domingo, 13 de mayo de 2012

AVISO, DISCULPAS Y EXPLICACIÓN





Arcoíris en Deva, Gijón (Asturias)
Desde la semana del 23 de abril hasta ahora y, probablemente, durante unos cuantos días más, debido a razones personales pero de fuerza mayor, me ha sido prácticamente imposible atender este blog. Las causas que han provocado mi desatención en este sitio avanzan por camino de buena y feliz solución mas la ruta por la que lo hacen no es precisamente una autopista sino más bien una carretera de montaña que provoca una velocidad media muy baja por muy bueno que sea el rumbo, pero, ¿quién sabe? Quizá cuando menos lo espere me encuentre en un cruce un camino mucho mejor.




Universidad Laboral de Gijón (Asturias)
A cuantas personas me honran con su visita, les presento mis disculpas. Les aseguro que estoy deseando seguir echando carbón a la caldera de la locomotora, lo haré en cuanto pueda y creo que será pronto. Muchísimas gracias por su amabilidad, atención y paciencia. 
Esteban

17 comentarios:

  1. Estimado Esteban:

    Espero que todas estas circunstancias acaben pronto felizmente.
    Por aquí muchos tenemos muchas ganas de seguir leyendo sus entradas.
    Precisamente me gustó mucho la charla sobre la señalización. Tiene toda la
    razón. Al principio pensaba que eso de 'no saber de quién era el semáforo' era cosa mía, con el tiempo he visto que a la gente le pasa similar cuando van por un lugar que no conocen. Una herramienta muy útil para mí ha sido el Street View de Google. Gracias a esta herramienta he podido ir virtualmente a los 'cruces difíciles' que podía haber en mi camino, y ver cómo funcionaban, antes de ir. Me ha ido muy bien.
    Aquí en los alrededores de Barcelona, los días especiales (lluvia, Barça,
    etc) se ve gente que normalmente no circula por aquí y que va realmente
    perdida.
    Y creo que una de las cosas peores de la mala señalización no es sólo ir
    por donde no toca, o quedarse dudando (ambas muy peligrosas, obviamente)
    sino también el hecho de que cuando se está angustiado pendiente de las
    señales, la atención a las otras cosas no puede sino disminuir, con lo cual
    díficilemnte se puede mantener el control del entorno como es debido.

    Muchas gracias y saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, Elisa. Sí, esas circunstancias llevan rumbo inequívoco de final feliz, solo que un poco lento y aún me exigen bastante tiempo y atención, pero yo también tengo muchas ganas de servir aquí lo que cocina mi cabeza, espero que como mucho la próxima semana tenga algún plato a punto.

      Me ha sido muy grato leer su comentario. Gracias de nuevo. ¡Saludos!

      Eliminar
    2. Estimada Elisa:

      La respuesta anterior me quedó a medias y quiero dejar constancia de que comparto totalmente su opinión respecto a la señalización. Los defectos, errores, falta de mantenimiento de las señales en nuestras carreteras... es un mal endémico que personalmente vengo padeciendo desde que empecé a conducir, hasta el punto de llegar a pensar -en algunas épocas de mi vida- que debía de ser cosa mía y que era más tonto de lo que pensaba, hasta que empiezas a hablar (tal como comenta usted) con personas más expertas que tu (he tenido la suerte de poder tratar con conductores de camiones desde mi más tierna infancia) y te das cuenta de que de no ser por las emisoras de radio, y ahora también los GPS, el transporte de mercancías por carretera en España sería un caos. También me resultó muy revelador, además de suponer un importante incremento en mi autoestima, la primera vez que pasé a Francia conduciendo allá por los 80, ¡allí no me perdía! Ni me perdí nunca en posteriores viajes por ese país ni en Inglaterra, bastaba con estudiar un poco un mapa de carreteras, en algunos casos hacer unos croquis, seguir las indicaciones y voilá. Aquí, haciendo lo mismo, fuera de las rutas principales salvo que fuesen repetidas, me perdía casi siempre y si alguna vez acertaba a la primera, seguro que era por puro azar.

      No deja de asombrarme que aún persista este problema, siendo tan fácil y barato de solucionar y ensombreciendo, no pocas veces, admirables obras de ingeniería. Una señalización deficiente está en la raíz de muchos accidentes, porque no solo es una cuestión de que se tarde más o menos en hacer un viaje, lo que ya conlleva un riesgo por obligarnos a hacer cambios de sentido, dudas, sustraernos mucha atención y el estado emocional (angustia) tan negativo para conducir que usted menciona. En ocasiones, los peligros a que nos lleva son más evidentes e inmediatos, por ejemplo: Un día de otoño llegué a Barcelona de noche (no muy tarde, alrededor de las 9), lloviendo, y de repente me doy cuenta que estaba circulando por un carril bus y en sentido contrario... Más tarde pude comprobar que la señal vertical estaba completamente tapada por un frondoso árbol y las marcas viales, en el comienzo de ese carril, eran casi invisibles, en cuanto las vi, me salí, claro, pero ¡qué rabia!

