domingo, 30 de septiembre de 2012

MOTORASTUR 2012 (FOTOS)

He intentado colocar esta modesta y muy subjetiva colección de fotos tomadas en MOTORASTUR 2012 de un modo algo más original y vistoso, pero no lo he conseguido. Sin embargo, alguna que otra, espero que sea de su interés y agrado. 

Puesto que he utilizado muchas veces fotos tomadas de Internet (citando siempre la fuente, salvo en algunas pocas ocasiones en que la he perdido) y como seguiré haciéndolo del mismo modo (aunque las retiraré de inmediato si el autor me lo pide), en justa correspondencia, quien quiera utilizar las que aquí siguen, por supuesto, puede hacerlo. Tan solo me gustaría que mencionasen la procedencia, por favor. ¡Gracias!

Barriendo      

                                         
Escort de los 70. Me encantaba este coche, especialmente una versión denominada "México".

Mini Cooper 1300, fabricado en Pamplona a mediados de los 70. Fue el primer coche que recuerdo que venía de serie con luneta térmica, limpia trasero y faros halógenos.
Esta sí que es una auténtica luz de marcha atrás, pero no, no venía de serie.
La primera vez que conduje un coche como este me lo dejó un buen amigo de Vitoria (gracias José Mari) en 1976, era nuevo y me dio las llaves sin tan siquiera pedírselo porque él sabía que me venía muy bien utilizarlo; estaba aparcado en batería con el morro hacia la acera y no encontraba la marcha atrás, a punto de tirar la toalla y decidido a bajarme del coche y empujar, se me ocurrió hacer con la palanca el único movimiento que aún no había probado: subirla hacia arriba y, ¡eureka! No recuerdo ningún otro coche en el que hubiese que hacer eso. Por lo demás, disfruté mucho con aquel coche; transmitía todo un derroche de sensaciones. Un auténtico placer.

Berlina de lujo con motor V 12...
Será lógico, pero es un lástima que sea una especie a extinguir.
Ford Thunderbird (2002 - 2005)
Cuadro en superficie 2


Llegó desde California.
Con motor V 8 y de gasolina, por supuesto.
Me llamó la atención su llamativa estética pero no comparto el gusto
 ni me apetece nada probarla.
Salvando las distancias, es como un pavo real.
¡Magnífica turística!
No me gusta su estética pero sí todo lo demás: Muy versátil, legendariamente fiable y un motor boxer que es una joya.
La joya en su estuche: el boxer.
Entre ceja y ceja.
Pura esencia de Todo Terreno.
David y Goliat
Detalle de la suspensión delantera del Wrangler.

USA & UK

Interior del Wrangler.
Cuadro en superficie 1

Nuevo clase A de Mercedes.
Su campaña publicitaria en España dice: "Ahora sí". Ahora sí, ¿qué? ¿Mercedes hace un Golf? Prefiero el de Volkswagen. ¿Mercedes hace un compacto convencional? Prefiero el de antes, al menos es un coche original y único, por concepto, plataforma y ubicación del motor. Además, tuve ocasión de conducir las dos versiones del Clase A que hubo hasta ahora y las dos me gustaron, bastante más la segunda: me pareció un coche "redondo", casi perfecto en su categoría. El nuevo Clase A es demasiado convencional, una lástima. Y me da la impresión de que Mercedes se esfuerza mucho en ocultar que su nuevo modelo tiene tracción delantera, ¿por qué será? Al menos, el Serie 1 de BMW lleva como eje motriz el trasero y, en coches que no dejan de ser un capricho, siempre es un plus. Hay otra cosa que no me gusta nada que cada vez se extiende más en los modelos recientes y que en este modelo no se aprecia desde fuera, pero sí en cuanto uno se sienta al volante: parabrisas muy tumbados y salpicaderos altos que restan bastante visibilidad al frente y lateralmente en giros. Visión tipo tanque, que digo yo. Lo dicho: una pena, que una marca de prestigio como la citada haga un coche nuevo tan poco original. Estamos en el siglo XXI, señores. Que se vaya notando, por favor.

