INTRODUCCIÓN
En primer lugar diré que el título de esta entrada, por no hacerlo demasiado largo, no está completo, pues para ello, y para ser más preciso, debería decir, por ejemplo: Así comencé a aprender a conducir... Y sigo. Puesto que continuo aprendiendo. Y no, no es falsa modestia, pueden creerme, ya que todavía no lo aprendí todo y, me temo, que se acabarán mis días sin hacerlo, lo cual no impide que persevere en ese afán en tanto tenga salud suficiente para ello.
Tenía muchas ganas de empezar a contar esta historia, que sin duda será larga, que tendré que hacer a lo largo de varias entradas y entre las que, seguramente, intercalaré otras.
He acariciado esta idea de contar mis comienzos como conductor durante mucho tiempo, pero también pensé el mismo número de veces que, en realidad, qué más da, ¿acaso le puede ser útil a alguien? Los tiempos en que fui infante, adolescente y joven son bien distintos de los que vive una persona ahora en esas mismas etapas y las perspectivas que nos dan las distintas edades y épocas, muy diferentes.
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Sin embargo, poco a poco, ha ido afianzándose en mí el convencimiento de que sí es posible que muchas personas puedan servirse y les pueda servir cómo he ido poco a poco aprendiendo a manejar los automóviles. Después de todo, estos siguen funcionando básicamente igual que cuando yo era niño, las normas de tráfico de entonces, las fundamentales, las verdaderamente útiles para manejarse por calles y carreteras, siguen siendo las mismas, y los motivos para que alguien se acerque a un automóvil también.
Todo esto tiene un carácter claramente universal, y en cualquier lugar del mundo, incluso en aquellos pocos en los que habitan personas que no conocen los vehículos a motor, aquellas, sí tienen el anhelo de utilizarlos pues responden a un deseo ancestral de querer ampliar las limitaciones de su propio cuerpo para poder moverse más rápido e ir más lejos. Lo mismo ocurre con el ansia de volar, cuestión a parte es que nos dé más o menos miedo, se nos presente o busquemos alguna oportunidad y la aprovechemos o no. ¿Quién se resiste a contemplar el planeo de una gaviota desde un acantilado, la carrera de un caballo salvaje en un valle de montaña o la agilidad de un gato, por ejemplo?
Todos aprendemos muy rápido que el cuerpo es nuestro primer vehículo, pero también que sus prestaciones son muy escasas, su autonomía muy corta, su fiabilidad muy baja y su mantenimiento muy alto. De modo que en cuanto descubrimos que hay máquinas que dan amplia respuesta a tan limitadas características, todos, directa o indirectamente, queremos servirnos de ellas. Así pues, la esencia de cuanto puede movernos a conducir está latente en todos, independientemente del lugar o época que nos haya tocado vivir. Por eso creo que la historia de mi aprendizaje puede ser útil a muchas personas pues aunque cambien años y medios, actitudes y métodos permanecen.
También hay otra cuestión, aparentemente innoble, por la que me hace mucha ilusión contar cómo empecé a conducir: Es una revancha. Imagínese trabajando en una autoescuela cerca de la cual hay un bar donde toma regularmente un café un promedio de dos veces al día, uno a media mañana y otro a media tarde; imagínese que ese café y ese bar vienen a ser para usted como un oasis a un explorador perdido en el desierto, al menos, durante unos pocos minutos en medio de una dura jornada de trabajo; imagínese que, por lo menos, una vez al mes un hombre al que no conoce de nada, pero que él sí le conoce de vista y sabe a qué se dedica, se le acerca, le saluda, y empieza a contarle su historia con la obtención del permiso de conducir; naturalmente, usted no quiere ser desagradable y le escucha y conversa con él, en ocasiones hasta aprende cosas, pero esto se repite durante muchos años y usted se siente frustrado porque nunca tiene oportunidad de contar su historia. Bien, ¡pues esta es la mía! Y le puede ser útil, aunque ya tenga carnet y sea un conductor veterano; pero desde luego, si está en la autoescuela o pensando en ir todavía le será más ventajoso.
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El relato que anuncio constará de tres partes a modo de capítulos, alguno de los cuales, también estará dividido. En el primero hablaré de lo que fui aprendiendo y cómo hasta los doce años; en el segundo contaré mi etapa en el Parque Infantil de Tráfico de Gijón (muy importante) y en el tercero mi paso por la autoescuela como alumno con el fin de aprender a conducir.
