El año pasado no pudo ser -circunstancias mandan y en aquellos días tuve trabajo en Salamanca- pero este año, sí. Visité la exposición de Bilbao (que se celebra en Baracaldo) y me gustó mucho. Me sorprendió muy agradablemente resultando mucho más interesante y completa de lo que me esperaba. La disfruté. El abajo firmante ya tiene una... cierta edad, y es muy raro que pueda ver en la calle coches en los que he viajado o he conducido hace tantos años que me parece que fue ayer.
Me sorprende que durante tantos años se fabricasen volantes con un aro tan fino que hacía tan difícil guiar, especialmente en verano con las manos sudadas, o que precisaran el uso de guantes para poder sujetarlos mejor. Durante mucho, demasiado tiempo, se fabricaron asientos en los que era imposible apoyar la parte superior de la espalda; desde luego su diseño podía estar bien para utilizar en un salón, pero no para ir en una máquina que está pensada para moverse. Los reposacabezas tardaron mucho en aparecer y más parecían una almohada que invitaba al sueño que otra cosa, por cierto, aún hay personas que apoyan su cabeza en ellos, la persona que conduce NO debe hacerlo NUNCA, es muy fácil dormirse, ¿que nos ocurre en el sofá cuando apoyamos la cabeza? Pues eso... Es un elemento de seguridad, no de confort. En casa podemos perder la película, en la carretera la vida. ¡Cuidado!
Siempre que veo coches antiguos -y sin verlos- me parece increíble que pudiésemos conducirlos, que no hubiese muchos más accidentes, que pudiésemos entrar en ellos... Los viajes de noche eran un calvario, los faros casi no alumbraban, prácticamente sólo servían para ser vistos, contaminaban y consumían mucho más, eran mucho menos fiables y seguros, en proporción con los actuales mucho más caros... ¡Pero enamoraban! Y son, salvando las distancias, como un primer amor porque han sido y son vehículos de un sueño ancestral y universal: movernos mucho más rápido que con nuestras piernas y a caballo. Los automóviles actuales son muchísimo mejores en todos los sentidos, pero eso no impide que muchos los echemos de menos, algunas veces. Desde luego tenían mucha más personalidad y estaban hechos con mucha más pasión. Algunos son auténticas obras de arte que encierran verdaderas joyas mecánicas.
A modo de... desordenado álbum familiar, dejo aquí algunas fotos de los padres, abuelos y bisabuelos de los coches que actualmente manejamos. Espero que les gusten y las disfruten.
¡Muy bonitos! Pero esos volantes tan inaprensibles a veces eran el origen de más de un susto. |
En estos tiempos, por ese precio, deberían dar también un vino y un pintxo, ¡qué menos, digo yo! |
Precioso interior de un BMW coupé de los años cincuenta. |
Su motor. No tengo en mi memoria datos del mismo, pero seguramente sería magnífico. BMW siempre ha sido, y es, un excelente fabricante de motores. |
La verdad es que nunca me gustó este coche, pero con él aprendí a conducir y hasta llegué a dar algunas clases, era incomodísimo. |
Este es un coche muy, muy especial. Debe haber poquísimos en el mundo y, aunque parezca mentira, es "hijo" del 600. |
ISETTA, alias "El Huevo". Me encantaba este coche, me emocionaba cada vez que lo veía. Tengo un vago recuerdo de que me llevasen en uno alguna vez, pero no estoy seguro. |
No me negarán que hay derroche de originalidad e ingenio en esta forma de entrar. |
MG. Un coche muy interesante con excelente corte y equipamiento. Llegó a fabricarse en Pamplona junto con el Austin Victoria y el Mini. |
Elegantes "pegatinas" e inconfundible sabor británico en este frontal. |
Un haiga, y descapotable. La palanca de la derecha es el selector del cambio automático. |
Adornos de innegable influencia aeronáutica. |
También aquí. |
Son formas impensables ahora pero, gustos al margen, parece que los diseñadores eran bastante más libres. |
Me gusta, y también los conocí en activo de pequeño.