El 6, el pabellón de coches.
El coche de Hevia, dos veces campeón de España de Rallyes.
Un vasco en Gijón, nunca han faltado.
¡Cómo no!
Debajo del alerón hay otra joya de motor boxer. Sólo faltaba Subaru
Literalmente enfocado.

Triangulando una ventana en el cielo.
La que más me gusta.






Esteban

viernes, 28 de septiembre de 2012

DÍAS DE RADIO (SEPTIEMBRE 2012)

CHARLAS CON JOSÉ ÁNGEL EN OYE RADIO BASAURI

36ª CHARLA (12-9-2012). Mejor airbag: útero materno. Resultados de la campaña de la DGT sobre la utilización de los cinturones de seguridad. Airbag sin: ¡hace daño! Accidente por confundirse de pedal. Aprovecharse de la autoescuela.

37ª CHARLA (19-9-2012). In memoriam. Tribunal Supremo: fallo sobre el límite de 110. Actuación en Brasil en semáforos. Pasos a nivel.


38ª CHARLA (26-9-2012). Esto en realidad es un aviso porque la charla que lleva este bonito número, se hizo, pero parece que entró en algún "triángulo de las Bermudas" del océano del ordenador y ni José Ángel ni yo recibimos ninguna señal. Entre otras cosas, contenía dos intervenciones de oyentes (¡muchas gracias!) sobre tres cuestiones. Respecto a una de ellas, amplié respuesta en el Facebook de OYE RADIO e intentaré copiarla aquí. A ver si lo consigo. 

martes, 25 de septiembre de 2012

MITOS Y VERDADES SOBRE EL CONSUMO DE GASOLINA

La señora firmante del siguiente artículo me propuso hace unos pocos días publicarlo en este blog. Entiendo dicha propuesta como una suerte de bendición que me hace sentir agradecido y honrado. Con ustedes, Paula Mendez.

MOTORASTUR 2012,
Gijón
El Club soy motero de Mutua Madrileña ha hecho un reportaje sobre los mitos y verdades del mundo de la conducción ¿Crees que sabes todo sobre el consumo de la gasolina?, ¿sobre la conducción eficiente?, ¿sobre cómo ahorrar? Seguro que muchas veces has oído cosas que no sabes si son ciertas o falsas, ¡ya!, es el momento de saber lo que es verdadero y lo que es falso. 

Por ejemplo, ¿es mejor usar gasolina de 98? ¡Falso! Excepto en muy pocos casos en los que los motores están preparados para quemar gasolina de octanaje 95 y usar la de mayor grado... Es desperdiciar el dinero. Y sí, se ha probado con muchas motos varias veces en el banco de potencia, siempre con el mismo resultado: no se nota diferencia. 

Agotar el depósito es un ahorro ¡Falso! Cuanto más aire tengamos en el depósito, más evaporación. Las motos suelen tener el depósito sobre, o cerca, del motor (que está caliente), lo que favorece a la evaporación, pero este efecto es más notable que en un coche. Así que si repostas a medio depósito tendrás menos evaporación y podras aprovechar más la gasolina que pagas. 

MOTORASTUR 2012, Gijón
Repostar rápido es mejor ¡Falso! Usa siempre la mínima velocidad, lo que equivale a menos presión del surtidor, más velocidad = más evaporación, además de respirarlo son más pérdidas. La precisión de medida de los surtidores no es del 100% y a más velocidad de llenado, proporcionalmente más error. 

Repostar por la mañana es mejor ¡Verdadero! Planifica tus traslados diarios para que te coincida poder repostar por la mañana, trás el frío de la noche, la gasolina estará más densa, por lo que a igual volumen echado ganaras más kilos de combustible en el depósito. Recuerda que los surtidores cobran como miden: ¡por volumen!, no por peso. 

