lunes, 31 de diciembre de 2012

N I E B L A

La niebla se puede definir como una nube en cota cero, o a ras del suelo, que suena algo más literario.

Cuando es densa y el viento está en calma, la visibilidad es casi nula. Conducir en esas condiciones resulta sumamente difícil y agotador.

Hay dos cosas que me gustaría evitar siempre cuando conduzco: Hacerlo con sueño, en primer lugar; y hacerlo con niebla. La nieve, el hielo, la lluvia... Sólo implican invertir más esfuerzo y trabajo, básicamente.

Preciosa foto de un mar de nubes.
Fuente: www.atrio.org
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De las dos principales e indeseables situaciones citadas, el sueño, se puede afirmar que es opcional, pues salvo excepciones debidas a alguna enfermedad, malestar físico súbito, algún tipo de intoxicación, efectos secundarios desconocidos de algunos medicamentos (producen sueño los que se utilizan para las alergias y para combatir síntomas de resfriados, entre otros muchos, por ejemplo) y tomar determinadas drogas -alcohol incluido-, uno puede decidir parar y dormir.

Cuando estamos próximos a llegar a destino es especialmente fácil caer en la fortísima tentación de esforzarnos en aguantar -cómo no voy a poder si estoy a media hora de casa-. Pues NO, a veces NO se puede. Un microsueño inferior a dos segundos es más que suficiente para despertar en un hospital o en otro mundo. Lo he repetido miles y miles de veces, hay que ser conscientes del valor de un segundo porque a “tan sólo 80 km/h”, recorremos 22 metros, ¡22 m! Torcidos, se nos acaba cualquier calzada por muchos carriles que tenga.

Si decidimos parar para dormir en el coche es necesario asegurarse de que lo hacemos en un lugar situado completamente fuera de la vía (calzada y arcén); en un área de descanso, de servicio, gasolinera, población... En un hotel, hostal o pensión podemos descansar, sin duda, más cómodos, más seguros y mejor. Hospedarnos por una noche o parte de ella puede ser la mejor inversión de nuestra vida; estoy totalmente convencido de que gracias a haber tomado esa decisión en algunas ocasiones, aún estoy en el mundo de los vivos. En viajes largos, e incluso medianamente largos, siempre es conveniente llevar algún dinero extra por si surge algún imprevisto. Poder pagar una habitación a tiempo puede salvarnos la vida. 

Dormir en el coche es una opción, desde luego, pero por muy bien estacionado que esté (respecto al tráfico), hasta donde nosotros hemos llegado con él  siempre es posible que lleguen otras personas y... sólo Dios sabe qué intenciones tienen o qué se les ocurre. Es peligroso y en absoluto aconsejable.

La niebla, sin embargo, no es opcional. Normalmente poco o nada podemos decidir respecto a ella. ¿Qué hacer si la encontramos en un tramo de nuestro recorrido y es densa y estable? Si es que no las llevábamos ya encendidas, conectar las luces de posición y de corto alcance o cruce, la luz antiniebla trasera (debemos tenerla, es obligatoria) y la luz antiniebla delantera, si la llevamos.

Generalmente, en España, casi todas las carreteras tienen marcados los bordes de la calzada con línea blanca continua, haya arcenes o no. Si, generalmente, el borde derecho de la calzada (esté pintado o no siempre existe) es “el norte”, la referencia que debemos seguir para situar nuestro coche en la calzada, en caso de niebla densa, aún cobra mucha más importancia guiarnos por él. Esto no quiere decir que tengamos que ir pegados a ese borde derecho, sino que, con respecto a él, decidimos una determinada separación. En caso de niebla densa, prefiero ir casi en el centro del carril, significando el “casi” estar un poco más cerca del borde derecho que del izquierdo del carril con el fin de evitar al máximo la posibilidad de un choque frontal y también la de tropezar con posibles vehículos que se hayan detenido en el arcén. En carretera abierta y en las circunstancias mencionadas es muy improbable que haya peatones, ciclistas o ciclomotores por los arcenes pero, cuidado, no es imposible. Cuando la carretera es estrecha y no hay arcenes me ciño más a la derecha, por lo del choque frontal.

