitio: vida-serendipity.blogspot.com
Efectivamente, las mujeres verdaderamente ricas, las de clase alta, normalmente conducen muy bien, con un nivel claramente por encima de la media y en cualquier rango de edad en que se encuentren. Generalmente, estas mujeres son y se sienten muy independientes y libres (dos aspectos muy importantes para conducir). Además, generalmente, han viajado, dominan una o varias lenguas extranjeras, van a la universidad... tienen una mentalidad muy diferente de las mujeres de clase media y trabajadora (“los que viven por sus manos”, como decía Jorge Manrique en Coplas por la muerte de su padre), han sido criadas y educadas de otra manera. ¿Se imaginan qué diría una de estas mujeres si cuando se casan, a su marido se le ocurre alguna vez decirle que mejor tienen un solo coche y que mejor lo conduce siempre él? Divorcio exprés antes de que acabe de hablar; y tendrán separación de bienes, claro.

Por si había alguna duda de que esta película me gustó mucho.
Fotograma tomado del sitio: www.dvdfile.com

Ayuda mucho, mucho más de lo que pueda parecer, a conducir bien tener un arraigado y fuerte sentimiento de independencia y de libertad; sentirse así, no cuesta un céntimo. Está al alcance de todos, aunque una persona sufra prisión puede sentirse un ser libre.
Esteban


PS: Una buena noticia. Muy reciente, muy a propósito.

viernes, 2 de marzo de 2012

ELLAS O NOSOTROS, ¿QUIÉNES CONDUCEN MEJOR? ➌

D U R A N T E
Durante su paso por la autoescuela, desde más o menos mediados de los noventa hasta ahora, las mujeres aventajan ligeramente a los hombres como alumnas. Son más trabajadoras, utilizan más y mejor su inteligencia, son auténtica minoría las que dan por sentado que ya saben conducir antes de llegar a la autoescuela (muy al contrario que los hombres), por tanto, se dejan enseñar mejor y aprenden, quizá algo más lentamente, pero cimentando su conocimiento de una manera más sólida y profunda. Son notablemente más serias.  

Foto de Internet, pero perdí el rastro del sitio.
Estoy pensando y hablando hasta ahora de mujeres y hombres jóvenes de entre los 18 y 20 - 22 años en su mayoría, aunque también tengo en cuenta a quienes andan cerca de los 30 pero que no tienen responsabilidades familiares. También me he referido hasta ahora a clases y exámenes prácticos porque en la teórica y su correspondiente examen siempre han destacado las mujeres jóvenes muy claramente sobre los hombres.

Grupo a parte lo forman las mujeres que están entorno a los cuarenta años o más. Éstas, generalmente, se ven obligadas a dedicar mucho más esfuerzo y tiempo en aprender a conducir y, aunque por poca diferencia, los hombres de edades semejantes a las suyas les suelen sacar ventaja. Estoy convencido de que las mujeres de estas edades pierden la partida por los puntos, básicamente, por dos razones:
  1. Tienen la mente mucho más dispersa que los hombres de su grupo y que las mujeres jóvenes
  2. Les cuesta mucho más dejarse enseñar porque están muy acostumbradas a dirigir, organizar y mandar.
Normalmente, casi todas estas mujeres tienen familia -hijos, marido-, trabajan en casa y fuera de casa, son capaces de pensar y hacer un montón de cosas a la vez y les cuesta mucho concentrarse en una tarea que exige una concentración muy elevada durante todo el tiempo que se realice, como es conducir. Dichas alumnas, siempre manifestaban dar por supuesto que serían torpes y que les costaría mucho aprender; yo les decía que no tenía por qué ser así, que aprovechasen la clase de coche para desconectar de todo lo demás, de ese modo, automáticamente se centrarían más en ellas (en todos los sentidos) y aprenderían mejor y más rápido. 

Foto de Internet, pero perdí el rastro del sitio.
Ha de ser muy difícil dejar de pensar en mil pequeños detalles que ocupan la intendencia de atender dos trabajos con la fuerte implicación afectiva que conlleva uno de ellos añadida. Levantarse a las 7, como muy tarde, preparar desayunos y ropas, llevar a los niños a la escuela, hacer algunas compras y recados diversos, poner una lavadora dar clase de coche a las 11, volver a comprar, colgar la ropa, hacer comidas prepararse para ir a trabajar, estar a las 15 en esa nueva tarea, llegar a las 23 a casa, seguir en faena, acostarse a la 1 o las 2, ¡del día siguiente, por fin! ¿Dónde quedó la clase de coche? Y dentro de unas pocas horas volver a empezar. Agota, sólo escribirlo. Y luego quiere ese de la autoescuela que lleve el coche perfectamente recto, que gradúe bien la velocidad, que cambie de marcha sin dar tirones, que mire por los espejos, ponga los intermitentes a tiempo... Encima, me dice que repase la clase mentalmente, sentada tranquila y sin que nadie me moleste, lentamente, sin prisa, ¡JA! y luego que prepare del mismo modo la de mañana. ¿Pero qué se ha creído ese tío? Nunca me han partido la cara, gracias a Dios, hasta ahora, pero pensándolo bien, creo que he tenido mucha suerte.

Otra pionera, al pie del Sagrado Corazón de Bilbao
Foto tomada del sitio:
www.autoescuelabarcelona.biz
Creo haber dicho por aquí alguna vez que estoy y estaré siempre enormemente agradecido a todos mis alumnos, entre otras muchas razones, por lo mucho que me han enseñado y he aprendido de ellos y gracias a ellos. Pondré broche a este penúltimo capítulo con una excelente lección que me dio una alumna. Girábamos para cambiar de dirección a la derecha en una calle de Bilbao, nos encontramos un paso de cebra y de forma un tanto indefinida y descuidada una mujer comenzó a cruzar la calzada, empujaba una silla con un niño pequeño en ella, llevaba dos bolsas llenas de compra -comida y esas cosas- y otros dos niños de unos 5 y 7 años, respectivamente. Los niños cruzaban de forma un tanto errática y aquella mujer, de unos cuarenta años, no parecía muy pendiente de ellos, por momentos se sujetaban a la silla o a su brazo, por momentos se soltaban. La alumna detuvo el coche y a veces el marco del parabrisas parece una pantalla por la que pasa una película, un esencial instante de vida, un cortometraje lleno de emociones que yo no percibí. Protesté, no a la caminante, quería hacerle ver a mi alumna que la mujer cruzaba mal por mucha preferencia que tuviese, con riesgo de ser atropellados alguno de sus hijos o ella misma; sin acabar mi explicación, mi alumna dijo: “Mira cómo va, con tres criaturas y la compra. Ya tiene bastante”. Intenté replicar, quería decirle: “Bueno, y qué. Debe protegerse más y proteger a sus hijos”. Apenas había comenzado a hablar, me cortó por lo sano: “Vosotros no sabéis lo que es eso.” No dije nada más, entonces entendí. Aquella alumna reanudó la marcha y yo aprendí una lección de solidaridad y de percepción más allá de la realidad aparente que nunca olvidaré.
Esteban