El RAE ya recoge la palabra "haiga". A este último tipo de coches se les denominaba así, se supone, porque cuando muchos indianos llegaban a Madrid en los años cincuenta y sesenta, después de hacerse ricos, verdaderamente ricos, en América y tras muchos años en ese maravilloso continente, una de las primeras cosas que hacían era comprar un coche de este tipo, que en absoluto pasa desapercibido y, parece ser y me lo creo perfectamente, que al entrar en la tienda pedían el coche más grande que "haiga". Naturalmente, regresaban a su pueblo natal en él y eran la envidia de parientes y vecinos. Creo que si no fuese por la fuerza de los malos pensamientos ésa palabra no hubiese llegado a este siglo y, menos aún, estaría tutelada por La Real Academia. Se pronunciaba casi siempre en son de burla, provocando risas y sonrisas siempre a espaldas del indiano que, muchas veces, apenas sabía leer o escribir cuando no era totalmente analfabeto. ¡Pero era rico, muy rico! Diana unánime y perfecta de la envidia y cobardía de tantos que deseaban estar en su lugar para hacer lo mismo, por lo menos. Estoy convencido de que esta es la raíz de la insoportable corrupción política que padecemos, pero aquellos indianos eran mucho mejores que nuestros políticos: Primero, porque el dinero se lo ganaron ellos, muchas veces generando o aprovechándose de situaciones injustas, es cierto, pero también lo es que invirtiendo ingentes cantidades de esfuerzo, trabajo y riesgo, jugándose la vida no pocas veces. Segundo, muchos de aquellos indianos hacían obra civil en su pueblo: carreteras, escuelas, lavaderos, hospitales, horfanatos, asilos, importantes donativos a conventos de curas y monjas... Pero siempre con su dinero. Los políticos lo hacen con el dinero de todos, a tontas y a locas, y encima se quedan con una buena parte. Que diferencia, ¿verdad?
En aquellos años yo estaba en la edad de la inocencia y un "Haiga", para mí era una marca de coches que admiraba siempre que podía totalmente encantado. Una tía mía a la que quería mucho y de inmenso corazón siempre me tenía al corriente en cuanto veía pasar alguno o sabía dónde estaba aparcado. Asturias es una tierra importante de indianos, así que pude disfrutar bastante de aquellos coches, Donde más había era por la zona de Llanes (donde hay un museo dedicado a la vida y obra de estos hombres) en el oriente astur, pero también hubo muchos de origen vasco, gallego y cántabro, creo que en este orden.
Seguramente, estos últimos párrafos estarían mejor en otro tipo de blog, pero la idea vino a la cabeza y no me pude aguantar. Después de todo, "el hombre es un animal político", decía Aristóteles.
Esteban
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Una cosa que añoro de esa época es que los conductores sabían mucho más de mecánica de la que yo hoy en día sé. Los de mi generación hemos visto de niños cómo nuestros mayores abrían el capó, cambiaban ruedas, etc. Nosotros confiamos en el móvil y la asistencia en carretera. Definitivamente, he decidido que no pasará el 2013 sin mejorar mis conocimientos de mecánica general. Saludos!
ResponderEliminarPues no la añores, Elisa, sólo era apariencia. ¡Puro teatro! En serio, salvo contadas excepciones (conductores profesionales, y no todos) y poco más, la mayoría no tenían ni idea de mecánica. A mí me engañaron mucho y muchas veces, era un chavalín, pero a medida que iba aprendiendo mecánica me di cuenta de la cantidad de barbaridades que se oían (y hacían) entre parientes, amigos, conocidos; muchos mecánicos... Pero claro, hablaban “ex cátedra”, afirmaciones y negaciones tajantes, sin razonamiento alguno y, cuando alguna vez tenías la osadía de pedirlo, se enfadaban y cortaban la comunicación mirándote por encima del hombro. Sí abrían mucho el capó, pero porque era imperativo controlar niveles de agua y aceite con muchísima frecuencia, nada más. Yo creo que algunos se quedaban ensimismados mirando aquellos pequeños motores tan sencillos y accesibles, objeto de tantos desvelos para poder conseguirlos que casi los adoraban, era algo parecido a como mira el beato a una imagen en la iglesia.
