Bilbao Poder ir andando del trabajo a casa, sí que me parece un lujo. |
Nunca he sabido muy bien cómo empezar a hablar de la conducción nocturna de verdad, la que supone adentrarse de noche por una carretera oscura sin más puntos de luz que alguna que otra farola encendida en zonas habitadas, casas solitarias, travesías, algún cruce importante, gasolineras y, prácticamente, nada más.
En las clases de teórica siempre empiezo este tema con un suspiro y puntos suspensivos (podría contar tantas cosas), para añadir enseguida que la noche es para dormir (pura ironía en mi pico de búho), que toda la luz que pueda llevar un coche siempre es poca, que requiere de mucho entrenamiento, templar los nervios como el acero bien fundido, que los ojos y, sobre todo, la información que recibe nuestro cerebro a través de ellos para ser procesada precisan de acomodación y costumbre, respectivamente, por lo que no es nada raro ver “visiones”, ilusiones ópticas, en verdad, que hacen difícil discernir entre ficción y realidad. Claro, que en tanto despejamos la incógnita, bien podemos estar circulando a 80 km/h (22 metros por segundo) y retrasar una acción necesaria hasta el punto de hacerla imposible, o lo contrario, actuar sin ninguna necesidad real.
Aunque el panorama descrito sea un tanto desalentador, anímense y sigan leyendo, por favor; pues también es cierto que aun en carreteras oscuras en noches sin luna, con cielo cubierto en ocho octavas (como se dice en aviación) y lloviendo, se puede conducir con un elevado grado de seguridad (en términos absolutos no existe ni recogidos en una urna) a condición de remangarse y meterse en faena sin escatimar atención ni esfuerzo. Y entrenar, entrenar y entrenar. Necesariamente. Más adelante, hablaré de este aspecto tan fundamental y que tanto se olvida.
Además, en España, exceptuando la zona del Cantábrico, generalmente, predominan las noches despejadas incluso en los meses más oscuros del otoño y del invierno, estaciones ambas, en las que por cierto, a pleno día podemos ser deslumbrados completamente por el sol al doblar una esquina o salir de una curva y, durante unos angustiosos instantes, no ver nada (sobre esto pueden leer debajo de la foto de la Peña del Viento, aquí). Tampoco hay que olvidar que cada 29 días hay luna llena y que si está poco nuboso, nos alumbrará maravillosamente unas cuantas noches. Claro, que por estas tierras del norte, la combinación de viento sur y luna llena suele sentar bastante mal al ánimo de quienes habitamos en ellas.
La conducción nocturna es más exigente y obliga a ritmos de marcha más bajos, tampoco mucho menos que de día. Pero cansa bastante más.
Conduciendo de noche podemos distinguir entre viajes largos, muy largos y cortos. Y disponemos de autopistas, autovías y carreteras convencionales. Puesto que autopistas y autovías son prácticamente iguales y, de hecho, sólo se distinguen por la señal -independientemente de que sean de peaje o no-, a partir de ahora, para no repetir las dos palabras, me referiré a cualquiera de ellas como “autopista”.
Alfa y omega de las señales de autopista y autovía. Son ellas y no el peaje lo que, de hecho, define a estas carreteras. Fuente: www.boe.es |
Desde hace algo más de una década, en España disponemos de una red de autopistas bastante densa y en razonable buen estado que hacen que la mayor parte de los viajes largos los podamos realizar por estas vías, en las que nunca vamos a encontrar cruces al mismo nivel ni tráfico en sentido contrario y donde siempre dispondremos de dos carriles en la calzada de nuestro sentido y, casi siempre, una limitación de accesos que, teóricamente, impiden que ningún animal salvaje irrumpa en sus calzadas, pero mucho cuidado con esto, pues es imposible un perfecto y puntual mantenimiento de todos los kilómetros de vallas separadoras entre el terreno circundante y la autopista. Hace tan solo unos días un toro bravo irrumpió en las vías del AVE, y quiero pensar, que estas líneas de ferrocarril sí que están bien protegidas y diligentemente cuidadas. También sé y me consta, que se controla mucho y bien la entrada de animales salvajes en las pistas de aeropuertos y bases aéreas, sin embargo, no es tan raro que a veces se cuele alguno. De modo que lo repito: Por favor, eviten hacer un acto de fe en que es imposible encontrarse con un animal en nuestra trayectoria ni siquiera en la mejor autopista de peaje. Con todo, indudablemente, este peligro es mucho menor en autopistas que en carreteras convencionales, pero las velocidades máximas y medias son más elevadas y durante mucho más tiempo. Ténganlo siempre en mente.
