Hace dos meses y dos días, el 6 de abril, publicaba una entrada con el título: “Glorietas y rotondas o la tiranía del mediocre” (pueden verla aquí). Como complemento de la misma, grabé unos vídeos que espero acabar de editar y publicar entre hoy y mañana*.
De momento van dos, si no me equivoco son los más largos, pero los controles de vídeo nos permiten -si queremos- reducir o eliminar el tiempo de espera en los semáforos y de alguna que otra detención más. Creo, con toda franqueza, que pueden ser útiles a bastantes personas, entre las que se pueden encontrar algunas que en un futuro inmediato, o actualmente, estén en alguna autoescuela con la intención de obtener su permiso de conducir. Especialmente para estas últimas, va esta advertencia: algunas de las trayectorias que se ven, NO se permiten en un examen práctico. Otras sí. Sin embargo, y aunque pueda parecer paradójico, creo que es muy recomendable que quien esté aprendiendo a conducir las estudie. Si surgen dudas, siempre pueden preguntar a su profesor/a y, por supuesto, yo también estoy dispuesto a contestar con mucho gusto. Para muchas personas que ya tienen carnet y conducen desde hace años, también les será útil. Y, a todas, les sugiero que combinen los vídeos con la lectura de la entrada que mencioné antes (pueden verla aquí), y sus comentarios.
Plaza Campuzano, en Bilbao. Y no, NO es peatonal. Pero engaña y confunde a todos: peatones y conductores. Pueden verlo aquí. Fuente: www.proyectosbilbao.com |
También quiero dejar constancia de seis puntos que son fundamentales:
1. Pasar bien y con seguridad una glorieta o rotonda, exige esfuerzo, trabajo y entrenamiento. Para quienes estén aprendiendo a conducir (y no sólo a ellos), Google Maps es una herramienta muy útil, que bien utilizada, ahorra clases y dinero.
2. Cuando estamos en el umbral de entrada de una rotonda, las trayectorias en curva que llevan los vehículos que están dentro y a los que debemos ceder el paso, crean la ilusión de parecer que están más lejos y que circulan más lentos de lo que realmente están y van; esa ilusión es tanto más falsa cuanto más a la derecha (o al exterior) circulen dichos vehículos, también resultan algo más difíciles de ver. Tanto el vehículo que está dentro, como el que va a entrar están en trayectoria de giro.
2. Cuando estamos en el umbral de entrada de una rotonda, las trayectorias en curva que llevan los vehículos que están dentro y a los que debemos ceder el paso, crean la ilusión de parecer que están más lejos y que circulan más lentos de lo que realmente están y van; esa ilusión es tanto más falsa cuanto más a la derecha (o al exterior) circulen dichos vehículos, también resultan algo más difíciles de ver. Tanto el vehículo que está dentro, como el que va a entrar están en trayectoria de giro.
3. Es imperativo preparar con antelación la entrada en la rotonda, tener en mente la trayectoria completa que haremos en ella (antes de llegar), y un “plan B”, por si no se puede. Ser conscientes, además, de que una vez dentro, manteniendo la posición podemos hacer giros completos hasta tener clara la salida o el cambio de carril que precisemos.
4. En base al punto anterior, es fundamental, que antes de entrar, tengamos hecha toda la tarea en el coche; es decir: que esté en la marcha adecuada y con la velocidad correcta para asegurarnos respuesta inmediata al pisar el acelerador, y bien colocado. Improvisar dentro con éxito, sólo está al alcance de conductores expertos (y no siempre) y bien conocedores de la máquina que manejan.
5. También es imperativo aprender a realizar cambios de carril en trayectorias curvas, utilizando los espejos y girando la cabeza (antes de ejecutar) para eliminar ángulos muertos. La mayoría de los problemas que se dan en las rotondas están causados por una deficiente observación.
5. También es imperativo aprender a realizar cambios de carril en trayectorias curvas, utilizando los espejos y girando la cabeza (antes de ejecutar) para eliminar ángulos muertos. La mayoría de los problemas que se dan en las rotondas están causados por una deficiente observación.
6. En muchos coches modernos, “gracias” a la asfixia a que la electrónica somete a sus motores, no pocas veces, la primera velocidad es la marcha ideal para evitar que pase esto: Llego en segunda, estoy sobre 15-20 km/h, el pie en el freno, acaba de pasar un coche y veo un camión, con respecto al cual, parece razonable que puedo entrar acelerando con decisión (no en plan de carreras, pero con decisión); suelto el freno (el coche ya está casi entero dentro), piso el acelerador (no a fondo) con ganas, y... de forma tan sorprendente como preocupante, el coche no gana ni un miserable kilómetro por hora de velocidad. El software que gobierna el motor entiende que voy a contaminar mucho con la demanda de combustible que hago y no me da ni una gota. Ni aunque sea para salvarme la vida. ¡Ni una gota! He vivido estas situaciones un montón de veces, gracias a los demás (¡gracias!) nunca me pasó nada, pero que nadie se confíe, jugaba con ventaja a bordo de un coche de autoescuela perfecta y muy visiblemente señalizado. Habrá quien no se crea lo que acabo de contar, le invito a que lo pruebe, en cuanto pueda, en un lugar tranquilo en el que nadie corra ningún riesgo. Se dará cuenta de que una vez ocurrido ese perverso efecto, la única posibilidad de salir con bien es pasar a primera con mucha agilidad, y si hay espacio, orillarse un poco.
Rotondas grandes y rápidas (19' 18'').
TURBO ROTONDAS
Rotondas grandes y rápidas (19' 18'').
Rotondas pequeñas y lentas (25' 10'').
Rotondas. Cuando el camino nos lleva (10' 44'').
TURBO ROTONDAS
Turbo rotondas de Grado, Asturias (19:46)
Este turbo rotonda NO está en Grado. Pero me parece un esquema sencillo y claro, Fuente: http://imageshack.us |
El pueblo asturiano de Grado (por allí siempre se dice “Grao”) fue el primer lugar de España en donde se construyeron las denominadas “turbo rotondas” y entraron en funcionamiento en 2009. ¡Cómo pasa el tiempo! Lo cierto es que lo supe en su momento porque lo leí en la prensa pero, aunque no lo tenía olvidado, el dato se quedó en alguno de esos cajones de la memoria que casi nunca abrimos. Y tampoco es que Grado lo visite con frecuencia, de hecho, igual hace veinte años que no iba por allí. También di por supuesto, que en poco tiempo, se prodigarían por doquier. Pero incomprensiblemente no fue así.
