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| Fuente: www.levanteracing.com |
Una vez más, la señora Paula Méndez me honra con su confianza enviándome un artículo para publicar en este sitio. Su tema es harto controvertido: radares. Y como cualquier otro asunto, tiene múltiples facetas por donde ser abordado. En esta ocasión Paula ha enfocado una, eminentemente práctica y de indudable interés general, que solventará preguntas muy frecuentes que se hacen muchas personas. Les será útil.
¡CERO RADARES EN NAVIDAD! EVITA SUS MULTAS
Lo que menos te apetece recibir por Navidades es una multa por exceso de velocidad, y con lo que menos te apetece encontrarte es con un radar, ¡seguro!
Entonces, ¡vamos allá con unos consejos a tener en cuenta!
El club Soy Motero de Mutua Madrileña Automovilista ha preparado un artículo que esperamos que os sea de ayuda.
Cada vez hay más radares en las carreteras y autovías dispuestos a sacar "la foto" previa a la multa por exceso de velocidad. Está claro que la única solución es no saltarse los límites legales.
El Ministerio de Fomento publicó que en las autovías, el porcentaje de vehículos que circulan a más de 120 km/h se ha reducido un 30 % desde 2003 a 2008 y en carreteras convencionales los coches que superaban los 100 km/h han aumentado al 45 %. Esto puede ser porque sólo en España hay más de 1.300 radares vigilando la velocidad.
Para que no te lleves ninguna sorpresa, lo que tienes que hacer es ir a la velocidad adecuada en cada vía; ya que la realidad es que cuando no vemos radares fijos, nos confiamos y... ¡zas! Es ahí cuando un radar móvil nos pasa factura (por eso te recomendamos el uso de avisadores de radar).
Para que sepas un poco más del tema allá vamos con el funcionamiento de los radares:
-El radar capta el exceso de velocidad y saca dos fotos del coche.
-La imagen se recibe por fibra óptica o sistemas telemáticos en el Centro Estatal de Tramitación de Denuncias Automatizadas a tiempo real.
-Las fotos son visionadas por un operador que comprueba la matrícula, marca y modelo en el Registro General de Vehículos de la DGT y hace el expediente.
-El expediente se envía al propietario del coche como máximo en una semana.
-Cuando el sancionado tiene la notificación tiene que identificar al que en ese momento iba al volante (si no ha sido él).
Además también puedes valorar que:
• Los radares fijos miden y fotografían sin error hasta dos vehículos por segundo.
• El margen de los radares fijos es de un 1% y el de los móviles de un 10 % por encima de los límites establecidos en la vía.
• Los de pórtico sólo se ocupan de la velocidad de los vehículos que circulan por su carril, y los de caja pueden programarse para que controlen ambos sentidos.
• Con temperaturas extremas los radares no están operativos, por ejemplo por debajo de 10 grados bajo cero y por encima de 60 grados; además en las curvas tienen dificultades para calcular la velocidad con exactitud.
¡Ah! Si te llega la multa a casa, sería conveniente que le eches un buen vistazo antes de pagarla, por si hay algún detalle que la invalida y puedes recurrirla.
Paula Méndez
También pueden ver aquí una información que he recibido hoy mismo, muy oportuna y útil.
Para terminar les invito a que vean el siguiente vídeo, no llega a un minuto.
La verdad es que no me gustan los radares, pero... Siempre cabe alguna excepción y esta es una muy clara.
La verdad es que no me gustan los radares, pero... Siempre cabe alguna excepción y esta es una muy clara.
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| Uno de tantos accidentes en el "túnel" de Artaza. Fuente: www.foropolicia.es |
Antes de colocar el mencionado y famosísimo radar, incomprensiblemente, había muchos accidentes como el de la foto. ¡Algunos coches se subían por las paredes! Literalmente, por increíble que parezca; muchas personas -entre las que me cuento- podemos dar fe de ello.
Esteban
P. D.: Olvidé decir, que de unos dos años acá, he visto con mis ojos algunas veces un radar móvil camuflado poco después de pasar el fijo (señalizado y visible), en la zona donde uno ya se cree "a salvo" y recuperando velocidad. ¡Cuidado!
Hola Esteban: He visto el vídeo y no acabo de entender la mecánica del accidente. ¿Se trata de que los coches se iban por pura fuerza centrífuga? Si es así, es señal de que falla algo importante en la formación de los conductores, o quizás ya en la educación básica en la escuela, donde se tiene que aprender que la naturaleza se guía por unas leyes físicas básicas sobre las cuales no tenemos 'poderes'.
ResponderEliminarDesde luego que no es bueno confundir 'buen conductor' con 'conductor lento', pero tampoco lo es confundir 'buen conductor' con 'conductor que va rápido a piñón fijo pase lo que pase', y mucho menos esa manía de intentar superar las gestas (o supuestas gestas) del vecino, por lo general, más fruto de la propia percepción e imaginación que de la realidad. Saludos!
