jueves, 2 de junio de 2016

ADIÓS, RIPLEY

He oído muchas veces que en este fabuloso mundo de Internet las relaciones personales están llenas de mentiras, engaños, fantasías y espejismos. Sin embargo yo creo que no, que aquí, para bien o para mal, afloran con más autenticidad de la esperada filias y fobias, que hay más verdad en la soledad de un  escritorio donde para cada cual es más fácil expresar lo que piensa y siente sin los filtros de la timidez y el miedo que en la llamada vida real.

Casualmente,
esta es una de las pocas fotos que hice la última vez que estuve en Madrid.
¿Casualmente?
Nada que ver con las tuyas, Adolfo, pero va por ti.
Y, quién sabe, igual hasta te inspire una carcajada o una irónica sonrisa.
Desde luego que desde aquí la maldad también teje horrores, a la que pueden ser muy vulnerables niños y jóvenes porque aún no han tenido oportunidad ni tiempo de aprender mucho sobre la naturaleza humana, pero para los adultos pienso que es más fácil caer en trampas similares en el mundo real. 

Dentro de la galaxia de Internet, se podría decir que hay un sistema solar llamado “blogosfera” con su propia vía láctea. En ella se ha apagado la estrella Ripley. Es el primer caso que conozco, y estremece. No sé si ha dejado de lucir porque ha mutado, se ha ido a otro universo paralelo... sabe Dios. En todo caso ojalá este lo tenga en el hueco de su mano. 

Supe hoy de esto que les cuento en el blog de mi amigo y tocayo chileno que pueden ver aquí. Escribí lo que sigue en el blog de Ripley pensando en él, lo dejo en tinta azul, el color dominante del cielo de su querido Madrid. El enlace para su blog lo dejo en su sencillo y significativo título: "PASABA POR AHÍ".

Le conocí poco y hace poco tiempo, pero el dolor me inspira respeto y su escritura admiración plena en forma y fondo. Lamento su muerte y me quito el sombreo ante su permanente lucha y lúcida consciencia.

Este adiós definitivo siempre nos enfrenta de golpe a nuestra absoluta ignorancia sobre lo que de verdad importa y a la soledad del hombre. Quizá Ripley esté celebrando ya el descubrimiento de todos los misterios en ausencia total de soledad y dolor. Así sea. 

No sé muy bien porqué escribo todo esto, pero lo siento necesario. También soy de  la opinión de que nunca está de más pensar algo en la única certeza absoluta que todos tenemos en común. 

Esteban

16 comentarios:

  1. Creo que nuestro amigo Ripley no tendría una mínima idea de como ha calado su desaparición entre todos los que lo conociamos aunque solo fuera virtualmente, ya el único consuelo que nos queda es la esperanza de encontrarse en un mundo mejor y alejado de todo el sufrimiento.

    Saludos desde España

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    1. Seguramente será como dices y esa esperanza haya sido para él una realidad inmediata en cuanto pasó el umbral, ¡bien lo merecía!
      Yo también te saludo desde España, con mucho agrado de haberte conocido y con gratitud por tus palabras.

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  2. Yo no lo conocía Esteban, pero sí es cierto que en este mundo de la blogosfera hay cariño y personas que calan, que se les llega a coger mucho afecto. Has hecho un buen homenaje amigo, tenías esa necesidad de transmitirlo porque te ha salido del corazón. Eres grande, un abrazo y siento su pérdida.

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    1. ¡Gracias, Pepe!
      Sí, es verdad que en este mundo virtual hay personas que nos calan profundamente y afloran afectos y amistades totalmente sinceras. Los medios que utilizamos son nuevos, pero en realidad canalizan una vieja esencia y necesidad humana, ¿verdad? No en vano, ha habido casos de relaciones epistolares que casi (o sin casi) han hecho un género literario, todos nos hemos imaginado a veces charlando con mujeres y hombres que ni han sido contemporáneos nuestros y a los que admiramos por sus obras, por ejemplo escuchando a Machado paseando con él por la ribera del Duero o como alumno de francés en alguna de sus clases. El alma siempre encuentra caminos para utilizar las técnicas de cada época.
      Un fuerte abrazo, amigo.

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  3. Me ha encantado leerte, Esteban. Ripley seguramente está sonriendo en algún lugar... Leyéndonos, sintiéndonos...
    Así quiero imaginarlo.
    Gracias.
    Ha sido un precioso homenaje. Un sentido homenaje.

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    1. Espero que así sea, Campurriana. Tengo fe en ello.
      Agradezco tus palabras y haberte conocido. Estos espacios que construimos en este universo paralelo sin fronteras ni otros límites están siempre abiertos, otra ventaja. Me pasaré por el tuyo, disfrutaré tu obra.
      Un abrazo y mucho ánimo.

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  4. Descanse en paz, lei el ultimo post de Ripley, sobrecogedor, pensar que apenas tenia 50 años y mucho por vivir, abrazos.

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    1. Me alegra mucho saber de ti, Boris. Espero que todo vaya más o menos bien para ti y los tuyos, y que tu país se esté recuperando rápido del terremoto.
      Sobrecoge, exacto, el último post de Ripley. Y me sorprende, relativamente y para bien, tu apreciación de que con 50 años a una persona aún le queda mucho por vivir; es cierto, pero muy poco común desde la perspectiva de tu juventud.
      Un fuerte abrazo, amigo.

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  5. Ojalá haya otro lugar libre de sufrimientos donde nos volvamos a ver todos. Un abrazo

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    1. ¡Ojalá que así sea, Elisa!
      Nos queda la fe, dicen que mueve montañas. Vale la pena mantenerla viva y fuerte.
      Un abrazo.

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  6. Me ha emocionado tu entrada Esteban, ciertamente estamos en este lugar de paso hacia otras dimensiones o mundos desconocidos, pero lo que sí creo es que Ripley sonreira feliz con tu hermoso comentario.

    Un saludo.
    Ángeles

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    1. Me alegra saberlo Ángeles, y te agradezco mucho que me lo digas. También me complace tu convencimiento de que estamos en este mundo de paso porque eso significa que la muerte, no es un final absoluto sino relativo y, en realidad, un nuevo comienzo por más que ignoremos cómo y de qué.
      Ojalá Ripley sonría feliz como dices, por la razón que sea, y descanse absolutamente aliviado de dolores, preocupaciones y miedos para siempre.
      ¡Saludos y felices sueños!

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  7. No había leído tu sentido homenaje a Ripley, tocayo. Agradezco la mención a mi blog.

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    1. Gracias a ti, amigo. Perder a Ripley me impresionó, estas puertas que en nuestro caminar por la vida de pronto encontramos cerradas... Al menos nos queda su obra, colmada de méritos para ser conocida; qué menos que poner un grano de arena por ella, el generoso talento de su autor y sus destacadas y humanas virtudes.
      Un fuerte abrazo.


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  8. Gracias Esteban, por tu sensibilidad hacia las personas que vamos conociendo. Esta entrada dice mucho de ti. Pase por allí y sentí emoción.
    Un abrazo, amigo.

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    1. ¡Gracias a ti, Marina! Eres un espíritu sensible, un alma oceánica y generosa, y me honra y alegra que mi emoción te alcance.
      Un fuerte abrazo, amiga.

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