Luz corta
Los haces de luz corta y larga alumbran más hacia la derecha que hacia la izquierda (excepto en los automóviles que se fabrican para países en los que se circula por la izquierda: UK, Japón...). Con niebla densa la luz larga es totalmente desaconsejable porque su haz es más estrecho y va más alto (por eso alumbra más lejos) y nos producirá un efecto de autodeslumbramiento ya que al ir más concentrada la luz se refleja prácticamente toda en las pequeñas gotas de agua en suspensión que tiene la niebla. No obstante, yo la utilizo en forma de destellos de un modo aleatorio -si no conozco la carretera- y no tan a la buena de Dios cuando sí la conozco, porque cabe la posibilidad de que “al otro lado”, alguien a quien aún no puedo ver sepa de mi presencia un poco antes, también puede ser reflejada en alguna señal y gracias a esto la veremos antes, además puede servirnos de excelente referencia para saber con más precisión dónde estamos situados. Las gotas de agua en suspensión hacen un efecto de espejo, pero no son un espejo, algo de luz sí pasa entre las gotas.

El haz de luz de los focos antiniebla delanteros es muy plano, va más bajo y, por lo tanto, adquiere forma de abanico; esto a su vez, hace que alumbre menos metros por delante del coche de como lo hace la luz corta, pero le permite penetrar bastante bien en la niebla: Más que nada, permite ver mejor los bordes del carril. Desde luego, no son ninguna maravilla, pero sí que suponen una ayuda significativa que, en condiciones tan difíciles, se aprecia y agradece. La mayoría de los coches vienen con estas luces de serie (no son obligatorias) pero he apreciado diferencias importantes en cuanto a su eficacia de unos coches con respecto a otros, lo que me lleva a pensar que a los fabricantes parece no importarles mucho este asunto y que los ponen más como objeto decorativo que otra cosa. Por cierto, la luz delantera de niebla ni molesta ni es deslumbrante cuando nos cruzamos con otro coche que las lleva encendidas sin razón alguna; también me da la impresión de que algunos conductores las utilizan con fines de pura ostentación, cosa muy curiosa que no ocurría cuando hace años eran muy pocos los coches que disponían de estas luces. La antiniebla trasera sí que molesta cuando no es necesaria, de ahí que sólo deba utilizarse en casos de niebla densa, nubes densas de polvo y humo, lluvia fuerte y nevada intensa.

Luz corta y antiniebla delantera.
Cuando hay niebla, esa infinidad de pequeñísimas gotas de agua que convive en ella también hace que se moje la calzada, parabrisas, espejos, que baje la temperatura y que se empañen los cristales. En mayor o menor medida ocurren todas estas cosas, lo que nos obliga a utilizar frecuentemente muchos mandos: limpiaparabrisas, sistema antivaho, conectar y desconectar luces según nos vamos encontrando con capas de niebla densa, poco densa, brilla el sol, luego sólo llueve, vuelta a la niebla... Es decir, que hay que remangarse y ponerse a la tarea con ganas, hay mucha faena.

Tampoco está de más utilizar la bocina de modo similar a como dije antes para la luz larga, un tanto al azar -si desconocemos la ruta- y con más detalle en el caso contrario. Ya que el sentido dominante (la vista) lo tenemos tan reducido, quizá podamos compensar algo con el del oído. En niebla densa, y siempre que conducir se vuelve francamente difícil, apago la radio -si es que la llevaba conectada- y pido silencio a quienes me acompañen; además, y aunque haga frío, suelo abrir un poco la ventanilla; por lo dicho: ya que no nos vemos a ver si nos oímos. Hacer esto, que puede resultar tan primitivo y que a tantos alumnos les hizo dudar de dónde se habían metido cuando se lo contaba y todavía me conocían poco, estoy seguro que me ha librado de convertirme en un homicida en serie pues cuando iba con un camión por carreteras de la provincia de Sevilla en otoño e invierno no era nada raro que en el valle del Guadalquivir hubiese una niebla bastante densa que me impedía ver a grupos de jornaleros que iban a trabajar al campo en motos y ciclomotores viejos, en mal estado, con unas luces que apenas se veían (los que las tenían), sin casco -por supuesto- y en grupo; vamos, en pelotón, ocupando todo el arcén (cuando lo había) y hasta medio carril de su sentido. Sólo llevar la ventanilla abierta me permitía saber de su presencia antes de poder verles gracias al ruido tan fuerte y molesto que hacían aquellas “motillos”. Fue a finales de los setenta, era muy angustioso, pero a Dios gracias nunca tropezamos ni supe de ningún accidente con ellos. ¡El Ángel de la Guarda existe!

