domingo, 26 de agosto de 2012

MUJERES, HOMBRES Y EXHIBICIONISMO

Cuando escribí: “Ellas o nosotros, ¿quiénes conducen mejor?” Hay un aspecto del que no hablé y ya es hora de que lo haga: el exhibicionismo. La necesidad de mostrar, mostrarse, presumir, hacer ostentación... No es ajena al mundo femenino, desde luego. Pero el afán tan competitivo, pueril, burdo y peligroso con que aparece en los hombres desde nuestra más tierna infancia es una característica inequívocamente masculina.

Las manzanas. Dibujo de Jesús Gabán
Fuente: biblioabrazo.files.wordpress.com
Será un rasgo atávico, estará en los genes y no hemos evolucionado ni mutado lo suficiente para eliminarlo, pero ahí está. Cuando en un grupo de niños o chavales a uno se le ocurre: “ a ver quién se atreve a...” Pues eso, a ver quién se atreve a no intentarlo y quedarse atrás, porque, salvo que la propuesta sea tan descabellada que quien la formule parezca tonto, aún a riesgo de romperse uno la crisma, se intenta y todos recogemos el guante del desafío. Faltaría más. No queremos ser discriminados por el grupo.

Normalmente, a medida que uno va cumpliendo años, a raíz de haber superado muy dolorosamente alguna de esas pruebas, porque también vamos descubriendo que no nos interesa estar en determinados grupos, porque el instinto de supervivencia se pone más a punto, etcétera. Es más probable y fácil mantenernos vivos y sanos. Pero llegan los 18 años, o poco más, se logra el permiso de conducir y en algunos vuelve a aflorar aquel instinto gregario justamente cuando conducen. Lo cual es muy raro que les ocurra a las mujeres (no he conocido ningún caso) y, desde luego, marca una notable diferencia a su favor. 

Fuente: andresfornells.com/blog
Realizar un acto de exhibicionismo requiere público. Por ello, es relativamente frecuente ver a ciertos conductores en cierto tipo de coches actuando de este modo en vías urbanas y muy raro (casi nunca lo he visto) en carretera abierta y en viaje largo. De igual modo es muy significativo y en su momento me sorprendió, que la mayoría de los accidentes que se dan en la aviación deportiva o no profesional, para ser más preciso, ocurren en el mismo aeródromo o muy cerca del mismo. Donde hay público. Y cuando suceden más lejos, normalmente, el piloto se encuentra acompañado por parientes y/o amigos ante los que se siente "obligado" a hacer alguna demostración de sus habilidades como si mantenerse en el aire, per se, no fuese suficiente. En este ámbito, por lo general y para más inri, la edad media de los pilotos supera ampliamente los 18-20 años. Como todos sabemos, estas actitudes provocan demasiadas veces gravísimos accidentes con víctimas inocentes. Pero, a pesar de todo, lo que más triste me resulta es que en el caso de los coches, demasiadas veces, estos jóvenes tienen como patrón de conducta la de su padre. He conocido casos muy de cerca y algunos con trágico resultado.

¡Cuidado con los prejuicios! No siempre este tipo de coches es mal conducido.
Fuente: web1.taringa.net
Cuando se empieza a conducir es muy importante hacerlo solo un tiempo. Cuánto, es muy variable, depende mucho de la persona, podría bastar con tres semanas o necesitar cuatro meses, o más. Siempre lo aconsejé a alumnos y padres: conduce solo, lo más que puedas, hasta que te foguees. Tú mismo vas a ver y darte cuenta de cuándo estarás preparado para llevar pasajeros, cuando, reconocidas tus limitaciones, te sientas tan seguro de lo que haces que tengas suficiente independencia de criterio para no asumir “retos” que te propongan ni malos consejos. Y ojo, porque a veces, hasta una madre, con la mejor de las intenciones, puede influir negativamente en una decisión tomada al volante. Lo dicho en este párrafo es válido para ambos sexos.

Hay una buena práctica en aviación que debería tenerse muy en cuenta en el manejo de coches y es que, por mucho que uno tenga el título y licencia correspondiente, si la persona que ejerce de jefe de pista en un campo de vuelo hace bien su labor, no permitirá que alguien vuele con pasajero hasta que esta lo determine. Tenga avión propio o no.