      Tal como dice, el Street View de Google es muy útil y recomendable y así se lo decía a mis alumnos en cuanto lo conocí; por supuesto, yo también lo utilizo pero no lo había mencionado nunca aquí hasta que usted me lo ha recordado, moltes gràcies!

      Tengo mucho trabajo atrasado, pero las cosas van mejorando y cada vez podré estar más metido en faena. Muchísimas gracias y hasta pronto. ¡Saludos muy cordiales!

      Eliminar
    3. Me alegro mucho de saber que todo está mejorando! Hasta pronto! Saludos!

      Eliminar
    4. ¡Gracias, Elisa! Saludos y hasta pronto, sí.

      Eliminar
  2. Hola Esteban, espero que todo se desarrolle con éxito. Te escribí un @mail y me extrañó el hecho de no obtener respuesta, por eso me animé a entrar en tu blog. Ahora estoy viendo que hay fuerzas mayores que ocupan tu tiempo. Sea lo que sea, espero que salgas fortalecido de dichas circunstancias, ya que sean más o menos duras todas nos sirven de aprendizaje.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola! Muchísimas gracias. Recibí dos correos tuyos y me da mucha rabia no haberte podido contestar con un mínimo de diligencia, pero lo haré no tardando mucho, si Dios quiere. Los dos me gustaron, pero especialmente el primero; me hizo mucha ilusión y te lo agradezco enormemente.
      “Lo que no mata engorda o nos hace crecer” creo que lo decía Víctor Manuel en alguna de sus canciones, que viene a ser lo mismo que me dices tú, tienes toda la razón, espero tener la inteligencia suficiente para aprender. Los problemas que me han alejado de este sitio avanzan -algo lentos, pero incrementando velocidad poco a poco- en la dirección correcta hacia una solución satisfactoria, así que espero alcanzar velocidad de crucero pronto en esta tarea que tanto me gusta. ¡Gracias, de nuevo!

      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Hola Esteban: Voy a utilizar este apartado como vía de escape porque estoy muy contrariada, de muy mal gas. Por mi trabajo todos los días he de coger el coche y veo unas cosas, a veces algunos/as dan miedo, o te cabrean. Hoy de vuelta a casa antes de coger la autopista me seguía un chico joven rugiendo pegado a mi tenía que pasar por un badén y bastante antes empecé a frenar para que el hiciese lo propio, no me apetecía pasar volando, pero nada, seguía pegado tanto, que tuvo que desviarse para no darme, menos mal que tomamos caminos diferentes y le perdí de vista.
    Ya en la autopista bastante avanzado el camino y circulando por el carril derecho a una velocidad acorde con la vía y acorde con los demás vehículos,hasta que de repente te encuentras con uno que parece un poste que la coordinación para el no existe que va a su bola , no importa como este el trafico que no puedas adelantar, nada, seguí bajando velocidad
    hasta que pude pasar, gire la cabeza un instante era una pareja no miraban, gesticulaban iban discutiendo.
    Horrible! hay que ir con cien no ..Con mil ojazos por dios .
    Gracias por tu paciencia. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Azul:

      Bien, me gusta y me alegra que utilices este sitio para dejar los “malos gases” que te producen la contrariedad... e incluso la ira, ¿no? Que a su vez son detonados por el comportamiento de algunos conductores.Y digo detonados, o la gota que colma el vaso, porque quizá el explosivo lo llevemos nosotros, o hayamos abierto el grifo y casi llenado el vaso. Por favor, no tomes a mal lo que te diga, en ese “nosotros” me incluyo, pues no tengo garantía absoluta de que yo mismo no me deje llevar por una situación similar a la que relatas y mucho más allá que tu; quiero pensar que controlo y controlaré siempre mis emociones negativas, desde luego, lucho contra mis demonios y, hasta ahora, dado el tiempo que pasé y paso en la carretera y todo lo vivido, a Dios gracias, no me ha ido mal en esa lucha, pues de lo contrario, hace años que estaría en la cárcel o en el cementerio.