Conducir con niebla hace que aparezcan antes fatiga y sueño, también puede generar una sensación de misterio, magia y hasta de miedo que puede afectar al ánimo negativamente, ¡cuidado! Sólo es un fenómeno metereológico, a veces imprevisible; otras no. Por más que se oiga decir que “el hombre del tiempo” no acierta ni una, no es cierto. Sí que aciertan, y mucho. Así que antes de emprender un viaje si consultamos el parte del “tiempo” podemos saber en qué zonas habrá niebla. Durante el otoño e invierno es frecuente en los valles de los grandes ríos: Ebro, Duero, Tajo, Guadalquivir... En zonas de montaña puede aparecer en cualquier época del año y aparecer y desaparecer repetidamente muy rápido.

Catadióptricos en el suelo y en los bordes, "ojos de gato":
Excelente relación precio/eficacia, y qué poco se usan. Delante tengo un camión.
Tramo recién estrenado entre Llanes y San Roque del Acebal.
He dejado el tema de la velocidad hasta el final porque es harto espinoso, por supuesto, hay que disminuirla, más, cuanto menos se vea, pero lamento mucho no poder decir cuánto. Es imposible. Siempre decía a los alumnos lo mismo que yo hago: hay que ir despacio, incluso muy despacio a veces, pero a medida que nos vamos haciendo a circular en la niebla conviene estar muy atentos a aumentar la velocidad cuanto podamos. Si es algo más alta de la cuenta, podemos chocar con cualquiera que vaya más lento y lo veamos prácticamente de forma súbita; pero si se circula excesivamente lento para eliminar el problema anterior, puede que nos alcance alguien. En estos casos yo procuro conducir bien mentalizado de que en cualquier momento quizá tenga que hacer una frenada de emergencia, también paso muchas veces el pie derecho al pedal del freno, aunque no lo pise, hago pequeñas variaciones de velocidad, pruebo: aquí algo más, allá algo menos... En todo caso, la velocidad media será bastante inferior a la normal y las puntas también, luego en caso de accidente, y si se viese éste inminente e inevitable, con frenar muy fuerte en ese poquísimo tiempo que tendremos, difícilmente nos ocurrirá nada grave; es más, hay bastantes posibilidades de salir ilesos, aunque el coche acabe en el desguace. Si conducimos un coche de este siglo, vamos bien sentados, con cinturones puestos... la máquina nos protege y ayuda mucho. Siento no poder decir más, pero si olvido algo importante lo pondré y avisaré.

Autopistas y autovías, generalmente las carreteras más seguras, dejan de serlo en caso de niebla densa. En estas carreteras hay demasiados conductores que circulan con niebla igual que si no la hubiese, velocidades medias demasiado elevadas que hacen bastante probable que se produzcan graves accidentes en cadena. He sido testigo en varias ocasiones de como algunos coches “fantasma” (porque no los veía pero sí sentía el zumbido que dejaban al pasar) me adelantaban bajando de Vitoria a Bilbao por autopista a una velocidad inequívocamente inadecuada; en esos casos siempre iba por el carril derecho y no me salía de él, pero daban miedo y yo gracias a Dios de que ellos irían por el carril central o izquierdo (hay tres). Después de “ver” eso en varias ocasiones, decidí que con niebla más o menos densa, salvo que sepa que será un tramo corto, salgo de la autopista en cuanto pueda y voy por la carretera convencional; normalmente, en éstas, la mayoría tienen bastante más cuidado, parece que de alguna manera la posibilidad de choque frontal está mucho más presente en la mente de casi todos.

Emocionante, para quien venga en sentido contrario.
Fuente: practicopedia.lainformacion.com
Una última cuestión, he oído muchas veces que si estando conduciendo con niebla, nos encontramos con otro delante, es mejor tomarle como guía y seguirle. No me gusta, no tengo ninguna garantía de que la persona que conduce el vehículo que me precede lo haga mejor que yo, o conozca la zona mejor que yo. Inspira más confianza si quien va delante es un camión o un autobús, pero, aún así, no me gusta. Siempre hay una primera vez para todos, ¿cómo puedo saber si el profesional que maneja ese automóvil lo es verdaderamente? Igual empezó con ese trabajo hace un par de días. Lo dicho, no me gusta, no lo hago. Prefiero seguir mi instinto y esa especie de sexto sentido que se va desarrollando a medida que uno practica una tarea (conducir, o cualquier otra) con una actitud consciente, con la humildad de que nunca se sabe todo pero con un afán constante de perfeccionamiento y de superación.

