Fuente: www.esacademic.com |
La maniobra con la que comienza el vídeo es una maniobra básica de circulación: Iniciar la marcha. Consiste en incorporarse a la circulación de una vía habiendo estado parado o estacionado; es una maniobra sencilla que apenas si tiene normas que la regulen y para observarlas basta con aplicar el más elemental sentido común: advertir con antelación y claridad suficiente a los demás lo que pretendemos hacer y ejecutar la maniobra plenamente seguros de que en nada vamos a molestar a nadie. Cuando salgo del portal de mi casa también procuro evitar tropezar, molestar o asustar a cualquier persona que ya está andando por la acera.
La maniobra es sencilla, pero se realiza casi exclusivamente en vías urbanas donde las velocidades máximas y medias son muy bajas en términos absolutos (no tanto relativos); en vías interurbanas, muchas veces se hace a través de un carril de aceleración (lo que facilita mucho la tarea) cuando se vuelve a la autopista después de repostar en la gasolinera de un área de servicio, por ejemplo. Sin embargo es una maniobra muy poco habitual en carreteras convencionales con un solo carril por sentido. Y aquí las velocidades son netamente más altas que en vías de poblado, todas: máxima, media y mínima; en todos los términos: absolutos y relativos.
La maniobra con la que comienza el vídeo se hace en carretera convencional (N-634 sentido Santander entre Llanes y Unquera); no es “carretera abierta” sino una travesía de una pequeña población con los edificios muy dispersos. La velocidad máxima permitida está en 50 km/h, pero salvo alguna incidencia en la vía, a 50 no van ni los camiones, ni la Guardia Civil, ni nadie; estimo que la velocidad más habitual -con tráfico fluido- está en torno a los 70-80 km/h. Una velocidad a tener muy en cuenta partiendo de cero.
Es necesario actuar con mucha agilidad y diligencia, llegar a la velocidad que de hecho llevan los demás en el menor tiempo y espacio posibles para evitar que nos pasen por encima. No basta con: “no viene nadie”. “No viene nadie” sólo es cierto (si lo es realmente) el instante en que se mira y se ve así; en el instante siguiente uno puede estar ocupando ya todo el carril o casi y a 10 ó 15 km/h y aparecer algún vehículo a 70 km/h. Además, es muy tentador relajarse, tomárselo con tranquilidad y calma (como no viene nadie...) sin pensar: ¿Durante cuánto tiempo no viene nadie? Hay que tener mucho cuidado con esto.
Para evitar estos errores, si nada más pasar un vehículo veo que efectivamente no hay ninguno más a vista, en ese momento inicio la marcha intentando convertirme en un remolque del mismo acelerando notablemente en 1ª, 2ª y 3ª, utilizando bien estas marchas (estoy pensando en un turismo “normal” con potencia máxima del orden de unos 100 cv) haciendo justamente lo contrario de las pautas que marca la tan de moda y cacareada “conducción eficiente”; si coincide que no pasa nadie, lo imagino. De este modo, tengo un vehículo -real o imaginario- que hace las veces de liebre en una carrera de galgos. Es “un truco” que creo que viene muy bien para ayudarnos a andar vivos evitando peligros innecesarios y depositar una fe ciega en que el otro nos salve la vida. Si nosotros mismos no ponemos todo el empeño...
