CHARLAS CON JOSÉ ÁNGEL EN OYE RADIO BASAURI
48ª CHARLA (5-12-2012). Profesor de autoescuela denunciado en Barcelona por superar la tasa de alcohol. Estudio de FACUA sobre los precios del carnet. Menos multas por exceso de velocidad y más por el uso del móvil. Nueva campaña de la DGT. Una oyente pregunta sobre la prohibición de circular en Alcorcón a coches de autoescuela que no sean de la localidad.
Lo siento por el profesor de Barcelona, francamente, pero si es impresentable para cualquier persona conducir bajo los efectos del alcohol o de otras drogas, hacerlo siendo profesor y trabajando... me deja sin adjetivos. Y lo siento por la parte de vergüenza ajena que me toca y también porque, salvo situaciones muy excepcionales y sin posibilidad de causar daño alguno a nadie, cuando una persona toma más alcohol de la cuenta hay de por medio sufrimiento y dolor, lo cual es indeseable para todos. No obstante, no es el primer caso que conozco ni será el último; me consta que hay colegas que toman otras drogas y, algo relativamente frecuente, que llegué a saber hace pocos años es que algunos profesores toman medicamentos para la depresión, la ansiedad y enfermedades de ese tipo; tratamientos que, normalmente, son incompatibles con el acto de conducir. Por otra parte, en casos como este y dejando a un lado la posibilidad de accidente, siempre hay una persona perjudicada en su tiempo y en su dinero, eso para empezar, de forma inmediata y objetiva: el alumno. Y si el profesor sale condenado en el juicio (no olvidemos que está acusado como autor de un delito), en buena lógica, también debería de estar obligado a reparar el daño causado a la persona a la que daba clase.
Estudio de FACUA... ¡Otra vez! Estoy harto de estos “estudios”, los he contestado en tres ocasiones amplia y detalladamente a Eroski, OCU y FACUA. Una o dos veces me han contestado, tarde y brevísimamente, sin responder ni una sola de las preguntas que les hice y, por supuesto, sin hacer pública mi queja por su parte. Dan por supuesto que todos trabajamos igual y es algo completa y evidentemente falso en cualquier oficio o profesión. No es nada raro que se dé la aparente paradoja de que un alumno pague un precio total inferior en una autoescuela que cobra la clase más cara que otra, porque da menos clases ya que le enseñan mejor, por ejemplo. Tampoco se puede comparar una ciudad que tiene 25.000 habitantes con la que tiene un millón. No muestran el más mínimo interés por la seguridad vial ni por los accidentes de tráfico, sólo miran dinero y carnet; demuestran una preocupante ignorancia por las normas que regulan el funcionamiento de las autoescuelas (sin duda, una de las actividades más controladas por la administración, y más directamente) ni por las que regulan los exámenes; dicen preocuparse por los intereses de los alumnos pero los toman por idiotas y nunca les informan de que pueden aprender a conducir con un coche automático y por libre, por ejemplo, entre otras cosas. No es imperativo pasar por la autoescuela. Me irritan tanto estos “estudios” tan pésimamente hechos que inevitablemente me llevan a pensar que están motivados para hacerse publicidad gratuita (todos los medios se hacen eco de su “estudio” al menos un par de días) o por alguna especie de cruzada personal por parte de alguien a quien le fue muy mal con su permiso de conducir. En fin, lo dejo aquí, el tema tiene mucha cuerda, pero no me gusta nada y de muestra basta un botón.
La nueva campaña de la DGT incidiendo en lo positivo, me gusta. Mis felicitaciones a la señora María Seguí. Estoy firmemente convencido de que las campañas con imágenes morbosas y trágicas son totalmente contraproducentes. Por otra parte, tantas campañas divulgativas sobre tráfico, drogas, medio ambiente, violencia contra las mujeres y un larguísimo etcétera que patrocinan con tanto entusiasmo los diversos gobiernos que padecemos, me parece que sólo sirven para justificar determinados empleos y negocios.
Y llegamos a Alcorcón, provincia de Madrid (en la emisora se me metió en la cabeza Fuenlabrada, pero no, ustedes perdonen). Bueno, pues junto con el caso de Móstoles -que ya llevan años- un clarísimo ejemplo de tiranía y despotismo. Seré breve, porque estas cosas, ya no es que irriten es que desatan la ira porque, vamos a ver, ¿cuándo nos vamos a dar cuenta en este país de que no se puede vulnerar la ley por más que se quejen los vecinos? Si es verdad que se quejan, en lugar de violar la Constitución... ¡Explíquensela! La Ley se debe cumplir, nos guste o no, y si no gusta o es injusta -que lo es en ocasiones- se debe luchar por cambiarla. Desde luego, que un alcalde y unos concejales hasta se jacten de incumplirla, y no es este el único caso -hay bastantes más y más graves- es un penoso escándalo que los desnuda de autoridad y respeto.
