lunes, 20 de abril de 2015

APRENDER A CONDUCIR, APUNTES DE UN IDEAL. (2)

PERSONAL DOCENTE

Sin olvidar el valor del esfuerzo ni hurtar
su satisfacción, debe mantenerse el componente
lúdico y disfrutar aprendiendo a cualquier edad.
Fuente: www.manualidadesinfantiles.org
Durante la enseñanza primaria, pienso que es mejor que sean los profesores que ya realizan esa labor los que se responsabilicen de la introducción de los niños en el aprendizaje de la conducción, pero en su última fase creo que ya sería conveniente que también participasen profesores de autoescuela, y quizá en todas fuese necesario nuestro trabajo, sobre todo para diseñar circuitos en los patios de las escuelas, ayudar a los profesores de primaria, asesorarles, acompañarles también en rutas en bicicleta por la ciudad, en los campamentos de verano y ayudando a esos mismos profesores a sumergirse en el mundo del automóvil, la carretera y el tráfico. También podríamos ser útiles presentando juegos, películas, demostraciones, vídeos... Sobre sistemas de seguridad específicos para niños, buenos y malos ejemplos sobre manejo de vehículos y comportamiento como peatones enseñándoles a protegerse y, de vez en cuando, haciéndolo también con sus padres. En pocas palabras, el profesor de autoescuela ocuparía un segundo plano en el aspecto pedagógico, siendo más que nada un colaborador necesario.

Durante la enseñanza secundaria y la formación profesional, se cambiarían los papeles anteriormente mencionados, especialmente cuando a los 15 años los alumnos comiencen con las clases prácticas tanto en circuito cerrado como en vía pública. En esta fase, creo que sería muy interesante que los profesores de instituto también participasen con sus alumnos como compañeros de los mismos aprendiendo o perfeccionando su forma de conducir e incrementando su propia experiencia, y se puede introducir un nuevo papel: el de funcionario examinador, que representarían unos y otros indistinta y regularmente, sobre todo en la última fase, distinguiendo entre calificaciones objetivas y subjetivas.

Como mencioné en la entrada anterior, seguiría siendo conveniente que todos los alumnos se involucren también actuando como policías, víctimas, abogados, jueces, fiscales, acusados, testigos... Que se representen juicios sobre accidentes de tráfico imaginarios o reales con el fin de ser lo más conscientes posible de qué responsabilidades les puede exigir la sociedad en muy poco tiempo al cumplir la mayoría de edad. Mi padre expresaba esta idea muy bien con una frase que considero muy reveladora y que siempre me impresionó, también por la injusticia que muchas veces conlleva, es esta: “Hay errores en la vida que se pagan como crímenes”. 

Desde hace ya unos cuantos años, en nuestra sociedad, ha nacido una corriente que infantiliza a la juventud engañándoles miserablemente; es frecuente que hasta los medios de comunicación supuestamente más serios denominen como “niña” o “niño” a una persona que está en algún proceso grave en calidad de víctima o imputada en algún delito aunque le falten unos pocos meses para cumplir los treinta años. ¡Y es mentira! Con 18 años, hoy por hoy y en este país se tiene mayoría de edad y se es adulto, con todo lo que esto conlleva.

Hoy mismo, buscando imágenes, me encontré con este enlace que
me sorprendió muy gratamente. Les invito a que lo abran.
Fuente: www.pequesymas.com
Mis alumnos solían quedarse siempre pensativos y serios cuando les explicaba que una vez tuviesen el carnet, si por algún error o infracción causaban daños a personas o a bienes, les iban a tratar igual que a mí, por más que comenzasen a conducir ese mismo día. La razón es que legislación y sociedad dan por hecho que si uno tiene permiso para conducir un automóvil sabe hacerlo.

Enseñanza universitaria. Al comienzo de esta etapa o en sus inicios, la mayoría de los jóvenes ya tendrían permiso de conducir y una experiencia considerable acumulada en las etapas anteriores que sólo sería necesario ponerla en práctica y ampliarla conduciendo solos. 

Disponer de coche propio mientras se estudia una carrera es algo que pocas personas se pueden permitir, y me parece muy cuestionable su necesidad y hasta su oportunidad; por otro lado, utilizar el que suele haber en casa, generalmente, aún es más difícil y menos recomendable. Sin embargo es necesario practicar si queremos conductores bien formados desde el principio, luego es bastante más difícil, aunque en absoluto imposible, por supuesto.

En todas las etapas de la enseñanza reglada se pueden incorporar trabajos
basados en juegos y creativos, hacer concursos, competiciones, inventos...
Fuente: elperiodicodelaenergia.com
Este problema se puede paliar en buena parte -quizá hasta totalmente- continuando con el aprendizaje de la etapa anterior pero reduciendo su intensidad con el fin de lograr un buen equilibrio entre eficacia y economía. Pienso que se podrían aprovechar muy bien las tres épocas de vacaciones: Navidad, Semana Santa y verano, con campamentos en circuito en esta última estación y con los que ya se habría empezado en etapas anteriores. Además, para los alumnos que conduzcan solos con sus propios coches o el de sus familias, se puede ofrecer una tutoría permanente para consultas, dudas, asesoramiento de todo tipo, hacer un mínimo seguimiento y, sobre todo, ayudar en caso de denuncias por infracciones, delitos relacionados con el uso del automóvil y posibles accidentes.

