sábado, 28 de septiembre de 2013

UN PARÉNTESIS PARA DOS NOTICIAS

Efectivamente, como ya habrán imaginado, una es buena y la otra mala. Pero eso sí, la buena es excelente, y ha generado en mí una gran alegría y una profunda gratitud. Tan es así, que no me resisto a dejar constancia de ella aquí, aunque supiese de antemano que todos ustedes la conocen, ¿cómo no rendir un mínimo y modestísimo homenaje a un hombre que me salvó la vida? Y la suya, prácticamente la de todos.

Gracias, señor Petrov. ¡Muchísimas gracias!
Fuente: leyendasyfabulas.com
Reconforta saber que hay personas que no idolatran la tecnología (algo tan frecuente), que tienen espíritu crítico (tan escaso), que piensan por sí mismas, que tienen el valor de tomar decisiones por las que les pueden cobrar un altísimo precio, que arriesgan, que se olvidan de sí mismas en beneficio de los demás. Reconforta saber que este no será el único caso, que ha habido, hay y habrá muchos más; personas anónimas que a diferentes escalas y en distintos ambientes actúan movidas por los mismos principios. Toda  mi gratitud y admiración para ellas, que hoy personifico en el señor Stanislav Yevgráfovich Petrov.

Pueden ver aquí la noticia por la que tuve conocimiento de esta espléndida historia.
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La siguiente historia es mala, pero ocupa una escala casi infinitamente menor y aunque no ha terminado -por el momento- parece que el principal capítulo está escrito y, sin que se pueda afirmar que tiene un final feliz, por fortuna, tampoco es desgraciado.

Fuente: www.andalucianoticias.es
Tuve conocimiento de este suceso a través del blog de Asextra (Asociación de Examinadores de Tráfico), el mismo día en que publicaron el artículo, el pasado miércoles, y unas horas después (recién comenzado el jueves) les envié un comentario. No es la primera vez que escribo a ese blog, pero han pasado dos días y el mencionado comentario no aparece, ni ningún otro. Sin embargo, sí se ha publicado posteriormente la misma noticia recogida en otros medios, por lo que entiendo que mi comentario alguien lo habrá visto. Pero bueno, pudo haberse dado un error o cualquier circunstancia por la que no se publicó, o yo mismo me equivoqué, o creí haberlo enviado y no lo hice... De modo, que por si acaso, y encabezándolo con una breve nota aclaratoria, lo volví a remitir ayer por la noche alrededor de las 22:30, al tiempo que procuré poner mucha atención en evitar equivocarme. Hasta ahora, a las 04:22 del 28 de septiembre, en la referida entrada del blog de Asextra sigue sin aparecer ningún comentario. Pueden ver la entrada de la que hablo aquí y a continuación lo que escribí respecto a ella.

En primer lugar, pongo todo mi deseo en que ese examinador cure perfectamente de sus heridas y quede libre de secuelas.

En segundo lugar, me avergüenza totalmente y me causa una profunda tristeza que un compañero de oficio haya sido protagonista de esa agresión.

Para mí, la violencia solamente está justificada en dos casos: Legítima defensa propia o de terceros, y en ambos casos, siempre que sea la única alternativa y huir sea imposible.

Ahora bien, y dejando constancia de que cuanto escribo en adelante en absoluto pretende justificar tan detestable suceso, tal como se dice en el relato, parece que hubiese sido suficiente con que el examinador aplazara la prueba a los alumnos (ellos no tenían ninguna responsabilidad), ¿Para qué dar parte a la Jefatura? ¿Por los “malos modos”...? Es difícil valorar esto, desde luego, pero es razonable pensar que no es, necesariamente, un motivo suficiente. Claro, que tampoco hay ninguna garantía -visto lo visto- de que el profesor no hiciese lo mismo aunque el examinador hubiese dicho algo así como... Pues lo siento, pero si no funcionan los chivatos... o los arreglas pronto o no examino. Y sin que los alumnos sufriesen más perjuicio (pudiendo reclamar por él a la autoescuela) que ver aplazada su convocatoria.