Parece más difícil de lo que es. Fuente: www.disfrutamadrid.com |
Veamos cómo plantear un viaje según longitud de recorrido y tipo de vía.
Viaje corto por autopista. Lo más fácil. Definir un recorrido como “corto” o “largo” es bastante subjetivo, desde luego, pero creo que podemos convenir como “corto”, y para entendernos, aquel que anda alrededor de los 100 km; largo entre 100 y 400, y muy largo entre 400 y 1.000 km o poco más. En este país, las poblaciones más distantes entre sí no superan por mucho el millar.
Alrededor de las ciudades más pobladas y en un radio de unos 100 km, a la mayoría de los lugares a los que más se viaja se llega por autopista y, lo más probable -parapetados sus responsables en la crisis-, es que hayan decidido mantener apagadas todas las farolas. Aun así, estas carreteras no ofrecen mayor dificultad. Conducir por ellas es fácil y seguro pero tienen una alta densidad de tráfico en las horas más habituales de entrada y salida del trabajo, lo que hace que casi nunca se pueda encender la luz de largo alcance.
A-8 cerca de Llanes (Asturias), sentido Bilbao. Tramo de autopista corto y reciente en muy buen estado. |
Si, por la razón que sea, el tráfico es fluido sí se podrá ir con luces “largas”, tan sólo es importante, que no olvidemos que a quien va delante también se le puede deslumbrar así como a quienes circulan por la calzada del sentido contrario, que como están más separados, y a pesar de la mediana, es fácil olvidar que también pueden resultar deslumbrados, más fácil y a más distancia cuanto más alto sea el vehículo que conducen, así pues, cuidado con los conductores de camiones y autobuses. Por lo demás, en algunos puntos muy concretos y con el fin de poder ver con más antelación el borde derecho -especialmente cuando el arcén es pequeño o inexistente- bien podemos utilizar “largas” en forma de destellos.
Desde hace unos quince años y coincidiendo con la escandalosa expansión inmobiliaria que sufrimos en España, muchas personas han pasado a vivir en casas adosadas o no (lo que antes llamábamos chalets) a no muchos kilómetros de la ciudad en la que antes residían pero en la que siguen trabajando, con lo cual, se ven obligadas a recorrer algunas decenas de kilómetros cada día en su coche ya que, normalmente, o no hay transporte público o tiene muy poca frecuencia de servicio. También es bastante habitual, que todas estas familias se vean abocadas a disponer de más de un automóvil, cuando no a uno por cada persona mayor de edad que forme parte de ellas.
Urbanización Fuente: www.madridaldia.net |
Las circunstancias descritas, es fácil que generen un problema mayor, más sutil y grave que el provocado por la oscuridad. Al anochecer tan pronto -lo que el cambio de horario de otoño-invierno hace claramente más notable- se engañan fácilmente nuestros sentidos. El reloj puede indicar las 8 de la tarde, pero la sensación percibida hacernos sentir que son las 11 de la noche, por ejemplo. Luego, es probable que nuestra jornada laboral sea demasiado larga, que salgamos cansados del trabajo, insatisfechos y preocupados (los tiempos que vivimos son muy difíciles para la mayoría); que el recorrido que hacemos sea muy conocido y, por tanto, muy tentador pecar de exceso de confianza. En dos palabras, es muy fácil conducir distraídos y cansados.
Como nos inspira tanta confianza la monótona rutina, se adormece nuestra consciencia, se conduce como un autómata y, cómo no, seguramente hacemos uso del teléfono (aunque sea legal con “manos libres” es francamente peligroso), cuando no se escriben y leen mensajes de texto utilizando esa famosa aplicación llamada WhatsApp. Y aún falta la guinda a este explosivo pastel: calefacción y música. Todos estos ingredientes, hacen que la atención caiga en picado al nivel de alerta roja, pero no nos enteramos: la gráfica la vemos al revés y de pronto nos volvemos daltónicos.
La mayoría de los accidentes, no suceden por un error aislado que cometemos en un momento concreto lleno de circunstancias adversas; sino por una serie encadenada de pequeños errores muy poco llamativos, a los que estamos tan habituados, que ni despiertan nuestro interés ni hacen sonar ninguna alarma.
En España, el "American way of life" ha sido un corto sueño que engendró una larga pesadilla. Fuente: sumerinsa.wordpress.com |
Mas la tendencia se puede invertir, totalmente, andando el mismo camino en sentido contrario una y otra vez en nuestra mente y con nuestra imaginación, antes, durante y después de conducir. Aprovechando decenas de momentos diarios de los que todos disponemos cada día, mientras estamos, en la ducha o nos lavamos los dientes, por ejemplo. Reforzándolo con notas escritas y utilizando un momento muy bueno: los minutos que preceden a entregarnos al sueño.