EliminarCreo que antes con la mecánica, pasaba algo semejante a lo que sucede ahora con la informática: ¿Cuántas personas se supone que tienen un amplísimo conocimiento de ordenadores? Muchas, ¿verdad? Y, sin embargo, cuando uno aprende un poco se da cuenta de que realmente hay muy pocas que de verdad sepan. Seguro que lo has observado.
Me parece muy bien tu propósito. Estoy convencido de que unos conocimientos de mecánica, al menos tener claros los principios de funcionamiento de las cosas, ayuda claramente a conducir mejor, evita averías, alarga la vida útil del coche... Es bastante sutil, pero a corto o medio plazo esas ventajas aparecen. Llevo muchos años y muchos kilómetros encima y es muy curioso comprobar cómo tantas personas tienen problemas con sus coches que muchos “pisapedales” no padecemos, eso, haciendo muchas decenas de miles de kilómetros más y la mayoría de ellos sentados a la derecha y con una persona aprendiendo al volante.
¡Saludos!
Pues debe ser idealización de nuestros mayores, ¡porque yo siempre pensé que sabían mucho cuando habrían el capó!
EliminarMi desconocimiento evidente de mecánica general me ha convencido de que ya es hora de aprender: hace unos meses creí que tenía una bombilla fundida cuando tenía una avería electrónica, meses después pensé que tenía un fallo en la caja de cambios cuando tenía el embrague desgastado, y hace una semana pensé que tenía un problema con el motor de arranque cuando lo único que pasaba era que la batería era muy vieja. Ya ves. Además el gruísta me comentó que le daba 'demasiado' a la llave al arrancar...¡Hice una clase de girar la llave! (muchas gracias desde aquí al gruísta). Vaya, que estoy segura de que saber 'algo' tiene que dar un plus, y ya es hora de tener ese plus de una vez por todas. Por cierto: ¿sabes de algún buen material del tema para leer? Gracias!
Bueno, quizá tus mayores sí sabían de verdad, pero en general era como te dije. Y ahora peor, la mayoría se conforman con el móvil y la asistencia en carretera y no quieren saber más. Una pena, porque se quedan sin ese plus, como muy bien dices.
EliminarMe sabe mal que hayas tenido tantos problemas en tan poco tiempo, vaya por Dios. La avería electrónica no es algo raro -tampoco debería ser complicada ni cara-; la batería, siempre tiene una vida útil limitada, muy inferior a la del coche; cambio de marchas -más siendo robotizado- es muy raro que se estropee, sólo me pasó una vez en mi vida, en un Golf precisamente, aunque con casi 300.000 km, pero no debería haber ocurrido; motor de arranque, igual, rarísimo que falle, también me pasó una sola vez y con un Opel Astra, será casualidad o mala suerte seguramente, pero ambos son coches alemanes, curioso. El embrague es otro tema, puede durar tanto como el coche o unos pocos minutos; en tu caso, parece que el control electrónico del cambio robotizado tiende a castigarlos algo más de lo normal, sobre todo si la 1ª velocidad no tiene un desarrollo lo suficientemente corto y el motor no da mucho par, porque lo hará patinar a veces algo más de la cuenta.
Muy curiosa la clase de girar la llave y muy bien por el señor de la grúa, ha ido más allá, al explicarte eso. Pero eso forma parte de la primera clase en la autoescuela, y se repite claro. Te diría que giras la llave hasta que suene el motor ¡y sueltas! No es tu caso, pero, en los motores Diésel, normalmente hay que esperar unos instantes a que se apague el testigo de los calentadores haciendo una brevísima detención a lo largo del giro de la llave entre la posición de contacto y la de arranque.
Si me das unos días te informo sobre libros (si te urge avísame por favor), el que siempre tengo a mano es el famosísimo Arias-Paz, pero es un poco árido para empezar y casi 1.000 páginas. Es la “biblia” en mecánica de automóviles, al menos en español. Debo tener algún otro más adecuado para empezar pero, he de buscarlo. También estoy gestando uno en mi cabeza y me gustaría dar a luz en 2013, claro que esto no es como la biología, ya sabes. Todavía no escribí un solo folio. ¿Por qué demonios no pasa como en las películas? Una editorial te da un adelanto, uno se retira del mundanal ruido y en unas pocas semanas... ¡Ya está! Una nueva “criatura”.