Entiendo que toda asociación proteja a cualquiera de sus miembros siempre que sea necesario, por supuesto, pero discrepo de algunas expresiones formuladas en la última parte del artículo, por ejemplo: “que a este individuo le caiga todo el peso de la ley”. Hombre, se da por hecho, además ya se ha formulado denuncia; pero también entiendo que ahí, nada puede hacer ninguna asociación porque sólo un juez puede aplicar la ley. Y la ley también dice que todo acusado es inocente en tanto no se demuestre lo contrario, cosa que no se dará hasta que haya una sentencia firme y condenatoria,  lo cual no impide tomar medidas preventivas siempre que proceda. Y todo esto es así, por más que los hechos nos hagan ver el delito unánimemente obvio.

Seguramente, y con independencia de en qué derive el proceso penal, cabe una sanción administrativa contra este profesor por parte de la Jefatura Provincial de Granada, pero también tendrá que ser ajustada a derecho y, aunque no soy experto en leyes, dudo mucho que se pueda impedir ejercer su oficio a ese profesor de por vida, tal como se afirma en el artículo: “y por supuesto, no vuelva a ejercer de profesor de autoescuela”. Hasta al autor del más abyecto crimen se le reconoce su derecho y posibilidad de reinserción, además, en España, la condena perpetua y a muerte, afortunadamente no existen.

Personalmente, y me consta que no soy el único lector de este blog que lo piensa, agradecería ver la firma de una persona física en sus artículos, independientemente, de que aclare o no si lo hace representando a la asociación.

Un cordial saludo.

Ay, ese colgante, camarada.
Fuente: Internet
Hay algo que también me resulta raro en el blog de Asextra, ayer por la mañana publicaron una entrada recogiendo esta noticia, también envié un breve comentario, pocas horas después desaparecieron ambos; bueno, lo que yo escribí no lo vi publicado. Lo pongo a continuación.

Se me ocurre una pregunta, señor Valero: ¿Cómo puede estar convencido de que esas cosas no volverán a ocurrir cuando es obvio que, desgraciadamente, sucesos semejantes pueden repetirse en cualquier momento? Un saludo.

Hasta esta noche no había visto más noticias del suceso, pero encontré esta que me parece muy significativa pues en ella hay un vídeo y habla el examinador afectado; parece evidente que no hay ninguna trampa y lo que dice confirma lo que apuntaba en mi primera respuesta ese: “tendría que informar a mi superior”, a mi juicio es totalmente desproporcionado. 

Fuente: www.viviredimburgo.com
Los chivatos del doble mando de los coches de autoescuela han dado problemas frecuentemente toda la vida, salvo que el examinador sea muy novato tiene que saberlo de sobra y, aun así, supongo que en el curso de examinador le advirtieron de ello. Todos los de mi oficio hemos tenido problemas en los exámenes a cuenta de los chivatos, pero desde luego en este asunto los examinadores deben ser flexibles, saben que los contactos de esos testigos van en los pedales y están machacados, es inevitable; pero no debería suponer ningún problema porque si la persona que examina va atenta percibe perfectamente si el profesor actuó o no sobre el doble mando sin necesidad de que funcione ningún chivato.

Hace muchos años que vengo diciendo que, para mí, los exámenes prácticos deberían hacerse como en el Reino Unido, donde en el coche solamente van alumno y examinador; de este modo los profesores ganaríamos mucho en salud y en calidad  de vida, pero mucho. Y si además el coche lo pusiera Tráfico, ¡perfecto! Aunque tuviese que pagar las tasas la autoescuela y costasen el doble. Vamos, es que hasta rejuvenecemos. 