Autor: Unai Beroz Fuente: www.noticiasdegipuzkoa.com |
Estudio de FACUA... ¡Otra vez! Estoy harto de estos “estudios”, los he contestado en tres ocasiones amplia y detalladamente a Eroski, OCU y FACUA. Una o dos veces me han contestado, tarde y brevísimamente, sin responder ni una sola de las preguntas que les hice y, por supuesto, sin hacer pública mi queja por su parte. Dan por supuesto que todos trabajamos igual y es algo completa y evidentemente falso en cualquier oficio o profesión. No es nada raro que se dé la aparente paradoja de que un alumno pague un precio total inferior en una autoescuela que cobra la clase más cara que otra, porque da menos clases ya que le enseñan mejor, por ejemplo. Tampoco se puede comparar una ciudad que tiene 25.000 habitantes con la que tiene un millón. No muestran el más mínimo interés por la seguridad vial ni por los accidentes de tráfico, sólo miran dinero y carnet; demuestran una preocupante ignorancia por las normas que regulan el funcionamiento de las autoescuelas (sin duda, una de las actividades más controladas por la administración, y más directamente) ni por las que regulan los exámenes; dicen preocuparse por los intereses de los alumnos pero los toman por idiotas y nunca les informan de que pueden aprender a conducir con un coche automático y por libre, por ejemplo, entre otras cosas. No es imperativo pasar por la autoescuela. Me irritan tanto estos “estudios” tan pésimamente hechos que inevitablemente me llevan a pensar que están motivados para hacerse publicidad gratuita (todos los medios se hacen eco de su “estudio” al menos un par de días) o por alguna especie de cruzada personal por parte de alguien a quien le fue muy mal con su permiso de conducir. En fin, lo dejo aquí, el tema tiene mucha cuerda, pero no me gusta nada y de muestra basta un botón.
La nueva campaña de la DGT incidiendo en lo positivo, me gusta. Mis felicitaciones a la señora María Seguí. Estoy firmemente convencido de que las campañas con imágenes morbosas y trágicas son totalmente contraproducentes. Por otra parte, tantas campañas divulgativas sobre tráfico, drogas, medio ambiente, violencia contra las mujeres y un larguísimo etcétera que patrocinan con tanto entusiasmo los diversos gobiernos que padecemos, me parece que sólo sirven para justificar determinados empleos y negocios.
Y llegamos a Alcorcón, provincia de Madrid (en la emisora se me metió en la cabeza Fuenlabrada, pero no, ustedes perdonen). Bueno, pues junto con el caso de Móstoles -que ya llevan años- un clarísimo ejemplo de tiranía y despotismo. Seré breve, porque estas cosas, ya no es que irriten es que desatan la ira porque, vamos a ver, ¿cuándo nos vamos a dar cuenta en este país de que no se puede vulnerar la ley por más que se quejen los vecinos? Si es verdad que se quejan, en lugar de violar la Constitución... ¡Explíquensela! La Ley se debe cumplir, nos guste o no, y si no gusta o es injusta -que lo es en ocasiones- se debe luchar por cambiarla. Desde luego, que un alcalde y unos concejales hasta se jacten de incumplirla, y no es este el único caso -hay bastantes más y más graves- es un penoso escándalo que los desnuda de autoridad y respeto.
Esteban
Me gusta mucho, realmente, este giro en las campañas de la DGT. He visto esta y otra en la TV. No sólo porque ya no son macabras sino porque alejan la idea de que los accidentes son culpa de '4 locos' (entre los cuales uno no se cuenta nunca, claro) y llaman a la responsabilidad de cada uno en su cotidianidad, así como a la empatía (gran valor) con los demás. Saludos!
ResponderEliminarDesde luego, Elisa, no salgo de mi asombro con tu diligencia, y lamento no estar a la altura. Entre mañana (ya hoy) y pasado prometo ponerme al día.