Las prácticas con estos estudiantes, ya con carnet, se pueden hacer en coches de autoescuela sin señalizar y que pasen desapercibidos para los demás conductores; tampoco me parece un imposible que alguna empresa de alquiler de coches ofreciese sus servicios a precios moderados con el fin de que estos estudiantes pudiesen practicar sin necesidad de comprar un coche y utilizarlos en algunos de sus viajes. Naturalmente, también veo aquí muy interesante la participación de profesores y padres en las prácticas de los alumnos.

Cada mes, o cada dos como mucho, se pueden hacer charlas, realizar talleres, ofrecer orientación laboral en el complejo mundo del automóvil que precisa de especialistas de todo tipo, motivar estudios e investigaciones sobre el mismo... Evitar, en suma, perder vínculos con un mundo en el que todos estamos inmersos directa o indirectamente, lo queramos o no, durante todas nuestras vidas y del que, de un modo u otro todos nos beneficiamos conduzcamos o no.

Profesores de autoescuela. Como pueden ver, considero imprescindible la presencia de profesores de autoescuela a lo largo de todo el aprendizaje de la conducción desde niños hasta llegar a adultos, por la sencilla razón de que en ningún otro oficio se conoce tan bien carretera y tráfico y las aptitudes y actitudes con las que las personas responden a ese medio y circunstancias a los mandos de un automóvil, siendo bastante frecuente hasta ahora que muchos conductores manejen el vehículo y se desenvuelvan en el tráfico con el mismo nivel alcanzado en la autoescuela, cuando no inferior, de ahí tantos accidentes que parecen increíbles. 

En este oficio la veteranía es un grado, pero esta no depende de la edad, sino
de la pasión, ilusión y ganas de aprender que se ponga en la tarea.
Por la seguridad de todos, en primer lugar, es imprescindible
aprender mucho y rápido de los alumnos.
Fuente: www.northshoredrivingschool.com.au
Naturalmente, sólo tener el título de profesor de autoescuela o de formación vial, como se dice ahora, no sería suficiente para impartir estas clases y cursos, sería necesaria también una cierta experiencia y un verdadero conocimiento de la carretera. Es imprescindible establecer unos requisitos mínimos pues hay demasiados compañeros que además de conocer muy poco y superficialmente la carretera no hacen más que repetir (hasta literalmente en muchos casos) lo que dicen los funcionarios examinadores y las consignas oficiales de la DGT, entidad, que como todos sabemos, está demasiado politizada, lo que la lleva con frecuencia a tomar decisiones contradictorias, alejadas de la realidad, fieles a inconfesables intereses políticos y carentes muchas veces de criterio independiente y técnico. Una verdadera lástima, porque en materia educativa la DGT tiene competencias plenas actualmente, este organismo define los requisitos exigibles en los exámenes y dispone de recursos que deberían ser mucho mejor utilizados. También es cierto, que la contaminación de intereses políticos afecta a todos los servicios que el Estado presta, enseñanza y sanidad incluidas, y sería sumamente importante evitar el contacto con la misma para evitar que sea una fuente de problemas. Este extremo es más difícil que la propia financiación.

Autoescuelas. La posibilidad de establecer esta colaboración entre estos centros, por un lado y escuelas, institutos y universidades por otro, debería estar abierta a todas ellas sin ninguna excepción; incluso se puede abrir el abanico a profesores de autoescuela que no formen parte de ninguna cuando no sea necesario dar clases prácticas en vía pública (para cumplir con la legislación actual). En cuanto a requisitos, con tal de que su personal docente cumpla con los establecidos a los que hice mención en el párrafo anterior, bastaría con que se ajustasen al programa que se defina y hacer un contrato por curso académico y centro, estableciendo el modo de supervisar su cumplimiento y sanciones claramente disuasorias.

En muchos de estos centros es preciso un cambio de mentalidad importante,
pero tendrían una fuerte motivación: abre mercado, horizontes... Y lo más importante:
se libera la presión de dinero y tempo de la que es tan difícil abstraerse.
Fuente: www.portalcoches.net
Es imperativo establecer normas sencillas y claras que eviten o, al menos, hagan muy difícil que aflore cualquier tipo de corrupción, como conceder estos servicios en exclusiva a determinadas autoescuelas o asociaciones evitando, ente otras cosas, lo que ahora sucede con el permiso por puntos por muy legal que sea. Tanto empresas (autoescuelas) como profesores, deben entender perfectamente que ni las primeras tendrán jamás ninguna exclusividad, ni los segundos se convertirán automáticamente en funcionarios por ejercer esta labor.

Esteban

2 comentarios:

  1. Vuelvo a ser Elisa. Buenísimas ideas. Espero que en un futuro dejen de ser ciencia ficción. Un saludo!

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    1. Hola Elisa, moltes gràcies!
      Yo también espero y deseo lo mismo; me daría mucha rabia morirme sin verlo.
      ¡Saludos!

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