FIDMA 2011, Gijón
Hay que evitar repostar cuando un camión cisterna descarga ¡Verdadero! Aunque hay diferentes tipos de filtrado que evitan las impurezas, a veces al relllenar los depósitos subterráneos de las gasolineras desde un camión cisterna hay más posibilidas de que la suciedad llegue a nuestro depósito.

Paula Mendez

jueves, 20 de septiembre de 2012

AVISO: MOTORASTUR 2012


Este fin de semana se celebra MotorAstur 2012 en el recinto Luis Adaro de la Feria de Asturias, en Gijón.


Me enteré hace un par de días (gracias por avisarme, Alicia) y estaré en esta celebración, si Dios quiere. En realidad, Alicia me informó por correo electrónico hace unos meses pero me despisté completamente, su correo quedó “perdido” en la bandeja de entrada sin darme cuenta y volvió a avisarme por teléfono en esta semana, menos mal, porque a mí se me había metido en la cabeza que este año no se hacía, quizá porque el anterior se celebró en mayo.


Dejo aquí dos fotos, una con el cartel del programa y otra con la programación. Todo parece indicar que será una reunión muy interesante y con un precio de entrada muy asequible (dos euros). Mañana viernes, se abre al público a las 16:00 h pero yo no podré estar hasta las 17 ó 18 h. El sábado y el domingo estaré todo el día.

Creo que quien desee y pueda acercarse a Gijón no se arrepentirá de visitar MotorAstur 2012. ¡Que lo disfruten!

Esteban

miércoles, 19 de septiembre de 2012

IN MEMORIAN

Fuente:
pictures2.todocolecction.net


“Güei, ta tristi la gaita,

ta tristi, ta llorona.

Per más que la ximielgen, 

ni al ximielgala sona.”

No te olvidé nunca, pero el domingo te recordé especialmente porque estando, como estaba, preparando la anterior entrada, ¿cómo no acordarme de aquel día en Basauri en que quisiste cruzar un paso a nivel con las barreras a punto de bajar, decidido y a conciencia, plenamente convencido de que aquellos raíles eran una vía muerta? Te conté lo de mi tía Carmina, que andando, como tú, alegre, decidida y convencida de que por aquellas vías no venía el tren, éste la atropelló. También sabías lo que ya dije aquí, que en dos ocasiones estuve a punto de matarme en un paso a nivel y que así viviese mil años, no pensaba tentar la suerte una tercera vez. ¡Cómo nos reímos después!

Fuente: www.eltiempo.es
Qué casualidad, que el mismo día en en que yo pasé un buen puñado de tiempo pensando en si contar o no lo de aquel día en Basauri, tu exhalaras el último suspiro. ¿Qué casualidad? Dicen hombres sabios que tal cosa no existe.

Fuiste uno de mis alumnos más queridos. Hiciste honor a tu nombre pero sin diminutivo alguno. Te reías sin ningún pudor a cabeza alzada con la dignidad de un senador romano, sin asomo de soberbia. Luchaste como un espartano contra las adversidades de la vida que algún dios te escribió con renglones muy torcidos teniendo como armas: valor, bondad  y alegría. “En el buen sentido de la palabra, bueno”, dejó escrito Machado, si te hubiese conocido Don Antonio, sabríamos exactamente en quien se había inspirado al escribirlas.

Fuente: resizer.elnortedecastilla.es
No soy digno de que entres en mi casa, pero quiero darte mi adiós esta noche en la panera. Quiero soñar que me visitas y que en la eternidad que dura la llama de una cerilla nos reiremos juntos con fuerza, como hacíamos. Un abrazo fuerte, para que nuestros corazones susurren sus latidos y después... seguirás tu camino, porque así ha de ser, y yo quedaré deseando con toda mi alma que en él encuentres toda la dicha que aquí te fue negada. ¡Va por vos, Valentín!