El vídeo también muestra un peligro muy típico de los lugares en obras y que pocas veces se advierte: una parte de la calzada manchada de tierra. Esa tierra cuando llueve, o simplemente con el rocío de la mañana o la humedad de la noche (en muchos puntos de esa carretera la mar está a menos de 500 m en línea recta) se convierte en una pasta muy deslizante que poco o nada tiene que envidiar a la nieve. Muchas veces, esa zona sucia cubre solo una parte del carril que estamos utilizando de modo que las ruedas de la derecha pisan la zona deslizante y las de la izquierda una zona prácticamente limpia dando lugar a una adherencia asimétrica que en caso de tener que frenar fuerte comprometerá mucho la estabilidad y el control del vehículo. Este riesgo se podría evitar fácilmente si se limpian bien las ruedas de los camiones que salen de las obras a la carretera; lo he visto hacer muy bien con mis ojos cuando en la Plaza Federico Moyúa de Bilbao se estuvieron haciendo las obras del metro -pero sólo ahí-, supongo que influiría mucho trabajar en el corazón de la “city” con el edificio de la Subdelegación del Gobierno (antaño Gobierno Civil), el edificio de Hacienda (la estatal) y el emblemático Hotel Carlton -entre otros- al lado, así que los camiones que salían del agujero cargados de tierra pasaban por una plataforma de rejilla de hierro , se detenían en ella y dos obreros por cada lado limpiaban sus ruedas con una manguera; cuando el camión salía a la calzada de la plaza elíptica (con este nombre se la conoce popularmente) no dejaba nada de barro. No creo que encarezca mucho una obra hacer esto de forma sistemática y se ganaría mucho en seguridad en esos lugares.
Para terminar, al final del vídeo inicio la marcha girando a la izquierda en el final de otra travesía. Ya acabada la maniobra se ve que me cruzo con un camión, la maniobra la hice con espacio y tiempo suficiente, pero con muy poco margen para el error. Creo que es muy conveniente tener en cuanta que “el me da tiempo”, a veces está condicionado a eso: a no cometer ningún error porque no nos hemos dado margen para ello. En este caso, si calo el coche (algo tan aparentemente intrascendente) y me queda en parte dentro del carril, es muy probable que al conductor del camión le sea imposible evitar un accidente al que difícilmente podría sobrevivir. Es fundamental ser plenamente conscientes de esto y ante la más mínima duda esperar un momento mejor.
Para terminar, al final del vídeo inicio la marcha girando a la izquierda en el final de otra travesía. Ya acabada la maniobra se ve que me cruzo con un camión, la maniobra la hice con espacio y tiempo suficiente, pero con muy poco margen para el error. Creo que es muy conveniente tener en cuanta que “el me da tiempo”, a veces está condicionado a eso: a no cometer ningún error porque no nos hemos dado margen para ello. En este caso, si calo el coche (algo tan aparentemente intrascendente) y me queda en parte dentro del carril, es muy probable que al conductor del camión le sea imposible evitar un accidente al que difícilmente podría sobrevivir. Es fundamental ser plenamente conscientes de esto y ante la más mínima duda esperar un momento mejor.
Esteban
Estos vídeos son realmente una maravilla! ¡Muchas gracias por subirlos!
ResponderEliminarLeyendo el post no he podido dejar de pensar lo maravillosos que son los coches automáticos. Especialmente cuando estas incorporaciones no se hacen en condiciones óptimas de visibilidad, ya que a veces árboles, curvas, cambios de rasante o hasta señales de tráfico pueden dificultarnos ver lejos y sólo podemos estar seguros de que no hay nadie 'aquí cerca'. Para un novel, mirar e incorporarse y acelerar de manera suficientemente rápida es mucho, mucho más fácil y seguro con un automático.
Gracias por el comentario sobre el barro porque nunca lo había pensado, y tienes toda la razón (sólo hace falta saber qué hace una bici cuando hay barro encima del asfalto).
No sé qué dicen las teorías de la conducción eficiente sobre estas incorporaciones pero lo que sí puedo decirte es que soy ecologista convencida y que creo que la movilidad sostenible pasa mucho más por la generalización del uso de la bici que por técnicas que, para un inexperto/a como yo, pues no sé si realmente son recomendables. Saludos!
Gracias a vos y perdón por el retraso, Elisa. El adjetivo que tan generosamente me dedicas creo que es exagerado; me faltan medios y talento -sobre todo esto último- para merecerlo, pero lo percibo totalmente sincero y franco por supuesto. ¡Gracias!