¡F E L I Z  2013!

Me gusta la terminación de este número. ¡Ojalá les vaya bonito!

20 comentarios:

  1. Gracias por este tan completo post, especialmente la parte de la niebla (la parte del sueño la podemos prevenir, la de la niebla no siempre). Nunca me he encontrado con niebla densa. Creo que es realmente lo peor que uno se puede encontrar.
    Es verdad que en circunstancias meteorológicas adversas se acostumbra a circular por las autopistas igual que en un día soleado, esto creo que es porque hemos asumido que la velocidad aquí son 120, y que a no ser que un letrero diga lo contrario todo el mundo va a ir a esa velocidad y que si la reducimos 'nos van a dar'. Y claro, como todos hacemos lo mismo esto útlimo acaba siendo verdad. No tenemos demasiada formación en la capacidad de adaptar la velocidad a las circunstancias, lo cual sería un reto muy importante. ¡Saludos!

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    1. Vaya, se me había pasado por completo contestar este comentario. Perdona.

      Pues yo no soy tan optimista, Elisa, creo que no pocos conductores simplemente conducen sin ningún criterio, desgraciadamente. Ya no es que piensen .”si la reducimos nos van a dar”; creo que ni piensan. Muchas personas dan por supuesto que la posibilidad de sufrir un accidente sólo es una cuestión de puro azar, nada más. Entonces, ¿para qué esforzarse? Adecuar la velocidad a las circunstancias obliga a pensar y trabajar demasiado; la mayoría prefiere aferrarse a “no corro, no bebo y siempre uso el cinturón”. Es más fácil engañarse. Además, la última de las premisas sí que la cumple casi todo el mundo , pero las dos primeras, siempre, prácticamente nadie.

      La niebla densa es de lo peor que nos podemos encontrar en la carretera, ciertamente, pero puedes guardar la esencia de esta entrada y cuando alguna vez te topes con ella saldrá en tu ayuda. No es gran cosa, pero muy probablemente he conducido con niebla más de lo que tú lo harás el resto de tu vida, y gracias a Dios, nunca tuve el más mínimo percance en ella. Todo no fue mérito mío, desde luego, seguramente también tuve suerte, pero sin duda, también puse todo de mi parte para tenerla derrochando esfuerzo.

      ¡Saludos!

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    2. Pues no, conducir implica una gran responsabilidad y más vale hacerlo bien, entrenarse bien y prepararse tanto como sea posible. Y creo que quien haga esto, pues nunca estará exento de no tener un accidente, pero minimizará las probabilidades, que es lo que toca.
      Saludos!

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    3. Efectivamente, Elisa, así es.
      Bona nit! ¡Saludos!

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  2. La DGT, debe de agradecerte la docencia que impartes gatuitamente.
    Un abraciño,
    Rosa María Milleiro

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    1. ¡Muchísimas gracias, Rosa María! Agradezco tu halago porque lo siento franco y sincero. ¡Gracias!
      Un abraciño.

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  3. Por cierto, hay un fenómeno meteorológico del cual se habla muy poco cuando se habla de conducción: el viento. Es cierto que en la mayoría de sitios de este país es difícil encontrarse fuertes rachas de viento, pero este fenómeno es usual en zonas como el Delta del Ebro. He pensado en ello hoy, cuando por unos pocos segundos (es muy raro que esto pase en los alrededores Barcelona pero hoy hacía mucho viento) he notado esa dificultad que no había vivido antes fuera del Delta.
    Saludos!

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    1. Tienes razón, Elisa, generalmente se habla poco del viento. Quizá porque no dificulta la visibilidad, no va necesariamente asociado con lluvia y firme deslizante... Personalmente me hace sentir muy vulnerable, aunque vaya andando: nunca sabes cuándo te puede caer algo en la cabeza.