Hace unos días, se me ocurrió que podía pasar por Grado para ver y grabar esas turbo rotondas. Nada más entrar en la población -lo que es, no el centro, pero sí el casco urbano propiamente dicho- me encuentro con la primera turbo rotonda. Casi hasta decepciona, la idea es muy ingeniosa pero... diría que está expresada de un modo sencillo y nada ostentoso, tal como se supone que le corresponde, dado el lugar del que es originaria: Países Bajos.
Grado, Asturias. |
Respecto a las bondades de las turbo rotondas, mantendré mi positiva opinión en cuarentena; me gustaría conocerlas en lugares con un paso de vehículos mucho más intenso. Y volver a Grado, repetir la experiencia y aprovechar para hablar con algún colega, policía municipal, taxista, repartidor, conductor de autobús... y también con alguna persona que conduzca poco. Desde luego, todos ellos ya tienen más que suficiente experiencia, a ver cuándo puedo pasarme un día entero por allí haciendo trabajo de campo.
Grado, Asturias. Si el conductor del camión giró a la derecha por error, la marca vial no le permite corregir. |
Como dije, de esta primera visita a las turbo rotondas me traigo buena impresión. Son intuitivas y fáciles, te lleva el camino. Pero eso sí, es fundamental tener muy claro cuál es ese camino antes de entrar en ellas, pues no siempre -si uno se equivoca- se puede corregir dentro. Ya hace muchos años que no me importa perderme, pero no me gusta que me engañen por no señalizar bien, no cuidar las señales... Y no por el hecho en sí de sentirme burlado, sino porque eso mismo le puede ocurrir a otro conductor que tenga muy próximo y llevarle a seguir in extremis y por las bravas su camino, con lo que puedo verme en una situación crítica en absoluto deseable.
Grado, Asturias. |
En estas rotondas, creo que no se puede hablar de cambios de carril, propiamente dichos, pero sin ninguna duda, se producen cambios de trayectoria; un poco a semejanza de como se hacen los cambios de vías en el transporte ferroviario. Y, curiosamente, esos cambios de trayectoria, contravienen la tan traída y llevada “norma” de ir siempre por el carril derecho, pues, desde la entrada a la turbo rotonda, si uno quiere ir a la izquierda o hacer un cambio de sentido, el camino lo lleva hacia el centro geométrico de la misma y antes de la salida que corresponda, al extremo exterior. Vamos, lo que se hizo siempre.
Grado, Asturias. Hay muchas huellas de neumáticos fuera de la calzada. Y que sea tan fácil circular por esa especie de acera, sin duda, tiene que estar hecho a propósito. |
Otra cosa que me llama la atención de las turbo rotondas es que, su supuesta mayor seguridad se basa, fundamentalmente, en que todos los conductores respeten escrupulosamente las líneas continuas, aun cuando se hayan equivocado de rumbo. Mas, como todos sabemos, estas líneas no se rompen (ni rompen el coche) si algún vehículo las sobrepasa, luego, si todos los días podemos ver a cientos de conductores que cambian trayectorias cruzando líneas continuas, ¿qué garantías hay de que aquí no ocurra lo mismo? Este misterio no lo he descubierto, tengo que volver a Grado. Y el caso es que estuve observando unos cuantos minutos dos de las rotondas desde la acera -como peatón- y no vi a nadie cruzando por la línea continua. Me sorprendió. También me resultó chocante, que en el centro de estas glorietas se disponga de una especie de acera, sin bordillos, con una suave rampa que de hecho se la toma también como zona de circulación; tal como está construida invita a ello, desde luego, sin embargo está delimitada por una línea continua de borde de calzada, que no debería sobrepasarse. Curioso, unas rayas son como un muro y otras no. Otro misterio.
Grado, Asturias. El otro extremo de la misma rotonda, se puede observar lo mismo. |
Al hilo de lo dicho antes -contemplar la circulación de una rotonda desde la acera-, invito a quien le coincida, a que haga esta observación en Inglaterra. No sé ahora, pero todas las veces que observé cómo pasan los ingleses las rotondas (las convencionales), tanto cuando iba andando como conduciendo, nunca he visto un solo conflicto, y pasan muy ágiles. Seré muy pesado, pero en el fondo, creo que se trata de un problema de actitud y de ponerle ganas a la tarea con remango, sin escatimar esfuerzo y trabajo, más que otra cosa. Seguramente me repito, pero cada vez que veo a alguien en una rotonda con tres carriles girar 360º por el de más a la derecha como dando una triunfal vuelta al ruedo, lento, estorbando y confundiendo a todos, los que entran y los que salen... Me dan unas ganas de sacarlo a hombros, derecho a la ría... ¿Por qué conducen los que no saben ni quieren aprender? Otro misterio, y van tres. Señor Iker Jiménez, ¿está usted ahí?
Grado, Asturias. Si permiten pisar "el piano", ¿por qué no pintan línea discontinua? |
De unos años acá -sólo de unos pocos años acá- en los exámenes, Tráfico exige lo de “la vuelta al ruedo”, sin embargo, conviene ser muy consciente, de que en el tiempo que se está en la autoescuela se juega con ventaja (luego NO) porque la identificación del coche como tal, además de ser obligatoria, muy visible y por todos conocida, es un factor básico de seguridad, que en sí mimo, evita muchos accidentes. En los exámenes, además, a parte de llevar (a veces) otro coche de la autoescuela detrás, puedo dar fe de los esfuerzos que hacen algunos examinadores desde el asiento trasero haciendo reiteradas señales y aspavientos al resto de conductores de que tengan especial cuidado y paciencia con nosotros. Obviamente, porque conocen el riesgo (muy elevado) ¡y van en el coche! Y todavía hay profesores que defienden la mencionada imposición de Tráfico en foros y blogs a capa y espada, ¡por favor! Una de dos: o de profesores sólo tienen el título, o su hipocresía raya niveles patológicos.