Una vez creado el hábito, todo son ventajas, nuestros desplazamientos serán mucho más seguros, y los viajes de ida y vuelta al trabajo estarán libres de las preocupaciones propias del mismo. Y de cualquier otra, porque toda nuestra atención estará puesta en la tarea de conducir, automáticamente, y en exclusiva.
Esteban
Ai la noche! Se juntan tantas cosas: la oscuridad, los deslumbramientos, pero también, como bien dices, en el peor momento, con el cansancio de todo el día y, si es algo más tarde... hasta con sueño. Mal momento -al menos para mí- para viajes largos. Aunque creo que, si el trayecto no es muy largo (la mayoría de personas viven a menos de 30Km del trabajo), cerca de las grandes ciudades, hay pocos tramos en los que uno va solo: enseguida hay tráfico, y eso en parte evita distraerse, e incluso aporta esa luz que no aportan las farolas.
ResponderEliminarSaludos y gracias por hacernos pensar en el cansancio!
Es cierto, Elisa, algo de tráfico ayuda a mantenernos más despiertos, vivos y atentos. También lo es, que la mayoría de las personas no viven más allá de esos 30 km de su trabajo; pero es muy fácil confiarse, creer que aunque uno se reconozca cansado y con sueño es imposible que se duerma en ese corto recorrido, ¡y es posible! He conocido dos casos muy de cerca, afortunadamente sin producirse ningún daño para ninguna persona (iban solos y chocaron contra el guardarraíl) pero en ambos casos los coches acabaron en el desguace. En ambos casos, llevaban semanas trabajando muy duro y muchas horas; y en unos ocho kilómetros les venció el sueño y en autopista bien iluminada.
EliminarOlvidé contar que, hay muchas personas que cuando se acaba su jornada laboral les entran unas prisas tremendas por llegar a casa, hasta se despiden de sus compañeros con modales dudosamente educados, nunca entendí esa actitud, salvo en ciertos casos y situaciones, claro, pero así de forma habitual... parece que odian el trabajo. Es peligroso conducir con esa ansiedad.
Hasta ahora, como ves, creo que ni mencioné el sueño; cuanto llevo hablando sobre conducir de noche, es dando por supuesto, que estamos más que suficientemente frescos. Pero lo tengo muy presente, he sufrido mucho ese problema y contaré cosas sobre ello al final de esta pequeña serie.
Gràcies a vos, Elisa, por tu permanente y diligente atención.
¡Saludos!
Hace demasiado tiempo que vivimos en un cansancio, tensión y prisas continuas que paradójicamente no nos llevan a otro sitio que a la improductividad. Corremos y corremos para llegar aún no sabemos muy bien a dónde. No disfrutamos de cada momento, sino que a cada momento corremos para llegar a algún otro sitio. Así no disfrutamos nada.
EliminarPor cierto...de noche...¿suficientemente frescos? Cada cual es cada cual, ...pero yo, de noche, estoy cansada. Nada mejor para mí que conducir de buena mañana, tras un buen desayuno.
Saludos!
Has dado en el clavo, y lo expresas muy bien. Pero tú te has dado cuenta, tienes tu “Aturant-me en el camí”, es un buen lugar para detener la loca carrera que nos lleva hacia el abismo. Y para cambiar de actitud; para tirar esas treinta falsas monedas de plata con las que nos compran y buscar lo verdaderamente valioso en nosotros y en los otros.
EliminarTienes razón con tu pregunta; pero bueno, sólo partía de un supuesto. Aunque, hay veces, que el cambio de tarea refresca; ahora soy yo el que está en el grupo de “la gente pa tó”. Por cierto, mañana madrugaré y conduciré, aunque el buen desayuno... no será tan bueno y lo haré a mitad de camino, si Dios quiere.
Bona nit!
¡Pues un buen desayuno es una de las pocas cosas que no perdono!
EliminarCentrándonos en el tema: ¿qué opinas de las luces adaptativas? Entiendo por adaptativas las que se adaptan a la curva, y pasan ellas solitas de largas a cortas. A mí en principio me llaman mucho la atención, pero no sé si en la práctica funcionan bien. El nuevo Mazda 3 lleva esta tecnología. Es un coche que siempre me ha llamado la atención, aunque lo veo un poco grande para mí.
Saludos!