Les puedo adelantar algunas cosas, siempre me cautivaron coches, aviones y montañas. En mis recuerdos más remotos, siempre me he visto conduciendo, era algo sobre lo que me sentía completamente seguro y de un modo muy natural, lo daba tan por supuesto como que llegaría a ser mayor. Siempre me sentí capaz de conducir cualquier vehículo y de pilotar cualquier avión; quizá parezca muy presuntuoso, pedante... Pero yo lo sentía así desde que tengo memoria y lo vivía de forma muy natural, tanto, que me costaba mucho creer que hubiese algún otro niño o niña en el mundo que no sintiese lo mismo.
Esteban
Hola Esteban:
ResponderEliminarPues es ciertamente muy interesante oír este relato, tan en las antípodas de lo que yo misma he vivido. ¿Imaginarme de pequeña conducir? Bueno, en aquella época lo habitual era ver a las madres en el asiento del copiloto, raramente a los mandos. Cuando tuve la edad para el carnet... pues un coche era simplemente una cosa muy cara para una becaria de investigación (actualmente lo sigue siendo para nuestros becarios, aún más). Tardaba más de hora y cuarto en ir (y otros tantos en volver) al trabajo, pero nuca se me pasó por la cabeza otro transporte que no fuera el abono anual del tren.
Vaya, yo creo que formo parte de una generación que ya ha visto el coche como un lujo que si te sobra el dinero, pues muy bien, pero si no... ¿a qué someterte a esta sangría de compra, seguro, gasolina, parking,...? Creo que sólo le hemos visto utilidad real en caso de tener hijos o en caso de ser ya muy mayor como para desplazarte en transporte público, en cuyo caso es precisamente cuando ya no puedes conducir. Saludos!
Hola Elisa:
EliminarPues sí que estamos en las antípodas en este aspecto, pero bueno, no deja de ser un pasado diferente. Me llama la atención que de niña vieses o se viese el coche como un lujo, eres bastante más joven que yo, y en el primer lustro de mi vida (segunda mitad de los años cincuenta), sí que era un lujo al alcance de muy pocos, pero yo no lo percibía, sólo me gustaban. Ya de chaval, un coche usado era factible para muchas personas con tal de tener un trabajo mínimamente decente, aunque sí recuerdo que, generalmente, aun cumpliendo esa condición, se veía mal que un joven comprase un coche en vez de ahorrar para un piso.
Si no me equivoco, has vivido siempre en Barcelona, luego ya de niña y joven se tenían que ver por las calles de tu ciudad a un número significativo de mujeres conduciendo, por no hablar de las que se veían en el cine y en la televisión. En mi caso, también me gustaban y me gustan muchísimo los aviones, pero en Asturias no se veían, ni había aeropuerto, sin embargo sabía que existían, veía algunas fotos, y sólo en verano, y ya en Gijón, alguna que otra vez aparecía una avioneta sobrevolando la playa y arrastrando una pancarta con publicidad, también recuerdo alguna modesta exhibición aérea que había de tarde en tarde y que desde luego nunca me perdía.
Volviendo al automóvil, recuerdo que en mi infancia, lo que no era raro era ver a gente bastante normal -por así decirlo- andando en moto; en esto sólo se veían hombres y generalmente solteros. Actualmente, pienso que salvo excepciones, el coche ya no es ningún objeto de lujo, ni de estatus y que está al alcance de casi todo el mundo, hay coches por mil euros y menos en razonable buen estado y perfectamente operativos; conozco personas que tienen un par de bicicletas (carretera y montaña) por las que han pagado más de lo que valen algunos coches nuevos, y no tengo nada que objetar, claro, pero por aquí no es nada raro.
En fin, lo que más me gusta de un coche o de una moto, con diferencia, es la posibilidad que ofrecen de poder moverse con toda libertad a casi cualquier parte, en cualquier momento y a muchos lugares a los que el transporte público no llega o es muy caro porque hay que acabar utilizando un taxi. Supongo que tengo un espíritu un poco nómada.
¡Saludos!
Sí, el automóvil da mucha flexibilidad y se llega a sitios donde si no lo tienes, pues no vas. Pero 'en mi época' la palabra libertad la asocié a viajar, especialmente 'viajar lejos', y esto me lo permitieron dos cosas: a) mi profesión y b) la aviación. Para mí, aún ahora, el despegue de un avión es una sensación de libertad.