Esteban

15 comentarios:

  1. Lo has clavado: 'Reconforta saber que hay personas que no idolatran la tecnología (algo tan frecuente), que tienen espíritu crítico (tan escaso), que piensan por sí mismas, que tienen el valor de tomar decisiones por las que les pueden cobrar un altísimo precio, que arriesgan, que se olvidan de sí mismas en beneficio de los demás'.
    Además déjame recalcar que el no idolatrar la tecnología, el espíritu crítico... han de venir por fuerza de una buena formación. Sólo quien tiene una formación sólida es consciente de las limitaciones de la tecnología, la medicina, etc.
    Poner el bien común por encima de 'lo que se debe hacer' es prueba de tener un nivel 'como persona' extremadamente alto, un control sobre sí mismo fuera de lugar, una escala de valores propia. Petrov no fue aplaudido. Sus superiores que su obligación hubiera sido comunicarlo y aunque no lo castigaron, lo asignaron a un puesto inferior y ocultaron el incidente.
    Sobre la mala noticia, pues siento mucho que cada vez se oyen más incidentes de violencia en todos los ámbitos. No sé qué nos pasa. La gente va muy nerviosa, salta por todo...
    Saludos!

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    1. RE 1
      Moltes gràcies, Elisa!

      Estoy plenamente de acuerdo en cuanto a lo que dices de “una formación sólida”, entiendo que, además, te refieres a “formación” en el sentido más amplio de la palabra y que no se queda sólo en el logro de un brillante currículum académico. Sin embargo, no la considero una condición sine qua non para dotarnos de un comportamiento ético y moral, pienso que éste lo tenemos todos “de natural” (como muy gráficamente decís en Cataluña), como afirmaba Rousseau (“el hombre es bueno por naturaleza) y más próximo y popular como dicen por Andalucía: “To er mundo e güeno”, excepción hecha de algunas patologías mentales que hacen imposible la empatía, pero que, afortunadamente, son muy minoritarias.

      Me sorprendió mucho ya en mi primera juventud, saber que muchos responsables alemanes de las innumerables atrocidades que se cometieron el la II Guerra Mundial eran hombres con una sólida formación técnica, amplia cultura, buenos aficionados a la música y hasta, aparentemente, buenos padres y amantes esposos. Supongo que el terror a sufrir ellos mismos y sus familias el daño que infligían a otros les llevó a estar en lado de los verdugos. Por supuesto, aunque menciono ahora unos hechos que tuvieron lugar en Alemania, sé que se han dado, dan y darán en cualquier rincón de nuestro planeta, por desgracia.

      Conocí bastante de cerca la historia de un hombre (te gustará) de un pueblo de León que cuando la Revolución del 34 en Asturias (más o menos coordinada y con la misma raíz que la Semana Trágica de Barcelona y otros sucesos semejantes ocurridos en Aragón, Levante, Andalucía, Madrid, principalmente, y otros lugares), era un joven soldado en el aeródromo militar de La Virgen del Camino (muy cerca de León capital), y un día le ordenaron trasladar unas bombas desde los polvorines hasta los aviones, entonces a este hombre se le ocurrió preguntar si aquellas bombas las iban a tirar sobre los mineros de Asturias; le dijeron que sí, a lo que él respondió de inmediato que entonces se negaba a realizar ese trabajo; agallas no le faltaban, desde luego. Fue arrestado al momento, claro, pero logró escapar del calabozo; estuvo huido, llegó andando hasta Galicia por los montes, allí encontró ayuda un tiempo, le cogió la Guadia Civil, volvió a escapar... varias veces. Llegó la guerra, participó activamente, vuelta a huir al perderla, cárcel, fugas, exilio... Sufrió un rosario de calamidades durante décadas, al final (más o menos), “normalizó” su vida y llegó a viejo. Pero su valiente y honesta decisión le hizo pasar las de Caín como suele decirse. Con todo, creo que se puede afirmar que su historia tuvo un final feliz. Y a lo que iba, aquel joven soldado, en ese tiempo, sólo sabía “las cuatro reglas”.