Grado, Asturias. Ni el coche de la fotografía anterior, ni éste, necesitan pisar ahí. Camiones y autobuses, sí. Es necesaria más autodisciplina y más autoexigencia para conducir, es vital. |
Ya para terminar, hay un par de cuestiones que también influyen en la mala percepción general que tenemos sobre las rotondas. Una, que en pocos años se hicieron muchísimas y más de la mitad sobran, siendo éstas una fuente de problemas; hay personas que entre su casa y el lugar de trabajo, en pocos kilómetros, en ida y vuelta pasan más de veinte rotondas, es un castigo, literalmente. Otra, existe una tendencia muy generalizada a sentir y creer (más que a pensar) que todos los demás son los que lo hacen mal y, no es nada raro, que algunas personas se expresen más o menos así: yo voy bien, ¿por qué tengo que frenar, cuando es el otro el que lo está haciendo mal? Allá él, además, mira, si pasa algo la culpa no es mía... tengo seguro a “todo riesgo”... Cuánto daño ha hecho esta denominación, Dios mío. Y donde dije “frenar”, digo acelerar, o cambiar la trayectoria, o desistir de tomar “nuestra” salida, etcétera. Lo he visto, lo sé, me consta: hay personas -más de las que parece- que deciden tener un accidente antes de dar su brazo a torcer, o deciden corregir rebasado el punto de no retorno, al caso, es lo mismo. Por favor, si alguno de ustedes está en este grupo, abandónelo rápido, cuídese. Cuídense, por favor.
Esteban
(*) La entrada ya está completa.
Hola Esteban, no creo que se den cuenta del trabajo que te ha llevado el grabar, editar, etc, etc estos vídeos.
ResponderEliminarEl comentarlos a la hora de grabarlos nos deja claro que lo que más influye en la conducción es la observación, hacia una entrada buscando los huecos posibles, aminorando la velocidad hasta hacerla adecuada a las circunstancias, eligiendo el carril adecuado para su circulación, guardando unas necesarias y lógicas normas básicas de convivencia con el resto de usuarios para hacernos mas fácil a todos la conducción, etc,
Pero, ¿cual debería ser el carril más adecuado para la salida de una rotonda? incidamos sobre ello, pues creo que la mayoría de los conductores no lo tienen aún muy claro.
Hola Joaquín:
EliminarMuchas gracias por tu visita y bienvenido por estos lares. Me hace ilusión. Y muchas gracias, también, por tus palabras, y por ese “positivo” que para mi sorpresa apareció tras el telón del blog, ni sabía que existía eso.
Tienes razón, sólo quien lo haya probado sabe el trabajo que supone grabar y editar, aunque sólo sea un poco decentemente. La verdad es que hace bastante tiempo que tenía ganas de grabar algo sobre la conducción en rotondas, y espero hacerlo un día con más medios, más profesional y mejor.
Efectivamente, tal como dices, la observación y la atención son fundamentales a la hora de conducir; ese buscar los huecos y no los obstáculos, coordinarnos con los demás haciendo variaciones de velocidad (a veces muy sutiles). Cuántas veces recordamos a los alumnos que, ellos, sin depender de nadie, pueden evitar trayectorias coincidentes y hacer imposible una colisión por más que otros se equivoquen o sean unos cafres. Y, claro, una buena observación, no es mirar siempre antes de, es constante; por eso, en ocasiones, algún pasajero nos llama la atención porque te ve cambiar de carril sin (aparentemente) mirar. Y vaya que si miramos, ¡todo el tiempo! En fin, qué te voy a contar. Entiendo que al alumno le cueste, porque el trabajo es constante (literalmente), y parece que cuando se acumula experiencia no cuesta y que hay muchos momentos en los que nos podemos relajar. Y no, no es eso, el trabajo es igual pero se hace cayo.
También es muy cierto que muchos conductores parecen no saber que, salvo excepciones y sabiendo muy bien lo que se hace, dónde y en qué circunstancias, lo normal es estar en el carril derecho antes de tomar la salida que nos interesa, independientemente de cuáles hubiésemos utilizado antes. ¿Será que se marean al hacer circulación giratoria? ¿O es que ni siquiera se toman la molestia de intentar hacer las cosas bien? Yo me inclino por lo segundo, y no estoy pensando en alumnos, sino en conductores, muchas veces, hasta supuestamente expertos.
Por cierto, ¿tenéis turbo rotondas por Aragón? ¿Sabes por qué hay tan pocas? Es algo que me extraña muchísimo, dado el afán por hacer obras de nuestros muchos gobiernos.
Buena ruta y un abrazo.
Hola Esteban,
EliminarTe iba a contestar como en estos lares te dirían la mayoría de conductores, "y eso?, donde está?", no, no tenemos ese tipo de rotondas, lo cual no incluye que no nos haya tocado circular por ellas en los viajes que personalmente he hecho.
Yo personalmente las encuentro fáciles e intuitivas, eso si, si sabes con antelación el destino que has de tomar, si no lo sabes, colócate en el carril de entrada a la rotonda y da vueltas, pero si sabes el destino o esta señalizado son mas sencillas aun que las rotondas normales.
La verdad es que nunca me he preguntado por que hay tan pocas, ¿cual es el motivo?
Por el afán de obras no creo, por que creo que llevamos cerca de 3 años que el Ministerio de Fomento no otorga ningún dinero para hacer obras de remodelación o arreglo de las carreteras de su competencia.
Un saludo
Hola Joaquín:
EliminarGracias por la respuesta, que además viene muy bien, pues añades un detalle importante que no me di cuenta de decir en la entrada, referente a cuando no tenemos claro por dónde queremos salir: “si no lo sabes, colócate en el carril de entrada a la rotonda y da vueltas”.
Ciertamente, la crisis habrá tenido bastante que ver en la poquísima expansión de las turbo rotondas, pero me da que hay motivos más determinantes y ambiguos, no sé, como que no ha calado como concepto en las distintas administraciones; porque bien, tienen poco dinero, pero demasiado gastan todavía en cosas bien peregrinas.
Gracias de nuevo. Un abrazo.
Hola Esteban:
ResponderEliminarNo me he mirado con detalle los dos vídeos, pero te agradezco mucho como siempre estas clases prácticas grabadas.
De lo poco que he visto, y juntado con mi corta experiencia, sólo puedo deducir que lo importante es tener sentido común y eso va a variar mucho de rotonda a rotonda y de situación a situación, además de tener unas importantes dotes de observación.
La incongruencia entre el examen práctico y la vida real es tan abismal que tendría que revisarse. Me he plantado (de pie) al lado de glorietas pequeñas (dos carriles sin marcar) y desde luego que no he visto a nadie hacer lo que se dice en el examen (que a veces resulta sumamente artificial y, por poco razonable o previsible, confunde a los demás).