EliminarPor aquí, de pequeña, comenzó a circular alguna madre de las más 'modernas', pero la mayoría dejaron el carnet en casa o condujeron muy muy poco. Saludos!
Yo también quise viajar lejos, muy lejos. Pero en coche. Sería muy largo de contar aquí, pero te aseguro que estudié mil formas (dentro de las muchas limitaciones de mi conocimiento y talento) de pasar el estrecho de Bering de forma autónoma y con un coche para llegar a América al revés que Colón. Hace pocos años me enteré de que están haciendo un puente, no te puedes imaginar la alegría que me dio, y, quién sabe, igual me da tiempo.
EliminarEl avión me gusta para volar, no para viajar; y menos desde que nos obligan a pasar esos tediosos (por decirlo suavemente) controles de "seguridad". Pero, sí, a veces no hay más remedio, qué se va a hacer. Trenes y barcos, por este orden, me gustan mucho más.
Te aseguro que no lo digo porque seas mujer, pero siempre me pareció muy natural que manejaseis automóviles; aunque muy pocas, desde muy pequeño he visto a mujeres conducir y algunas de aquellas, todavía lo hacen. Pero confieso que me descubro un poso machista cuando alguna vez veo a alguna mujer conduciendo un Porsche, por ejemplo, y además compruebo que podría ser mi madre y le hace honor a la máquina que lleva; por unos instantes me da "envidia", pero la admiración es permanente.
¡Saludos!
Sí, a mí tampoco me gustan los controles, son un tormento, además si vuelas en conexión está la emoción añadida de si el segundo control te hará perder o no el siguiente vuelo... y esas horas muertas...Pero fue mi manera de descubrir mundo. Desde luego que el coche tiene mucho encanto, pero eso lo descubrí de mayor (como lo de tener animales en casa).
EliminarLa idea de que los coches son 'cosa de hombres' está muy arraigada: sólo hace falta ver a quién va dirigida la propaganda de coches o pasear un poco por páginas 'de motor'. Vaya, me gustaría leer alguna vez a alguna probadora de coches... Saludos!
Hombre, imagino que nacer y crecer en una ciudad grande también influye lo suyo para ver en los automóviles más inconvenientes que ventajas. Pero el caso es que has descubierto estas últimas y las disfrutas, al menos algunas veces, ¿no?
EliminarYo no percibo tanto arraigo en que los coches sean cosa de hombres, de verdad, o al menos, me parece que es una idea que tiende a desaparecer. La publicidad, sí parece que está más dirigida a los hombres, sin embargo, se sabe desde hace tiempo que en una familia, y aunque la mujer no conduzca, esta ejerce una determinante influencia en la decisión de compra. No sé, hay cosas muy curiosas.
También a mí me gustaría leer a probadoras de coches, pero... creo que sí leí a alguna. Voy a rebuscar, si la encuentro te lo digo. Seguro que hay alguna, y también que están en abrumadora minoría.
Bona nit, saludos!
Hola Esteban: yo creo que la pareja y la familia siempre tendrán un peso importante en la decisión: es una inversión importante de dinero, y los demás miembros de la familia, aunque no conduzcan, sí viajan y transportan cosas. Quieren entrar y salir con facilidad, no ir encogidos, que el coche sea 'bonito', que no cueste un dineral... y todo eso acaba influyendo, evidentemente, sea quien sea (él o ella) el conductor/a.
EliminarLo de las probadoras lo digo porque estoy convencida de que detalles como ergonomía y visibilidad no son iguales para hombres o mujeres, por eso me gustaría leer algo escrito 'por ellas'.
Las ventajas del coche las disfruto casi a diario porque hasta en un recorrido diario 'aburrido', si uno tiene la suerte de hacer la mayor parte por autopista o carretera, uno puede abstraerse de las demás cosas, probar diferentes caminos, etc. Saludos!
Me alegro de que disfrutes de las ventajas del coche prácticamente siempre.
EliminarMe parece acertada la observación que haces sobre las probadoras, seguro que vosotras reparáis en detalles que a nosotros se nos escapan o no nos importan, y al contrario. Es un tema interesante. Ahora, a las mujeres a las que les gusta conducir, les suelen gustar los mismos coches que a los hombres. Hay coches "femeninos", "machos" (muy pocos) y "unisex", aquí encajan los monovolúmenes y son casi obligados con familia de por medio. Pero un hombre que viva solo, difícilmente se compraría uno de estos últimos.