Hola Elisa:
EliminarSí, efectivamente, se centrifugan hasta que la resistencia de la fuerza de la gravedad acaba ganando la partida. Desde luego que la formación de conductores se puede y debe mejorar, lo mismo ocurre en las escuelas, etc. Pero, es tan extraordinario (a mis ojos) lo que sucede aquí, que creo que muchas personas analfabetas, o casi, no cometerían ese error. Hay cosas tan evidentes... Además, otros colegas y yo lo hemos comprobado dando clase; pasabas por allí con algún alumno con el que previamente habías hablado sobre el tema le explicabas lo que iba a sentir, lo que tenía que hacer, que por mal que lo hiciese no le ibas a dejar subir por la pared, que nada temiese y, por supuesto, que entrase en la curva por encima de sesenta, a veces hasta aceleraba yo ¡y lo hacían bien, sin excepción!
Este es un caso que me tiene clavada una espina, porque desbarata esa teoría que tengo por la que suelo afirmar que, en general, los ricos conducen mejor. Ese "túnel" está en uno de los municipios con renta per cápita más alta de España. También es cierto que la mayoría de las gentes verdaderamente ricas que vivían en Getxo han emigrado hace años. Es todo un fenómeno, e increíble, si no fuese porque lo conozco tan bien. Además, la mayoría de los accidentes no sucedían de noche ni en fin de semana sino en las horas más comunes de ida y vuelta al trabajo. Yo pienso que la mayoría ocurrían por que alguien iba despistado, algo más rápido de la cuenta -pero no mucho- el coche empezaba a tirar de morro contra la pared, el conductor entra en pánico gira y contragira sin control y , sobre todo, y al tiempo acelera; entra en pánico, acelera a fondo... y a escalar.
Maldita la gracia que me hace reconocerlo, pero es cierto: Aquí, el radar fue mano de santo. Lástima que el miedo a la multa prevalezca sobre el instinto de supervivencia.
Bona nit!!!
Gracias, Esteban, por la explicación. Así, ¿esto pasa por entrar, por ejemplo, a 80?? Y entonces (perdona mi ignorancia pero así pongo a funcionar mi simulador virtual), si notamos algo raro, ¿lo mejor sería dejar de pisar el acelerador? Saludos y gracias!
EliminarDe nada, Elisa. Creo que querer aprender nunca es ignorancia, y por supuesto nada tengo que perdonar, faltaría más.
EliminarEn ese lugar y en el ejemplo que puse me parece recordar que entrábamos entre 70 y 80, quizá 75 o poco más, y ya se notaba la tendencia del coche a ir hacia la pared (también el alumno, lo más importante); efectivamente, lo correcto era dejar de pisar el acelerador y mantener el volante en la dirección que se pretendía seguir, a veces, también pisábamos el freno con suavidad y el coche volvía solo a su trayectoria, se hacía alguna pequeña corrección con el volante (que ni siquiera siempre era necesario) y asunto arreglado.
Pienso que lo fundamental es que el alumno percibiese, sintiendo en su cuerpo esas sensaciones, antes de que fuesen demasiado fuertes y le pudiesen llevar a hacer que el coche pierda el control por "sobreactuar" movido por el miedo. También podía comprobar que salvo errores muy, muy grandes en cuanto a la velocidad, si se mantiene la calma, aunque sea tensa, hay recursos suficientes para evitar el accidente.
¡Saludos!
Qué suerte poder percibir esas sensaciones en la autoescuela! La mayoría de gente piensa que un alumno tiene que conducir como si fuera sólo. Eso de aprovecharse del doble mando para sentir los límites se interpreta como 'hacer el cabra'.
EliminarPor cierto que a mí me enseñaron (me grabaron a fuego, creo) que nada de perder la calma, nada de volantazos ni reacciones bruscas, cosa que aprecio mucho.
Saludos!
Me ha hecho reír ese “hacer el cabra”, pero sí, tienes razón, casi todo el mundo pensaría eso. Hombre, ya de niño me quedé prendado de aquel “Non plus ultra” (me daba mucha pena) y del “PLUS ULTRA” (esto sí me gustaba) y siempre he procurado ir más allá en mi tarea, la autoescuela se puede utilizar mucho más de lo que se hace -por ambas partes-, así pues, por mí que no quede; además hace muchos años que aprendí que el doble mando también es una herramienta pedagógica. Debo decir que conozco y he conocido colegas que actúan de un modo semejante, y no me cabe ninguna duda de que en BCN también los hay.
EliminarLo que me cuentas de tu profesor dice mucho y bueno de él, es muy significativo. Ese “grabado a fuego” (yo también utilizo mucho esa expresión) es determinante para tu propia seguridad, la primera piedra en su construcción. Seguramente, mi colega trabajó ese aspecto contigo desde el primer día, y muy probablemente hasta el último. No todos los profesores lo hacen y cometen un grave error, pues para ellos mismos es tanto o más vital que para el alumno pues si no pelean porque eviten los movimientos bruscos la seguridad de ambos queda al azar ya que no da tiempo a corregir el error de quien aprende.
