sábado, 28 de enero de 2012

DÍAS DE RADIO

Es el título de una película de mi admirado Woody Allen, del que disfruté buena parte de sus comedias, por no decir de todas. Del resto bastante menos, e incluso en algunas de este último grupo me aburrí soberanamente. Pero siempre le agradeceré los muchos buenos ratos que me ha hecho pasar con su elegante sentido del humor y con sus inteligentes, fecundos y ágiles diálogos. Espero que Dios le de salud y fuerza para seguir divirtiéndome con su trabajo por mucho tiempo.

Foto tomada del sitio dissenyatxtu.blogspot.com/2011/06/restauraci...
En mi más remota infancia -segundo lustro de los años cincuenta, recién cruzado el ecuador del pasado siglo, hace unos días en realidad- me sentí absolutamente fascinado por el aparato de radio que había en la casa de mis padres en El Entrego (Asturias), en el corazón de la cuenca minera del Nalón. A parte de que por aquella caja de madera se oía hablar a otras personas, música, ruidos... Lo que no dejaba de asombrarme eran los muchos nombres de ciudades del mundo que estaban escritos en el dial. Era un mapamundi sin mapa que no me cansaba de mirar. Unas veces con permiso y otras a escondidas, acercaba mis dedos con total reverencia al botón que movía el indicador del dial poniéndolo sobre el nombre de alguna ciudad lejana con la esperanza de verme en ella en cuanto lo hiciese, pero sólo había ruidos. Gracias a ellos, mi esperanza siempre seguía intacta, pues debía pensar que había alguna avería (como cuando un coche no arranca) y en otro momento, tal vez, lograse ser teletransportado. 

 La primera canción que recuerdo haber aprendido.                

Aquella radio fue también la fuente de mis primeras discusiones con mi madre porque a veces emitía alguna canción de Jorge Negrete que mi madre disfrutaba pero añadiendo siempre: “Probín, con lo bien que cantaba y ya está muertu, tan joven”, naturalmente, a mí me sorprendía, ¡estaba cantando por la radio! Los muertos no dicen nada, mi madre replicaba: “ye un discu, fíu”. Por más que me lo explicaba, lo del disco no lograba imaginarlo y en casa no había, así que nos enzarzábamos en una discusión que ella zanjaba dejándome por imposible pero mi mente seguía dándole vueltas a ese fenómeno de poder cantar después de muerto o a su imposibilidad. Desde entonces, la verdad es que no hice demasiados progresos en mi conocimiento de la física cuántica, la filosofía, el misterio de la muerte y muchas cosas más, pero, quizá aquellas disputas marcaron el primer punto de inflexión en el desarrollo de mi cerebro que, como pueden ver, tampoco es para tirar cohetes. Mas queda camino y tiempo para seguir aprendiendo y ahí voy andando.
He pensado utilizar esta entrada a modo de carpeta donde ir colocando todos los archivos  de mis charlas en la radio (no están todos, hay alguno desaparecido) para que, cuantas personas consideren interesante escucharlas puedan hacerlo, pues no quedan grabadas en el sitio Web de la emisora.
Además de agradecer, y enormemente, a cuantos tienen y tengan la amabilidad y deferencia de poner sus ojos -y ahora también oídos- en este sitio, quiero advertirles de que, si ya escribiendo no logro -a pesar de mi afán- evitar la imperfección, en mis charlas en la radio todavía resulta más patente lo poco que me cunde el esfuerzo. Eso, a pesar de la gran ayuda que me da José Ángel, un verdadero artista de las ondas al que da gusto verle trabajar. Por cierto, nunca imaginé que estar en la radio fuese tan divertido y adictivo. Sin duda alguna, que pueda vivirlo así, ha de tener mucho que ver con la excelente calidad humana de las personas con las que allí me encontré: Ainhoa, José Ángel y Txema, nunca os agradeceré lo bastante vuestra ayuda y la oportunidad que me brindáis. Muchísimas gracias.


La radio que ahora tengo.
Entre mis muchos defectos figura el de tener muy poca agilidad mental y una flaca memoria, lo que en una intervención en directo se nota. Pero bueno, comencé el penúltimo viernes del pasado octubre y desde entonces ahí sigo todos los miércoles; aún no me han echado. En fin, ríanse, disfruten y, si les va bien, hagan suyas algunas ideas, sugerencias y actitudes importantes, que también las hay, con el fin de conducir sin miedo y conducir mejor, al cabo, es el verdadero objeto de mi trabajo.
Por supuesto, si alguno de ustedes desea hacerme llegar alguna pregunta, sugerencia, crítica, corrección... pueden utilizar los medios de contacto de que dispone OYE RADIO BASAURI (95.1 FM) o el correo y teléfono que aparece en www.conducirsinmiedo.com Será un placer corresponder a su atención. Muchísimas gracias.
Esteban


CHARLAS CON JOSÉ ÁNGEL EN OYE RADIO BASAURI 

1ª CHARLA (21-10-2011). Básicamente, presentación del libro Conducir sin miedo.