Los motivos que mencionas para tener en cuenta a la hora de que una familia se decida por un coche, son muy lógicos, sin embargo hay infinidad de compras irracionales. Otro tema muy interesante y, como el otro, muy amplio; ambos darían para un par de libros, por lo menos.
Bona nit!
Bueno, esto es lo que dicen las estadísticas:
Eliminarhttp://www.motormas.com/2012/04/25/los-coches-favoritos-de-hombres-y-mujeres/
Debo tener realmente gustos de mujeres, porque el número 1 en esta lista (para ellas) es el VolvoS40 y he de reconocer que este coche tiene una línea que siempre que lo veo aparcado me lo quedo mirando, especialmente si es de color blanco.
Los monovolúmenes están ciertamente a la baja. Ahora la moda son los SUV. Yo prefiero los utilitarios y los compactos. Saludos!
He visto el enlace, gracias Elisa. Pero no me convence, lo siento. Parece que ese estudio se refiere a EE. UU. Y me parece que no es convalidable con Europa. Hay un enlace en el que hice click pero me aparece una web en inglés... y mi tremenda limitación con los idiomas, aunque sí pude darme cuenta del símbolo del dólar. Por otra parte, siempre que aparecen estadísticas echo de menos no poder ver el cuestionario y a qué grupos de personas se les presentó, cómo se hizo la encuesta, si la muestra es suficientemente representativa... Estuve unos tres años haciendo encuestas, trabajo de campo, sobre todo, y sé, un poco, de esto. En el grupo de las mujeres, y en el tercer lugar aparece el VW Eos, es un coche que me gusta bastante, pero aquí no lo conoce casi nadie. Sí me encaja el Volvo en primer lugar porque esta marca está muy arraigada en EE. UU. pero sorprende que ofreciendo SUV no esté uno de este fabricante en cabeza. Luego que sean deportivos la mayoría de los coches en el grupo de hombres y SUV en el de mujeres... parece muy simplista, ¿no? En fin.
EliminarEl S40 es un buen coche, sin duda, y creo que gana más al natural que en las fotos, pero lo veo soso, sin chispa, sin nada de pasión, muy nórdico; aunque hay un sueco que siempre me gustó mucho, el Saab, cuando era Saab de verdad. ¿Sabes? Yo pienso que Volvo representa la imagen que Suecia quiere dar al mundo (bastante falsa, a mi parecer); y Saab, los de antes, la auténtica, sin disfrazar contradicciones ni defectos. ¿Sabías que aquellos Saab con forma de gota de agua eran muy populares en los países nórdicos porque permitían que un hombre sólo los pudiese poner sobre sus ruedas después de volcar? Y es que volcaban mucho por salirse de la carretera a consecuencia de conducir borrachos mucho más que por la nieve; y, claro, quedarse así en lugares aislados a -30º C, o menos, suponía morir en cuestión de horas.
Comparto totalmente tu preferencia por los compactos, ¿utilitarios? Bueno, un Polo, un Clio... Menos no, tienes la mala pata de tropezar con un jabalí y te haces daño. Y los SUV me gustan, eso de ir más alto y poder ver por encima de los guardarraíles y las medianas, me gusta, que no sean muy grandes, eso sí; el Juke me parece casi perfecto, por ejemplo.
Bona nit!!!
Bueno, tampoco sé hasta qué punto la encuesta es fiable, era por hablar. Pues a mí el Volvo S40 lo encuento bonito, contenido y austero (o sea soso)... pero son gustos y muy personales. A mí me gusta la estética sosa sin florituras, lo reconozco. Me gustan los coches elegantes pero para nada los que rayan la ostentación (no me gusta nada la estética Mercedes). En Saab he tenido ocasión de ir una vez... en Suecia, hace años. Allá todo son Saab y Volvo.
EliminarEl gusto por los utilitarios supongo que es más alto en ciudades donde ....pocas veces hay jabalíes (aunque últimamente sí bajan a la ciudad). Y otra cosa que no te creerás: la gran cantidad de hombres que circulan en eso que se llama 'coches de mujeres': Fiat 500, etc. Y no me gustan los SUV: pero creo que en esto también influye que en la ciudad miramos mal a los que necesitan 'un camión' (ocupando el consiguiente volumen y emitiendo los correspondientes gases) para desplazarse ellos solitos... Saludos!
