jueves, 21 de marzo de 2013

SEMANA SANTA 2013 (1)

Algunos afortunados comenzarán mañana sus vacaciones de Semana Santa, muchos más dentro de una semana y la mayoría nos quedaremos donde vivimos o iremos a visitar  a familiares y amigos que viven en otro lugar. En cualquier caso, en estos cuatro o cinco días festivos se concentra una cantidad de vehículos mucho mayor de lo habitual en las carreteras, máxime si el invierno ha sido un poco duro, como lo fue en estos más o menos dos últimos meses el que nos acaba de dejar.

Nos deja el invierno.
(Puerto de Los Tornos, norte de Burgos)
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En las fechas previas a estos días y a los del mes de agosto, especialmente, es ya todo un clásico que todos los medios de comunicación nos den consejos para ir y volver sanos y salvos de nuestras vacaciones. Pero, excepciones a parte, dichas recomendaciones suelen ser tan generalistas, vagas e inconcretas como simplistamente obvias. Básicamente son consejos en “plan madre” (de madre que no conduce) y que yo mismo he oído miles de veces: “Ay fíu, ten mucho cuidao, eh, por Dios, salen unes coses en la televisión...” Y es cierto, las pocas veces que veo la televisión (yo no la tengo, y lo recomiendo vivamente), generalmente en su casa, se me atraganta la comida durante las noticias, es un catálogo de horrores, porque sólo nos muestran lo malo, pero estoy firmemente convencido de que en el mundo abunda más lo bueno que lo malo.

Hace unos días se me pasó por la cabeza dejar unas recomendaciones muy concretas que tienen como punto de partida esta idea: Evite conducir tan mal como lo hace habitualmente en el lugar en el que vive y sus alrededores. Sabe hacerlo bien. Hágalo, por favor, aunque sólo sea por su salud y la de quienes le acompañan. Esos “vicios” a los que tantos les confieren mayor fuerza que la de su voluntad, se pueden eliminar; muchas veces, para lograr algo basta con ponerse a ello. El intento lleva al logro. Es insuficiente abrocharse el cinturón, beber agua y “respetar” los límites de velocidad. Las comillas son porque he visto toda mi vida que nadie respeta siempre todos los límites de velocidad, ni los que llevan en lugar destacado la imagen de San Cristóbal y las fotos de sus hijos con el “papá no corras”. 

Buscamos otros paisajes y otras luces.
(Vista hacia el oeste desde Cabo Video, Asturias)
Además, conducir siempre igual, de la misma forma, con las mismas actitudes, a “piñón fijo”, vaya; no sólo es muy peligroso: es tomar un rumbo seguro al accidente. Conducir bien significa -entre otras cosas- adaptarse rápidamente a situaciones que cambian en fracciones de segundo. ¿Cuestión de reflejos? No mucho, es más cuestión de atención y previsión. Sentados en el puesto de conducción, si miramos, vemos qué hay delante, atrás y a ambos lados; llevamos nuestras manos en el volante y los pies en los pedales. Podemos pensar y prever; a medida que disminuya la visibilidad bajamos la velocidad -vigilando siempre que no nos alcance quien nos siga-; y en la medida en que no confiemos en nuestros reflejos aumentamos la previsión.

Aunque el viaje sea medianamente largo (entre 200 y 400 km), lo más probable es que podamos hacerlo por autopista o autovía, las carreteras más seguras. Si el objeto de andar ese camino es llegar a un determinado lugar y no hacer turismo durante el mismo, yo no dudaría en tomar una autopista aunque sea de peaje.

¡Llega la primavera!
Fuente (muy apropiada): liberacionahora.wordpress.com
Pero iré por partes. Este tipo de viajes solemos hacerlo acompañados de familiares y/o amigos, no es nada raro que poco antes de comenzarlo nos hayamos enfadado con alguno de nuestros pasajeros (cónyuge, hijos...), bien, pues recuerde que puede ser vital reconciliarse antes con la persona objeto de nuestro enojo antes de arrancar, por más que veamos que es su culpa: hagamos las paces. Una palabra, un gesto, una caricia, un beso... Pueden obrar milagros, nunca olvidé estos versos de Bécquer, vienen al caso. Empezar el viaje airado, desairado, con rabia... supone comprar un buen puñado de boletos para tener un accidente, sólo podemos evitarlo reconciliándonos... o dejando al “enemigo” en tierra; pero salvo casos muy excepcionales esta opción no es aconsejable porque bien puede hacer que andemos el camino “rumiando” el asunto felicitándonos unas veces de nuestra decisión y renegando de la misma y sintiéndonos culpables, otras. Alternativamente. Así pues, viajemos en paz con nosotros mismos y nuestros pasajeros.