Esteban


domingo, 16 de septiembre de 2012

PASO A NIVEL (y 3)

Riglos es un hermosos pueblo situado al noroeste de la ciudad de Huesca, famoso por sus peculiares montañas denominadas “mallos” que albergan unas clásicas vías de escalada en España.

Salí de Riglos una tarde por un camino diferente al que había utilizado para entrar, la calle me llevaba en pendiente descendente y en trazado algo sinuoso hasta una zona -ya casi llana- donde me encontré con un paso a nivel dede donde veía la estación al otro lado, hacia la izquierda, si mal no recuerdo. 

Los Mallos de Riglos.
Fuente: pinturasdelpirineoaragones.blogspot.com.es
El paso a nivel estaba regulado con barreras automáticas y éstas estaban arriba con luces y timbre apagados, pero paré, porque el espacio que tenía que cruzar perpendicular a las vías era enorme, de los más grandes que recuerdo haber visto. Había unas cuantas vías y las uniones entre ellas y el asfalto estaban muy rotas formando baches grandes y profundos que obligaban a pasar muy, muy lentamente so pena de dejar alguna rueda en ellos y quizá algo más. Según estudiaba el terreno pude ver que al andén de la estación llegaban bastantes personas, lo que entendí como un signo inequívoco de que en poco tiempo llegaría algún tren; muy probablemente, antes de que terminase de cruzar, así que hice un cambio de sentido y salí de Riglos por otra parte. No recuerdo haber visto nunca un paso a nivel tan difícil y peligroso, tanto, que no lo pasé y me di la vuelta. Muchas veces vale la pena parar (orillados, para no estorbar a nadie) y observar.

Peatones cruzando con las barreras bajadas.
Fuente: www.elperiodico.com/es/
También hay que detenerse antes de franquear un paso a nivel sin barreras, ¡siempre! Además, encontraremos una señal de “STOP” obligándonos a ello. Pero aunque no la hubiese, sin barreras, hay que detenerse siempre. Mirar, y si comprobamos que no se ve, escuchar muy bien. Vamos, en plan indio, pero sin apoyar la cabeza en el rail. Esto último lo digo, porque he visto muchas veces en carreteras secundarias de Castilla (“la vieja”, ahora Castilla y León) pasos a nivel en los que el punto donde se cruza carretera y vía es la “cumbre” de un cambio de rasante en nuestra carretera, muy corto, pero de pendiente muy pronunciada, debido a que las vías del tren están situadas a mayor altura sobre el terreno y la carretera por la que vamos. De modo, que detenidos en el lugar adecuado, parece que estamos en una rampa de lanzamiento de cohetes. Provoca una sensación extraña, puede distraer (¡CUIDADO!) y se ve poco y con dificultad, si además, en los bordes de las vías hay vegetación silvestre un poco crecida, la visibilidad es nula. Pero el tren se oye bien, se apagan radio y música si estaban encendidas, se bajan ambas ventanillas delanteras y escuchamos unos instantes, una vez seguros de que no se oye el tren por ninguna parte, cruzamos con decisión. También nos puede ayudar en esto una persona de las que nos acompañe en el coche, que se baje del mismo y nos indique, pero es un asunto delicado, desde luego nunca niños ni ancianos y con el resto habría que pensárselo. Es algo muy sencillo, evidentemente, pero nadie se debe permitir el más mínimo error de observación ni de indicación, tampoco se pueden admitir bromas en esto. Y es muy probable que las personas que nos acompañen crean que somos muy exagerados por querer asegurarnos e incluso afirmen tajantes que por ahí hace años que no pasa ningún tren. ¿Pero ellos lo saben realmente? NO. Bueno, es posible que sepan que no pasan trenes, pero si está la vía, pueden utilizarla para alguna prueba o trabajo que excepcionalmente deban realizar. Nada cuesta asegurarse bien de que sea imposible chocar con un tren.