De nada. ¡Saludos y bon dit!
Mucho me hubiera extrañado que no tuvieras otro libro en la cabeza. Este que propones pinta muy interesante.
EliminarYo busqué también en el RACC pero curiosamente no hay cursos- o no encontré- de mecánica (yo buscaba algo donde, a parte de leer, pudiera 'tocar' las piezas, bueno, algo 'práctico'). En fin.
Pues sí, el gruísta fue muy amable de dar esa 'clase', ¡muy valiosa para mi coche! De todas maneras voy a ponerme una medalla: ¿crees que si lo hubiera recibido quejándome de la espera hubiera ido todo igual? Pues no, y ya desvarío, pero es que estoy segura de que si rompemos nuestra dinámica de desconfiar-criticar-exigir, los demás (99%) van a responder con generosidad y con creces.
No he tenido tantas averías como creo entendiste, 'sólo' 3 (luz, embrague i batería), en un coche de 3a mano y 7 años... lo único raro es lo del embrague. ¿Qué harías para prolongar la vida del embrague de un automático? Saludos!
¡Bravo! Por ese: “si rompemos nuestra dinámica de desconfiar-criticar-exigir, los demás (99%) van a responder con generosidad y con creces.” Pienso igual, aunque no veo lo de la medalla (bueno, si y no), porque seguro que eso lo haces de forma natural y habitual.
EliminarHace tiempo, por aquí, alguna que otra autoescuela daba algunos cursos de mecánica básica, consejos de utilización del coche e incluso cómo realizar uno mismo algunas sencillas operaciones de mantenimiento, generalmente gratis, pero hace tiempo. Será muy difícil encontrar alguna que haga algo parecido, ni el RACC, ni asociaciones de automovilistas... Es una pena, pero seguramente los pocos que lo hacían lo dejarían porque llegó un momento que no acudía nadie o casi nadie a ellos. Muchas autoescuelas tienen preciosas maquetas con las que a mi me encantaba enredar en cuanto tenía un hueco, lamentablemente de adorno o poco más pues sólo dan clases de mecánica para los cursos CAP de camión o autobús y están orientados a la obtención de esos permisos y certificado.
Consultaré tu pregunta, solamente necesito saber cúantos kilómetros tiene el coche en total, aunque sea aproximadamente y cuántos embragues se han cambiado, que tu sepas, o cuantos kilómetros -más o menos- ha durado el que has cambiado recientemente. He intentado buscar información concreta y no encontré nada, de momento, solo se me ocurre que la vida de ese mecanismo se puede alargar evitando salidas tipo rally -seguro que ya lo haces-, iniciar la marcha en pendientes muy fuertes -no siempre se puede, claro- y graduando con suavidad el acelerador siempre que sea posible, seguro que también lo haces. En principio, mucho no se podrá hacer porque la gestión electrónica del cambio se supone que ya lo cuida al máximo.
¡Saludos!
Muchas gracias, Esteban:
EliminarEl coche tiene 69000 Km, creo que le cambié el embrague hacia los 65000 más o menos. Era la primera vez que se le cambiaba. Es cierto que con ese embrague tuve unos meses antes de cambiarlo un problema en una cuesta en la que no voy a volver a meterme (era muy empinada, de hecho estaba prohibida a autocares). Quizás allí lo dañé.
El que llevo ahora no ha tenido ningún problema.
No salgo a lo rally y sabes que no me gusta la conducción brusca, pero sí que le apreto con decisión al incorporarme o al adelantar... vaya, no sé si ésto puede hacer daño. ¡Gracias de nuevo!
¡De nada, Elisa!
EliminarHoy mismo envío la consulta, no sé lo que tardarán en contestarme pero en cuanto la tenga te la hago llegar.