      El tema que planteas, Azul, es muy interesante y da para mucho, además, estoy plenamente convencido de que es otra raíz importante de causa de accidentes. Una vez más, creo que lo fundamental es mentalizarse muy bien porque, evidentemente, está muy bien que mantengamos a la bestia que todos llevamos dentro en su jaula, pero también hay que lograr que ese esfuerzo no nos cueste somatizar una enfermedad. Para ello, pienso que solo hay un camino: creer en lo que hacemos. Convencernos, previo frío razonamiento, de que actuar civilizadamente es lo adecuado; de un modo semejante a como imagino a un buen cirujano en plena intervención, aplicando su conocimiento y destreza con la cabeza fría y tan aséptica como el quirófano y el instrumental que usa. En las clases de teórica hablaba con mis alumnos de estas cosas, ya en el coche, cuando se daban estas situaciones les pedía que se centrasen única y exclusivamente en buscar la solución al problema, entendiendo por ésta evitar el accidente, ¡nada más! Quería que se diesen cuenta de que cada fracción de segundo que su mente se dedicase a pensar lo estúpido que era el comportamiento del otro, era una fracción de segundo sustraída a la búsqueda de la solución para evitar el accidente; y tiempo, no es precisamente lo que sobra en esos casos. Después, acabada la clase, podíamos dedicar unos minutos a “despellejar” al sujeto de turno verbalmente, a gusto y sin ningún riesgo para nadie y, sobre todo, analizar la solución aplicada para poder emplearla en una situación semejante de un modo más eficaz y más rápido, o si hay otra mejor, si simplemente tuvimos buena suerte... Enseñando a conducir aprendo, porque buscando herramientas que sirvan a mis alumnos, también descubro que me sirven a mí.

      No se me había ocurrido pensar que este sitio pudiera servir también para... reciclar y disipar “malos gases”, pero me alegra haberlo descubierto. Así, pues, ¿gracias? Por favor, a vos.

      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Sí, Esteban, la actitud fría es lo mejor, pero a mí se me plantea un problema añadido: el otro día salía de Barcelona, iba con mis hijos al trabajo de mi marido. Pues bien, esa tarde había unos cuantos que iban haciendo imprudencias como dice Azul, y el problema es que mi hijo mayor comienza a decir:
      ¿has visto a ese? ¿Y a ese otro? ¡Pero qué hacen!!! Y yo venga a decirle que no se preocupara, que en una autopista te mantienes alejado del 'follón'y ya está. Pero no me gustaría que tomara miedo, la verdad.

      Eliminar
    3. Chesterton decía que ya cuando nacemos entramos en un medio hostil, a pesar de todo, creo que la fuerza de la vida es enorme y el instinto de conservación es un pilar de la misma, el miedo forma parte de este instinto. Tus hijos tendrán miedo, en ocasiones, como todos y a mil cosas, pero seguramente no hay ninguna razón para pensar que les resulte insuperable, ni ahora ni en el futuro. También pienso que parece que tenemos una fuerte tendencia a poner más atención a lo malo que a lo bueno, sin embargo, creo que, a pesar de todo, suceden más cosas buenas que malas. Podemos ayudar a nuestros hijos a que las vean, valoren y adopten; y seguro que ya lo haces. Francamente, Elisa, creo que no debes preocuparte y que tus hijos tienen unos padres excelentes.
      Lo que le dije a Azul no es solo teoría, cualquier persona que pretenda permanecer en mi oficio ha de practicarlo, de lo contrario es imposible llevar a cabo el trabajo. Por extensión, estoy convencido de que es importante que lo tenga en cuenta cualquier persona que conduzca, aunque lo haga poco, aunque vaya sola, aunque no tenga obligación de dar ejemplo.
      Acabo de darme cuenta de que te estoy tuteando, espero que no te moleste y que tú también lo hagas. Muchas gracias. ¡Saludos!

      Eliminar
    4. No, no me molesta el tuteo, en absoluto! Por aquí en Cataluña es mucho más usual que en otros sitios, y lo raro es no hacerlo.
      Espero que tengas razón y que este sea sólo uno de tantos miedos pasajeros de la adolescencia. Hay que saber apreciar la vida y disfrutarla!!!
      Al final de nuestro viaje recuerdo que saludé a un señor que me cedió el paso y que a resultas de la anécdota le dije a mi hijo: ¿ves? si el 95% de los conductores somos personas normales y amables!!! Y mi hijo reconoció que sí,que la mayoría sí..

      Eliminar
    5. Ese, "Hay que saber apreciar la vida y disfrutarla!!!" , lo percibirá de ti sin que te esfuerces y le ayudará enormemente en sus miedos. Me alegro mucho, Elisa. Bon dìa!!!