      Por el Delta del Ebro pasé muy pocas veces y nunca me coincidió con viento fuerte, pero sé que es una zona sensible a esto, y más al norte la Tramontana es bastante frecuente, ¿no? Pero creo que no es tan raro encontrarse vientos fuertes en casi cualquier parte de España, yo los he vivido en viaje entre Madrid y Gijón, Madrid-Granada-Málaga; en todo el Valle del Ebro, en Sevilla, Cádiz, Aragón... y en el Cantábrico, hoy mismo (bueno, ayer) se registraron rachas de 126 km/h en Machichaco, era viento norte-noroeste y siempre viene con lluvia. Pero donde he visto llover en “horizontal” -verdaderamente horizontal- fue por La Mancha, no hace tantos años, de noche y constantemente. Fue un espectáculo impresionante que daba hasta miedo.

      Bueno, lo fundamental es que no nos sorprenda, que observemos las mangas de viento (cuando las hay), las señales verticales, árboles, hierba, sembrados, lo rápido que se mueven las nubes y sus sombras, estar más atentos en viaductos, salidas y entradas de túneles, taludes... ir más atentos a la orografía del terreno para prever mejor dónde nos pueden afectar más las rachas de viento, que sólo son especialmente delicadas cuando son laterales, fuertes e intermitentes o muy turbulentas. En estos casos es imperativo disminuir la velocidad y sujetar con mucha firmeza el volante, pero moviéndolo con suavidad y girándolo un poco hacia el viento. No tiene más, pero da trabajo y en un viaje largo cansa mucho, a veces asusta, porque la carrocería del coche se zarandea en ocasiones de un modo bastante violento, pero las ruedas siguen pisando en el suelo; en estos casos, si por alguna razón quiero quitar una mano del volante un instante, me lo pienso.

      También es necesario vigilar muy bien a los demás, mantener más márgenes de separación, pensar más los adelantamientos, el cruce con otros vehículos, extremar el cuidado con los que llevan remolque, los más grandes y, en general, con los que son cortos y altos (furgones y camiones pequeños). Algunos coches son bastante más sensibles que otros al viento lateral: monovolúmenes, todoterrenos... los que llevan baca. Y, normalmente, la actitud de sus conductores bastante despreocupada; los dos primeros porque muchas veces son conducidos por personas que se dejan influir por la sensación de seguridad que les da (ya sabes, intentan compensar su falta de entrenamiento e impericia comprando coche más grande y más caro); y los de la baca... salvo que se utilice para llevar una tabla de surf, canoa, etc. los demás me dan mala espina, es difícilmente justificable llevar equipaje en el techo, con coches de los años sesenta sí, ¿pero ahora?

      Muchos de los problemas que tiene la sociedad hoy día, creo que derivan en buena parte de vivir muy de espaldas a la naturaleza. Nos cuesta mucho ser conscientes de su fuerza y de sus leyes, y del daño que nos puede hacer no respetarla. La vida en las ciudades puede hacernos soberbios muy fácilmente.

      Bona nit! ¡Saludos!

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    2. Sí, Esteban. Una de las primeras veces que fui a Amposta coincidió con viento. No el 'extra-fuerte' viento que a veces he visto por allí, pero sí suficiente para agotar a cualquier novel.
      Doy fe de que reducir la velocidad ayuda mucho. Ayer la velocidad variable me pareció totalmente justificada, especialmente para todos aquellos que conducimos vehículos 'verticales'. Y sí, parece mentira, pero la naturaleza es muy poderosa, tanto como para influir en la dirección de vehículos de más de 1000K. Cuando voy en bici por la ciudad, lo que más odio es el viento. La lluvia es cuestión de ponerse un chubasquero y tener paciencia, pero pedalear contra el viento es muy muy penoso.
      Siempre me sorprende que comentes que las personas ricas conducen mejor (tiene su lógica puesto que son los que tuvieron acceso a un vehículo desde jóvenes)... y a la vez critiques a los que confían en compensar su impericia con un coche grandote y caro... Aunque esto útimo también tiene su lógica.
      Saludos!

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    3. Bien, Elisa, porque aún con fatiga, entiendo que ese viaje te hizo crecer como conductora, un peldaño más arriba por lo menos, ¿no?