Peatones esperando.
Si no fuese vía urbana y el tren circulase más rápido, conviene separarse más.
Fuente: www.deia.com
La misma seguridad debemos garantizarnos si vamos andando. Si el paso es sin barreras, mirando y escuchando. Si es con barreras esperando tras ellas, sin prisa,  hasta que vuelvan a estar casi verticales y haya pasado el tren, mas, aún así, nada cuesta mirar en tanto cruzamos. Con o sin barreras, si hay que esperar el paso del tren conviene hacerlo a una buena distancia de las vías. Por estar demasiado cerca, ocurrió un accidente muy excepcional (el único de este tipo del que he tenido noticia hasta ahora) en un pueblo de la provincia de Álava a comienzos de los años noventa. Era verano, y varias personas esperaban el paso del tren, había barreras, dos o tres de aquellas personas llegaron a chocar con algunos de los vagones (lateralmente) porque la masa de aire que movió el tren creó un vacío que ocuparon sus cuerpos. Fallecieron. Recuerdo que el tren era un TALGO y supongo que iría bastante rápido. Pero si no se está lo bastante cerca no se hubiese producido la tragedia. Sin llegar a este extremo, conviene alejarse de las turbulencias que genera el tren a su paso porque además de muy incómodas pueden dar lugar a pequeños accidentes como que algún objeto: piedra, insecto, rama, polvo... se nos meta en el ojo, por ejemplo.

La mayoría de los pasos a nivel están dotados de barreras automáticas. Antes de que llegue el tren, se encienden dos luces rojas alternativamente colocadas una al lado de otra en horizontal y suena un timbre fuerte al tiempo que las barreras empiezan a bajar. Desde que comienzan estos avisos y hasta que las señales vuelven a su posición de reposo, está prohibido el paso de las vías tanto a vehículos como a peatones. Pero aún cuando se pueda pasar, conviene mirar, por si acaso. Este sistema automático a veces falla, y más de lo que creemos. Personalmente lo he visto un par de veces. 

Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol (TALGO)
¡Magnífico invento!
Fuente: www.lctm.info/Secciones/Taller_old
También he visto, y esto muchas más veces, que cuando las barreras cortan un solo carril, habiendo dos, uno para cada sentido, por ejemplo, llega un coche que se detiene correctamente a la vista de las señales o porque la semibarrera está horizontal, detrás del primero se coloca un segundo vehículo; bien, pero llega un tercero o cuarto vehículo que directamente, sin detenerse o incluso habiéndolo hecho, se va al carril izquierdo y circulando a contramano  llega hasta las vías y franquea el paso haciendo zigzag, slalom o como quieran llamarlo entre las semibarreras. Me ahorraré los calificativos que me merecen la acción de ese conductor y, que seguramente, son los mismos en los que usted está pensando. Sin embargo, cuidado, MUCHO CUIDADO porque como después de haber visto eso, el tren tarde un poco en llegar empieza algún diablo a hacer de las suyas y es fácil que se nos pasen por la cabeza cosas de este tipo: igual está averiado el mecanismo, seguro que ése lo conoce y el tren aún tarda diez minutos en llegar, ¿qué pasa, que yo voy a ser más tonto? Pues sí, porque encima vas más tarde.

En el párrafo anterior sólo quiero resaltar esa actitud tan humana de intentar imitar la conducta ajena, aún a sabiendas de que es incorrecta. Este afán de copiar es proporcionalmente más fuerte cuando vemos que da lugar a un beneficio inmediato y cuanto más nos sintamos en ridículo si no lo hacemos. Es imprescindible mantenerse impermeables con este tipo de nefastas influencias que, en el tráfico se prodigan bastante, es un buen caldo de cultivo para ellas porque se toman y ejecutan decisiones en fracciones de segundo, también se ven mucho en maniobras de adelantamiento. Es vital que mantengamos nuestra mente blindada a la estupidez y armada con nítidos archivos de las acciones correctas. Silvio Rodríguez lo dice muy bien en una de sus canciones: “Lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida”.