Se me había pasado este comentario, demonios. Perdona, Elisa.
EliminarEl Volvo S40 es un buen coche, indudablemente, y para gustos no hay colores, desde luego, pero me resulta demasiado sobrio; prefiero los Volvo actuales. Y siempre me encantó el Saab, cuando era Saab de verdad, el 900, una vez probé el turbo y me encantó. Los Mercedes... Me han gustado siempre los descapotables, sobre todo de los años 50 a los 80; también me ha gustado el Clase A, las dos versiones anteriores al actual, tuve ocasión de probar ambos y el segundo me pareció un coche muy redondo. Por aquí no se ven muchos hombres conduciendo “coches de mujeres”, pero el 500 de Fiat y el Mini creo que tienen mucho encanto.
Los SUV me gustan porque sirven bastante bien para todo, son muy versátiles y vienen a ser como tres coches en uno. En cuanto al tamaño, los hay que son como un compacto; y uno que siempre me ha gustado mucho es el Range Rover, claro que este es un todoterreno auténtico y vale por tres coches de verdad; ciertamente, no es lógico moverse en ciudad con él, pero también se supone que quien tiene ese coche podría tener un utilitario, también se dan algunos casos de personas que sólo los llevan por hacerse respetar más en el tráfico urbano de ciudades grandes, y lo consiguen, automáticamente, son muy disuasorios a la hora de disputar un espacio con ellos. En cuanto a la imagen antiecológica que dan... Creo que está más motivada por la envidia que otra cosa, en este asunto hay mucha hipocresía, y ni una cosa ni otra lo digo por ti, sé que no es tu caso, pero en general, si nos ponemos a afinar con el tema del consumo de energía, contaminación, derroche de recursos... Conozco personas que no tienen coche o apenas lo usan pero se hacen diez o más viajes al año en avión para pasar un fin de semana en Ibiza, unos pocos días en Sevilla, ir de rebajas a Nueva York y Londres, esquiar en los Alpes... Cada cual es muy libre, pero a mí no me parece normal. Otra cosa es que por motivos de trabajo uno se vea obligado a ir en avión cada dos por tres, pero sólo por decir “he pasado el “finde” en París”, me da nauseas sólo escribirlo.
¡Saludos!
¡Hola, Esteban!!!
ResponderEliminar¡Y, Elisa, claro! Pues vaya debate bonito que os traéis con motivo de esta hermosa e interesante entrada. Gracias a los dos.
Bueno, pues yo sinceramente poco puedo aportar a este debate o forma de conversar sobre conducir; puesto que no tengo carnet -para tener una idea de normas de circulación; ¡cuanto daría ahora por tener esa libertad e independencia de ir a donde yo quisiera sin depender de quien me lleve!
Antaño, mi marido me trajo el librito de circulación, para que lo estudiara y luego él me enseñaba a manejar el coche; yo estaba criando nuestros cuatro hijos, por ese entonces, porque luego llegaría el quinto! Él quería que yo sacara el carnet a todo tren!! ¡Me decía, te hará falta algún día, sácalo! Pero a mí no me quedaba tiempo ni para dormir lo necesario, cosa que siempre me gustó, dormir mis horas. Pero con los retoños pequeños que casi cogían en una cesta todos!... En 11 meses nacieron dos: y los otros dos se llevan menos de do años uno al al otro. Por lo tanto se quedó el carnet en agua de castañas. Lo pude haber sacado más tarde, pero pensé que con tenerlo él ya era suficiente. Pero él se fue al cielo! Y ya era demasiado tarde para sacarlo.
Te pido perdón por mi rollo.
Ha sido un placer y van a estar muy bien esos relatos en capítulos sobre tus experiencias aficionadas a la conducción de toda clase de vehículos.
Te dejo mi gratitud y mi estima.
Un besito y feliz semana.
Hola Marina:
EliminarTu comentario no es ningún “rollo”, y menos aún se merece mi perdón, por Dios. Es un regalo fresco (como tu nombre indica), sincero, alegre, generoso... Me ha encantado, de verdad; y me quito el sombrero, ¡cinco hijos! Sin duda has tenido muchos años duros llenos de abnegación y sacrificio, pero tu actitud es admirable y seguro que también lo era entonces.