      En bici el viento seguramente es lo peor, sí, a mí hasta me cabrea, tanto esfuerzo para tan poca velocidad es muy desproporcionado, más el esfuerzo extra para no caer en cada pedalada... procuraba evitarlo. Y ya que estamos con el viento, en el monte, en una ocasión me tiró por tres veces al suelo (andando) en un punto muy concreto en el que se aceleraba mucho, no se me olvida; fue una sensación extraña, una de las veces en que más tonto y vulnerable me sentí -la primera por no haberlo previsto y la segunda porque parecía que tenía enfrente a un boxeador invisible y sin piedad-. Pero conseguimos llegar al refugio y al día siguiente hicimos cumbre, que conste, Peña Ubiña (2.417 m).

      ¡Los ricos! Esta palabra siempre me viene asociada con los versos de la famosa elegía de Jorge Manrique: “Los que viven por sus manos y los ricos”. Claro que ricos en el sentido de estos versos ya casi no hay, al menos en España. Pero tienes razón, es un tanto paradójico, tengo que hacer una entrada un día sobre esto. Bueno, lo que me molesta -y mucho- es la actitud y mentalidad tan egoísta y potencialmente criminal que tienen algunos conductores de coches de gama media-alta de marcas premium y de algunos SUV y todoterrenos. Dicha actitud no es exclusiva de los conductores de este tipo de coches, ni de todos ellos, por supuesto, pero sí se da de un modo más que significativo en este grupo de conductores. Y puede resumirse así: No importa que conduzca mal, no me quiero esforzar en conducir bien, mi deseo está por encima de cualquier norma y señal (salvo evidente presencia policial, y a veces ni por esas, ignorancia y arrogancia son muy atrevidas), y si tengo un accidente no me importa demasiado porque no seré yo el que se haga daño sino tú. Es una actitud criminal; no exclusiva de hombres, también hay mujeres (que la suelen disfrazar con la excusa de ofrecer la máxima protección a sus hijos), que les lleva a utilizar el coche para lo que NO fue pensado: un arma. Un arma con la que van intimidando en el tráfico y a veces disparan.

      Claro que Dios castiga sin palo ni piedra y en ocasiones les sale el tiro por la culata. Como no saben ni quieren aprender (ignorancia en estado puro) desconocen que: la considerable masa de los coches que llevan, en según qué tipo de accidentes, se vuelve en su contra; que para las lesiones internas no hay cinturones, aibags, etc., etc. que valgan; también ocurre, que como apenas saben conducir no circulan rápido -a velocidad muy inadecuada, sí, puntualmente- pero rápido de verdad, no, a parte de que no saben, porque cansa, y la ley del mínimo esfuerzo es uno de sus dioses, pero los coches que manejan alcanzan velocidades muy elevadas muy fácilmente y en algunas curvas salen literalmente por la tangente. Lo peor es que no siempre van solos y que a veces en el otro sentido circula algún inocente.

      ¿Esas personas son ricas? De verdad, supongo que pocas, pero sí pueden haber nacido ricos y haber sido mal criados; pueden ser nuevos ricos -más probable-, o que simplemente tienen más dinero que la media, o pertenecer a alguna de las numerosas castas políticas que proliferan como setas en un buen otoño, pero envenenadas... Lo que es seguro es que no han leído las “Coplas a la muerte de su padre” ni muchas cosas más. ¡Pobres!

      Bona nit!


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    4. Tienes mucha razón. Y es muy triste, porque como inexperta me gusta tener un coche pequeñito, fácil de dominar y ágil. Esta triste actitud de 'yo protejo a los míos y los demás no me importan' es tristemente cada día más común en todos los ámbitos de la sociedad. ¿Dónde están la empatía, la solidaridad...? ¿Qué somos, si no vivimos estos valores?
      Por cierto que una vez, hace muchos años, conocí a una persona rica de verdad...llegó a la reunión en un compacto muy sencillito...

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    5. Pues se me antoja inverosímil que a quien no le importen los demás, verdaderamente, le importen los suyos. Será una excusa.
      Para tu última pregunta no tengo respuesta, desde luego, humanos, no; pero animales tampoco, ellos son mejores.
      ¡Saludos!

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    6. No sé si es una excusa pero es bien triste vivir así y aún más triste enseñar a los hijos a vivir de ese modo. Saludos!

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    7. Tampoco yo estoy seguro de que sea una excusa realmente, pero triste sí que lo es. Mucho. De todos modos, y a pesar de los pesares, Elisa, estoy convencido de que nadie somos siempre de una misma manera y, quién sabe, cualquier día pueden predominar en esas personas otras facetas más positivas. Siempre cabe la esperanza, digo yo.
      ¡Saludos!