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    2. RE y 2
      Volviendo al señor Petrov (nuevo “santo” de mi devoción), antes de acabar de leer la noticia temí que hubiese sido deportado a algún gulag de Siberia, afortunadamente no fue así, aunque como bien dices, sí que le castigaron. En la foto que elegí de él para la entrada, se me antoja que está inmerso en una profunda tristeza, pero serena y muy digna, también parece que la vida no le trató precisamente bien ni que fue justa con él. Espero que haya más y en otra le compense.

      De cuanto leí sobre este hombre en estos días hay una cosa que no comparto. Él atribuye que su decisión se vio favorecida por su formación civil, no lo dudo. Pero eso no implica que una estricta y desde muy joven formación militar anule la capacidad de razonar y la empatía ni que impida un comportamiento ético y moral. “La obediencia debida”, no es más que una pésima e inadmisible excusa. No en vano, la pesadilla (me niego a calificarla como sueño, aunque algunas mentes perversas la denominen así) de algunos mandatarios consiste es sustituir soldados de infantería por robots. Cuánto mejor nos esforzábamos todos (cada uno en su papel) en que en un futuro no existieran ejércitos ni guerras. Esto sí que es un hermosos sueño.

      Pienso que la violencia es consustancial a la naturaleza humana, y casi siempre detestable, claro. Pero siempre me llamó la atención que Jesús en persona la utilizase para expulsar a los mercaderes del templo. En el caso de Granada, no la veo justificable, pero en el intento de responder a tu pregunta (“¿Qué nos pasa?”) me parece que es que estamos sometidos a demasiada presión y estrés, demasiadas personas lo están pasando muy, muy mal y muchas de ellas no han hecho objetivamente nada por merecerlo. No sé, pero todos sabemos que una gota de agua hace rebosar el vaso, una décima de bar explotar la olla, una palabra hacer tanto daño como un puñetazo... Sobre este asunto vi una vez una película que me gustó bastante: “Un día de furia”. No sé si la has visto, tampoco me atrevo a recomendártela, pero puedes informarte algo sobre ella en Internet y valorar si te merece la pena verla.

      Saludos i gràcies de nuevo!

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    3. Ui! Creo que no me expresé bien. La formación no es necesaria para tener ética, me refería a que es necesaria para no idolatrar la tecnología, o la medicina, o los 'avances'. Porque cuanto más culto es uno, más conoce los límites de todo.
      Creo que en los ejércitos no se premia la capacidad de razonar ni la empatía... si así fuera se acabarían las guerras. Te recomiendo leer esta noticia: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/06/130531_estres_postraumatico_soldados_eeuu_bd.shtml
      No he visto 'Un día de furia'. He oído buenas críticas, pero no me he animado nunca a verla.
      Saludos!

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    4. No, no es un problema de expresión por tu parte sino de entendimiento por el mío, y no lo digo por cortesía, es que a veces no me siento seguro de lo que entiendo, entonces ante la duda... sigo la máxima de mejor que sobre a que falte y me explayo.

      Tampoco yo creo que se premie la capacidad de razonar en el ejército, la empatía sí con los tuyos, claro. De todos modos, ahora no sé, pero antes -y aún vivía Franco-, en algunos grupos de compañías de operaciones especiales sí que se fomentaba la capacidad de razonar y de tomar decisiones de forma muy democrática, te lo puedo asegurar. También estoy recordando ahora que en mis tiempos de soldado los compañeros eran mucho más vulnerables a las consignas simplonas, generalistas y abstractas cuanto menor era su grado de estudios; la verdad es que en esto no vi excepción, los que habíamos estudiado algo no nos creíamos eso de "el enemigo", por ejemplo, y los que no sabían leer ni escribir, sí. Eran un peligro, así que les intentábamos abrir los ojos, por decirlo así, "¿qué enemigo, por Dios? No se te ocurra pegar un tiro estando de guardia porque nos matarás a alguno de nosotros, demonios". También es cierto que los mandos organizaron clases para ellos y todos salieron sabiendo leer y escribir. Esa parte no estuvo nada mal.