Esto es mucho mejor que estar enfadados,
pero estacionando antes en un lugar seguro. 

Fuente: relatosdecomunerolandia.blogspot.com
Si es usted quien conduce, adopte actitudes de profesional -aunque no lo sea-, imagine que es el conductor de un autobús, el comandante de un avión, el capitán de un barco, el maquinista de un tren, y dispóngase a la tarea animoso y alegre sin escatimar atención, esfuerzo, trabajo, decisión y voluntad de hacerlo bien. Evite participar en las conversaciones y actividades de sus pasajeros, o sólo excepcionalmente en circunstancias muy propicias, o cuando sea necesario por problemas de navegación o por atender las indicaciones de un buen copiloto, por ejemplo.

Por más que hayamos oído hasta la saciedad durante un montón de años que debemos parar cada dos horas o cada 200 km, NO es una norma y, por supuesto, es una recomendación muy relativa: puede que sea necesario parar a los cuarenta y cinco minutos de partir o después de cuatro horas. Depende. Cuando lo necesiten sus pasajeros y usted. Desde luego, nunca es conveniente forzar máquinas ni cuerpos a no ser por razones de pura supervivencia. 

Fuente: marketingdeeventos.wordpress.com

Cuando circule por autopista y autovía:

  • Hágalo por el carril derecho utilizando los demás sólo cuando sea necesario o para hacer adelantamientos, asegurándose siempre antes de que no se pone delante de ningún vehículo que circule más rápido que usted. NO es difícil saberlo, si ve algún vehículo en el carril de su izquierda, aunque esté lejos, antes de moverse observe si su velocidad, con respecto a la suya, es igual o menor, entonces adelante; de lo contrario ni se mueva, y si no está seguro tampoco. Espere a que pase o vuelva (el otro) a su derecha. Naturalmente, da igual si va o no muy rápido, ni la policía puede denunciar un exceso de velocidad si no tiene aparatos homologados y contrastados para medirla, ¿quiere hacerlo a ojo? Por otra parte, si fuese andando por la acera, ¿se pone delante de alguien que va corriendo o circula en bici? Pues lo mismo. 

  • En estas carreteras, utilice los carriles de aceleración y decelaración tal como sus nombres indican. 

Fuente: www.wikivia.org
  • También requieren un sobre esfuerzo de atención porque la velocidad percibida siempre es inferior a la real, pero recuerde: a tan solo 80 km/h, en un segundo, se recorren 22 m. A nada que se anden torcidos se nos acabó la autopista. 

  • Por supuesto mantenga distancias de seguridad amplias, piense, si realmente puede detener su vehículo ante cualquier incidencia que provoque o sufra quien nos precede. La distancia de seguridad debe ser mayor con las motos, coches con equipaje en la baca, con remolques, autocaravanas (muchas veces de alquiler y conducidas por personas con nula experiencia con esos vehículos). Anticípese a la salida que pretenda tomar para descansar, repostar... colocándose con tiempo y espacio de sobra en el carril más próximo a la misma. Y si la pasa, siga, déjela, NO importa; tome la próxima. Es infinitamente mejor hacer unos kilómetros de más que jugarnos un accidente a cara o cruz tomando la salida por las bravas; esas decenas de minutos (si es que llegan a tanto) pueden ser el tiempo mejor invertido de nuestra vida.

Esteban


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21 comentarios:

  1. Me alegro mucho de seguir este blog. Me encanta leer consejos realmente útiles, y como pone (1), pues ¡habrá segunda parte!
    Lo de los 200Km. ¡Qué razón tienes! Y recuerdo un artículo de Arturo de Andrés donde decía una obviedad tan cierta como olvidada: ¡que todo depende de cuántas horas lleves despierto!
    He de confesar que lo de imaginar que soy un 'profesional'... pues es algo que siempre me ha gustado imaginar (y estoy muy lejos, pero bueno, hay quien le gusta pensar que es Fdo. Alonso, a mí me gusta pensar que soy un profesional). Soy una 'piloto' aburrida, lo confieso. Participo poco de la conversación general y sólo voy hablando de luces, distancias y ángulos muertos... Por eso sólo me gusta llevar quien 'me aguanta como soy'. Saludos!