Puede que esa rampa le haya dado la puntilla al embrague, pero seguro que tampoco estaba en su mejor momento, precisamente. Por ahora puedes seguir así, evitando ese tipo de cuestas, siempre que sea posible y sobre todo iniciar la marcha en ellas, pero bueno, a veces no hay más remedio.
Sí, sé que no haces salidas en plan rally ni conduces de ese modo y que lo haces con suavidad, pero en las circunstancias que mencionas hay que mover el coche con agilidad y viveza sin ninguna duda, entre la salud y el coche... De todos modos, en realidad, ¿cuánto tiempo dura esa exigencia al coche?, ¿cuántas veces al día o a la semana? Seguro que muy pocas y la mecánica debe soportar eso sin ningún problema. No te preocupe. Seguro que lo haces mejor de lo que tú misma te permites creer.
¡¡¡Saludos!!!
Muchas gracias! ¡Espero el resultado de tu consulta! Y sí, te aseguro que cuando vea un 'prohibido autocares', no volveré a meter mi coche.
EliminarMe quitas un peso de encima porque muchas veces cuando me incorporo pienso si le estoy dañando o no, pero desde luego que no sabría hacerlo de otra manera. Lo hago como en la autoescuela, pero sin cambiar de marchas. Sólo he hecho una vez una incorporación con automático con un profesor, y vaya, no dijo nada especial.
El profesor con el que me saqué el carnet (un gran profesor, ¡espero que Álex se lo saque con él!) siempre decía que había cosas en las que se tenía que ser muy ágil. ¡Tenía mucha razón!
Saludos!
¡De nada! Me alegra mucho saber que mi colega es bueno, en cuanto a lo que te decía sobre la agilidad, es curioso que la mayoría de las personas en la autoescuela piensan que lo mejor para aprobar el examen, primero; y para ir seguro, después, es conducir muy tranquiiiiiilo y despaaaaaacio. ¡Y es falso! Como bien sabes, para ambas cosas. La tendencia general es a conducir siempre de una misma forma y la realidad exige todo lo contrario: Una adaptación continua a circunstancias diferentes que cambian rápidamente.
EliminarAntes olvidé decirte, que quizá en tu coche y para mimar el embrague, sea conveniente ponerlo en N cuando estés detenida en retenciones o semáforos en rojo que tarden bastante en cambiar.
Bona nit! ¡Saludos!
Buen punto lo de la N, porque hay gente que dice que la caja sufre, y gente que dice que es mejor poner la N en estos casos...
EliminarEn autoescuela, nunca me han hecho poner la N en un semáforo, así que yo tampoco la ponía. Desde luego, viniendo de tí, la próxima vez que esté en una situación como la que dices probaré a poner N ¡Saludos!
He podido confirmarlo, mejor en N. También olvidé, que en detenciones prolongadas (a partir de unos 2 minutos) conviene parar el motor con el fin de consumir y contaminar menos, independientemente del tipo de cambio que tengamos.
Eliminar¡Saludos!
Madre mía! ¡Qué rapidez! Lo haré así en los semáforos largos (al estilo de como hacía con el manual en la autoescuela). ¡Muchísimas gracias!
EliminarExacto. Y, de nada, por Dios. ¿Rapidez? Elisa, comparado contigo, tu eres una liebre y yo un caracol.
EliminarGràcies a vos. ¡Saludos!
Se me quedó en el tintero que tu colega es bueno, muy bueno y que realmente me daría mucha tranquilidad que él enseñara a mis hijos. Bueno, Álex tiene claro que sí quiere ir con él. Espero que acabe siendo así.
ResponderEliminarComo raramente voy de pasajera no sé valorar si la gente va a piñón fijo. Si es así vaya aburrimiento. Realmente me cuesta de creer. Puestos a ir al volante (porque hoy en día lo necesitas o bien para ir a trabajar o simplemente para no ser la familia 'problema' que siempre depende de los demás), pues ¿qué mejor que desconectar de todo lo demás y aprovechar el rato para aprender y mejorar como conductor/a? Saludos!