      Gracias por el enlace, lo veré más tarde o mañana. Ahora me viene mal para leerlo con calma.

      ¡Saludos!

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    5. Bueno, ya he leído la noticia y, desde luego, tiene mucha sustancia. Lo primero que se me ha pasado por la cabeza es que la cultura anglosajona también tiene sus inconvenientes y eso de ir a la guerra con la creencia de que a los habitantes de los países invadidos les vas a hacer un favor y luego comprobar que te ven como lo que realmente eres, claro, un invasor y un enemigo, percibir su hostilidad, sufrir sus ataques de guerrilla... un ejercito convencional no está preparado para eso y todo ello tiene que ser un shock muy traumático para ellos. En fin, el tema da para mucho y hay más aspectos a tener en cuenta, pero vamos, simplificando mucho, es que van muy engañados.

      Gràcies i saludos!

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    6. Bueno, es que tienes que hacerte un autoengaño tan brutal que el choque con el mínimo atisbo de empatía debe ser terrible. Aunque el autoengaño venga 'inyectado' vía el entorno familiar y social. La película de este tema que más me ha gustado, y con diferencia, es 'En el valle de Ehla'.
      El ejército tendría que ser únicamente para proteger a la población en caso de ataque o en caso de terremotos, inundaciones,etc. Esto es de hecho así en algunos países (creo que México entre ellos) y tendría que ser universal.
      La razón más común para justificar entrar en un país es la de 'salvar' la población de un régimen atroz, pero evidentemente, hay muchas otras vías que agotar antes de un ataque a civiles. Entre otras, no apoyar la creación de estos regímenes, no venderles armas, etc. etc etc. Saludos!

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    7. Totalmente de acuerdo, en el uso que mencionas para el ejército, ya que parece que resulta inviable prescindir de él, todavía. Pero en México creo que se han equivocado de pleno usándolo para luchar contra la mafia de la droga, casi parece una guerra civil. No sé, quizá sea muy simplista, pero me parece que legalizando las drogas se acabaría con las mafias, han tomado muchísimo poder y es muy difícil luchar contra ellas.
      Todavía no he visto la película que citas, pero igual este fin de semana... Además, conozco a los protagonistas y me gustan. A ver.

      ¡Saludos!

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    8. Cierto. Muchos mexicanos creen que el prestigio del ejército va a desaparecer del todo con esta medida. Muchos también abogan por la legalización de las drogas, aunque yo no lo tengo claro. Desde luego que, como me comentaron un día, esto se acabaría el día que en los países avanzados no se consumiera droga.
      Saludos!

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    9. Tampoco yo tengo claro lo de legalizar las drogas. Lo ideal es lo que dices: no consumir. Sin mercado no hay producto, pero lo veo imposible; tendríamos que evolucionar mucho como individuos y como sociedad... ¡Ojalá!

      ¡Saludos!

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  2. Esteban respecto a la primera noticia, no la conocía, y también doy las gracias a ese señor, porque si no...y efectivamente habrá muchas mas personas anónimas que velan por nuestros intereses y futuro.
    El resto de tu post, ya me parece peor. Lo cierto es que todo el que de una manera u otra ejerce su profesión de cara al público se enfrenta a situaciones complicada y con final incierto. Tu tienes una gran sensatez en tus comentarios y en la manera de exponer tanto opiniones propias como noticias leídas, por ello me choca que no publiquen tus comentarios en esa página, parece una censura en toda regla. Y no veo que digas nada ofensivo, sino muy reflexivo.
    Respecto a los exámenes del carnet de conducir, no se la razón pero un gran porcentaje de los que lo tenemos, lo recordamos como una experiencia terrible. No hablo personalmente, que sabes que hace mas de 20 años que tengo el permiso y no he cogido el coche mas de cinco veces.
    No se porque es una prueba que nos pone tan nerviosos, quizá sea la juventud con la que nos enfrentamos a ella. El caso es que después la inmensa mayoría conduce muy bien.
    En fin que me extiendo demasiado.
    Como siempre es un placer leerte, muchas gracias por traernos tan interesantes noticias y comentarios.

