domingo, 13 de julio de 2014

SAN CRISTÓBAL 2014

Llego un poco tarde en esta ocasión (perdón) a felicitarles por el día de San Cristóbal, tanto si conducen como si no, todos estamos implicados en el fenómeno del tráfico. Pero este año lo he vivido desde dentro y he recibido con gratitud, fe y esperanza la bendición en mi persona y en el vehículo que manejaba. Bendición que deseo compartir con cuantas personas lleguen a este sitio, ya sea expresamente o se acerquen a él como un alma peregrina al azar -que dijo el poeta- por este vasto universo de la comunicación llamado Internet.

Un veterano que nunca falta a la cita.
Compartir esta bendición, dejarla aquí, para que se sirva de ella quien así lo desee, tal vez... sí, tal vez sea un modestísimo acto de caridad; de este modo cierro la trilogía de las virtudes cardinales junto con las dos mencionadas en el párrafo anterior: fe y esperanza. 


Por si no se viese en todos los dispositivos, dejo aquí enlace para el vídeo.

En todo caso, y aunque sea de un modo... mental, imaginario, virtual o como quieran llamarlo; esta intención y anhelo de dejar algo aquí que pueda ser útil, me hace ilusión. Las tres virtudes que cité antes no nos sobran a nadie (creo yo), ni tampoco dedicar unos minutos a reflexionar sobre ellas, al fin y al cabo, podemos aplicarlas a todos los aspectos de nuestras vidas, incluso sin importar si somos o no religiosos ni qué fe practicamos.

Desafortunadamente, la ambulancia tuvo que irse antes
de la bendición para atender un servicio urgente.
El día estuvo un tanto desapacible, pero no llovió durante la espera.
Hasta cuando vamos andando hemos vivido situaciones en las que, si no acabamos implicados en un accidente es “porque Dios no quiso”. ¿Cuántas veces oímos y decimos esto? ¿Cuántas, además, es cierto? Permítanme que les invite o sugiera un ejercicio: Cada vez que digan o piensen esa frase, analicen y reflexionen seriamente en la situación que la genera intentando averiguar si realmente pudieron evitar la intervención divina. En algunos casos la respuesta será negativa, pero podrán descubrir que en otros muchos tenían (o podrían tener) la solución en sus manos. 

Mi particular celebración la terminé contemplando la mar desde el
magnífico mirador de Saltacaballos (Cantabria).
Al fondo Castro Urdiales, un pueblo precioso y con solera.
A la izquierda una vieja amiga: la N-634
Los seres humanos estamos llenos de limitaciones, pero es necesario que lleguemos a ellas, incluso que forcemos para ampliarlas, que intentemos expandir esa frontera, que vayamos más allá en nuestra capacidad de esfuerzo, trabajo, estudio, aprendizaje conocimiento, entrenamiento, decisión, constancia... en general, pienso que para cualquier cosa que hagamos, pero muy especialmente, si la tarea a realizar implica riesgo propio y ajeno. Riesgo que será significativamente menor -incluso muy pequeño- cuanto mejor realicemos la tarea de manejar un vehículo o conduzcamos nuestro gentil cuerpo cuando vamos andando. ¡Ánimo pues!

8 comentarios:

  1. Preciosa vista! Y cuánta razón tienes en lo de mejorar. Saludos!

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    1. Me alegra que te guste, la verdad es que en toda esta ruta, desde Francia a Portugal, hay miles de lugares preciosos, y comparado con el Mediterráneo esto está virgen. Animaros a visitarlo cuando podáis, no os arrepentiréis.
      Saludos i bona nit!

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  2. ¡Hola, Esteban!!!

    Nos dejas un precioso reportaje sobre esta festividad de San Cristóbal: Patrono de los conductores. Esa foto de abajo es preciosa. ¡Se ven ahí las nubes, el mar y el valle! Con una sensacional vista...
    Por cierto, me han gustado mucho los sonetos de Gerardo Diego. El ciprés. Un poeta de lujo.

    Te dejo un relato -un apunte de San Cristobal. Seguramente lo conoces, pero por si... te lo dejo.

    Este Santo de origen cananeo con una más que interesante leyenda.

    Dice que Cristóbal era un hombre fornido y de gran corpulencia, por lo que trabajaba en la orilla de un río portando a todo aquel que quisiera cruzarlo. Se dice de él que era un hombre generoso y que cruzaba a quien fuese aunque no pudiera pagarle.