EliminarTambién a mí me alegra mucho este cambio de rumbo de la DGT porque como muy bien apuntas y contrariamente a lo que nos han transmitido durante muchos años, los accidentes, no son cosa de cuatro “locos”, sino de todos. Hasta cuando vamos andando. Por otra parte, creo que es más necesario que nunca hacer hincapié en prestar toda nuestra atención a la conexión real con los demás y no a la virtual. Vengo observando de unos años acá que cada vez hay más conductores “introvertidos”, ensimismados en su mundo y sin comunicarse ni entender ni enterarse cuándo otro conductor intenta transmitirles algo. Pero nadamos contra una corriente que va in crescendo en progresión geométrica (por lo menos) y cada vez más personas dedican más atención y tiempo a las redes sociales, mensajes gratis, etc. Los fabricantes de coches ya han apostado por facilitar esta tarea a sus futuros clientes instalando a bordo todo lo necesario para estar conectado vía Internet con cuantos artilugios sean “necesarios”, las máquinas se comunicarán entre sí, dicen. Vamos, coches “inteligentes” para conductores idiotas. A mí cada vez me gustan más los coches viejos, al final van a lograr que los modernos pierdan su esencia. Otra cosa, que hace tiempo tengo en mente, los niños que rondan los 10 años tienen móvil, cuando cumplan 18 ¿quién demonios los va a convencer de que no lo usen conduciendo?
Me viene ahora a la cabeza, que se podía intentar hacer ver que el parabrisas es una gran pantalla extensible hasta donde alcance la vista y “traducir” realidad en virtualidad para que los más jóvenes no echen ésta de menos al interactuar con aquella. Humm, me parece que me he hecho un lío. Pensaré en ello. Bueno, de momento es tiempo de aplaudir a María Seguí.
¡Saludos! Y moltes gràcies por tu puntual atención.
A mí me ha sorprendido últimamente ver como grandes marcas de automóviles lanzan mensajes tipo 'podrás leer el facebook mientras conduzcas'. ¡Pues qué pena si esto es todo lo que saben decir de sus coches! ¡Pues vaya llamada a la responsabilidad! Creo que tenemos una confusión total entre las palabras 'sistemas de seguridad' y 'conducción autónoma'. Y ya sabes que me gustan los adelantos tecnológicos como el cambio automático, que me gustaría tener ESP, faros adaptativos, detector de ángulos muertos, etc. Pero de aquí a convertir al conductor en un sujeto pasivo enganchado al móvil... rodeado de otros tantos iguales... pues no creo en ello, y soy matemática, hay demasiados factores a controlar. Los aviones tienen pilotos (activos, mucho más de lo que pensamos) y torres de control. ¿Quién controla esos coches inteligentes?
EliminarSatélites y un "Gran Hermano" cuya sola mención da pánico, supongo. Aunque creo que el Gran Hermano en España ha comenzado en la carretera, lo trajo de la mano Pere Navarro y tiene intención de quedarse y ampliar su poder.
EliminarA mí también me gustan los avances tecnológicos. Me gusta andar y descubrir cosas, en cualquier campo; pero parece que la tecnología está ocupando el espacio que Marx atribuía a la religión (opio del pueblo) y que muchas personas se dejan deslumbrar por ella, es una verdadera lástima. Crea esclavitud.
En cuanto a los fabricantes, me parece muy bien que quieran vender coches, pero que no nos engañen ni se engañen, por favor, es de una irresponsabilidad que raya en lo penal. Además, si muchos jóvenes no muestran mayor interés por los coches, no es porque pierdan de "estar conectados" cuando conducen, es que conducir se ha convertido en una tarea bastante ingrata. Los coches cuestan mucho dinero, tienen mantenimiento, hay que entrenarse en su uso, se pagan muchos impuestos, garaje, seguro; a poco que te muevas y a nada que te despistes vuelves con 200 € menos, si es que no te han restado algún punto, en las vías urbanas y en sus proximidades las policías locales también están a la caza... Los que llevamos tiempo conduciendo podemos encontrar razones objetivas que nos compensen de lo anterior, pero quienes empiezan lo tienen francamente difícil para motivarse. las distintas administraciones sólo ven en el automóvil una fuente de ingresos y no hacen más que exprimirla. La van a matar.
Efectivamente, ¡cuánta razón tienes!
EliminarSi te gustan los blogs gastronómicos te invitamos a pasar por nuestra cocina!
ResponderEliminarhttp://juegodesabores.blogspot.com.es
Ana y Blanca, muchas gracias por vuestra visita. Por supuesto, acepto con gusto (nunca mejor dicho) vuestra invitación.
EliminarEstoy convencido de que muchos detalles de los que conforman una buena actitud para cocinar también son muy útiles para conducir. Ambas acciones son vitales, aunque la primera es imprescindible siempre y la segunda no. Mal realizadas, ambas pueden dañar la salud.
No se puede decir que sea un cocinero, precisamente, pero me he fijado mucho y admiro, agradezco y disfruto de un plato bien hecho por sencillo que sea, sólo verlo y olerlo dibuja una clara sonrisa en mi rostro y da una alegre luz a mis ojos.
Os visitaré. Gracias.
Un saludo.