Nunca me ha pasado que el coche no respondiera al entrar en una rotonda, pero quizás es porque a la vista de coches potentes o camiones yo no me meto por delante... al menos con mi coche. Y es que lo que parece lejos, si lleva inercia o va rápido, se te planta en un plis-plas al lado. Me pasa en los carriles de aceleración: viene alguien muy muy muy lejos, yo acabo la curva a unos 40km/h, apreto a fondo y el resultado... es que el otro se acerca... ¡a pasos agigantados! por suerte normalmente facilitan la maniobra y no he tenido que acabar nunca al arcén, ni frenar por el medio. A veces dan envidia esos coches tan potentes, por más que digan que son un peligro... pues lo serán si aprietas sin mirar lo que hay delante, si no, ¿qué peligro hay?
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EliminarDe nada, Elisa. Gracias a vos, por tu constante atención.
Desde luego, como dices, las circunstancias varían, en un mismo lugar y de un lugar a otro. Pero la persona que conduce debe desarrollar una capacidad de adaptación muy rápida a esas variables. Es una de las claves para su seguridad, una cuestión de estricta supervivencia para ella.
Hay diferencia, cierto, entre el examen práctico y la vida real. Yo no la calificaría de “abismal”; notable bajo, como mucho. Pero bueno, esta calificación es bastante subjetiva, aunque la mayoría de las personas -conductores o no- seguramente votarían por la tuya. En todo caso, lo importante es saber por qué se produce esa diferencia cuando las normas son igual para todos antes, durante y después del examen práctico. He oído muchas veces. “Bueno, ahora ya tengo el carnet y puedo hacer lo que me dé la gana”. Vale, a veces era un simple -y sano desahogo- de la tensión acumulada -nada que objetar- pero otras veces iba en serio, y otros alumnos, igual no decían nada pero lo pensaban. Ante la duda y por si acaso, yo los avisaba a todos: Claro, que puedes hacer lo que quieras, faltaría más; pero si te sale mal, lo peor que te puede pasar no es un suspenso, es un abanico muy amplio de desgracias entre una multa y la muerte. Piénsalo bien, hazte el favor, no desaproveches lo que has aprendido, trabaja con ello, crece y desarróllate sobre esa base. Esto es bastante elemental, ¿no? Sin embargo, ya no amigos y sociedad, hasta muchos padres alientan en lo contrario a sus hijos, ¡por Dios! Hay un divorcio clarísimo entre lo que se hace y lo que se debe hacer, sí; pero en buena lógica, el examen ha de ceñirse “al debe”. Y francamente, creo que la balanza soporta más peso negativo en el platillo de la sociedad que en el de la Administración. Aún así, desde luego no le vendría nada mal una profunda revisión, pero siempre habría ciertas diferencias entre la aplicación de la norma dentro del examen y fuera de él, ahora, al alumno se le deben aclarar perfectamente las cuestiones, y esa es tarea del profesor. Y no todos cumplen con ella, ciertamente, aunque, en lo que yo sé y conozco, son mayoría los que sí lo hacen. Un ejemplo: En todas las poblaciones hay uno o más STOPS, en los que si te detienes completamente, casi tienes asegurado un golpe por alcance y tendrás que utilizar un collarín 2 ó 4 días, con lo cual nadie hace la detención completa, si no es estrictamente necesario; en examen, si no la haces, suspendes. Esto el alumno tiene que saberlo, queremos que apruebe, pero sobre todo queremos que no le pase nada malo después. El examinador también sabe esto, pero el examen ha de ser lo más objetivo e igualitario posible, debe ceñirse a la norma. Otro ejemplo: Inglaterra, tiene más o menos, la mitad de la superficie de España, más población, más vehículos, una utilización mucho más intensa de los mismos, mucho peor clima, peores carreteras; es más fácil aprobar el examen de conducir allí que aquí, cuando están aprendiendo no pueden utilizar las autopistas y, sin embargo, tienen bastantes menos accidentes que nosotros, siempre. Si uno observa el tráfico allí, enseguida se puede comprobar que, generalmente, es intenso, muy ágil y seguro. ¿Qué ocurre? Diferencias culturales y educativas... sí... Pero hay una muy importante de la que en España nadie quiere hablar: al menos en materia de tráfico (en lo demás, no sé), allí la policía trabaja y aquí, no. Y me da rabia, pero me temo que es el factor más determinante. Un ejemplo: Si observamos en cualquiera de nuestras poblaciones, en pocos minutos podemos ver, que si no hay peligro inminente de colisión nadie se detiene en un STOP. ¿Conoces a alguien que haya visto a un policía municipal denunciar por esto? En toda mi vida, en poblado, sólo he conocido un caso, muy bien, porque el denunciado fui yo. Es el día de hoy, que le guardo gratitud a aquel policía municipal, por partida doble: me dio una buena lección y sin echarme ningún sermón; quizá hasta me salvó la vida, tengo pendiente una entrada en su honor.
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EliminarClaro, que a veces dan envidia esos coches potentes, si lo sabré yo; y cierto también que si se actúa como dices: se mira lo que hay y se regula en consecuencia, no debería pasar nada malo, un calambre a lo sumo, de tanto levantar el pie (lo digo en serio). Pero, esto de andar con coches de ciertos calibres es un tema muy delicado, Elisa, es... No sé cómo explicarlo (también tengo en mente una entrada sobre esto), a ver, es bastante más fácil de lo que parece que “se caliente la sangre” con ellos, por las sensaciones que transmiten, por cómo nos hacen sentir... y se acaben asumiendo riesgos que no podemos controlar. No sé, cuando sabes de algún caso de un padre que le regala a su hijo de 18 ó 20 años un M3 de más de 300 cv, por ejemplo, lo veo como si le invitase a jugar a la ruleta rusa, de verdad. Me parece terrible. Es necesario que el cuerpo se vaya haciendo paulatinamente a las sensaciones de conducir; no monto a caballo, por ejemplo, pero si lo hiciera, no creo que fuese nada aconsejable para mi integridad empezar con un pura sangre de carreras, digo yo. Si quiero subir montañas, mejor recorro los Montes Vascos antes de ir a Picos de Europa, éstos, antes que Pirineos... Y, además, no pasa nada por no subir el Everest, ni siquiera el Aneto, demonios.
Tal como entiendo lo que me dices de los carriles de aceleración... a ver, lo ideal es que puedas incorporarte sin que sea necesario que nadie te facilite la entrada, a veces es imposible, pero pelea por esa independencia al máximo, cambia algo la forma de actuar... Seguramente ya tienes en cuenta estas cosas, pero, por si acaso, lo digo.