Siempre me da “cosa” cuando alguien me dice que le gustaría conducir pero que ya es tarde; tarde... Si hay salud y ganas, y se puede afrontar el gasto sin angustia, nunca es tarde. Pero bueno, no te quiero molestar con ninguna tentación, Marina, no obstante, si algún día te lo planteas, ten en cuenta que te puedo ayudar (antes de tomar la decisión), aunque estemos lejos, y lo haría con mucho gusto.
Por cierto, ¿andas en bici?
Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo.
Hola Marina: Te entiendo por la falta de tiempo pues yo, sólo con dos hijos, tampoco llegaba a dormir, así que no digamos para 'el carnet'. Si me lo saqué fue cuando el peque ya tenía 3 años, básicamente porque mi marido tampoco conducía y con niños esto de no tener coche es muy complicado.
EliminarCreo que Esteban tiene razón. Aquí en Barcelona el coche es una inversión poco rentable a no ser que se tenga familia. En consecuencia conozco a bastante gente que se sacó el carnet 'de mayor' (buena parte de ellos son hombres) y mi opinión es que muchos de ellos conducen francamente mejor que otros que, habiéndolo obtenido a los 18, sacan el coche de uvas a peras. Lo importante es hacerlo casi a diario y adaptar la situación a nuestro nivel. Los mayores tenemos algunas ventajas: dominamos las emociones, somos más racionales, tenemos mucho más aplomo, somos más conscientes de nuestros límites y tenemos mucha disciplina. Quizás hemos llegado 'tarde' a ser 'Fernando Alonso' bajando una carretera estrecha con curvas en medio de la niebla pero en absoluto para hacer recorridos más o menos 'normales' con seguridad. Un abrazo!
Coches, aviones y montañas!!! la misma pasión!!! además de la educación!! Me encantó tu relato!!! Te cuento que a los 11 años aprendí a manejar!! y a los 15 tuve mi primer permiso desde la gendamería nacional. Vivíamos en Tartagal (Salta) Bien al límite con Bolivia, y lo trasladan a mi papá (bancario) a Cosquín! él viajó 1° y luego nosotros, manejando yo!! 1450 km!!! y como dices sigo aprendiendo!! Vaya, en Salta hice montañismo, a la par de un genio, hoy reconocido arqueólogo, Christian Vitry (participó en la expedición cuando hallaron las Momias del Llullaillaco) Uy!!! me voy de la entrada!!! Muchos cariñosssss
ResponderEliminarYa me habías dado datos para deducir que manejas bien, Mariela, pero no imaginaba que coincidíamos en esa trilogía de gustos, me alegro. Y me das envidia, tienes los Andes (con los que aún sueño), conducir con 11 años y legalmente con 15... ¡Qué precoz! No sabía que en Argentina se pudiese conducir tan joven.
EliminarLuego ese viaje, el importante maestro que tuviste en la montaña... He mirado el mapa (por el viaje) y también he buscado al señor Vitry, no recuerdo haber oído hablar de él, pero desde luego ha hecho y hace una labor muy interesante. Me alegro por vos y tus extraordinarias experiencias, qué suerte.
Buena noche y un abrazo.
Esteban!! te cuento que el permiso fue extraordinario!! extendido por la gendarmerìa nacional!!! Acá a los 17 te dejan sacar un permiso acompañado de un adulto responsable!! si llegar a los pedales era problema, para mi no!!! es que mido 1.70 de altura, a los 11 años tenía 1.68!! No habìa diferencia! Pero mi rostro reflejaba menos edad!!! Te paso el link de su blog por correo!! Uno que tengo en bandeja borrador!!! Gracias por tu amabilidad y respeto!!! cariñosssssss
EliminarDe nada, Mariela, no se merecen. Y perdona el retraso, por favor, se me ha pasado este comentario. Y eso que es muy curioso porque aquí, que yo sepa, nunca hubo excepciones para poder conducir con menos de 18 años, aunque circulaba una leyenda de que sí se permitía con 16 y permiso de los padres... pero era falsa.
EliminarLo de la conducción acompañada que mencionas, aquí está en proyecto desde finales de los 90, pero no pasó de ahí, de momento. En general, no me parece una buena idea y creo que daría muchos problemas, pero una medida así poco antes de unas elecciones sería muy popular y aportaría votos al partido en el Gobierno, claro que ahora hay cosas mucho más importantes y graves de que preocuparse.