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    1. Moltes gràcies, Elisa!!! Es un honor. Y me alegra mucho que te sea útil. Sí que habrá segunda parte (falta hablar de las carreteras convencionales), si no sucede ningún imprevisto, la publicaré mañana por la noche, seguramente tarde.

      También me alegra saber que te imagines una profesional y que seas una conductora "aburrida". Me pone de los nervios (y mira que no es fácil) cuando me lleva alguien en coche y no hace más que hablar, gesticular volver la cabeza... Es evidente que sustrae mucha atención a la tarea de conducir.

      Ya que mencionas a dos conductores a los que admiro profundamente, aprovecho para decirte que las actitudes del segundo, el piloto Alonso, también las podemos hacer nuestras y sernos muy útiles: el trabajo y esfuerzo que dedica, las horas de entrenamiento que invierte, la altísima concentración que tiene, la perseverancia sin desmayo en busca de la perfección, la sangre fría, conducir con cabeza, administrar bien sus recursos, no rendirse nunca, perseguir acabar la carrera como primer objetivo, lo que implica no tropezar y cuidar la máquina para que no rompa... Naturalmente no está exento de cometer errores y todas estas virtudes son compartidas por cualquier buen piloto, independientemente de sus éxitos y disciplina en la que participe. Es una lástima que la mayoría sólo vean dinero y fama, porque además, apostaría algo bueno a que cualquier piloto de raza haría lo mismo si le pagasen mucho menos y su fama fuese nula. Es más, me da que Fdo. Alonso agradecería mucho perder la fama.

      Saludos i bona nit!!!

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    2. Que yo sepa, Fernando Alonso ¡entrena mucho en bici!
      Es cierto que tendemos a ver sólo la fachada, sin ver la preparación, tanto la propiamente de piloto como la mental o la física (siempre he creído que ésta última es una cuestión necesaria y olvidada que está en la base de muchas otras cosas: ¡mens sana in corpore sano!) Saludos!

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    3. ¡Cierto! Y efectivamente, la preparación física y mental son fundamentales.
      Bona nit!

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  2. Siempre tan maravillosamente explícito y agradable en tus apreciaciones, Esteban.
    Es verdad que durante las vacaciones, los feriados puentes, etc. etc. la gente se vuelve loca de ansiedad, tanto, que por desgracia, muchos dejan la vida en las carreteras. Por lo menos eso pasa en Argentina, donde los conductores no saben valorar la vida propia y ajena... Deberías venir a dar una de tus clases magistrales :)

    Un beso grande.

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    1. Me alegra mucho tu visita, Liliana. ¡Qué bien! Es un estupendo regalo que te agradezco enormemente.

      Sé muy poco sobre el tráfico en Argentina, pero creo que la falta de concienciación de los conductores es una constante universal, y tampoco sé bien a qué patrones de conducta obedece. Aquí en los últimos años ha descendido mucho el número de víctimas mortales en las carreteras, principalmente debido a la crisis (el coche se utiliza mucho menos, a la red de autopistas, a que los coches son mucho mejores, la asistencia sanitaria en carretera es mucho más rápida, extensa y eficaz, a que muchas personas prefieren hacer los viajes largos (y no tan largos) en avión y tren de alta velocidad... Pero la mayoría de los conductores si usan el cinturón de seguridad es por miedo a la multa, si no toman alcohol o muy poco antes de conducir, lo mismo... Es una verdadera lástima, pero es así, y no lo entiendo; como tampoco que hayan aumentado de forma significativa (por no decir muy notable) el número de personas que pierden la vida en montañas y playas, y no tenemos los Andes ni las hermosísimas montañas de Tierra del Fuego. En fin. Desde luego, me encantaría visitar tu país, ¡espero hacerlo algún día! Muchísimas gracias por tus palabras

      Buena noche y buen descanso. Un fuerte abrazo.