¡Saludos!
Mi profe de autoescuela es muy bueno, realmente. Y de hecho, aquí, con tanto tráfico, es muy importante no hacer nada brusco. En la autovía siempre me inculcó cambiar de carril 'gradualmente', lo que da más seguridad. Aunque hayas mirado a todos sitios y comprobado los ángulos muertos, un cambio gradual da más margen, y no pierdes velocidad en la dirección 'recta' (al menos así me lo enseñaba).
EliminarHay gente que me ha explicado que ha tenido que dar 'volantazo', lo cual no sé si creerme (¿y controlaron el coche?? ¿y no se llevaron un motorista por delante?), pero desde luego a mí me enseñaron que eso no se hace y no lo haría nunca nunca nunca, tengo la sensación de que con ir atento, quitar el pie del acelerador y si es necesario frenar un poco la mayoría de problemas (en autovía) se solucionan y, como mínimo, seguro que no se agravan. Saludos!
Tu sensación es buena y lo que has aprendido perfecto. No obstante, siempre hay excepciones, y a veces, sí es necesario hacer alguna maniobra brusca y violenta. Fíjate las tres situaciones que relató Arturo de Andrés recientemente; claro que esa violencia es consustancial al hecho de mover un vehículo que pesa unos 1.200 kg de media y circula... aunque sea a velocidades moderadas como a 80 km/h o así y hay que forzarlo en algún apoyo, giro y contragiro para eludir un riesgo inminente de accidente, por causa de fuerza mayor. También nuestro cuerpo debe hacerse a esas sensaciones (los cursos en circuito son ideales para ello, lo comprobarás). En realidad, eso ocurre con todo, se tiende a creer (y nos inculcan) que se puede viajar como sentados en una nube, ajenos a las leyes de la física. Sé que no es tu caso, pero el cuerpo se puede alarmar. Salvo a pilotos, algún profesor y poco más, no conozco a ninguna persona que entienda por qué los aviones llevan cinturones de seguridad, por ejemplo; también conozco a personas que están convencidas de que tuvieron malísima suerte con los pilotos que llevaban su avión por haber tenido que hacer algún aterrizaje "duro", dan por supuesto -y a la mayoría no logré convencerles de lo contrario- de que los pilotos o no tenían ni idea o iban borrachos, cuando en los aeropuertos del norte, con viento sur, lo normal es que el aterrizaje sea duro, porque el viento sur es viento cruzado en estas pistas.
Eliminar¿Creer lo que nos cuentan de los volantazos? Pues, si de verdad los han dado y no han tenido accidente, o son muy buenos, o la situación no era ni mucho menos tan grave, o se les ha aparecido la Virgen, o simplemente su memoria les engaña vilmente (lo más probable). Ahora, yo he oído mucho más lo contrario, es decir, relatando un accidente, afirmar -muy ufanos- que inmediatamente antes de la colisión habían dado el volantazo. Pues hombre, parece evidente que no tenían que haberlo hecho, ¿verdad? Pues cuando les decía esto, salvo excepciones, quienes me contaban la historia se enfadaban mucho y se sentían muy ofendidos. Curiosísimo.
En fin, Elisa, estoy bien seguro (como dicen los franceses) de que, entre lo que sabes de conducir y de tu interlocutor/a discernirás perfectamente lo que puedes creer o no, o poner en “cuarentena”.
¡Saludos!
Sí, la situación del artículo de A. de Andrés requería eso, pero era una situación excepcional y quien lo hacía sabía lo que hacía. Desde luego que los cursos deben ayudar mucho, así que me decidí a llamar mañana mismo, aunque tumbe todos los conos. ¡Saludos y gracias!
EliminarBueno, no quiero asustarte ni a ti ni a nadie, pero no es tan excepcional lo que cuenta D. Arturo, excepción hecha de la historia protagonizada por su padre -nunca oí nada igual- que es impresionante. Vamos, quiero decir, que no es tan infrecuente que alguien se cruce en la trayectoria de otro.
ResponderEliminarNo vas a tumbar todos los conos ni adrede, Elisa. ¿Apostamos algo? Quizá unos pocos, o incluso ninguno, en todo caso, seguro que menos de los que te imaginas. Por otro lado, la clave está en dar manivela al volante con mucho remango para uno y otro lado yendo lo más rápido posible, ya te indicará el instructor/a en qué marcha (bueno no en tu caso) y a qué velocidad se debe hacer el ejercicio. Tú trabaja, lucha, pelea con el coche; deja que cuerpo y mente se inunden de las sensaciones, luego éstas se van asentando y tu cerebro las archiva. Es muy divertido, ¡disfruta!
De nada. ¡Saludos!
¡Gracias de nuevo!
Eliminar¡De nada!
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