No he recibido el link, pero si te refieres al señor Vitry, ya le tengo localizado en Internet, así que en ese caso no te preocupes. En todo caso muchas gracias, Mariela y mis felicitaciones como conductora, eres un caso excepcional.
Un abrazo.
¡Hola! Me permito involucrarme en esta conversación, saludos. Vivo en Venezuela, y desde niña me han gustado los autos, siempre los veía pasar desde la ventana de mi balcón, contaba cuantos carros pasaban de un mismo modelo y color... en este conteo incluía los carros que estaban estacionados en la calle; estas observaciones, vistas en retrospectiva, me hace darme cuenta que tengo plasmada en mi memoria la evolución de los diseños automotrices que van desde los años 76 a los actuales momentos. Todavía me asomo al balcón y observo los autos estacionados y recuerdo los de antes, veo los de ahora y es fascinante.
ResponderEliminarBien, el caso es que, en algún punto de las intervenciones, comentaban los gustos de las féminas por los autos, no sé cuál es la tendencia, no leo estadísticas en cuanto a eso, a mí en lo particular, me han variado los gustos en la medida que mi ritmo de vida ha cambiado. De adolescente me gustaban los autos deportivos, desde un Fiat FUEGO pasando por el Mercedes descapotable S5, actualmente solo pienso en comprarme un auto compacto 4x4, es decir una Daihatsu Terios 2012 o una Susuki Vitara, ¿por qué 4x4 y pequeña? Pienso en el mal estado de las calles, pienso en un auto practico, que me lleve a todas partes: montaña, playa, ciudad, y hablando de ciudad, si es pequeño es fácil de estacionar, y movilizarse en el caos citadino. Un auto de estos, no está fácil de adquirir para mí en estos momentos, dicen que no hay en el mercado, en realidad, no he averiguado.
Debo confesar algo, que no sé se va con la edad y es muestra de que los años me están pegando, pero, me asustan un poco los autos con computadoras. Si tuviera mi auto, quizás no sería de las que aprendiese mecánica, pero me gustaría estar en la capacidad de solucionar cualquier situación, y eso lo hace, valga la redundancia, “la mecánica” esos sistemas integrados que se ponen en funcionamiento muchas veces con alambres, tornillos y aceite antes de llevar la máquina a un especialista, en cambio, las computadoras… hay que saber del sistema binario y son de las que, te paran el auto, y este, con todos sus tornillos y tuercas, no arranca si la bendita computadora no sirve, eso me da terror, siento que es una atadura, es… como cambiarle a una ave sus alas por unas computarizadas e impedirle volar porque le cayó un virus a su sistema de vuelo y me ha dado por sentir gusto por lo antiguo, lo viejo, lo sencillo, pero bien, supongo que es cuestión de adaptación, y si me llegase la oportunidad de adquirir un vehículo, no le pondré peros solo porque se comande con una computadora.
Actualmente lo que necesito es movilizarme de cualquier manera para cumplir con mis obligaciones laborales con mayor efectividad: donde vivo el transporte público es muy malo: las rutas están muy mal planificadas, luego las distancias son largas y las condiciones para los peatones y ciclistas no son las más seguras, aun así, pienso hasta en unos patines con tal de mejorar mi tiempo y facilidad de movilización. Gracias por este espacio. Saludos.
¡Hola Aurora!
EliminarHaces muy bien en involucrarte, ¡eres bienvenida! Y agradezco muchísimo tu comentario que me ha parecido muy generoso, franco y claro. Tanto, que me he tomado la libertad de tutearte sin darme cuenta, si te molesta sólo tienes que decírmelo y te adelanto mis disculpas. Y me tomo otra libertad, la de pedirte un favor: ¿Me das un par de días para contestar -intentarlo al menos- como corresponde a tu escrito?
Muchas gracias y buena noche.
Saludos.
Hola Aurora:
ResponderEliminarMe he retrasado un poco, perdona.
Me ha gustado mucho tu amplio comentario, venido de tan lejos y tan actual, de un continente que siempre me cautivó y al que todavía no he tenido oportunidad de visitar. También me permite disfrutar del “español de América”, siempre tan fresco, joven y rico. Así pues, muchas gracias, Aurora.