En lo que yo puedo observar, son hombres jóvenes quienes más respetan
la preferencia de paso de los peatones.
Fuente: www.elmundo.es
En los últimos años he constatado en algunas mujeres jóvenes dos comportamientos radicalmente distintos y que me resultan muy sorprendentes. Uno, es la actitud que algunas chicas adoptan de, en una aparente reivindicación de su incuestionable derecho a la igualdad, hacer suyas y propias actitudes masculinas que nosotros mismos consideramos como defectos y procuramos (creo que la mayoría) controlar y eliminar. Vamos, imitar lo peor de los hombres. El otro, en lo que yo he podido observar, es mucho más frecuente y consiste en adoptar una actitud sumisa ante gestos y comportamientos inaceptablemente machistas y dominantes por parte de “novios” y “amigos”. Dos ejemplos que varias chicas me confirmaron: pleno acceso de su novio al teléfono móvil y ordenador de ella. En mis tiempos mozos no existían estos aparatos, claro, pero entre los amigos y compañeros que conocí y conozco jamás se nos hubiese ocurrido hacer algo equivalente con una chica y tampoco recuerdo haber conocido chicas que lo permitiesen. Por supuesto, les expliqué lo que pienso, muy resumidamente que, si fuesen mis hermanas, no me gustaría que las tratasen así y menos aún que ellas lo permitiesen y lo viesen, aparentemente, como algo “normal”. Naturalmente, lo que cuento es una apreciación subjetiva y acientífica, pero muy real. Y me asusta, porque es un paso atrás que salta dos generaciones.

Fuente: labaranda.yuku.com
Conducir exige tomar decisiones en pequeñas fracciones de segundo. Hacerlo bien es el principal factor de seguridad y para ello es necesario desarrollar fuertes sentimientos de independencia y libertad, de respeto y de solidaridad.

Esteban

3 comentarios:

  1. Sí, Esteban, hace tiempo que yo también veo que las jóvenes (y ellos también) son cada vez menos independientes, lo que contrasta con el hecho de que tienen mucha más libertad.
    Yo tengo mi particular teoría al respecto: ahora se lee mucho menos. Cualquier niña de hace 30 años se había leído libros tan largos como 'Guerra y Paz' a una edad temprana. Leyendo y leyendo (no nos dejaban salir y no había Internet), pues se aprendía mucho de la vida y se formaba el espíritu crítico. Leíamos de todo, desde libros clásicos a 'libros que no nos dejarían leer' y que sacábamos de la biblioteca y leíamos de noche.De alguna manera, nos controlaban mucho más pero era un tipo de control que no podía 'controlar' la mente.
    Evidentemente es mejor comenzar a conducir solo. Y como dudas van a surgir, pues consultarlas con un experto de quien fiarse al 100%.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, pero una libertad… muy falsa, ¿verdad? Que, generalmente, me parece a mí, tiene como raíz la falta de límites que les permitieron sus padres por irresponsable dejadez y desamor. Los límites de los que carecieron son muchas veces cuestión de pura supervivencia ya que, una de dos: o se los ponen ellos mismos, cuando en algún momento se den cuenta de que les resultan necesarios; o se los impone la sociedad de un modo más brutal a través del sistema policial y judicial. Que, en este país, tiene un funcionamiento que deja mucho que desear, mas también es cierto que cuando tienen en el punto de mira a un individuo, avanzarán hacia él de un modo lento y torpe, pero imparable. Como un tanque.

      Estoy de acuerdo con tu teoría, no leer, o muy poco, especialmente a ciertas edades, genera un déficit –más que significativo- en la formación de una persona. Pero, además, a mi entender, hay algo que profundiza de un modo notable en esa deficiencia: la televisión. Y no sólo por sus contenidos, sino también por cómo se presentan: el número de imágenes por segundo con que se bombardean las retinas, los colores, sonidos, mensajes subliminales (o casi)... son un auténtico ataque a la salud del cerebro. Una gran parte de los que son jóvenes hoy, han pasado muchas horas viendo la televisión cuando eran niños, muchas. Toda una vida, y cuando esos cerebros no podían defenderse. Por si no basta, se ponen a su alcance todo tipo de drogas. Aún así, no son pocos los jóvenes que sobreviven a todo eso, tienen un mérito increíble. Quienes me conocen, saben que sostengo que ser joven –ya desde unos cuantos años acá y ahora- es mucho más difícil que en mi generación, pues muchos son abandonados a su suerte en un bosque… No, en una auténtica selva tropical llena de espejismos.

      ¡Saludos!

      Eliminar
    2. Desde luego, lo peor es que el vacío de la lectura lo llena la tele, con sus mensajes subliminales y su pensamiento único y simplón. Luego, para rematar, nos hemos vuelto locos y creemos que lo mejor para los chavales es 'hacer muchas extraescolares' para ser 'competitivos' en el capitalismo, con lo que al final no les queda energía para pensar, sus hobbies, leer, etc.
      Cuando uno lee, por fuerza, lee de diferentes autores, ve la vida de diferentes puntos y eso le enriquece, le hace más crítico, y a la vez más flexible.

      Eliminar