EliminarComo muy bien dices el cambio automático facilita mucho la tarea de conducir en las circunstancias que mencionas y en muchas otras, también elimina la posibilidad de cometer muchos errores en muchas situaciones. No entiendo la resistencia de tantas personas a utilizarlo, parece que les estás indicando que utilicen una silla de ruedas cuando, afortunadamente, no la necesitan. Además, en mi oficio, vemos claramente que con bastante frecuencia, durante un examen de circulación, tenemos que intervenir utilizando el doble mando a cuenta del riesgo que se ha creado por un error en el uso del cambio manual, lo que conlleva el suspenso automático del alumno, salvo error nuestro -muy raro- pero a veces ocurre.
Todos los manuales que conozco sobre conducción eficiente sí dejan muy claro que, en ocasiones, aquella es incompatible con la seguridad y que entonces se debe dar prioridad a esta última. No obstante, soy muy crítico con las campañas sobre técnicas de conducción eficiente porque estoy convencido y veo que el nivel medio de conducción es muy bajo y muchas personas adoptan, o no, una forma de conducir más económica y ecológica ¡pero no la cambian! Corran o no peligro, ahí es donde yo veo el principal problema. Conducir gastando lo menos posible exige experiencia y un nivel superior a la media porque hay que adaptarse a muchas variables que pueden cambiar muy rápido. La mayoría de los conductores van a “piñón fijo”, se ve cada vez que se sale a la calle: personas que conducen igual fuera de un túnel que dentro, con lluvia o sin lluvia, etcétera.
A finales de los sesenta empecé a ir al monte, muchas veces íbamos unos pocos amigos por nuestra cuenta, la palabra “ecología” ni la conocíamos pero traíamos la basura para casa y nos auto-prohibíamos llevar un transistor. Nos gustaban muchísimo las montañas y las zonas tan salvajes que aún hay por Asturias así que.. no queríamos ensuciar aquello, surgía de forma perfectamente natural ser ecologista. No sé muy bien hasta que punto lo soy, también hay muchas falacias con este asunto, ¿verdad? Pero, desde luego, creo que es una cuestión de pura y simple supervivencia aplicar criterios de economía y eficacia en el uso de los recursos naturales. Por otra parte, somos más de siete mil millones de almas y dudo mucho que se puedan cubrir mínimamente las necesidades de todos, no sé... Bueno, sí sé que si desapareciese -al menos en buena parte- la codicia, todo estaría francamente mejor durante bastante más tiempo. En fin, se puede poner un granito de arena, o un puñado, y en eso estoy.
¡Saludos!
Mucha gente opina que si te gusta conducir y eres buen conductor prefieres un coche manual. Bien, es una opinión que no pienso rebatir, pero yo prefiero mi cambio robotizado. Me ha permitido conducir mucho mejor, doy fe de ello.
EliminarSobre la codicia, hablaba Costa-Gravas en una muy interesante entrevista en La Vanguardia hace un par de días. Aquí está el link:
http://www.lavanguardia.com/lacontra/20121201/54356835667/que-miedo-me-dan-quienes-dicen-que-nos-van-a-salvar.html
Saludos!
Es un puro tópico, la mayoría de las personas que afirman eso nunca han probado un automático. Tu opción ha sido muy buena.
EliminarGracias por la entrevista, hacía mucho que no sabía nada de Costa-Gavras. Recuerdo bien "Z" y la vi a finales de los 70, me impresionó mucho.
¡Saludos!
Si la puedes leer, la entrevista está realmente muy bien! Saludos!
EliminarSí, la he leído anoche y me ha gustado. Gràcies! ¡Saludos!
EliminarGracias por trabajar en la educación vial en tu blog.
ResponderEliminarUn abraciño,
Rosa María Milleiro
¡De nada, Rosa María! Me gusta, me gusta mucho.
EliminarMis disculpas por el retraso y muchas gracias por tu atención, tu visita y tus palabras.
Un abraciño.