Tengo muchas ganas de probar esas luces adaptativas, y también entiendo que funcionan tal como dices. De momento no tengo ningún amigo ni pariente que tenga en su coche ese tipo de luces que, hoy por hoy, parecen las mejores y con diferencia. En cuanto tenga oportunidad las aprovecharé y lo grabaré en vídeo; a ver si este blog lo lee alguna persona que trabaje en fábricas de coches o concesionarios y me dejan uno un día, ¡nunca se sabe!
EliminarTampoco he probado el Mazda 3 ni conozco a nadie que lo tenga, pero por lo que he leído sobre él, parece un coche excelente. ¿Grande para ti? A parte de que te puedes plantear conducir cualquier coche tranquilamente, salvo que le dieses un uso casi exclusivamente urbano -lo cual no es tu caso-, creo que tiene un tamaño muy bueno para “todo uso”, es más o menos similar a un C4, 308, Focus, Astra, Golf, León... No tendrías ningún problema, Elisa; salvo, quizás, con tu plaza de garaje.
¡Saludos y bon apetit! ¡Ay! Siempre con retraso...
Pues sí, ¡me gustaría mucho que las probaras y dieras tu opinión! Yo sí he ido de copiloto en un Mazda 3 automático. Me parece no sólo un buen coche, sino un coche agradable, con 'alma', y todo ello sin pretensiones ni ostentaciones. Saludos!
EliminarNunca he conducido un Mazda, pero me atraen mucho. Los he visto en concesionarios y he leído las pruebas de todos, parecen coches diferentes, no “electrodomésticos”, con el MX 5 dieron todo una lección a italianos e ingleses; el RX8 era muy ingenioso y con un precio relativamente asequible, muy por debajo de su competencia, lástima que las normas sobre emisiones lo hayan enterrado.
EliminarMantengo muy viva la esperanza de hacer esa prueba, y no de forma pasiva, te lo aseguro. Cualquier día saltará la liebre.
¡Saludos!
¡Pues mira que estaría bien una sección de pruebas! ¡Saludos!
Eliminar¡Y que lo digas! Me gustaría probar coches de un modo diferente al habitual, para eso ya hay buenos probadores, pocos, pero muy buenos, don Arturo creó escuela, es... el maestro, con diferencia y por excelencia.
EliminarAunque no fuese con mucha frecuencia, y aprovechando lo que aprendí y aprendo de mis alumnos y con ellos, me gustaría probar algunos coches, especialmente, esas novedades tan supuestamente importantes para la seguridad como los faros de los que hablamos, el avisador de cambio de carril, lo que te mantiene la distancia de seguridad incluso frenando hasta detenerte en algunos casos, etcétera. Haciendo pruebas en ciudad, alrededores, carretera y circuito. Algo se andará en ese camino, paciencia y perseverancia, tengo. No obstante, con toda una vida sentado a la derecha, viendo aprender a conducir a muchas personas, intentando enseñarles lo mejor posible, viviendo con ellas alegrías, miedos, sustos, pasos adelante y atrás... Creo que lo mejor que puedo hacer con esa experiencia es utilizarla de fuente y transmitirla, porque lo fundamental está en mostrar por qué, para qué y cómo se puede cambiar la actitud mental con que nos disponemos a conducir. Esa es la clave, ahí está la raíz. Espero no equivocarme.
Bona nit!
Cuando leo pruebas de coches tengo la sensación de que, básicamente (salvo excepciones muy excepcionales), cualquier coche 'cumple' para el uso cotidiano. Pero me falta esa información que sólo alguien muy cercano a los que no somos expertos y que a la vez ha recorrido muchos km puede dar y que, desde luego, con el paso de los días va resultando muy importante: ¿es cómodo, ergonómico, tiene buena visibilidad? ¿arranca bien en cuesta? ¿qué prevenciones hay que tener en tanto al funcionamiento de su tecnología?
EliminarTodo esto estaría muy bien. ¡Saludos!
Estoy de acuerdo contigo. Está muy bien comparar y valorar del modo más objetivo posible, pero los probadores deberían ir más allá y hacer también una valoración subjetiva. En realidad, la hacen, pero parcialmente, con mucha sutileza... y se quedan cortos. Más que una cuestión de echarle valor, creo que es un asunto de puro pragmatismo, después de todo, ¿cuántas personas tomarán su decisión de compra por lo que hayan leído en una prueba? Para mí, que muy, muy pocas. De hecho, yo no he conocido a ninguna, y mira que tengo hablado con gente de coches... Así que, una prueba que hable bien del modelo al que ya le hemos echado el ojo, nos reafirma en la decisión que ya habíamos tomado y nos sirve como argumento para convencer a algún miembro de la familia al que no le gusta nuestra elección, o lo contrario.