El autobús jubiló al tranvía por versatilidad, eficacia, economía, seguridad...
¿Qué hace ahora detrás?
Fuente: www.deia.com
Hablando de caminos de hierro y pasos a nivel, quiero dejar constancia de mi asombro sobre la proliferación de tranvías en unas cuantas ciudades de España en los últimos años. No sé cuantas, pero creo que hay bastantes. Tengo Bilbao al lado con tranvía y Vitoria un poco más al sur, como muchos otros, soy testigo de que son una fuente de problemas y accidentes constante. Lo cual, era perfectamente previsible. Pero el entusiasmo con el que tantos han abrazado la idea me ha dejado totalmente estupefacto. Porque, vamos a ver, cuando allá por los años sesenta, más o menos, se quitaron todos los tranvías fue por una razón que no sólo no ha perdido ningún vigor sino que se ha reafirmado con creces a lo largo del tiempo. Y no hay ningún dato objetivo que apunte a la desaparición de aquel motivo. Por otro lado, ¿cuánto se ha escrito y protestado por eliminar los pasos a nivel en carretera? ¿Cuánto dinero se ha gastado en colocar muchos de ellos a distinto nivel incluso en lugares con muy escasa densidad de tráfico? Y ahora muchas ciudades son un paso a nivel ¡sin barreras! Y sin solución de continuidad. ¡Qué bien!

Esteban

jueves, 6 de septiembre de 2012

PASO A NIVEL (2)

Que cierto es el famoso dicho: “El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Por lo menos para el abajo firmante, a pesar de que siempre he tenido (y tengo) muy en cuenta la decisión que tomé aquel día de verano del que hablé en la entrada anterior.

Cuadro de R8 TS, es el día de hoy que me encanta.
Fuente: 8000vueltas.com
Pasaron unos doce años más o menos, yo tendría unos 28 y la estación también era otra: otoño. Una docena de años en esas edades supone una serie de cambios sucesivos y cruciales en la vida de todas las personas, mi caso no iba a ser diferente y respecto al manejo de vehículos pasé de poder andar sólo en bici a manejar todo tipo de automóviles, incluidos tractores agrícolas. En ese periodo logré obtener todos los permisos de conducir. También había comenzado a enseñar a conducir (mes y medio antes de cumplir los 23), sin título, pero pude sacarlo en junio de ese año. Cuando ocurrió lo que voy a contar llevaba a mis espaldas, por lo menos, un cuarto de millón de kilómetros con todo tipo de vehículos y en todo tipo de carreteras, viajes y condiciones. Creo que podría decirse que era un conductor experto, mas no pecaré de falsa modestia si afirmo que era consciente (en serio) de que aún no lo sabía ni lo sé todo. 


R8 TS

Hermano gemelo
del coche de la historia
Fuente: www.mundoanuncio.com
Muy probablemente corría el año 1982 y yo tenía un coche del que siempre había estado enamorado y que compré de segunda mano. Era como un Porsche, como solía decir a mis sorprendidos amigos cuando me lo oían contar, pero con otra forma, otro logotipo, bastante menos potencia, un par de cilindros menos... pero dos puertas más, tres plazas más... Fue el coche más divertido que he tenido nunca, era un R8 TS de los últimos que se hicieron en Valladolid, estaba pintado de color naranja (original) y tenía dos rayas negras de distinta anchura pintadas a lo largo de el lado izquierdo de ambos capós y el techo, también llevaba las llantas originales del Alpine de FASA combinando negro y plata. Así estaba cuando lo compré, tenía pocos años, no muchos kilómetros y ni que decir tiene que me encantaba.

Seguramente sería un sábado aquel día de otoño en que había quedado con mi padre en Sama de Langreo para vernos y pasar un tiempo juntos. Él vivía entre Madrid y México (DF) y yo en Bilbao, me dijo que iría unos días a Asturias y quedamos. Al final del día, una de nuestras conversaciones se tornó conflictiva y árida, adoptamos posturas extremadamente opuestas que nos llevaron a una fuerte discusión, muy fuerte. En ese momento estábamos en casa de su madre y dado que nuestros argumentos chocaban de frente como dos trenes, decidí irme.