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  4. hay varios trucos que a mi me dan resultado ahi van 1º si vas detras de un camion y ese camion lleva buena velocidad porque se conoce la carretera y tiene buenas luces tu detras de el a chupar rueda y veras como tragas km y sin cansar la vista,,,2º vas solo y por autovia yo me pongo en el carril de la izquierda que vea bien la raya y tiro de cojones 3º nunca te arrimes al arcen puede que te encuentres con uno parado y te lo tragues4º nunca nunca te acojones y pares busca un sitio donde parar es muy peligro parar puedes tener un acidente grave, 5º,no pongas las largas veras meno pon las antinieblas y las cortas regulalas si tienes para regular desde detro del coche y ponlas masd bien bajas entre las cortas y las antinieblas tendras 15 o 20 metros de visivilidad 6º si vas por carretera normal vete despacio a una velocidad que te de tiempo reacionar ante cualquier imprevisto cuidado con las curvas puede que entres recto e invadas el otro carril si pone curva peligrosa a 40 es con visivilidad normal ahora tenemos niebla y como si hay que ir a 20 y siempre siempre bien señalizados luces antinieblas atras y adelante que se nos vea es muy importante para el conductor que viene de frente ,,,,,,, con lo de ir por auna autovia por el carril de enmedio o el de la izquierda puede que mi amigo esteban no este muy de acuerdo pero como me llevado varios sustos por ir cerca del arcen me voy al carril de enmedio o al de la izquierda estoy hablando de poco trafico y eso si muy atento porque la sorpresa con niebla te viene cuando menos te lo esperas,,,tambien y sin fartar a nadie claro esta que lo que pongo es por ir todos los dias al volante,,,hay mucha diferencia de ir un sabado o domingo con gente que va a esquiar o a por setas o un dia de diario con la carrtera llena de currates camioneros trasnportistas taxistas etc etc es muy diferente un dominguero te la puede liar nada mas le entre elacojono,,y un profesional es muy raro conocen la carretera y muchos dias de niebla y los que andamos todos los dias la niebla nos da respeto lo que da terror es el hielo ahi si que no te escapas y ese no se ve ni te avisa una carretera puede estar limpia y en una culva con sombra ahi la tienes muchas gracias señor esteban y seguidores saludos meji

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  5. y sobre el sueño,,,pon musica y vete cantando hasta que encuentres un lugar para parar y salir del coche dar un paseito si cantas no te dormiras has visto a alguien que se duerma cantando bebe agua baja la calefaccion habre un poco la ventanilla que te de fresco pero todo esto pensando en parar lleba algo de chocolate o regaliz ,, una coca cola,,pero siempre siempre pensando en parar y si es mejor en un lugar que tengan cafe y charla un poco con el barman que se te quite de la mente el sueño si llevas compañia dile que te hable que te pregunte cosas adviertele que te esta entrando el sueño y que vas a parar que te de conversacion hasta encontrar un sitio,,yo a la mia hemos hecho un monton de viajes juntos que nada mas le doy el toque ,,me da agua ,me pela un caramelo y me da charla ,,pero lo del cante es acojonante y si lo haces mal mejor porque te entrara la risa todo menos dormirte suerte amigos un saludo mejias

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  6. y siempre siempre antes de iniciar un viaje descansa y despues una duchita mas bien fresquita que te espavile los 5 sentidos y a conducir sin miedo jeje un saludo

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  7. esteban lo que te pongo es tuyo puedes hacer lo que quieras en alguna puede que no lleve toda la razon pero son consejos de todos los dias entre 400 y 500 km y da igual que llueva nieve granice o haga buen tiempo la sorpresa te la llevas sin saber cuando por eso los 5 sentidos y conducir sin miedo es la solucion

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  8. y de verdad no os descojoneis pero el sueño cantando por lo menos llegas a un area de servicio y pasea si fumas te hechas un cigarrillo si no un cafe ,,un refresco coca cola repbull un paseo es muy bueno estirar las piernas comer chocolate regaliz caramelos de menta fuerte te espavila a mi esos trucos me funcionan y pocas veces pues yo soy de irme a la cama muy temprano y a las 4.45 una ducha y el final fresquita te espavila de narices suerte y al toro dulces sueños que ya voy tarde

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