jueves, 14 de febrero de 2013

¡QUÉ CASUALIDAD!

Esto iba a ser una breve "nota sobre la entrada anterior", pero creo que tiene entidad suficiente para dejarlo como una entrada en toda regla. Además, no me quedaba a gusto sin compartir con ustedes esta... ¿casualidad?

Fue un lunes, 8 de octubre del año pasado. Viajaba entre Gijón y Bilbao llevando en mente la idea de hacer unas fotos al muñeco del terror con el que tanto me encontraba por esos días en la N-634 a su paso por el oriente de Asturias y que “trabajaba” en las obras de construcción de la autopista.

Había visto el citado maniquí en días y semanas anteriores en otros viajes, pero siempre en lugares en los que no podía estacionar y, menos aún, andar con un mínimo de seguridad por el arcén de la carretera para acercarme y hacerle unas fotos. Pero esta vez, en el viaje de ida le vi en El Peral, muy cerca del Hotel Restaurante Casa Junco, un lugar muy recomendable con una excelente relación calidad-precio en su bar y comedor (como hotel no lo conozco) y donde suelo parar frecuentemente desde hace años, además tiene una zona de estacionamiento muy amplia, así que de vuelta aparqué en ella y me fui andando a visitar a mi viejo amigo para hacerle unas fotos de cerca.

Alvis con el Mirador del Picu al fondo
El día se presentó con una temperatura muy agradable e impropia de otoño, también muy luminoso, aunque la luz no era muy buena; y soplaba viento sur, algo fuerte. El día invitaba insistente a que gozase paisajes... Y acepté. Conozco una carretera que lleva a un precioso lugar muy próximo a donde estaba y que hace años que no visito, así que me adentré por ella y en muy pocos minutos estaba en el pequeño pueblo de Pimiango. Por el tiempo que mide un reloj estuve muy poco en él; por la agradable y serena sensación percibida, bastante; tanto, que por unos segundos me sentí como viajando en esa temporal dimensión medio siglo atrás, pues sucedió que ya saliendo del pueblo en el coche, desde una intersección de estrechas e irregulares calles entre muros y casas de piedra, pude ver, cómo en otra, pasaba un antiguo automóvil conducido por un hombre mayor y grande que iba solo. El coche quedaba tan perfectamente enmarcado en un hermoso rincón que, por unos instantes, saludé a mi infancia. Ambos estábamos en movimiento y pronto nos perdimos de vista. 

Mirador del Picu, Pimiango. Concejo de Ribadedeva, Asturias
Salí de Pimiango hacia el norte para ir al lugar que mencioné antes: El Mirador del Picu, que muy al contrario de lo que indica su nombre, está en una pequeña meseta muy cerca de este rincón atlántico que es en realidad el Mar Cantábrico. Este mirador ofrece una magnífica vista a la mar que recomiendo disfrutar vivamente a quienes tienen la amabilidad y paciencia de leer este blog si alguna vez pasan por allí. Está muy a mano de la carretera principal y vale la pena con creces la pequeña distracción. Cuando llegué estaba solo, ¡aleluya! Como dice Sabina en una de sus canciones, este era uno de esos guiños que te hace la vida alguna vez y gocé su sugerencia.

Interior del Alvis
Todavía estaba por allí cuando, para mi sorpresa, veo aparecer el coche con el que me encontré en Pimiango. Su conductor, era tal como me había parecido: viejo y grande, y con una apariencia tan británica como la del automóvil que manejaba. Aparcó y se alejó andando por un camino distinto del que lleva al mirador, entonces me acerqué al coche para hacerle unas fotos que, para mi contrariedad, no lo reconocí, no recordaba la marca ni haber visto nunca ese modelo. Mientras contemplaba a placer su sobria elegancia y observaba detalles llegó el Jaguar moderno y con matrícula española que aparece en la primera foto de la entrada anterior, conducido por una mujer a la que acompañada un hombre, nos saludamos, fueron hacia el balcón con vistas al mar y yo retomé el rumbo hacia Bilbao.

Naturalmente, en cuanto pude busqué en Internet la marca del coche que había descubierto y me puse al día pero, hasta antes de ayer, cuando estaba preparando la entrada anterior y pensando si poner un enlace o no sobre el fabricante de ese precioso coche inglés, no me di cuenta de que en uno de ellos aparece el mismo coche. ¡El mismo! Y fue cuando me fijé en la matrícula dudando si borrarla o no. Como ven la dejé intacta, creo que muy difícilmente puedo molestar a su dueño y me sabía muy mal ponerle un borrón. 

ALVIS & HARRIER
Fuente: www.bestdrives.org/alvis-cars
Nada más abrir el enlace aparece una foto grande del mismo automóvil que vi en Asturias y, curiosamente, en segundo plano aparece un Harrier, un caza (Made in UK) muy singular capaz de maniobras imposibles. Coche y avión, ¿otra casualidad? Máquinas que me gustan, asombran y admiro; mucho. Máquinas que hacen posibles sueños tan viejos como la humanidad.