      Eliminar
    6. Hombre a veces el explosivo lo llevo yo, lo sé. Por supuesto que también cometo errores, pero no era el día, al menos conscientemente, aunque tengo que reconocer que no soporto que se me peguen. En fin que hay muchas cosas positivas, también las veo, me siento cómoda cuando participo. Porque entonces saltan las alarmas de esta manera cuando ocurren esas otras cosas con el consiguiente riesgo claro?
      Creo que tengo que leer más detenidamente lo que nos has escrito, porque no hay secretos (pienso que parece que tenemos una fuerte tendencia a poner más atención a lo malo que a lo bueno, sin embargo, creo que, a pesar de todo, suceden más cosas buenas que malas.) esto lo has escrito tú ves porque te lo digo.
      Un Abrazo.

      Eliminar
  4. Disculpa mi torpeza, Azul, probablemente me he expresado mal y, quizá, también haya leído mal tu último comentario, de ahí que no esté seguro de entenderlo bien. Sin embargo, en ningún momento he querido echarte culpa alguna ni responsabilizarte de nada y, por supuesto, en absoluto dudo de la veracidad de tu relato. Igual sobra todo esto, pero... lo digo por si acaso.
    A mí tampoco me gusta que se me pegue nadie, pero... ese “no soporto”, suena muy tajante, tanto, que creo que convendría que revisaras tu actitud para flexibilizarla, evitar tomártelo tan a mal, vaya, porque muchas veces es inevitable tener que soportarla. Si te sirve de consuelo, te diré que quienes más sufrimos esas situaciones somos los que nos dedicamos a enseñar a conducir, personalmente, cuando peor me sienta es cuando en la autopista nos sigue un camión con 40.000 kilos a 80 ó 100 km/h y a menos de tres metros de distancia, vamos, que noto el calor de su motor en mi nuca y oigo perfectamente el silbido de sus turbos (esto literalmente) y, encima, se supone que es un profesional y debería saber que al más mínimo error que nosotros o él cometamos, mi alumno y yo perdemos la vida. ¿Cómo salimos del peligro? Generalmente, aumentando la velocidad (aunque me multen) o incluso cambiando el rumbo (tomando una salida que él no tome); en vías urbanas el riesgo es menor (menos velocidad) y hay más opciones: cambiar de dirección, dar una vuelta en una glorieta, hacer como que vamos a parar o estacionar... Son cosas que he hecho cuando me he sentido demasiado acosado o demasiado en peligro, ¡y funcionan! Sí, da rabia tener que... pero ante todo hay que preservar la salud, ¿no crees? Y para no somatizar nada malo: cambio de actitud. Se me ocurre un ejemplo: Visitar ciertos barrios de muchas ciudades del mundo implica un elevado riesgo de muerte, un turista puede pensar, tengo derecho a... y tienen el deber de... Mas, si el peligro es un hecho evidente, ¡evítalo! En México tienen un dicho que me encanta: “Conviene navegar por la vida con bandera de pendejo”. Muchas veces viene muy bien y, además, afortunadamente, tampoco ocurre todos los días que alguien nos siga demasiado cerca.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Hola de nuevo: No quiero molestarte más supongo que tienes trabajo y no voy a marear la perdiz, además el fruto lo vamos a ver nosotros. Si, entendiste bien quizás mis palabras mi expresión sea muy fuerte, “no soporto" mejor... me molesta que se peguen? que por otra parte discrepo, van (muy cerca) muy a menudo. Pero que si que hay que ir con mucha precaución porque la carretera ruge, por parte de todos. Ya no se trata de ellos si no de lo que tú hagas también, eso es importantísimo.
    Y que ese día concretamente tenía que contarlo, por eso tomé prestado este apartado y ha sido muy provechoso.
    Muchas gracias por tu tiempo y tu saber.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Azul:

      No es molestia y creo que no merezco tu gratitud, en serio. Me alegran tus palabras porque muestran un notable cambio de actitud muy positiva, ¡bravo! Además, al hilo de lo que tú misma dices “de lo que tú hagas también...” te diré lo que nos repetía muchas veces un excelente profesor que tuve (Robert McKee): “No importa lo que los demás te hagan, sólo importan las decisiones que tú tomes con respecto a ello.”
      Puedes “tomar prestado”, como dices, este sitio cuando quieras, por supuesto, siempre serás bienvenida. Además, seguro que compartes inquietudes con muchas más personas, y me alegra haberte sido de alguna utilidad. Muchas gracias por tus palabras y tu halago, pero... “los hombres somos pura vanidad” (Víctor Manuel) y, aunque no tengo 15 años precisamente, me sigo sonrojando con facilidad.

      Un abrazo.

      Eliminar