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  3. Como dije en respuesta al primer comentario de Elisa Alòs: "si no sucede ningún imprevisto, la publicaré mañana por la noche". La segunda parte de esta entrada no la he podido editar la pasada noche, hubo un imprevisto inesperado. Como dijo Miguel Hernández: "Se me ha muerto como del rayo"... la madre de un buen amigo. Puesto que aquí lo anuncié, aquí lo aviso. En realidad me falta muy poco, pero me lleva su tiempo. Mañana, si Dios quiere, estará publicada.
    Lamento el retraso. Gracias.

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    1. Hola Esteban. Siento mucho esta mala noticia.

      Ya que hablas de autopistas voy a hacerte una pregunta sobre carriles de incorporación, básicamente me gustaría tener tu opinión.
      Normalmente los comienzo 'lento' (30-40Km/h). Si viene alguien evito meterme 'por delante' (mi coche no es muy potente y además puedo calcular mal), y comienzo a acelerar o cuando está acercándose a mi altura (para meterme detrás) o cuando veo que se cambia de carril. ¿Qué opinas de hacerlo así? ¡Saludos y gracias!

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    2. Moltes gràcies, Elisa!!! Sé que tus palabras son totalmente sinceras y se las trasladaré a mi amigo, sin duda le gustará saberlo, siempre es un pequeño alivio muy de agradecer.


      
Difícil pregunta, pero te contesto, sin perder de vista que no conozco el carril (o carriles) del que me hablas. Si es más o menos "normal" (no especialmente corto), esa velocidad me parece baja, yo más o menos la doblo. Lo ideal es que en el carril de aceleración y lo antes posible, nos pongamos a una velocidad semejante a la de los vehículos que están circulando por el carril derecho de la autopista o autovía a la que estamos entrando, así, ya solo falta elegir un hueco suficientemente amplio en el que entrar y podremos hacerlo, a lo sumo, haciendo pequeños ajustes -muy instantáneos- en la velocidad.

      
Supongo que como aquí, las autopistas próximas a la ciudad tienen la velocidad limitada a 80 ó 100 y que la mayoría de los conductores la respetarán porque estará lleno de radares o el tráfico no permitirá más. Cuando entro en autopista lejos de poblaciones grandes el tráfico suele ser muy fluido y en el carril de entrada ya suelo llegar a 120, o casi. Mi coche tampoco es muy potente (105 cv, no está mal pero nada del otro mundo), pero casi cualquier coche llega con bastante facilidad a 100-120. 


      
"Puedo calcular mal", dices; y yo, pero no me importa demasiado, porque en cuanto lo percibo corrijo, y es fácil notarlo y modificar la velocidad a más o a menos muy rápido. En todo caso, si observas bien (con múltiples vistazos intermitentes al espejo) ves claramente si la distancia con el primero que tienes a vista aumenta, se mantiene o disminuye. En este último caso espero frenando suave, si aumenta sigo igual y si veo que se mantiene acelero algo más y compruebo que aumenta antes de salir. El toque de volante (ni se puede hablar de giro) lo hago muy, muy suave y me mantengo muy cerca de la línea del arcén. Si lo piensas fríamente, Elisa, te darás cuenta de que será muy excepcional que te equivoques en los cálculos de distancias y velocidades. Obsérvalo, por favor, y me comentas el resultado. Igual me equivoco por completo, pero yo creo que ese miedo a errar en el cálculo es más que nada, producto de no sentirte aún muy adaptada al medio. Digo yo... Ciertamente "da cosa", mirar atrás y ver un montón de coches por todas partes, pero manteniendo la cabeza fría y poniéndose con determinación a la faena enseguida te sientes "integrada".


      
Espero haberte contestado. ¡¡¡Saludos, y de nada!!!


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    3. Gracias! Pues yo sólo voy más rápido cuando vengo recto y lo veo todo muy bien... aunque he de decir que no va mal entrando más rápido... pero de momento sólo hago eso con muy buena visibilidad desde antes de llegar al ceda...si no... Hay que practicar! Buena respuesta. ¡Gracias!

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    4. De nada, me alegro. Gràcies!

      Efectivamente, hay que practicar, y experimentar y probar. Se puede entrenar en los cálculos aunque no hagamos ninguna maniobra, en progresión normal, cuando el tráfico no nos exija mucho se puede buscar cualquier vehículo que esté por detrás y observando cómo se mueve intentar prever en qué punto nos alcanzará, por ejemplo.