Conocía y conozco muy bien la carretera entre Sama y Gijón, la carretera carbonera, que en el tramo que pasa por la cuenca minera del Nalón tenía (ahora ya no) siempre una fina película de polvo de carbón que la hacía deslizante hasta en seco. Cuando me monté en el coche no era muy tarde pero sí completamente de noche y llovía suavemente. Rumbo a Gijón y prácticamente a continuación de Sama, está La Felguera. Iba bien, pero con la sangre a punto de ebullición y el ánimo muy, muy disgustado; desde luego mi mente seguía en casa de mi abuela paterna. Cerca de la salida de La Felguera hay un paso a nivel que conocía perfectamente (y aunque no lo conociese es igual, ¡se ve!) pero como mi cabeza se había quedado atrás me di cuenta in extremis de que la barrera estaba bajada. 

El TS llevaba esta llanta
del Alpine, precioso coche.

Frené muy fuerte y logré mantener el coche en su sitio a pesar de que intentó “bailar” con muchas ganas, pero el morro del coche entró entero por debajo de la barrera hasta quedar ésta a unos dos dedos del parabrisas. Solté un taco, tomé aire, vi que estaba solo, puse marcha atrás y me separé. Entonces bajé la ventanilla entera (necesitaba más aire) y pude ver que el señor que bajaba y subía las barreras empezaba a andar hacia mí asustado y con la mejor de las intenciones al tiempo que decía algo así como: “Pero chaval, qué...” No le dejé seguir ni que se acercara más, ya estaba muy caliente como para que nadie me echase la bronca, en ese momento era un peligro, temí que aquello fuese la gota que colma el vaso y, sí, fui muy desagradable y le dije: “Tienes razón, pero no me digas nada, ¡no me digas nada! No vaya a ser que pagues la culpa que no tienes”. Aquel señor asintió con un gesto y un “vale, vale” al tiempo que regresaba hacia su garita. En el tiempo que tardó en pasar el tren, mi cabeza volvió a su sitio y se puso al mando, al reanudar la marcha le hice un gesto de perdón con la mano al guardabarreras y llegué a Gijón sin más novedad. Antes de entregarme al sueño me dije de todo y nada bonito -otra vez que casi te matas en un paso a nivel, ¡serás imbécil!-, aunque sí, sí que dije algo bueno de mí a ese otro “yo” que tanto reñía, sería pura vanidad, mas qué demonios era cierto: pero qué bien frené, eh, bloqueando lo justo, dejándolo ir un poco, sin salir del carril en ningún momento -y era estrecho-, no me lo negarás, fue perfecto. Luego di gracias a Dios, aunque ya lo había hecho y dormí muy bien. Hasta ahora, no he vuelto a tener ningún otro problema con los caminos de hierro. Toco madera.

Fuente: www.jctren.com
Esta historia y la anterior, las contaba siempre en clase de teórica cuando llegábamos al tema de los pasos a nivel. Y añadía una observación sobre una escena que todos hemos visto muchas veces en el cine. Es aquella en la que el protagonista, sometido a un grave problema y mucha tensión coge el coche y se pone a conducir sin rumbo, pero no huye, solo busca evadirse del problema y la tarea de conducir no tiene más objeto que servir de terapia o analgésico, o ambas cosas, temporalmente. El fin de la acción es un trágico accidente o el comienzo de una feliz solución del problema del protagonista. Que suceda uno u otro desenlace, depende del nivel de conducción y de la gravedad subjetiva del problema

El nivel de conducción es determinante porque solo si es alto, o al menos por encima de la media, podemos tener la mente suficientemente entrenada para conectar con vehículo, vía y tráfico automáticamente en cuanto nos sentamos al volante, pasando de inmediato todo lo demás a segundos planos fuera del foco de nuestra atención. De ahí, que en muchas películas podamos ver  cómo el protagonista regresa del paseo en automóvil con un estado de ánimo y mental mucho más favorables para retomar el conflicto que tenía.