Saludos i bona nit!
... Es que por aquí las incorporaciones se facilitan al máximo, incluso cuando no es estrictamente necesario... Yo también lo hago (como todo el mundo): a la que ves asomar un coche, pues te cambias de carril (si puedes, claro) y así el que entra ya sabe cuáles son mis intenciones mucho antes de llegar al 'ceda'. No es que me haya obligado a cambiar, y quizás no hacía falta, pero es lo más correcto e higiénico. Y sí, hay gente (muy muy poca) que no lo hace y a la que tienes que dejar pasar, ¡qué remedio! Pero es muy poca. Y además está muy muy mal visto. Saludos!
EliminarSalvo excepciones por lugares y tráficos, esa corrección e higiene no me convence nada, Elisa; especialmente en lo relativo al cambio de carril.
EliminarSi yo utilizo un carril de aceleración para entrar en una autopista (o la carretera que sea), la responsabilidad de cómo lo haga es básicamente mía (personalmente, al 100 %), yo, voy a... Legalmente, en su mayor parte también: a mí me ponen un “ceda el paso”, pintado y en señal vertical; aunque desde este aspecto, también se obliga a quienes circulan por la autopista, a que faciliten la incorporación haciendo variaciones de velocidad (progresivas y suaves) o cambiando de carril si es necesario, por este orden; y en ambos casos, siempre que sea posible, claro. Es como coger un tren en marcha, localizado el hueco se igualan velocidades y se ocupa ese espacio. Es más fácil y seguro hacer variaciones de velocidad que de trayectoria, enlazar delante o detrás. Personalmente (salvo excepciones), y quizá parezca hasta una chulería, pero no; para mí, lo mejor y más fácil es que los demás sigan su curso como si yo no existiera, ya veré el hueco, me meto en él y en paz. Vuelvo al ejemplo del tren en marcha, ¿qué necesidad hay de que el maquinista y los pasajeros se enteren? Basta con que no me den con la puerta en las narices cuando estoy en el umbral.
Seguro que no es tu caso, Elisa, pero habrá personas que se acostumbren y se acomoden en su tarea porque, generalmente, el que ya está en la autopista se cambia de carril. ¿Y cuando venga un camión o un autobús, normalmente por el carril derecho y con muchas menos posibilidades de cambiar su trayectoria?
Cuando yo soy el que está en la autopista, según veo al que se aproxima por el carril de aceleración, aumento o disminuyo algo la velocidad para que pase delante o detrás, lo que resulte más fácil. Si no hay más remedio, y puedo, cambio de carril, desde luego. Cuando circulo rápido, o estoy seguro de que pasaré delante, o cambio de carril.
Hay una cosa que me sabe muy mal de este asunto (dicho sea suavemente), y es el poquísimo -por no decir nulo- interés que ponen muchos conductores que se quieren incorporar, porque dan por supuesto que les dejarán pasar -“les tienen que dejar”-, y van distraídos, lentos, erráticos, lo mismo van a 50 km/h en 2ª que en 5ª, tan pronto entran en cuanto aparece la primera línea discontinua, como con la última... Les da igual, como “les tienen que dejar”... ¡Viva la Pepa! Y esta actitud ya aparece en la autoescuela, donde, generalmente, se corrige: “¡Pero, no me dejan!” Yo siempre les replicaba que nadie tenía porqué hacer nada para que entrasen. Busca un hueco amplio, calcula y vete a él. Pero, como muchas personas, en cuanto tienen el permiso de conducir, tiran a la basura lo que han aprendido y por lo que han pagado (“lo que se hace en la autoescuela es sólo para aprobar”), un auténtico despropósito, que nos lleva a que todos podamos ver cada día a bastantes personas (demasiadas) que conducen tan mal, como cuando en la autoescuela lo hacían mal. Pero ahora no hay doble mando, nadie a su cargo, ni coche señalizado.
¡Saludos i bona nit!
Ui ui ui... no sé si en diferentes lugares se conduce diferente. Por aquí (y creo que allá donde fueres haz lo que vieres) te enseñan (y eso hace todo el mundo) a que la primera opción es cambiar de carril, y la segunda (si la primera no se puede) adaptar la velocidad. Piensa que en las cercanías a Barcelona no se incopora normalmente un coche, sino toda una fila de coches, y la gente opta, como primera opción, dejarlos el campo libre (a no ser que tenga la salida inmediatamente, o no pueda).
EliminarOtra cosa, desde luego, es incorporarse a las bravas, porque sí, porque mi coche es muy grande y tú me tienes que dejar pasar. La verdad es que no veo que lo haga mucha gente, aunque alguno hay, como supongo en todas partes.
Esperaba esos “uiiissss”, bienvenidos.
EliminarSí, se conduce de forma diferente; especialmente en ciudades medianas y grandes. Es más cuestión de matices que otra cosa, pero se nota y está motivado por las características de cada lugar: físicas, económicas, demográficas y sociológicas, fundamentalmente; pero también influye el carácter de sus gentes, costumbres, cultura... Básicamente somos todos iguales, pero, hay diferencias entre individuos y sociedades, creo que muy sutiles en realidad, pero claramente significativas.
Estuve a punto de poner antes la cita que me traes: “allá donde fueres haz lo que vieres”, se la tengo oído a mi madre miles de veces, y es muy cierta, hay que tenerla en cuenta, con medida, claro, como todo. Pero me encanta conducir por ciudades que no conozco sintiéndome perfectamente adaptado sin ser un elemento de distorsión en el tráfico, no pocas veces, completamente perdido, improvisando cambios de rumbo en cada semáforo en rojo (una bendición en estos casos). Pero adaptado, eso sí. En Madrid, por ejemplo, en ocasiones, cuando me canso de perderme, dejo el coche en el primer parking que encuentro y sigo en metro, con menos adaptación pero en rumbo seguro.