Esteban

8 comentarios:

  1. Hubo un tiempo, diría que debían ser los 90, en que no me gustaban los 'coches modernos'. No me preguntes por qué, por que no sabría decirlo, pero no me gustaban.
    De hecho, creo que los ingenieros tienen un gran reto a dotar los automóviles actuales de un diseño exterior con un poco más de acierto. Los coches exteriormente son muy clónicos y se han puesto de moda estéticas agresivas, grandes, muy ostentosas, que tienen poco de discreta elegancia y están lejos de resultar agradables y amables. Bien, esta es mi opinión. Desde luego el mercado debe ser el que manda, pero yo nunca entenderé la moda de los SUV urbanos... Saludos!

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    1. Sí, en esa década hubo bastantes coches muy anodinos y que se parecían demasiado entre sí. En general, para mi gusto, los diseños más hermosos de coches corresponden a ingleses e italianos; y la industria autóctona de los primeros prácticamente ha desaparecido pero aún queda Alfa Romeo y Lancia, por ejemplo haciendo coches diferentes y bonitos.

      La expansión de los SUV no responde a criterios lógicos, desde luego, es algo muy emocional y una especie de sublimación del sueño americano. En España la aparición de estos coches viene a coincidir con el "boom" de la construcción, los préstamos más fáciles y baratos que nunca, muchas personas compraron una segunda vivienda que a veces era un adosado a unos kilómetros de su ciudad; coincidió también la siembra de radares, tiempos de viaje demasiado largos en proporción a la distancia recorrida, atascos sistemáticos en las grandes ciudades (y no tan grandes), las carreteras de acceso a estas son tipo autovía, vas encajonado entre mediana y guardarraíl como los toros en S. Fermín... Un Smart o un Ford Fiesta (como mucho) serían mucho más lógicos pero, ¿en cuál se tiene más sensación de seguridad, espacio, comodidad, punto de vista más alto... ? En el SUV, sin duda, ¿verdad? Yo creo que son todas estas cosas las que han hecho que proliferen tanto; para mí, donde más ventaja les veo es en las carreteras de entrada y salida de las ciudades, vamos, donde más se pueden disfrutar porque callejeando son muy torpes y exigen mucho esfuerzo, más ahora que casi todas las calles tienen reducida la calzada a la mínima expresión y hay infinidad de cambios de dirección a 90º que hay que hacerlos con precisión al centímetro. Ah, y el precio también ayuda mucho, vienen a costar poco más que un compacto de gama media-alta, o similar, y... No sé, esto debe ser muy antiguo porque le tengo oído a mi abuela (Güeli) muchas veces: "Muera Pachu muera fartu" y "burro grande ande o no ande".

      ¡Saludos!

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    2. Sí que creo que todo esto tiene mucho de emocional, desde luego. He preguntado a varias personas por qué les gustan los SUV y tampoco han sabido contestarme de forma concreta. Creo, sinceramente, que tiene mucho de moda. Y también creo que tienes que saber mucho para llevar esas moles que realmente, caben justitas en los carriles de las ciudades y no tienen nada de maniobrables o ágiles.
      Pero fíjate en una anécdota. Por un acuerdo que tienen, Audi entregó hace poco un coche a cada jugador del Barça. ¿Cuál fue el modelo que escogieron la mayoría?
      Pues el Q7...Puedes ver el que escogió cada uno en:
      http://www.autobild.es/noticias/audi-coches-jugadores-barcelona-173865
      Saludos!

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    3. Tiene mucho de moda, sí. Y también de una fuerte sensación subjetiva de seguridad a la que es difícil sustraerse, y de status. Pero su conducción está al alcance de todos, con la salvedad de que callejear y maniobrar con ellos es más laborioso, nada más.

      Gràcies por el enlace, lo he visto, aunque conocía la historia; también he oído y leído que algunos jugadores del Barça conducen por BCN con patente de corso. El mal ejemplo no me sirve de justificación para imitarlo, por supuesto, pero puede debilitar la voluntad de hacer las cosas bien; socialmente es peligroso y afecta en muchos aspectos. Un personaje público debe dar ejemplo, en todo; entra en el sueldo, y las autoridades jamás deberían mirar hacia otro lado, esto aún es peor y absolutamente inadmisible.

      ¡Saludos!

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    4. Creo que cuando uno va en un trasto sencillito, excepciones aparte, tiende a conducir mejor que cuando se siente protegido en un tanque. Por eso... la teoría de que los ricos conducen mejor....
      Por cierto que si me hubieran regalado un Audi hubiera elegido el TT.
      Saludos!

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    5. ¡Buena elección, ese TT! Pero no me resisto a la ironía: ¿No tiene un cierto aire de tanque en pequeñito? Sin salir de Audi, creo que me quedaría con el A-5.

      Sobre los ricos... Te propongo una cosa, Elisa. Si alguna vez tenemos tiempo, ¿qué tal si hacemos una encuesta seria? Tu haces el diseño y tabulación y yo el trabajo de campo, por ejemplo.

      Estoy convencido de que muchas personas descuidan su tarea al conducir cuando manejan coches subjetivamente muy seguros; pero curiosamente, no creo que suceda lo contrario con los "trastos".

      ¡Saludos!

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    6. Buena cuestión lo de la encuesta... pero es que yo no soy especialista en diseño de encuestas... Pero buena cuestión para pensar este verano en vacaciones, desde luego.

      Saludos!

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