      Otra cosa que se puede practicar a veces (aunque parezca un tanto salvaje) es acelerar a tope y de golpe. Naturalmente hay que aprovechar momentos en los que estemos prácticamente solos, con buena visibilidad, seco, el coche bien colocado y las cuatro ruedas en línea. El objeto del ejercicio no es buscar velocidades elevadas, si no un incremento notable de la que se lleve lo más inmediato posible con el fin de que el cuerpo se haga a la sensación. Si sentimos que la sensación tiende a ser demasiado fuerte y que perdemos control, basta con levantar el pie del acelerador rápidamente para recuperarlo de inmediato, no suele ser necesario ni frenar, pero también se puede hacer, con suavidad, por si acaso.

      Es imprescindible que el cuerpo (literalmente), la piel, nuestros sentidos se hagan a las fuerzas que pueden actuar sobre un móvil, a la enorme cantidad de energía que estamos gestionando. Muchas situaciones críticas terminan en un accidente evitable porque al cuerpo no acostumbrado a meneos un poco serios, cuando los percibe, le saltan todas las alarmas y la mente entra en pánico. Sin embargo, la publicidad, los medios, las instituciones... persisten en hacernos creer que debemos conducir como si estuviésemos en el sofá de casa, lo que es imposible y falso. Muchas más veces de lo que parece hay que hacer movimientos vivos y ágiles.

      La "salvajada" de la que te hablé, graduando la escala, en distintos lugares y tiempos lo practicaba siempre con los alumnos desde el primer día. Y desde la teórica intentaba que desterrasen la idea de que para aprobar el examen práctico lo más importante era ir muy tranquilos. No, lo más importante es hacer lo que sabes, hacerlo bien y andar ágil (incluso "rapidillo") pero legal. Lo cual, por más que diga todo el mundo no es ni gota fácil. Y para ello, además, hace falta un poco de nervio.

      Siempre me pareció completamente fuera de la realidad la típica escena de unos señores vestidos de etiqueta, de pie, con una copa de cha... vale, de cava, en las manos conversando tan ricamente en cubierta o salones de un barco... Será en dique seco.

      ¡¡¡Saludos!!!

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    5. Hola Esteban:
      Tienes razón. Vivo en Barcelona, y obviamente en sus entradas y salidas hay bifurcaciones con muy muy poca longitud, donde cuando voy por mi carril pues miro, antes de la línea discontinua, como bien dices, calculo y entro por delante o por detrás de quien venga. Siempre lo hago así, ¡no queda otra viviendo aquí! Y es verdad que nunca hay problema. Pero claro, en esas situaciones uno tiene la 'garantía' de que el carril no se acaba. Gracias de nuevo!

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    6. ¡De nada, Elisa!

      Bien, es verdad que cuando vemos que el carril se acaba y hemos recorrido más de la mitad, da un poco de angustia. Bueno, me da un cierto reparo decir lo siguiente aquí; por ti sé que no hay ningún problema, nos vamos conociendo, y si me explico mal, me pedirás aclaración enseguida (y haces muy bien), pero esto lo leerán más personas, ¡cuidado! Antes de hacerlo piénsenlo bien o pregúntenme, por favor.

      Se trata de prolongar el carril de aceleración (cuando vemos que esa es una opción claramente más segura que detenerse o entrar ya) utilizando el arcén en buena parte o incluso totalmente, si se puede. Todos mis colegas y yo lo hemos hecho muchas veces dando clases, en exámenes, conduciendo nosotros... Claro que obliga a andar unos metros muy próximos al guardarraíl, afinar muy bien con la trayectoria (con un ojo en el espejo y otro mirando hacia adelante) y, lógicamente a disminuir la velocidad. Pero no en pocas ocasiones es la opción más segura, y cuando lo veo así no dudo un instante en hacerlo.

      Para un conductor novel, en general, es dasaconsejable. Sin embargo en circunstancias poco complicadas podría hacerlo francamente bien. Lo que ocurre es que el abanico de condiciones que nos podemos encontrar es enorme. Dos ejemplos muy extremos:

      1. El tráfico es fluido, buena visibilidad, seco... pero se me acaba el carril porque dudé algo más de la cuenta... digamos tontamente. Bien, aunque uno sea novel puede hacer el uso del arcén que mencioné aunque solo sea por asegurar la suavidad en el toque de volante para que la trayectoria sea muy, muy progresiva. Aquí no hay problema.