Por Barcelona he conducido muy poco, pero parece que huelo la mar y me sirve muy bien de norte. Sin duda, habrá que hacer como dices, la excepción se tornará en norma. Pero eso no puede hacer que olvidemos que siempre, siempre, al volante, hay dos objetivos básicos y que requieren de permanente atención: trayectoria y velocidad. O, “W”: volante y velocidad. Incluso en situaciones de emergencia, salvo raras excepciones -que también hay-, la trayectoria es lo último que se debe modificar. Sé que sabes esto, Elisa; pero hablabas de una situación muy delicada y nos escuchan personas de muy diferentes lugares (¡gracias!), y me da miedo que pueda confundir a alguna. En este sentido me da miedo el blog; en el coche, aunque me equivoque, puedo corregir al instante, o al día siguiente; tienes el teléfono del alumno/a... Aquí no me puedo permitir cometer errores, por eso repaso cuanto escribo 20.000 veces, no vaya a ser que alguien ponga en práctica algo que dije o expresé mal y sufra alguna desgracia. Quizá también peque de vanidad... ¡Ay, qué lío! Bueno, por si acaso... mejor la vanidad a un accidente.
¡Buen fin de semana, saludos!
Es cierto que hay temas delicados. A mí también me da respeto dar consejos generales sobre el uso de la bici y que después, pues en una situación concreta no sean lo más aconsejable. Por ejemplo, el simple hecho de animar a ir en bici...
EliminarMe ha sorprendido muchísimo la frase 'cambiarse de carril como última opción' pues realmente en mi vida (autoescuela, práctica, etc) siempre ha sido claramente 'la primera opción', sin variabilidad de opiniones, sin que nadie ponga esto en duda. Quizás esto es debido a la gran densidad de tráfico que soportamos por aquí.
Saludos y gracias por tus explicaciones!
¡De nada, Elisa!
EliminarBuen ejemplo lo de la bici, como medio de transporte yo tampoco me atrevo a recomendarla; ni el uso de ciclomotores y motos. Y, excepto los segundos, me gustan mucho. Como tú ya has dicho alguna vez, la sensación de libertad que dan es enorme, pero son vehículos inestables “per se” y obligan a una conducción muy exigente. Nunca he conducido un Ferrari, pero me da que casi cualquier moto calienta la sangre más que cualquier coche de esa famosa marca. A lo largo de mi vida he conocido unos cuantos “moteros” muy, muy buenos; pues excepto dos (y toco madera por ellos), todos han tenido algún accidente grave, algunos perdieron la vida, otros sufren secuelas importantes y sólo unos pocos secuelas leves que sólo ellos sienten. De las bicis, qué te voy a decir, pero bueno, tengo cuatro amigos que llevan muchos años andando en bici, cuidan las máquinas, nunca usan ni han usado la bicicleta como medio de transporte y han tenido todos ellos accidente importante, a ninguno le quedaron secuelas (gracias a Dios), pero los sustos fueron muy serios, tampoco a ninguno lo atropelló un coche, pero a uno le rompió la tija del sillín, a otro un pedal, otro pinchó la rueda delantera en plena bajada en montaña y el cuarto chocó de frente con otro ciclista que bajaba y trazó una curva sin visibilidad invadiendo su carril de lleno (un acto insensato y suicida como pocos); excepto el del monte, a los otros tres les rompió el casco -como para no llevarlo-, parece evidente que eso les salvó la vida.
Pues sí, salvo excepciones, ‘cambiarse de carril como última opción' debe ser la norma. Supongo que tu sorpresa se debe al contexto del que estábamos hablando, pues en el libro insisto en ello y seguro que lo recuerdas. Es que, la tendencia innata es a esquivar como primera opción y muchas, muchas veces es la causa última y determinante de un accidente, así que siempre puse todo mi empeño en lograr que los alumnos venciesen ese instinto. Volviendo al asunto de los carriles de entrada y salida, seguro que Barcelona tiene, por lo menos, el doble de la densidad de tráfico de Bilbao y que, como dices -y desde luego no lo discuto-, sea muy necesario cambiar de carril para enlazar unos y otros. No tiene mayor problema, siempre que seamos perfectamente conscientes de que ese instinto de girar está bajo nuestro control.
¡¡¡Saludos!!!
Bueno, no es un instinto... no es esquivar... es algo que se hace anticipadamente, cuando se observa a) la señal de intersección con prioridad y b) coches llegando al carril de aceleración.
EliminarHay zonas (ya dentro de la ciudad, en las 'Rondas') donde, por poder tomar la salida, el carril derecho no se abandona, va lleno y además las incorporaciones son muy a 'cuchillo', aunque a menor velocidad.
Saludos!
Bien, de acuerdo Elisa. No obstante... Manténte en guardia con ese instinto, es muy fuerte. Yo mismo me he sorprendido alguna vez con un amago de hacerlo, tiempo después de estar convencido de que lo tenía completamente controlado.
Eliminar¡¡¡Saludos!!
Lo haré! De todas maneras, por difícil que parezca, todos tendemos más a unos defectos que a otros, y estas tendencias no son para todos iguales. Dejarme llevar por un impulso en la carretera... no es muy mío, no es lo que más temo. Pero nunca se sabe, desde luego.
EliminarSaludos y muchas gracias por recordarnos este punto!
Te creo. Y me haces plantearme una cuestión que me interesa mucho, ¿nunca has hecho (o iniciado) un giro instintivo ante una situación que te sorprende? Es que no recuerdo haberlo visto nunca. Gràcies.
EliminarBona nit!
No, nunca. Me grabaron a fuego en la autoescuela que eso no se hace y creo se quedó en algún lugar del inconsciente... Bueno, ¡alguna virtud tenía que tener!
EliminarSaludos!
Seguro que te adornan (como se decía antes) muchas más virtudes.
EliminarPues te creo nuevamente, claro. También te puedo asegurar que eres la primera persona que conozco a la que nunca le ha pasado eso. ¡Te felicito! En mi opinión, denota un autocontrol fuera de lo común. Y te diré una cosa (sin que suponga detraer mérito alguno a mi colega, por supuesto): Qué hace uno con lo que recibe, depende al 100 % de cada cual, en este caso de ti.
Si crees que exagero, pregúntale a tu profesor cuántas personas conoce que puedan responder como tú a la pregunta que te hice.
Bona nit!
Pues muchas gracias!! Ai la palabra autocontrol! Qué importante es y cómo se ha olvidado en la educación. Pero bueno, no me enrollo más! Saludos y gracias de nuevo!
EliminarCierto, cierto... De nada i bon dit!
EliminarHola Esteban , yo te escuche en Oyeradio lo de las rotondas y me gustaria que el miercoles explicaras lo de las rotondas "turbo" que se estan implantando en algunos municipios. Gracias de antemano.