EliminarMuy rara vez, alguien te habla con un mínimo de sentido común para explicarte porqué ha comprado el coche que tiene. Es más, hay bastantes personas que no tienen una sola razón objetiva para tener coche, con lo poco que lo usan, les saldría mucho más barato alquilar uno cuando lo necesiten o tomar un taxi. Conozco un caso de hacer 8.000 km en 12 años, y unos cuantos más por el estilo.
Si acaso, cambiando las formas, los probadores creo que bien podrían expresarse como lo harían con un amigo, su pareja, un hijo... Total, para el caso que nos van a hacer. Y después de todo, cualquier coche “cumple”, si nos conformamos con ir de “A” a “B”, sin más.
¡Saludos!
Bueno, supongo también que en una prueba no existe la libertad de decir lo que uno podría decirle a un amigo. Escriben para una revista y las marcas están allí. Es normal que las pruebas se basen en cuestiones objetivas y medibles y poco en subjetivas. Por eso también es bueno fijarse en las opiniones de los conocidos.
Eliminar8000 Km en 12 años es poco, pero es cierto que hay 'usos' habituales que dan km muy bajos: por ejemplo, mucha de la gente que vive en las urbanizaciones que citas usa el coche para... ir a la estación. Otros lo usan a diario...para llevar a los nenes al cole ¿Cuántos km deben hacer al año?
Sí, sí... Tienes razón. Pero, podían adentrarse más en la valoración subjetiva, su influencia en la decisión de compra sería ínfima.
EliminarAdemás, personalmente, y a pesar de lo que me gustan los coches, una parte de mí está enfadada con sus fabricantes. Porque, vamos a ver, ¿cuántos años estuvieron fabricando asientos cuyo respaldo acababa claramente por debajo de los hombros de casi todo el mundo, por ejemplo? Cada vez que veo un coche viejo, independientemente de lo que me guste o de la nostalgia que me produce, no puedo evitar pensar en cómo demonios los pudimos conducir sin matarnos. Y podían y deberían haber sido notablemente más seguros. Algún día tengo que escribir largo y tendido sobre este asunto.
En cuanto a las personas que conducen tan poco, me da auténtico desasosiego. Salvo excepciones, afortunadamente, no les pasará nada y me alegro, claro; ni les pondrán multas, ni les quitarán puntos... Pero la mayoría llegan a creer que conducen bien y son un auténtico peligro. Es triste.
¡Saludos!
Sí, es curioso, porque las críticas de cine, gastronomía,.. pueden ser muy despiadas pero en general, las de coches son muy suaves.
EliminarYo no entiendo ese uso del coche porque para 2km pues uno los hace en bici o a pie... pero es algo habitual. Para mí es la cara más antipática del automóvil, haberse convertido en una máquina comodona para no cansarse usando los pies en trayectos cortos, actitud que es la que acaba colapsando las ciudades.
La cara más simpática del coche, es la rutera. Como viví mucho tiempo sin coche, el hecho de ir aquí o allí sin depender de los horarios e itinerarios de trenes y autobuses... es increíble! Pasando por donde quieres, cuando quieres. Y una cosa que no por evidente no deja de sorprenderme: lo fiables que son en general los coches.
Saludos!
Buena comparación, la que haces con las críticas de gastronomía, cine, etc. No había caído yo en eso.
EliminarTambién es muy cierto ese uso absurdo que tanto se hace de los coches. Totalmente de acuerdo, y con ese otro que mencionas (el “rutero”), mucho más acorde con la finalidad de esta máquina.
¿Sabes cuándo se han vuelto los coches tan fiables? Desde que se robotizaron las fábricas, allá por comienzos de los 80, en Japón un poco antes. A mi me da pena, pero así fue. Aunque por otra parte, pasarse la vida poniendo el mismo tornillo en una cadena de montaje...
En cuanto a fiabilidad, han pasado una época dorada que, sin volver a los 60 y 70, está decreciendo un poco debido al uso masivo de la informática y a la famosa obsolescencia programada.
Bona nit!
Creo que habría trabajo creativo para todos si la organización laboral fuera diferente, quizás al estilo de la 'Utopía', de Thomas Moore (¡y esto fue escrito hace más de 500 años!).
Eliminar¡La obsolescencia programada es un desastre ecológico! Debería haber restricciones en este sentido. Saludos!
Totalmente de acuerdo. Y gracias por recordarme ese libro que tanto me gustó hace... bueno, ayer, como quien dice.
EliminarBona nit!