      2. El tráfico es intenso pero rápido, es de noche y llueve, la calzada tiene una capa de agua considerable (aunque no haya balsas) y por nuestra izquierda coinciden en paralelo tres camiones pegados uno a otro y a 90. Aquí ni se le ocurra, salvo para detenerse en el arcén frenado con mucha suavidad. Aunque paradójicamente, antes de que el coche se detenga los camiones han pasado y no quedará más remedio que hacer del arcén un carril de aceleración. Pero tiende a infinito, no hay problema. Esto parece lo mismo que dije en el segundo párrafo, pero no, NO es lo mismo; seguramente te darás cuenta, de lo contrario házmelo saber y me esforzaré más para explicarme mejor.

      Bona nit!

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    7. Ui! Qué miedo! Lo de entrar a 30-40km/h lo saqué hace tiempo de este artículo:
      http://portalvasco.com/blog/?p=363
      No sé cuál es tu opinión al respecto. Por cierto que habla de 'cuando tengas el coche a unos 100 metros'...Eso nunca entendí cómo se calcula.
      Saludos y gracias por la paciencia!

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    8. De nada, Elisa. De nada.

      Leí el artículo, me gustó, sólo discrepo en un par de matices:

      1. No veo claro en él, ni en ningún manual que yo conozca, cuál es el punto a partir del que se puede considerar el comienzo de un carril de aceleración. La normativa sí lo deja bastante claro: donde empieza la línea discontinua ancha y corta, que es donde, generalmente, está pintado el ceda el paso. Pero no me sirve, porque de hecho, ahí, queda menos de medio carril. Normalmente, un carril de aceleración viene precedido de una curva; para mí, ese carril nace justo en la salida de esa curva. Y yo me anticipo un poco más, cuando tengo el coche dentro de la curva y asentado comienzo a acelerar. Es muy posible que dentro de la curva la velocidad ande alrededor de esos 30 - 40 km/h, incluso 25, pero acelerando desde el interior -como dije- en la salida estaremos sobre 50 - 60; al comienzo de la recta, 50 - 70 y antes de llegar al ceda o a su altura -salvo que el espacio sea muy corto- se llega a 90 - 100, y aún se pueden ganar (o perder, si es necesario) 10, 20 ó 30 km/h antes de tocar el carril derecho de la vía en la que entramos. Desde luego es vital olvidar por completo en esos momentos cualquier concepto de conducción eficiente, económica, etc. que pudiésemos haber aprendido.
      Actuando así y observando bien, lo que implica utilizar espejo exterior izquierdo (sobre todo), algo el interior y algún leve giro de cabeza para ver de reojo hacia nuestra izquierda, como por encima del hombro, es sumamente improbable que nos veamos obligados a detenernos nunca o prolongar carril por el arcén. El leve giro de cabeza es imprescindible (en algún momento quizá antes también) antes del toque de volante, como última confirmación de que podemos utilizar el hueco elegido, pues de ese modo podemos ver si algún vehículo viene de carril izquierdo o central al derecho en ese momento, y también, si anda próxima alguna moto que va mal colocada, porque algunos parece que juegan al escondite con los coches.

      2. Sobre la posibilidad de pinchar si se utiliza en parte o totalmente el arcén. Nunca me ha pasado, y que yo sepa, a ningún colega. Y como apunté antes, nadie hace esto tantas veces como los coches de autoescuela, con mucha diferencia. Porque tenemos que dejar actuar al alumno, aunque se equivoque, lo que es perfectamente normal y lógico (está aprendiendo) y apuramos al máximo para que tenga la oportunidad de hacerlo bien, lo que no pocas veces lleva a utilizar el arcén como un carril durante un buen trecho. Cierto que suelen estar sucios, y que es más probable pinchar ahí que en la calzada de la autopista, pero las ruedas de un coche en buen estado y con presión correcta, difícilmente van a pinchar (reventar menos aún) por rodar por el arcén. Éste sí es un tema complicado para los ciclistas y un razonable motivo para que muchas veces no lo utilicen.

      Lo de calcular distancias en metros, con precisión y a ojo de buen cubero, yo creo que es un don. Doy fe de que algunas personas lo tienen, pero no es mi caso, y por lo que veo tampoco el tuyo. Pero bueno, es igual. No importa, por eso antes hablé de ver cómo otro se mueve con respecto a nosotros, si el espacio aumenta (porque nosotros vamos más rápido), disminuye... No hace falta más.