    En una ocasión, cruzó a un hombre y se extrañó porque no pesaba nada; era como si no llevara carga. Al llegar a la orilla aquel hombre le dijo que era Jesús.

    San Cristóbal por este motivo es representado portando al Niño Jesús. Y de ahí que fuera tomado como patrón en un primer momento por el gremio de los arrieros, que fueron ampliados a los camioneros y finalmente a todos los conductores.

    Ha sido un placer.
    Te dejo mi gratitud y mi estima.
    Un abrazo y se muy muy feliz.

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    1. ¡Hola Marina!
      Te estoy muy agradecido... Por todo. Pero especialmente, hoy, por haber venido hasta aquí con la leyenda de San Cristóbal bajo el brazo. La conozco, me la contó mi padre de niño; pero, nunca caí en la cuenta de contarla aquí, supongo que inconscientemente supuse que todo el mundo la conoce, pero seguro que no es cierto, y menos los jóvenes, a quienes les han secuestrado la Religión (o casi) hasta en el aspecto cultural, siendo como es y será, un pilar básico de nuestra cultura y una clave para entender un sin fin de sus manifestaciones.

      El famoso poema de Gerardo Diego me tocó recitarlo por primera vez en clase con nueve años, de pie, delante de todos... Qué ansiedad porque me tragase la tierra, Marina; pero no debí de hacerlo muy mal, porque volví al pupitre sin castigo.

      Te pido perdón por el retraso, pero entre el trabajo fuera de casa y lo enredado que estuve con la última entrada, no supe encontrar tiempo.
      Para mí también es un placer leerte, te dejo y deseo lo mismo. Ojalá disfrutes de un feliz verano, ¡cuídate mucho!
      Un abrazo.

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  3. Esteban cuánta razón tienes, tus reflexiones deberían ser de obligada lectura para todos, conductores y peatones. Porque lo cierto es que todos desafiamos al destino demasiadas veces.
    Había olvidado lo fácil que es leerte y lo que me gusta hacerlo.
    Un abrazo y, feliz, muy feliz verano.

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    1. Pues tú también tienes mucha razón (en cuanto al desafío al que te refieres), cada vez aumenta más esa tendencia, por desgracia. No podemos delegar nuestro instinto de supervivencia en sociedad ni Estado, debemos mantenerlo a punto, muy vivo y muy ágil.
      Asun, ¿tú no sabes que “los hombres somos pura vanidad”? Lo dice una vieja canción de Víctor Manuel, no yo, pero creo que es bastante cierto. ¿Cómo has podido olvidarte de leerme? Con esa afirmación dejas en la miseria a cualquier miembro del género masculino... Es broma, es broma... Pero no me pude aguantar, hay que reírse un poco, es muy sano.
      Muchísimas gracias por tus palabras. Disfruta de un feliz verano.
      Un abrazo.

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    2. Ay Esteban, es una manera de hablar. Ni mucho menos me olvido de ti y de tu manera fácil de atraparnos con tus entradas. Y por otro lado debo decirte que en ese sentido el género masculino y el femenino son idénticos, a todos nos gusta que nos regalen los oídos y ser el centro de atención.
      Espero que nos sigamos visitando como hasta ahora, a veces mas seguido y a veces un poco espaciados, pero manteniendo esa conexión tan valiosa.
      Un abrazo, extensivo a tu familia.

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    3. Lo sé, Asun. Lo sé. Discúlpame, por favor, si te hice pasar un mal rato (me temo que sí), te aseguro que no era mi intención. Sólo era una broma con el único fin de reírnos un poco, y sobre mí mismo, para empezar. En el Norte, en general, tenemos un sentido del humor un tanto británico, y particularmente en Asturias y Galicia, hemos vivido muy aislados durante siglos, eso marca y a veces no nos explicamos muy bien ante otros compatriotas de esta España tan diversa, como diría nuestro nuevo Rey; ¿ves? Ya estoy otra vez. En fin, que sólo era una broma inocente.
      Estoy seguro de que nos visitamos más de lo que expresamos, pero en absoluto significa olvido, es el tiempo, que nos arranca de muchas cosas, como bien apuntas en tu blog; además yo me coordino muy mal con él, soy lento para casi todo, probablemente un pésimo gestor del mismo... Es una vieja pelea que casi siempre pierdo, pero ahí estoy, no me rindo nunca. Y también valoro mucho nuestra comunicación, ¡gracias! Muchas gracias por tus palabras, Asun. Y por ese abrazo generoso y amplio. Otro muy grande para todos vosotros. Hasta pronto.

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