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    1. Empezaré por el final, Asun, con esa opinión plena de optimismo de que “la inmensa mayoría conduce muy bien”. ¡Ay! Me encantaría verlo como tu, pero, francamente, más bien estoy en la antípodas de esa apreciación. No te parezca mal, por favor, que no lo digo ni lo he vivido con ninguna malicia, pero esas palabras me pusieron un sonrisa de oreja a oreja. Y creo que responden a la imagen que tengo de vos de cuando nos encontramos en Madrid, inequívocamente, la de una buena persona, que trasmites muy bien hasta físicamente y en el pleno sentido que tan bien expresó Machado.

      Tienes mucha razón en que los exámenes del carnet de conducir son vividos como una terrible experiencia por parte de casi todo el mundo. Tampoco yo sé muy bien por qué, y seguro que hay varias razones pero, para mí, la principal es esta: cada cual, en sus adentros, sabe que no está preparado para superarlo. Lo he dicho miles de veces a los alumnos, si yo decido tirarme a una piscina que me cubre y no sé nadar o muy poco, también estaría aterrorizado. Y luego influyen muchas cosas, la juventud, que mencionas, y que de unos años acá viene a ser, muchas veces, como una especie de prolongada infancia en la que uno ha sido mal criado; muchas leyendas que se cuentan sobre los exámenes de conducir y se creen a pies juntillas siendo casi todas falsas; la falta de rigor y disciplina con la se pasa por la enseñanza primaria y secundaria, dar por sentado que el paso por la autoescuela es un puro trámite... Hay muchas cosas, Asun, pero es que, en general, parece que hemos ocultado la realidad a los jóvenes y cuando han de enfrentarse al mundo muchos reciben un auténtico schock; ¿Cuántos currículumns se reciben en muchas empresas, por ejemplo, que sin acabar de leerlos ya han desestimado al joven aspirante, dado cómo están redactados y las fotos que llevan?

      Agradezco tu sentimiento solidario con respecto al asunto del blog de examinadores (Asextra), ciertamente y como bien dices huele a censura, y a corporativismo (cosa que me resulta bastante odiosa, por cierto). Aún así, me sorprende, y hasta ahora, han publicado todos los comentarios que dejé, pero hasta este momento aún no he visto el que copio en esta entrada. De todos modos no me gusta pensar mal y tengo paciencia de modo que no pierdo la esperanza de que aún aparezca.

      Respecto al asunto en sí del suceso de Granada, la verdad es que cuanta más información encuentro sobre él, más me da la impresión de que el examinador tuvo un ramalazo de autoridad injustificado, lo cual no debió desembocar en ningún caso en el recurso a la violencia por parte del profesor, por supuesto. Sinceramente, Asun, todos los de mi oficio hemos sufrido alguna vez el despotismo de algún examinador y todos hemos tenido ganas, alguna que otra vez, de “matar” a alguno; lo pongo entre comillas porque, por supuesto, esa intención nunca se vive ni se siente en sentido literal, pero es innegable que todo el mundo, así, entrecomillada, claro, como un decir, como una válvula de escape, todos (creo que sin excepción), la hemos expresado hasta con nuestros propios hijos, ¿no es verdad? Es que hay un puritanismo tan fariseo e hipócrita... ¡Ay, Dios mío!

      Muchas gracias por tus palabras, Asun. Un abrazo.

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  3. Esteban, me gusta pasar por tu blog, siempre algo interesante!
    un abrazo

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    1. Muchas gracias, Mery, es un honor. A mí me encanta la poesía, además me parece un arte muy difícil y disfruto mucho con la tuya. ¡Gracias!
      Un abrazo.

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