      Gràcies por el enlace y felicidades por tu ansia de aprender, si eso se contagiase... ¡Bendita epidemia!

      ¡¡¡Saludos!!!

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    9. A efectos prácticos, yo he decidido considerar como principio de dicho carril el momento en el que tengo visibilidad sobre el carril derecho de la autopista. Esto alarga el carril y es mucho más seguro. En general, permite llegar al ceda 'con los deberes hechos' y ya a una velocidad decente.
      Claro que aquí la única excepción son esos carriles tan maravillosos llamados 'de aceleración/desaceleración' (por aquí hay unos cuantos), sobre los cuales hay muy poca cosa escrita (el libro de la autoescuela ni los cita)... muy buen tema para un post.
      Muy buena observación lo de quien vuelve del carril central. Cuando hay mucho tráfico con vehículos grandes el que vuelve de dicho carril a veces ni se da cuenta de que hay un carril de aceleración. Por eso lo de la linea continua en esos tramos me parece interesante.
      Gracias por esta larga explicación!

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    10. Perdón, Elisa. Olvidé que tenía este comentario pendiente. Mañana, tarde-noche, te contesto.
      Bona nit!

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    11. Creo que estamos de acuerdo y nos entendemos, aunque quizá no lo parezca. Yo procuro ganar velocidad, aunque aún no vea el carril derecho, porque si da acceso a una autopista o autovía, muy difícilmente, por el carril derecho de estas carreteras circule alguien a menos de 80 km/h, así que cuanto antes se esté a 80-100 más espacio tenemos para hacer una observación muy buena y decidir el hueco en el que vamos a encajar, y, si por alguna circunstancia anómala como una retención, atasco... no hay hueco, tenemos espacio más que suficiente para frenar sin problemas. Pienso que es muy importante tener en cuenta que cualquier coche puede perder velocidad de forma mucho más rápida y fácil que ganarla. Es necesario ser cautelosos con la aceleración inicial de la que hablaba, cuando el carril que da acceso a la autopista está en subida y no podemos ver con suficiente antelación la calzada de ésta.

      Ese carril tan polivalente del que hablas, por aquí, hay pocos. Pero normalmente, no plantean mayores problemas y, en el peor de los casos, ambos continúan, lo que nos permite hasta perdernos momentáneamente o retrasarnos si con eso evitamos un riesgo de accidente. Aquí cerca hay uno, lo utilizo muchísimo desde hace bastantes años, soy consciente de él en esos momentos, pero luego ya no me acuerdo; ayer me di cuenta, más allá de cuando circulo por él, inequívoca señal de que no lo percibo como peligroso. Estudiaré más el asunto y tendré en cuenta tu sugerencia (gràcies!), no sería la primera vez que una persona, con muchos menos kilómetros, me hace ver que lo que para mí -en principio- no tiene ningún problema, para ella sí lo tiene.

      Otro problema que genera tener distintas perspectivas, es el tema de la línea adosada (continua por un lado) que mencionas. Normalmente la respeto, pero si no está también, claro que tampoco dudo un instante en cruzarla si me parece necesario. En todo caso, si se produce algún accidente, es crucial para determinar las responsabilidades.

      De nada. Bona nit!

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  4. Me olvidé decir que creo que parte del lío es que, como bien indicas, nadie entiende a qué se refiere la expresión 'al inicio del carril', pues aunque parece que la normativa lo inicia 'en el ceda' muchas veces, en la práctica, ese ceda lo ves más al final que el principio y no desearías no llegar allí 'en condiciones'. Por eso creo que en general muchos textos parecen decir cosas diferentes cuando dicen lo mismo: 30-40 al salir de la curva y 90 al llegar al ceda, lo cual me parece lógico (y creo haber deducido que a tí también). Gracias!

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    1. Creo que tienes mucha razón, seguramente ocurre eso, porque se me hacía muy raro cuando hablaste al principio de 30-40... No, no puede ser, me dije. Y claro, pensábamos en puntos diferentes.

      Hablando de olvidos, tengo pendiente lo de Vitoria... Tomaré nota, para que no se me pase mucho más.

      Grácies i bona nit!

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  5. ¡Me olvidé decir que está muy bien que dejeis que el alumno calcule mal y tenga que seguir por el arcén!

    Saludos!

    Elisa

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