Me alegra saber que te gustasen los autos desde niña y que disfrutases viéndolos pasar desde tu balcón. En mi infancia, todos los veranos se veían algunos coches con matrículas de Venezuela, México y Estados Unidos, principalmente. Siempre eran de indianos que habían hecho fortuna por aquellas tierras, y eran espectaculares, todo el mundo giraba la cabeza al verlos pasar.
Mencionas los descapotables de Mercedes, para mi gusto, los coches más bonitos de esa marca, con diferencia, especialmente los de los años 50 a 80, dejando el “alas de gaviota” a parte (un coche sumamente especial), pero siempre han estado al alcance de pocos, lo que no impide que me pare a admirarlos cada vez que los veo. Me parece lógico los coches que ahora llaman tu atención, dadas las circunstancias que comentas; sin ser un todoterreno, hay un coche que creo que sería muy interesante y digno de tener en cuenta: El Fiat Panda 4x4, aquí lo usa el Gobierno Vasco para trabajos en los montes y tengo entendido que sus conductores están muy contentos con él, además es bastante asequible. Por estos lares (norte de España) se ven muy pocos Daihatsu, pero sí bastantes Suzuki en zonas rurales (siempre montañosas) y no conozco a nadie que tenga queja de estos coches, dicen que son muy duros, sencillos fiables, económicos... Y su pequeño tamaño les permite moverse bien por los estrechos caminos que tanto abundan por aquí, donde en muchos sitios un todoterreno grande, simplemente no cabría.
Comparto tu preocupación por el gobierno que hacen las computadoras de los coches. No sé de ningún caso de que les pueda afectar un virus, pero sí de no pocos y sorprendentes problemas que te pueden dejar tirado sin el más mínimo aviso previo. Me parece bien la gestión electrónica del motor, hace muchos años que se emplea y es muy fiable, la del ABS, control de estabilidad y tracción, airbags y pretensor de los cinturones; por mí, ya vale (si es que no me dejo nada en el tintero, creo que no); aún así, la electrónica del motor yo la reduciría al máximo, pero la normativa europea sobre contaminación es cada vez más exigente y obliga a utilizar un software muy complejo que en bastantes circunstancias es problemático, pero no hay modo de librarse de esto salvo recurriendo a coches del pasado siglo. Hace unas semanas he conducido un Ford Fiesta de unos 22 años todavía con carburador y nada, nada de electrónica, ¡disfruté! Pero debo reconocer que nada más arrancar olía a gasolina y contamina y consume más que cualquier coche moderno con muchas mejores prestaciones. ¡Todo tiene un precio! Me ha gustado mucho el ejemplo que das del ave y las alas sobre este tema.
Te animo a que aprendas algo de mecánica, sólo conocer bien los principios básicos del funcionamiento de las cosas ayuda mucho más de lo que parece. También hace que cuidemos bastante mejor la máquina, que sufra menos averías y hasta nos puede permitir salir de algún apuro encontrando una solución provisional. No sé en Venezuela, pero aquí, desde hace unos cuantos años todas las compañías de seguros incluyen servicio de asistencia en viaje, funciona muy bien y evita muchos disgustos y angustias.
Me ha llamado la atención lo que dices sobre los patines, yo me mataría con ellos, antes prefiero la bici, pero si tú la descartas será por algo. Imagino que ir por la calzada con ella será muy peligroso y con patines podrás ir por la acera. En todo caso, espero que puedas disponer de un carro lo antes posible y solucionar los problemas de desplazamiento de un modo más que razonablemente seguro.
¡Salud y suerte, Aurora!
Un saludo muy cordial.
¡Muy bueno Esteban! muy buena idea relatar de manera coloquial tu experiencia, me encantó. Extraordinario los comentarios que han surgido y las respuestas que fuiste dando a cada uno, generaron una gran riqueza de vivencias. Felicitaciones! Te envío un abrazo desde Buenos Aires.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, María Inés!
EliminarHa sido una estupenda sorpresa verte por aquí, sumamente grata y alegre. Celebro tus felicitaciones y tus palabras.
Efectivamente los comentarios son un regalo que enriquecen más que notablemente esta entrada; entre ellos, y puesto que vos eres argentina, me ha llamado mucho la atención el de tu compatriota Mariela, es el primer caso que conozco en el que una persona ha podido conducir legalmente con 15 años. Asombroso. Además me consta que es buena conductora por lo que me ha comentado en algunos correos.
Un fuerte abrazo.