2ª CHARLA (26-10-2011). ¿Quiénes conducen mejor, mujeres u hombres? Conducir en otoño y conducir con viento.


3ª CHARLA (2-11-2011). Algo más sobre conducir con viento fuerte, mujeres-hombres (Bertha Benz), "carril reversible" y II Salón del Automóvil de Asturias.



4ª CHARLA (9-11-2011). Conducir con lluvia y aquaplaning. 



5ª CHARLA (16-11-2011). Posible cambio de algunas normas para motos y taxis. 
Rotondas. 



6ª CHARLA (23-11-2011). Rotondas e intermitentes. 

7ª CHARLA (7-12-2011). Comentamos noticia sobre accidentes puente Constitución y actitudes para evitarlos. Adelantamientos por la derecha. 



8ª CHARLA (14-12-2011). Tráfico (DGT) abre plataforma digital al público. Inmovilización del vehículo y golpe por atrás.



9ª CHARLA (21-12-2011). Comentario sobre noticia de pérdida de control en la autopista, ruedas y algo sobre qué hacer si falla el freno. 

10ª CHARLA (28-12-2011). HIELO 1.

2 comentarios:

  1. Hola Esteban:

    Ya era hora que pasara por aquí para quedarme un ratito.
    Mientras te escribo oigo una de tus charlas en la radio de "oye basauri" ,
    ¿quien conduce mejor los hombres o las mujeres? (cuidaito ¿eh?....ja)
    Bueno hace semana y media leí tu comentario en mi blog y lograste la
    impresionante tarea de dejarme sin palabras , como ves fue algo pasajero.
    Me emocionaste , de verdad , no quiero pecar de quedarme corta en mi
    agradecimiento , no solo por tus palabras , no , también por tu apoyo , tu
    saber hacer , tu mano de hierro cuando era precisa y tu guante blanco
    cuando lo necesité y ambas fueron necesarias en mas de una ocasión ,
    verdad?.

    Haces referencia al día de mi examen , sabes de que me acordaré siempre? de
    cuando el examinador , al terminar yo de aparcar , me dijo..."bueno a
    partir de ahora con mucho cuidado" y tu y yo nos miramos con complicidad
    como compartiendo , en silencio , nuestra victoria, y aguantando apenas una
    sonrisa en la cara. Puede ser que si yo conduzco lo haga cualquiera , o
    puede ser ,que si lo hago sea gracias al profesor y persona que me acompañó
    en mi odisea. Sacarme el carne ha sido un logro personal , conocerte y
    tenerte como profesor un placer que ojala muchos puedan disfrutar y valorar.

    Un saludo y un fuerte, fuerte ,fuertisimo abrazo.
    Tetxu

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    1. Hola Tetxu:

      Lo primero pedirte perdón por mi retraso en contestar a tu precioso comentario, que no hace más que corroborar lo que escribí en tu blog. ¿Ves cómo tengo razón? Eres una persona excepcionalmente buena -en el mejor sentido de la palabra, como decía Machado- y de una gran valía.

      Recuerdo perfectamente el detalle que comentas de tu examen en aquella fuerte pendiente descendente -como dice el manual- de Zorrozgoiti, sí, y también lo que quise decirte con mis ojos: 1. Que estaba muy alegre por verte recoger el justo fruto de tu perfecto trabajo. 2. Que estaba (y estoy) totalmente convencido de que eres y serás buena conductora.

      Dices también: “Puede ser que si yo conduzco lo haga cualquiera, o puede ser, que si lo hago sea gracias al profesor... “ Sé que lo dices de corazón, porque entre las muchas virtudes que te adornan están la sinceridad y la franqueza, lo he visto. Pero no, Maite, el mérito es de vos. Por más que yo me esfuerce en enseñar, si el alumno no se esfuerza en aprender no hay nada que hacer. Mi “mérito” radica en trabajar sin desmayo para transmitir la esencia del modo en que conduzco perfeccionando este al máximo cada vez que lo hago. Esto es lo que marca la diferencia entre las distintas personas que comparten mi oficio. Y hablando de esto, y para que veas que no es solo cosa mía, te dejo una cita de Aristóteles que procuro tener muy en cuenta en lo bueno y en lo malo: "Enseñar no es una función vital, porque no tiene el fin en sí misma; la función vital es aprender".

      Muchísimas gracias, buena suerte, buena ruta y un fuerte abrazo.

      Esteban

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