Si el problema lo vivimos en el límite de nuestra capacidad para soportarlo o la sobrepasa, por elevado que sea el nivel de conducción que tengamos, nuestra mente no desconectará de él cuando nos sentemos al volante. No deberíamos conducir, la posibilidad de sufrir un accidente es muy alta. Es muy probable que asumamos riesgos que en condiciones normales no nos los hubiésemos permitido e inducidos por pensamientos de este tipo: Bah, total, que más me da si me salgo en esa curva y me caigo por un barranco. Hay que tener mucho cuidado con esto, podemos ir camino de un suicidio más o menos inconsciente y, siendo esto ya algo terrible en sí mismo, aún lo es más que seguemos la vida de un inocente.

Este escudo y estos vagones me fascinaban absolutamente cuando era niño.
El "coche-cama"  me dejaba con la boca abierta.
Fuente: wagonslits.blogspot.com.es
Si el nivel de conducción aún es bajo, no hace falta que nuestro problema sea muy grave para evitar conducir. Identificar si podemos hacerlo o no, es fácil. Verán, ha habido veces en mi vida, como en la de todos, que me he sentido muy preocupado por algún problema al que no le veía solución, que me obsesionaba y hasta atormentaba. Tenía ánimo y mente en él. Me montaba en el coche, arrancaba el motor... Si no lograba desconectar de mi preocupación, enseguida veía que cometía errores de principiante: calaba el coche, movía al revés la palanca del intermitente, ponía 3ª por 1ª, tocaba al coche de delante o al de atrás (no lo hago nunca, salvo error -muy raro- o que esté totalmente obligado), me descubría mirando tarde por el espejo, etcétera. Entonces paraba, aunque aún no hubiese iniciado la marcha y me planteaba seriamente si podría seguir o no. Si podía volver a empezar sin equivocarme en nada, había conectado mi mente con la tarea de conducir, podía hacerlo y lo hacía pero vigilándome estrechamente, si no lo dejaba. Generalmente, sucedía como en la historia que conté aquí, que mientras pasaba el tren mi mente regresó a donde estaba el resto del cuerpo y tomó el mando del vehículo y de la situación. Pero hubo algunas ocasiones -muy pocas, pero las hubo- en que fue el resto del cuerpo en busca de la mente, y andando. En 1990 sufrí (no solo yo) “un hachazo invisible y homicida” como dijo mi admirado Miguel Hernández en su bellísima y tristísima “Elegía a Ramón Sijé”, que me impidió conducir durante algo más de dos semanas. Ni lo intenté. Solo me subí a algún que otro coche como pasajero y, sorprendentemente, ni siquiera me fijé cómo conducía la persona situada tras el volante. No me importaba. 

Sí, viajé en locomotoras de vapor.
Fuente: ftp.uktrainsim.com
Aunque solo sea la expresión de un deseo, es sincero y sentido: ¡Ojalá, nunca tengan problemas graves! Pero los tendrán. Si el problema surge en marcha, conviene tener muy presente que el pedal del freno sigue estando al lado de nuestro pie derecho y, puesto que todos llevamos un teléfono móvil o celular, se puede pedir ayuda de inmediato. Por favor, recuerden también que a veces, por mucho dinero que pueda costar un taxi, puede ser muy barato.

Mi padre, ¿recuerdan? El otro protagonista de la historia, “sabía latín”, como se decía antes (y literalmente, hasta lo hablaba como quien habla francés); había estudiado para cura, estuvo a punto de ser ordenado sacerdote... Sabía mucho, y aprendí algunas cosas importantes de él que procuro no olvidar nunca. Pues bien, mi padre decía muchas veces que: “Dios nunca da un problema que exceda tu capacidad de resolverlo”. Amén.

Esteban