ResponderEliminarHola Elisa:
Eliminar1º ¡Perdón! Te he confundido con otra mujer que tiene tu mismo nombre y que siempre me honra con sus comentarios aquí. Andaba un poco apurado (quería ver, por lo menos, el inicio de la carrera de F1) y no me di cuenta de que ella siempre firma también con su primer apellido y tú no. Nunca me había pasado esto, demonios, ¡qué rabia! Menos mal que Elisa Alòs (moltes gràcies!) me avisó por mail. Te ruego que me disculpes, por favor.
2º Muchas gracias por escucharme en la radio, visitar el blog (espero que te guste, te quedes y te sirvas de él, a pesar de mi error) y por tu comentario.
3º No te lo puedo asegurar, pero muy probablemente hablaremos de esas rotondas "turbo" que mencionas y que prueban interés y que estás bien informada. Lo tengo en mente, porque ahora mismo estoy en ello. Las he conocido el pasado martes por primera vez, grabé y estoy editando el vídeo para ponerlo aquí junto con algún comentario sobre mi impresión. Mañana estará publicado, si Dios quiere.
Espero que aceptes mis disculpas. Muchas gracias.
¡Buena noche y saludos!
A mí me encantan las turbo-rotondas: todo el tráfico ordenadito y cada uno por su carril, sin sorpresas (a mí me gusta el tráfico ordenado). El único problema es que hay que saber de antemano a dónde vamos.
ResponderEliminarHay una cosa del diseño de las rotondas clásicas, especialmente las pequeñas (que se soluciona con las turbo-rotondas) que nunca entendí que no se tuviera en cuenta: el ángulo muerto de la derecha, por donde es fácil (estamos en curva) no ver a un ciclista, o un motorista... cuántos accidentes así ha habido! Creo que hasta Tráfico llegó a recomendar a las bicis no entrar en las rotondas.
Saludos!
No recuerdo esa recomendación, pero si fue en la época de Pere Navarro, no me extraña nada.
EliminarEn general, me han gustado las turbo rotondas, pero cuidado, cuidado: Yo miro igual que si fuese una rotonda convencional porque las trayectorias, de hecho, se pueden cruzar, sólo dividen dos líneas continuas; incluso habiendo separadores de plástico duro un poco elevados encima de ellas a modo de bordillos, también; es más, en este caso con mayor empeño pues no sería nada raro que algún conductor después de tocar con una rueda en ellos tenga una pequeña pérdida de control -perfecta y fácilmente recuperable- pero que al asustarse le lleve a perderlo del todo.
En cuanto a la visibilidad, dices bien: “estamos en curva”, y en esas trayectorias el ángulo muerto de los espejos es máximo, en los tres. Solamente se puede compensar girando la cabeza -in situ- y con observación previa, que debe ser constante, permitir anticiparnos al máximo y mantenernos perfectamente conscientes de nuestro lugar en el espacio con respecto a todos los demás, en los tres tiempos: pasado, presente y futuro. Mientras a la mayoría de las personas no se les meta en la cabeza que deben ponerse a la faena en realizar el trabajo que exige lograr lo anteriormente expuesto, dudo mucho que se produzca una mejoría notable en el paso por las rotondas, las pongan como las pongan. Pero bueno, más fáciles son, y eso en en el tráfico, generalmente, es sinónimo de más seguridad.
Te contestaré más tarde al otro comentario, tiene mucha sustancia: exámenes de Tráfico, potencia... Ahora te adelanto que, como bien sabes, una potencia elevada es un arma de dos filos, por tanto, peligrosa en sí misma; pero como todo en esta vida, es cuestión de medida y de saber muy bien lo que haces. ¿Es mejor ser millonario que pobre? En principio parece que sí, pero todo depende de cómo utilice uno el dinero, si es que lo tiene en abundancia. La mayoría de las personas a las que les ha tocado una cifra enorme de dinero en un sorteo, no tienen nada en tres años. Quizá no estaban preparados, todo exige conocimiento; aprender, saber, esforzarse. Quizá me esté desviando, bueno, luego vuelvo al tema con más calma.
Moltes gràcies, Elisa! ¡Saludos!
Pues sí, es que al menos las turbo rotondas, obligan (otra cosa es que no se haga caso) a seguir la trayectoria que es más eficiente, trayectoria 'no recta' que seria muy difícil de imponer -sólo ya por el problema de describirla-vía legislación.
EliminarSin ser turbo rotondas, hay bastantes rotondas grandes que siguen esta filosofía de poner señales direccionales en los carriles, de manera que el de dentro no va a poderse cruzar ni el de la derecha va a poder seguir dentro.
Me gusta -insisto de nuevo-esta solución porque realmente no veo otra. De cara a las aseguradoras hay que dejar claro quién tiene la culpa,y sin estas marcas viales lo único que puede 'inventarse' para fijar el culpable es que la prioridad es del de la derecha, con lo que dejas al de dentro a dos velas.
Y sí, siempre hay que mirar...pero qué descanso no hacer esos cambios de carril con el cuello completamente torcido, vigilando a mil motos...
Saludos!
Estoy de acuerdo, Elisa. Pero yo seguiré intentando imitar a la niña de “El exorcista” (este “piropo” me lo dedicaron a veces algunos examinadores), máxime cuando pueda coincidir con bicis y motos, no me fio un pelo.
EliminarOlvidé escribir en la entrada, que cuando pasaba por esas turbo rotondas me di cuenta de que a veces la vista se me iba demasiado cerca, por evitar pisar las líneas continuas. Puede no ser significativo, quizá porque eran pequeñas, muy novedoso para mí... Seguramente, si las pasara con frecuencia, no me volvería a ocurrir.
¡¡¡Saludos!!!
Qué pedazo de entrada super didáctica y tan bien trabajada que nos dejas!!
ResponderEliminarMuchas gracias por ello...lo tendré en cuenta: seguro!
Gracias por tu aportación en una de mis últimas entradas.
Saludos!
Muchísimas gracias, Mascab. Me alegra mucho tu opinión, que juzgues tan didáctica mi entrada (es lo que pretendo), y sobre todo que lo tengas en cuenta, que te sirva.
EliminarDe nada por, mi “aportación”, la verdad es que debería visitarte más frecuentemente, escribes artículos muy interesantes, con genio e ingenio. Me gustan.
¡Saludos!
Menuda pedazo de entrada.
ResponderEliminarCómo te curras el blog, por eso fuiste premiado y no me extraña.
Eres didáctico, ameno, para nada pedante...
Estupenda entrada que le voy a pasar a mi hija.
Un abrazo.