Me alegra mucho, mucho que el buen hacer de mi colega le haga acreedor de tu admiración y respeto, hasta el punto de que Àlex quiera ser su alumno. No ocurre muchas veces, pero hace mucha ilusión cuando un joven alumno se presenta como hijo/a de... y, además, te dice que no le importa dónde van sus amigos porque él tiene muy claro "desde siempre" que aprendería a conducir contigo. Estoy seguro de que mi camarada de BCN también se llevará una muy grata sorpresa y una gran alegría cuando llegue el momento.
EliminarAunque en coche ya casi siempre vayas conduciendo, se puede observar cómo tantos -demasiados- van a "piñón fijo"; todo les sorprende, no se anticipan a casi nada, reaccionan a última hora, van de sobresalto en sobresalto y tocan la bocina por todo... Copio tu pregunta para que, quien tenga la amabilidad y paciencia de leer esto, se la aplique a sí mismo/a: "¿qué mejor que desconectar de todo lo demás y aprovechar el rato para aprender y mejorar como conductor/a?" ¡Está MUY bien!
Moltes gràcies i saludos!
En este tema pones la seguridad de tu hijo en manos de quien le enseñe. Es mucho más importante que aprenda bien que no llevar un coche 'superseguro' ¡Seguro que muchos de los que enseñaste, si tienen ocasión, intentarán que sus hijos vayan contigo!
EliminarCierto. También lo es, que supone una gran satisfacción (que uno ni se imagina cuando es más joven) el hecho de que algunos hijos de ex alumnas/os vengan a aprender contigo; lástima que para ello tengan que pasar tantos años y tan rápido. En estos casos, siempre -sin excepción- pude observar que el abismo generacional entre padres e hijos, no es tan hondo ni tan grande como en la mayoría de los casos y, lo más importante: además tienen sólidos puentes que, sin duda, han tejido desde siempre. Como haces tú.
Eliminar¡Saludos!
¡Qué bonita la frase 'tienen sólidos puentes que, sin duda, han tejido desde siempre'!¡Así sea! Saludos!
EliminarQuería hacer un par de comentarios. Primero sobre los coches fabricados en Pamplona, el MG era como el tope de gama, se fabricaron también el Morris 1100 y el Austin 1300. Minis vendieron muchos a trabajadores de la fábrica que tenían condiciones más ventajosas para comprarlos. De los que pasaban por el turno de noche algunos una noche llegaban con un Mini 850 y se iban por la mañana con el mismo Mini pero con un motor 1275.
ResponderEliminarEn cuanto a los libros, yo aprendí con una edición viejísima del Arias-Paz, era la 6ª u 8ª y estamos hablando de los años setenta. Era lo suficientemente claro como para que alguien con 14 o 15 años que tenía yo entonces, se enterara de cómo funcionaban los coches.
Estimado anónimo:
ResponderEliminarAnte todo te presento mil disculpas por el retraso en responder a tu comentario. Sin pretender que sirva de atenuante, lo cierto es que no pude contestarlo acto seguido de ponerlo y luego lo olvidé, pues esta entrada ya me quedaba "un poco atrás".
También quiero darte las gracias por la aportación y el complemento que supone el contenido que envías a mi entrada.
Yo también conocí el Arias Paz en la misma década que tú, pero no era tan joven: tenía a la sazón 23 años y corría el año de 1977. Antes, disfruté con la Enciclopedia Salvat del Automóvil que había en la biblioteca del Instituto (la leí entera), con las revistas de "Mecánica Popular" (también en la biblioteca, pero la municipal de Gijón, en el antiguo Instituto de Jovellanos), con el libro de mecánica de la autoescuela cuando saqué el carnet de camión, ídem con el del curso de profesor de autoescuela; de forma oral (y práctica), y siempre antes del Arias Paz (porque después y hasta ahora, es una larga historia), también me enseñaron mucho algunos expertos conductores y mecánicos que conocí en la mili, tanto soldados como suboficiales. Ese libro es excelente, sin duda, pero... creo que puede tirar un poco para atrás a quien se acerque a la mecánica por primera vez.
Muchas gracias también por, "simplemente", poner tu atención en este blog y, además, participar en él. Por favor, disculpa mi retraso.
Un saludo.