Muchísimas gracias, Towanda, por la estupenda “crítica” que me regalas. También me alegra mucho saber que no caigo en la pedantería, porque a veces tengo mis dudas y no me gusta; pero los hombres “somos pura vanidad, fuego en el mar, un paso atrás...” dice una vieja canción de Víctor Manuel, y creo que tiene razón.
EliminarCon todo, lo que más me alegra es el paso a la acción: “entrada que le voy a pasar a mi hija”. ¡Qué os sea útil y tengáis muy buena ruta, en todos los caminos!
Un abrazo.
Wow, impresionante!!! como me ha gustado, ademas de aprender, he conocido un poquito, ha sido como estar ahi!
ResponderEliminarGracias Esteban.
un abrazo
Muchísimas gracias, Mery. Me alegro que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
La verdad, impresionante!!! acá en Argentina sólo en dos provincias he visto y vivido que respetan la prioridad en la rotonda, Río Negro y Neuquén!!! Cariñossssss
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias, Mariela!
EliminarPues vaya, pero imagino, que aunque no se respete la norma quienes conducen se guiarán por alguna "norma" no escrita, habrá una especie de consenso tácito, digo yo.
Por cierto, en Argentina, ¿es igual que en Europa, debe ceder el paso el que llega al que está dentro?
Un fuerte abrazo.
Muy buenas, lo primero que quiero decir es que no todo el mundo esta capacitado para conducir pero como esto es un negocio pues adelante toma canet para todo el mundo, en segundo lugar creo que señalizas mal en las rotondas ya que el intermitente izquierdo no se hutiliza solo el derecho para indicar por donde vas a salir, tercero el parar en doble fila otra infraccion mas no se puede otro mal consejo que das y cuarto siempre se tiene que circular por la derecha aunque vallas a hacer un cambio de sentido.
ResponderEliminarun saludo-
(1)
EliminarHola, y perdón por el retraso.
Estoy de acuerdo en que no todo el mundo está capacitado para conducir; y también que no pocos se niegan a capacitarse, que esa es otra. También está claro que todos no valimos para todo. Lo primero se intenta controlar, desde luego, con las pruebas médico-psicotécnicas y los exámenes. De acuerdo que ambos filtros están muy desprestigiados (creo que más el primero) y que ambos son mejorables, pero me parece que bastante a menudo juzgamos muy a la ligera (hablo en general), y aunque de todo hay en todas partes, creo, que normalmente, los centros médicos hacen honestamente su trabajo y ateniéndose a la normativa vigente, que en algunos aspectos tiene márgenes muy amplios, en mi opinión, pero está legislado así. Por otra parte, de unos dos años acá, así de memoria, recuerdo tres o cuatro casos de sanciones severas, (algunas calificadas como delito) a algún centro médico por dar apto a alguna persona que no lo estaba. Tampoco es raro, que las personas que trabajan en ellos sufran amenazas graves que, igual es un mero desahogo, o no, nunca se sabe. Algo parecido (peor, en realidad) ocurre con los examinadores, y algunos casos no acabaron en tragedia de milagro.
También te puedo dar un dato: de media, en España se superan los 200.000 NO aptos anuales en los reconocimientos; el porcentaje será pequeño, pero me parece más que significativo, y desde luego se aleja mucho del 100% de aptos que casi todo el mundo se cree.
En cuanto al número de personas que intentan sacar el carnet y no lo logran no tengo datos, pero me consta que todas las jefaturas de tráfico tienen cientos y miles de expedientes de personas que dejaron de presentarse a examen y abandonaron su intención de obtener un permiso de conducir; por no hablar de tantas que sí tienen permiso pero no conducen.
¿Un negocio? Todo lo relacionado con el permiso de conducir, generalmente, se piensa que es un gran negocio, naturalmente, no tienes porqué creerme, pero te aseguro que referente al mundo de las autoescuelas, salvo excepciones, no lo es; los examinadores son funcionarios del Estado y tienen un sueldo, en mi opinión, modesto. ¿Que la industria del automóvil mueve muchísimo dinero directa e indirectamente? Cierto. Y también que genera muchos puestos de trabajo; además, creo que tiene una importancia básica en España, si esta desapareciese, básicamente, sólo nos quedaría el turismo. Y lo más importante: ¿Qué tiene de malo que una determinada actividad sea un negocio? Nada, siempre que se desarrolle con honestidad, ¿no?
(2)
EliminarSobre intermitentes y rotondas, en primer lugar te diré que me resulta muy difícil ver vídeos en estos días, y es posible que me haya equivocado o se me pasase por alto algún error, desde luego. No obstante, aunque es cierto que siempre se debe indicar para salir de la rotonda, no está prohibido hacer otro usos de ellos. En las rotondas pequeñas, si voy a la izquierda o a cambiar de sentido suelo utilizar el intermitente de ese lado antes y durante, para cambiarlo poco antes de salir, siempre que no pueda confundir a nadie porque haya un sólo carril o esté en el de más a la izquierda cuando hay varios; lo mismo que haría en un cambio de dirección en una intersección cualquiera, y las rotondas casi siempre forman parte de una intersección. En las grandes es más raro que lo haga, son más rápidas y parece un tanto redundante, aunque según circunstancias concretas a veces lo uso.
En cuanto a parar en doble fila, es algo que se puede hacer siempre que no se molesta a nadie; como sin duda sabrás, hay límite de tiempo (2’) si no pasa a ser estacionamiento y esto sí que siempre está prohibido hacerlo en doble fila. Como te dije, no podré repasar los vídeos en unos días, pero sí he leído la entrada y los comentarios y no veo que aconseje parar en doble fila, me extraña que lo hubiese recomendado alguna vez, como no sea por alguna circunstancia muy concreta, en fin, no sé, pero si me puedes decir dónde comento eso exactamente (cuando te venga bien y si te apetece, por mí no hay prisa), por favor, te lo agradeceré mucho.
Respecto al último punto no estoy de acuerdo, no hay (ni hubo nunca) ninguna norma que obligue a utilizar el carril derecho de la rotonda. Es más, hay normas que invitan a lo contrario, cuando nos dicen que para cambiar de dirección a la izquierda o para hacer cambio de sentido debemos situarnos lo más a la izquierda posible de nuestro sentido; también hay otra que permite utilizar el carril que más convenga a nuestro destino cuando hay más de uno, esté delimitado y se trate de poblado, que es donde suelen estar casi todas las rotondas.
Muchas gracias por tu atención y tu comentario.
Un saludo.